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  • El laboratorio neofascista llamado Ecuador.

    El laboratorio neofascista llamado Ecuador.

    Un país en Estado de excepción permanente con toques de queda, ‘paquetazos’ y pobreza solo puede existir gracias a un autoritarismo.

    Lo que está ocurriendo con el régimen de Daniel Noboa ha puesto en discusión, de nuevo, el devenir de unos gobiernos de derecha hacia modelos con fuertes rasgos neofascistas, antidemocráticos y pro estadounidenses. No olvidemos, además, que Noboa tiene la doble nacionalidad -nació en Miami- y se siente más cercano a los valores gringos, porque ha demostrado que el país que dirige no lo conoce ni en su historia ni en su geografía.

    Y para muestra solo dos datos:

    Desde que asumió el poder, por primera vez, en noviembre de 2023, varias provincias de este país andino han pasado en estado de excepción. Y ahora, tras los anuncios de protestas por el incremento del precio del diésel, también impuso toque de queda en cinco provincias, casualmente donde la población indígena es mayoritaria. ¿Han servido de algo estas acciones para neutralizar la violencia criminal, que son el pretexto para instaurarlo? No, para nada. Al contrario, el 2025 es el más violento de su historia, bajo el mandato del mismísimo Noboa.

    El otro dato: la política económica del gobierno actual amplió la pobreza, incrementó la desigualdad y vapuleó las cifras de niños y jóvenes que no vuelven a las aulas, que se quedan en sus casas y, para más, integran las filas de las bandas criminales. Y con todo esto, no se puede entender de otro modo que la economía ecuatoriana se sostenga en tres pilares: deuda externa, lavado de activos y las remesas de los migrantes.

    Desde que asumió el poder, por primera vez, en noviembre de 2023, varias provincias ecuatorianas han pasado por el Estado de Excepción

    Entonces, esa mezcla de un país sumido en la pobreza y bajo un estado de excepción permanente solo puede existir gracias a un autoritarismo, que algunos llaman “constitucional” porque usa a su antojo las leyes, la misma Constitución, según se conveniencia, incluso para favorecer a los negocios de su familia y para la persecución a sus adversarios políticos.

    Pero no solo es eso: los dos componentes que desatan la crisis múltiple vienen de un polo hegemónico para decidir la vida de los 18 millones de ecuatorianos: el FMI y la política de seguridad hemisférica de EE.UU. En otras palabras, tal como ocurría antes de la llegada de Rafael Correa en 2007, la embajada ocupa un lugar determinante y el FMI “organiza” la economía y las finanzas, siempre a favor de los tenedores de bonos de la deuda externa.

    Y si a todo ello se añade esa relación directa con Israel, no hay duda de que todas las acciones políticas tendrán ese componente ideológico y estratégico para favorecer los negocios de armas, la asistencia en inteligencia, de modo que Ecuador sea un “enclave” para acciones militares en la región, después de todo lo que hemos visto contra Venezuela y ahora con el hostigamiento a Colombia.

    La consecuencia de todo esto ha sido impunidad sobre el asalto a la embajada de México, al narcotráfico intenso en las cajas de banano que van a Europa (negocio principal del emporio Noboa), el negocio multimillonario de la minería ilegal, con las secuelas en las disputas de grupos criminales, la crisis carcelaria que ya deja medio millar de muertos y, por qué no, la violación de derechos humanos por parte de policías y militares en contra de niños, adolescentes, mujeres y hombres asesinados, ejecutados extrajudicialmente o desaparecidos, como registran y relatan organizaciones humanitarias del Ecuador.

  • Destronando al «Rey dólar»: los BRICS y el Sur Global en marcha.

    Destronando al «Rey dólar»: los BRICS y el Sur Global en marcha.

    Brasil se consolida como actor clave y logra acuerdos para promover una agenda multilateral centrada en cooperación, reducción de desigualdades y gobernanza global.

    El 8 de septiembre de 2025, una reunión virtual del BRICS, convocada por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, buscó consolidar la posición del grupo y reafirmar las directrices establecidas en la 17ª Cumbre, celebrada en Río de Janeiro en julio. En el encuentro, Lula defendió el multilateralismo, criticó los aranceles impuestos por Estados Unidos y subrayó la necesidad de poner fin a las prácticas unilaterales que comprometen el comercio internacional. La reunión contó con la participación de líderes o representantes de China, Egipto, Indonesia, Irán, Rusia, Sudáfrica, Emiratos Árabes Unidos, India y Etiopía.

    La Cumbre de julio, que antecedió este encuentro virtual, se desarrolló en un contexto de gran tensión geopolítica, marcado por ataques de Israel y de Estados Unidos contra Irán y por el aumento de las disputas económicas globales, intensificadas por la guerra arancelaria de Donald Trump y su política de “America First”. Aun ante estos desafíos, Brasil logró impulsar una agenda multilateral centrada en el enfrentamiento de las desigualdades globales, consiguiendo aprobar cuatro documentos principales: la declaración final y tres declaraciones temáticas en las áreas de saludgobernanza digital y financiamiento climático. Estos textos no solo amplían las ambiciones del grupo, sino que también reafirman el compromiso brasileño con un multilateralismo inclusivo y orientado a la reducción de desigualdades.

    La declaración final superó resistencias considerables. Irán, incluso después de haber sido atacado recientemente, aceptó un texto que defiende la solución de dos Estados para el conflicto israelí-palestino, un gesto de apertura diplomática. Sudáfrica, Egipto y Etiopía, por su parte, acordaron mencionar nominalmente a Brasil e India en la defensa de la reforma del Consejo de Seguridad, mientras que se reconoció que África merece mayor representación. En el ámbito monetario, el texto evitó la propuesta de una nueva moneda común —defendida previamente por Lula—, pero reafirmó el avance del comercio en monedas locales. Con un tono prudente, el documento evitó menciones directas a Estados Unidos, aunque señaló el deseo de reducir la dependencia del dólar.

    Esa modulación es coherente con la estrategia brasileña de no alineamiento activo y ya quedó clara en el discurso de apertura de la Cumbre, que marcó el tono del encuentro al evocar Bandung, un gesto cargado de simbolismo. En 2025 se cumplen 70 años de la Conferencia de Bandung, hito fundador del Movimiento de Países No Alineados. Fue también bajo la presidencia brasileña que Indonesia —epicentro histórico de aquel encuentro— se convirtió en miembro pleno del BRICS, reforzando el compromiso con un orden internacional más plural, basado en la autonomía y la cooperación entre países en desarrollo.

    La defensa brasileña del multilateralismo, sin embargo, no significa adhesión acrítica a las instituciones existentes. Al contrario: la declaración enfatiza repetidamente el imperativo de democratizar la ONU, reformar las instituciones de Bretton Woods y restablecer el funcionamiento de la OMC y su mecanismo de solución de controversias, paralizado hace años por el veto de Estados Unidos. La palabra “democracia” aparece siete veces en la Declaración, lo que sugiere que, a diferencia de lo que afirman ciertos analistas, el BRICS no ignora el tema, sino que lo aborda desde una perspectiva propia: la defensa de una gobernanza global más democrática, que trasciende los límites del plano estrictamente nacional.

    Esta crítica se extiende también a la instrumentalización de agencias multilaterales. Un ejemplo es la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), cuya neutralidad fue cuestionada después de que Irán suspendiera su cooperación con la entidad, acusándola de facilitar los ataques israelíes al compartir datos sensibles. Resulta irónico, por lo tanto, que el BRICS —con frecuencia descrito como una amenaza al orden liberal— se posicione como defensor de un orden basado en reglas, siempre que éstas sean construidas colectivamente y con legitimidad democrática.

    Los tres documentos temáticos adoptados durante la Cumbre refuerzan la visión del grupo a favor de una gobernanza más inclusiva, con soluciones conjuntas para los desafíos globales. La Asociación del BRICS para la Eliminación de las Enfermedades Socialmente Determinadas destaca el compromiso con la erradicación de enfermedades como la tuberculosis, reconociendo que estas afectan de manera desproporcionada a las poblaciones más vulnerables. El texto reafirma el derecho a la salud y la necesidad de fortalecer los sistemas públicos nacionales, ampliar el acceso a medicamentos y tecnologías y fomentar la cooperación científica y técnica entre los países miembros.

    En la Declaración sobre la Gobernanza Global de la Inteligencia Artificial, los países reconocen que la IA tiene impactos profundos sobre las economías, las sociedades y la propia democracia. Defienden que su gobernanza debe basarse en los propósitos y principios de la Carta de la ONU, en los derechos humanos, en la protección de la privacidad, en la inclusión y en la diversidad. Rechazan la concentración de poder en manos de grandes plataformas digitales y expresan preocupación por la reproducción de prejuicios y desigualdades en los sistemas algorítmicos, proponiendo un modelo más ético, accesible y equitativo.

    Por último, en la Declaración Marco sobre Finanzas Climáticas, se reafirma el compromiso con el Acuerdo de París y con la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, defendiendo la movilización de financiamiento climático nuevo, adicional y en condiciones justas para los países en desarrollo. El grupo reiteró el principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas y defendió reformas en los bancos multilaterales, mayor volumen de financiamiento y la movilización de capital privado para viabilizar recursos destinados a acciones climáticas en el Sur Global. Además, el texto reconoce al Nuevo Banco de Desarrollo (NDB) en su papel de apoyo a proyectos de desarrollo sostenible y acción climática.

    Pese a la diplomacia cautelosa, el grupo sigue siendo percibido como una amenaza por sectores hegemónicos. Durante la Cumbre, Trump reaccionó con virulencia, amenazando con un arancel adicional del 10% para cualquier país que se alinee con las “políticas antiamericanas del BRICS”, afirmando que “El dólar es rey. Vamos a mantenerlo así”. “Perder la hegemonía del dólar sería como perder una guerra”. Trump interpreta cualquier movimiento hacia la pluralidad monetaria como un intento de destronar al dólar, como una provocación existencial. Sus acciones, al vincular cuestiones comerciales con sanciones unilaterales y desafiar la soberanía nacional, subrayan la divergencia de visiones y las crecientes tensiones que configuran el escenario económico y político internacional.

    *Este texto se enmarca en la colaboración entre la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI) y Latinoamérica21 para la difusión de la plataforma Voces de Mujeres Iberoamericanas. Conoce y únete AQUÍ a la Plataforma.

    Doctora en Relaciones Internacionales. Profesor y ex directora del Instituto de Relaciones Internacionales (IRI) de la PUC-Rio. Investigadora del CNPq y del proyecto GlobalGrace (Global Gender and Cultures of Equality). Directora del BRICS Policy Centre (2023-2025).

    Doctora en Sociología por el IESP-UERJ, profesora de Relaciones Internacionales en la PUC-Rio y subdirectora del BRICS Policy Center.

  • Masas y complejidad: la incomprensión de lo que está pasando.

    Masas y complejidad: la incomprensión de lo que está pasando.

    El deterioro democrático se agudiza con un crecimiento demográfico desbordado y una agenda pública cada vez más compleja, dejando a la ciudadanía entre la perplejidad, la polarización y la desinformación.

    El escenario actual de posdemocracia en el que el mundo está inmerso registra el debilitamiento global en la calidad media de la democracia en regímenes consolidados hasta alcanzar niveles de deterioro preocupantes y el incremento de las autocracias. Dentro de una gama de numerosos aspectos que poseen una naturaleza muy diferente hay dos que llaman la atención y que a la vez suscitan perplejidad. Tienen que ver con el peso de la demografía y con la complejidad de los asuntos que enmarcan la acción política. Son elementos con un componente de clara retroalimentación que están encima de la mesa desde hace tiempo y que, sin embargo, no parecen recibir la atención debida.

    En 1960 tres mil millones de habitantes poblaban la tierra, una cifra que 65 años después se ha multiplicado por 2,7 hasta superar los ocho mil millones actuales de los que el 55 % viven en ciudades. Si se consideran los tres países latinoamericanos más poblados su evolución ha sido más dramática. En efecto, la población de Brasil pasó de 72,2 millones a 212 millones (3 veces), México saltó de 38,2 millones a 131 millones (3,4 veces) y Colombia creció de 16,5 millones a 52,9 millones (3,2 veces). En el rango de los países menos poblados su evolución ha sido también muy significativa. Costa Rica subió de 1,3 millones a 5,1 millones (3,9 veces), Panamá progresó de 1,1 millones a 4,5 millones (4 veces) y Uruguay pasó de 2,5 millones a 3,4 millones (1,4 veces) siendo el país de la región con menor dinamismo demográfico con diferencia.

    Hoy es de dominio común que vivimos en la época del antropoceno algo suscitado por el impacto significativo de la acción humana en el planeta. No obstante, a lo largo del lapso que suponen los dos tercios de un siglo los cambios institucionales llevados a cabo para confrontar el crecimiento demográfico y adecuarlo a cierta realidad instrumental están lejos de haber evolucionado a un ritmo similar con implicaciones evidentes en la agenda pública.

    Por ejemplo, la representación política apenas si ha cambiado sus pautas al igual que los procesos de descentralización que no siempre han ido acorde con la evolución social y cultural habida ni tampoco con la adecuación a las tensiones medioambientales suscitadas, al pulso por la paridad o al respeto por la diversidad. Por otra parte, algo similar surge en el desarrollo de políticas públicas en lo atinente a su diseño e implementación con la participación de las personas afectadas. Así ocurre en aspectos vinculados a la vida cotidiana de la gente en cuanto a la acometida de agua a ciudades o conurbados poblados por millones de personas, al tratamiento de sus residuos, al transporte urbano o a la seguridad ciudadana. Un acontecer que ha sufrido un crecimiento notable acaecido en cuestión de apenas un puñado de décadas.

    Las propias ciudades fueron clave en el desarrollo de la experiencia política italiana en el medioevo donde se realizaba la elección de los magistrados, la deliberación ciudadana, la colegialidad de las decisiones y cierto control de las elites, aspectos fundamentales en el desarrollo de la teoría política que se aplicó en cierta manera tras el desarrollo de los estados nación. Todo ello supuso, complementariamente, un evidente antecedente de la democracia pluralista.

    Sin embargo, las ciudades se han transformado radicalmente al ser espacios donde sus habitantes tienen muy poco que decir a pesar de los procesos democratizadores que buscan el autogobierno en situaciones que siguen siendo muy centralistas. Además, en su dinámica diaria cuentan con pocas zonas verdes y las barriadas distantes de los centros urbanos obligan a invertir a sus moradores varias horas en sus desplazamientos. Se trata, por otra parte, de urbes controladas por actores informales, cuando no delictivos y en donde, en un sentido muy diferente, las mascotas quintuplican en promedio al número de sus habitantes. Todo ello acarrea las consiguientes implicaciones en las transformaciones de las actitudes de la gente, así como en las políticas públicas derivadas. Asuntos transformados profundamente por la revolución digital.

    El segundo aspecto tiene que ver con la complejidad de los temas que integran la agenda pública y que su socialización generalizada pareciera que requiere de una respuesta pertinente de una ciudadanía que, sin embargo, es cada vez más fragmentada, atomizada e insolidaria. El funcionamiento del sistema de pensiones en poblaciones con la pirámide demográfica invertida, la política de salud o la educativa, así como la de los cuidados que confrontan lo público con lo privad, cuestiones fiscales, el mundo de las relaciones internacionales, la cultura del hiperconsumo, la legalización de ciertas drogas son solo un manojo de asuntos que dominan la agenda y que se pueden encontrar en las habituales lizas políticas. Sobre ellos, la teoría señala que el comportamiento del electorado debiera ser racional y que, en un delirio de idealismo, concibe que está compuesto por individuos proactivos e informados. Pero la realidad dista mucho de ser así

    Puede aducirse que esta situación fue habitual desde mediados del siglo pasado hasta la fecha y que lo que realmente ha cambiado es que la intermediación y los atajos cognitivos que supusieron la acción de los partidos políticos o de otros grupos de interés como los sindicatos o las organizaciones empresariales reemplazaban esa ausencia de conocimiento especializado. Solamente se necesitaba cierto grado de confianza en esa tarea de intermediación construida mediante mecanismos de identidad que garantizaban fidelidad. Pero ello hoy ha desaparecido ante el auge de las estrategias de polarización en el ámbito de la competencia política como sucedió con las clases sociales en el terreno epistemológico cuando el marxismo sucumbió ante la prédica neoliberal que ha impuesto en las Ciencias Sociales una nueva jerga en clave del imperio de la transversalidad, del mérito y del individuo.

    En efecto, las formas actuales de comunicación y de información generan un escenario radicalmente diferente al existente al inicio del siglo cuando no existía ninguna de las redes sociales que se usan hoy ni el mundo digital había experimentado el crecimiento alcanzado de forma exponencial. En efecto, sólo el 6,7% de la población mundial utilizaba Internet en 2000 frente al 67,4% actual. Además, la pandemia de la COVID-19 polarizó a los votantes y socavó la confianza en las instituciones. Todo ello supone que los marcos cognitivos han cambiado profundamente de forma que el dominio de la desinformación es cada vez más palmario y, como consecuencia, las personas se hayan insertas en una arena dominada por la perplejidad y la incertidumbre que hace difícil entender la complejidad de lo que está sucediendo.

    Director de CIEPS – Centro Internacional de Estudios Políticos y Sociales, AIP-Panamá. Profesor Emérito en la Universidad de Salamanca y UPB (Medellín). Últimos libros: «El oficio de político» (Tecnos Madrid, 2020) y «Huellas de la democracia fatigada» (Océano Atlántico Editores, 2024).

  • CONSEJO SUPERIOR DEL TRABAJO ¿EN UNA DINÁMICA QUE DESARROLLE POSIBILIDADES DE DIÁLOGO SOCIAL, HACIA EQUIDADES E IGUALDADES SOCIO LABORALES? Parte II.

    CONSEJO SUPERIOR DEL TRABAJO ¿EN UNA DINÁMICA QUE DESARROLLE POSIBILIDADES DE DIÁLOGO SOCIAL, HACIA EQUIDADES E IGUALDADES SOCIO LABORALES? Parte II.

    Por: Róger Hernán Gutiérrez.

    El reto, al menos desde una visión progresista y diferente de las actuales posiciones es claro—la necesidad de un cambio en lo económico, que lleve a ampliar para el país una transformación del empleo, de los salarios y condiciones de trabajo; que los sectores empresariales promueven e impulsan, como consustanciales antes que potenciar la sindicación, una lógica de producción intensiva, continua y flexibilizada de bienes y servicios, hasta llevarlo a un nivel de productividad capaz de superar las brechas de una legislación laboral y de políticas públicas obsoleta, que obstaculiza la libertad de producir y quita potencialidades.

    Modernización de la legislación laboral, la legislación actual (1972) es claramente obsoleta-anacrónica, y refleja una década de desarrollismo de la industria, el mercado común centroamericano, la guerra del fútbol—conflicto con Honduras—golpes de estado (1972 y 1979), que eliminaran el militarismo exacerbado de la “Tandona”, el agotamiento de lo electoral lleno de corrupción, maniobras electoreras, cambios constitucionales (1983); situación de país con alta represión político-militar, y finalmente la guerra civil (1980-1992).

    Donde a lo más que se ha llegado es a un repello jurídico—reformismo— incapaz de absorber y tomar las lecciones de esas décadas perdidas, caído en un “economicismo” que llevaron a no atender los resultados y consecuencias del conflicto armado en materia económico-social, como tapa al pomo. El error fue claro, la anulación y castración de los acuerdos de la guerra, la imposición de la globalización económica (1989), impulsar un libre mercado, sin nada de social, contubernios a partir de las imposiciones de los países industrializados con tratados preferenciales de comercio, inequidades económicas y la imposición del modelo no sindicato, entre otros factores que retrasaron el mejoramiento de una legislación laboral progresista.

    En el período pasado (2024), como ha sido costumbre se hicieron procesos que poco abiertos y depurados, que llevaran a imponer un nuevo código de trabajo, sin dar oportunidad a una discusión y debate serio y responsable, se convocaron como es el hábito a barras móviles y grupos sindicales ad hoc, totalmente sumisos, con nula experiencia en la materia y con controles excesivos a la representación de federaciones que no se pliegan al actual mandato ministerial.

    Se ratificaron convenios importantes como es el 87, 98 vinculado a las libertades sindicales, el 102, de seguridad social; el 154 de desarrollo de contratación colectiva en el sector público; pero que no se ha sido capaz de una ratificación razonada, abierta de pensamiento y acción, progresiva, de aplicación en la práctica a todas las relaciones laborales dentro de sectores con actividad económica diferente, y en clara conjunción de tomar en cuenta la informalidad crecida por el impulso de políticas neoliberales que llevaron a profundizar más la flexibilización y desregulación laboral, en una combinación de periodos desde el 2006 a la fecha.

    La modernización de la legislación laboral es clave, sin embargo, no se trata sólo por el anacronismo, hacer un proyecto de ley e imponer un nuevo código de trabajo, la experiencia de una nueva constitución es claramente un ejemplo de lo que no debe hacerse, pero se sigue percibiendo un pensamiento y acción anti sindical que no favorece nuevos y mejores derechos y un reforzamiento de los actuales derechos laborales y sindicales—la ganancia sigue siendo el bastión contra la persona trabajadora que sigue postrada en trabajos muy precarios, de bajos salarios, un reducido empleo decente y por consiguiente un alto desempleo y ocupación informal.

    Pensar que sólo por ser nueva la legislación es suficiente, estaríamos cometiendo un nuevo error, el ministro tiene un proyecto nuevo con todos los agravantes analizados arriba, pero la coyuntura no es prometedora, los estiras y encoges entre una ganancia indiscriminada, una falta de diligencia y experiencia arbitral, de inspección laboral, de desarrollo de altos estándares de conciliación laboral, de desarrollo jurídico pleno en la incorporación de grupos socio-laborales diversos a saber: mujeres, juventud, lgtbi, discapacitados, indígenas y otros, son muestras de las debilidades en el proyecto de legislación laboral.

    Por ello se hace de sumo necesario mejorar sustancialmente para disponer de una nueva legislación plena la  Formación profesional del talento humano del sector laboral; el Fomento de la bolsa nacional de empleo; la estructura clara de políticas salariales, incorporación y transformación plena de la informalidad a la formalidad, cumplimiento irrestricto de las libertades sindicales; además de reforzamiento de la capacidad administrativa y jurisdiccional, actualmente desarticuladas, debilitadas y desestructuradas por el incumplimiento en el país de lo jurídico en todo sentido.

    * Sindicalista salvadoreño.

  • SUFRIMIENTO POR FALTA DE AGUA. El precio de la incompetencia y el vicio de la culpa.

    SUFRIMIENTO POR FALTA DE AGUA. El precio de la incompetencia y el vicio de la culpa.

    Por Mauricio Manzano.

    En el teatro de la política salvadoreña hay un guion que se repite una y otra vez, la incompetencia para solucionar los problemas de la población. Tenemos un gobierno que lleva seis años de promesas y no ha logrado más que un paisaje de ruinas. Es un drama en el que la incompetencia se disfraza de herencia maldita y el desastre se justifica con la sombra de los gobiernos anteriores. La narrativa de culpar a los gobiernos anteriores se ha convertido en la única política pública y el precio lo pagan los ciudadanos con su salud, su educación y su futuro.

    Seis años es tiempo suficiente no solo para diagnosticar los problemas de una nación, sino para empezar a resolverlos. Sin embargo, en esta administración el tiempo se ha gastado en un monólogo eterno de acusaciones. Cada fracaso en la gestión de la salud pública, cada hospital sin medicina se justifica con la quiebra dejada por el pasado. El colapso del sistema de suministro de agua que deja a comunidades enteras sin el vital servicio es una consecuencia de la falta de inversión, mantenimiento y visión. No pueden seguir culpando al pasado porque el pasado ya lo constituye este mismo gobierno. Las escuelas se caen a pedazos, la educación cada día más degrada, la pobreza que avanza sin freno, y la justificación del gobierno es repetir el estribillo aburrido «todo es culpa de otros»

    Pero el espectáculo de la culpa se desvanece ante la realidad de los hechos. Una administración que no rinde cuentas de millones de dólares de fondos públicos, que ha acumulado deudas astronómicas sin mostrar resultados tangibles, no puede esconderse eternamente detrás del velo de la culpa. La pregunta que se hace la gente no es quién causó los problemas hace una década, sino por qué después de seis años los problemas no solo existen, además, han empeorado. La herencia no puede ser la única respuesta cuando se tiene el control absoluto, los recursos y los problemas se agravan.

    La falta de rendición de cuentas es el síntoma más claro de esta incompetencia. La transparencia es la primera víctima de un gobierno que prefiere la oscuridad de los secretos a la luz de la verdad. El dinero público que debería ser sagrado y al servicio del pueblo, se desvanece en mega promesas, proyectos que llevan años y no terminan, contratos opacos y promesas vacías, mientras tanto, las familias luchan por conseguir agua potable, por pagar las medicinas y por darle a sus hijos una educación que el Estado ha abandonado.

    El discurso de culpar a los demás es el último recurso de un líder que ha agotado su credibilidad. Es una táctica que funciona por un tiempo, pero que inevitablemente se derrumba ante la realidad. El juicio final no lo dictarán los opositores sino la gente, cuando la sed, la enfermedad y la ignorancia, el desempleo, etc., les cobren el precio de una gestión que, en lugar de gobernar, se dedicó a buscar culpables.

  • ¿SON INÚTILES LOS EJÉRCITOS EN SOCIEDADES DIVIDIDAS EN CLASES ANTAGÓNICAS E IRRECONCILIABLES?

    ¿SON INÚTILES LOS EJÉRCITOS EN SOCIEDADES DIVIDIDAS EN CLASES ANTAGÓNICAS E IRRECONCILIABLES?

    POR: MIGUEL BLANDINO.

    Con harta frecuencia oigo decir por igual a los opinadores profesionales de los medios salvadoreños, de los análogos y de los digitales, de los medios corporativos y de los independientes, que los ejércitos son gastos inútiles; que esas agrupaciones expertas en el uso de la violencia -llamadas con toda justicia “fuerzas armadas”, porque son fuertes y portan armas de guerra- gastan dineros que podrían hacer muchísimo bien si se invirtieran en cosas verdaderamente de beneficio para la mayoría de la gente. En fin, que son un gasto innecesario.

    Inocentes criaturas, crédulos incautos, párvulos cándidos, hombres –y hasta mujeres- que llegaron a la mayoría de edad y siguen siendo ingenuos; aunque a veces pienso que no lo son y que realmente solo se hacen los tontos para ir por la vida navegando con esas banderas para no asumir una posición clasista y los riesgos que derivan de ella ¿De veras se creen la patraña de que “alguien consciente” va a desarmarse nomás porque alguien lo dice en una pantallita o pantallota?, ¿hablan en serio?, ¿desvarían?

    Porque idiotas no son –idiotas (idiotes) les decían en Atenas a los que no se interesaban por la polis, la cosa común-, ya que ese es el tema principal de sus tertulias, aunque pretendan parecer bien estúpidos alegando que no son “oposición”, en una sociedad y en un tiempo que se desborda de injusticias por todos los costados.

    Pretenden ser neutrales, a pesar de que desde hace cuarenta años Desmond Tutu dejó bien clarito para todo el que tenga oídos para oír que “ser neutral en situaciones de opresión es ponerse del lado de los criminales”.

    Y pretender ignorar que los ejércitos son precisamente la garantía decisiva para la defensa de la clase dominante equivale a negarse a asumir que el papel que se le asigna en las estructuras defensivas de esa clase dominante no es otro que la eliminación física de cualquier amenaza.

    Cuando bukele tomó el juramento a su ministro de defensa y a su jefe nacional de policía les encomendó directamente, con toda nitidez, la misión de defenderlo a él, personalmente, del enemigo interno, es decir, del pueblo, de los salvadoreños pobres.

    Vale decir que en todos los países que se ubican bajo la égida “protectora” de los Estados Unidos, cada gobierno –sin importar la impronta o marca que use para la gradería- puede darse el lujo de nombrar los ministros de su gabinete entre lo más granado de la ciencia, de los negocios, de lo que sea, menos uno: el ministro de defensa. Tiene que ser bendecido por quien ocupa el puesto principal en “la embajada”.

    En ese sentido –y por poner algunos ejemplos de la vida real y no argumentos etílicos-, son muy relevantes las noticias de estas últimas semanas y, al mismo tiempo, han sido también muy reveladoras de la declinante posición imperial, ya que está echando mano del que es su último recurso.

    Las criminales acciones de fuerza contra Venezuela y el despliegue de miles de tropas, buques acorazados, miles de misiles, de aviones artillados y bombarderos en el Caribe son eso: muestra de la declinación y muestra de que las armas sirven como el puntal decisivo para la defensa de los intereses de clase de los ricos más ricos del mundo.

    En Ecuador la política económica efemeista de quitar los subsidios se sostiene porque Noboa, además de las fuerzas armadas ecuatorianas, ha llamado al ejército de los Estados Unidos para establecer bases militares de ocupación y ha contratado el servicio del ejército privado de mercenarios conocido como Blackwater.

    En Argentina, la aceleración de la privatización de empresas estatales y, nada menos ayer, los intentos de decretos mileistas que proponen la rápida venta de la energía nuclear, son pasos desesperados hacia el anclaje del modelo neoliberal, y se basan en la mano dura de la fascista inclemente ministra de seguridad Patricia Bullrich, a la que siguen fielmente los siempre fascistas generales y almirantes devotos de Videla.

    Los gringos realizan el robo de nuestros recursos mientras nos apuntan con la pistola. El saqueo de los fondos de salud y de educación indica que están decididos a privatizar hospitales y escuelas en todos los países latinoamericanos que reconocen y aceptan sin emitir ningún pujido la hegemonía imperialista.

    Hace treinta años los gringos estaban solos en la cima del mundo y se lanzaron al ataque final sobre América Latina. Estaban tan solos y pletóricos de confianza en su nube que hasta retiraron de la Zona del Canal la horripilante Escuela de las Américas.

    El Acuerdo de Libre Comercio para las Américas (ALCA) era el nombre de la estrategia neoliberal yanqui con la que pensaban recolonizar por la vía económica el continente entero. Iban pacíficamente avanzando, pero de pronto fracasaron en menos de una década al irrumpir la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), que lanzó el Presidente Hugo Chávez Frías. Creció la conciencia de la izquierda en su fuerza, despertó de la inconsciencia en la que había caído tras la muerte del mundo socialista realmente existente y derrotó alegremente las tesis de Francis Fukuyama.

    La estrategia económica fue vencida por la estrategia económica.

    Sin el uso de las armas, la lucha ideológica siempre se inclina hacia la victoria de la justicia, porque lo justo está del lado de los intereses de los pobres.

    Ahora, los gringos retroceden en la historia y vuelven a usar la estrategia de los años setenta y ochenta, la que les dio el triunfo sobre la URSS y anuló el poder detrás de la influencia ideológica marxista: la vía militar.

    Como en tiempos remotos que ya fueron sistematizados por Sun Tzu, en toda la historia que ya explicó Marx -y con mayor precisión Engels-, y que demostraron Lenin y Fidel, ninguna victoria que se alcanza por la vía electoral se sostiene sin el respaldo de la fuerza de las armas. Allende fue el trágico peor ejemplo de la utilidad de las armas.

    AMLO logró el triunfo en las urnas con un poderoso movimiento popular y en cuanto asumió el mando, con su mano derecha puso a todas las fuerzas armadas a trabajar en la construcción de infraestructuras y en la administración de las aduanas, puertos y aeropuertos, y con la mano izquierda, creó su propia fuerza armada para ponerla al frente de los combates contra los ejércitos del crimen organizado y ganar experiencia militar en la guerra real: la Guardia Nacional es el ejército de la Cuarta Transformación.

    Cuba y Nicaragua derrotaron a los viejos ejércitos y crearon los nuevos. Por cierto, el 17 celebramos el Día de la Alegría Nacional, por la ejecución (1980) de Tacho Somoza.

    En Venezuela, el 19 de abril de 1810, con el fortalecimiento de las fuerzas armadas nacionales nació el ejército de los patriotas que conduciría la guerra de liberación de la Gran Colombia. Hugo Chávez recreó aquel ejército libertador y, en diciembre de 1999, fundó la Fuerza Armada Nacional de Venezuela (FANB). Sin esa fuerza militar, Maduro estaría arrumbado en el lugar donde habita el olvido, como dice Joaquín Sabina.

    Por el lado de la ultraderecha, de la mafia y del crimen organizado internacional también lo saben y hacen lo suyo. En El Salvador, tras el fin de la guerra civil, las fuerzas armadas fueron reducidas a su mínima expresión, depuradas de los peores criminales que la dirigían y comenzaron a ser educadas en una doctrina humanista basada en el respeto irrestricto de los Derechos Humanos. Pero la familia bukele las ha sustituido por unas fuerzas armadas dirigidas por militares relacionados con el crimen organizado internacional, que han vuelto a la Doctrina de Seguridad Nacional basada en la violación sistemática de los Derechos Humanos y ha incrementado el gasto en armamento y en el pago de sueldos para un número creciente de hombres armados que mantienen el terrorismo estatal.

    La democracia burguesa implantada y tolerada por los Estados Unidos en América Latina está difuminándose y dejando su lugar a tiranías militares que defienden a los ricos, mientras cometen a la luz del día el robo más grande de la historia en cada país.

    Y lo hacen porque pueden, es decir, porque tienen el poder de fuego en sus manos, y lo utilizan cuantas veces el pueblo se resiste. Como solía decir Felipe Montesinos, el Yeyo, el abuelito de mis hijos: “tiene la palabra el camarada Mauser”.

  • SOCIALISMO O BARBARIE.

    SOCIALISMO O BARBARIE.

    Por: Luis Arnoldo Colato Hernández, Educador.

    ¿Has leído “El libro negro del comunismo” ?, o quizás escuchaste la frase, “…hacia donde corrieron cuando cayó el telón…”?

    Ambos son argumentos paradigmáticos cuando de descalificar al comunismo se trata, y son referidos como fuentes incontestables al alegar porque el socialismo no conviene.

    En nuestro propio país recibir el señalamiento de “comunista” resulta casi en una muerte social, en sinónimo de loco de atar por peligroso, por idealista, por atentar contra la dignidad del santísimo proyecto neoliberal que nos acoge.

    Y, sin embargo, cuando revisamos ambas tesis por mera curiosidad, para confirmar cuán veraces son, nos encontramos con algunas, digamos, inconsistencias.

    El libro negro del comunismo endilga a éste cifras tan alucinantes que desde la primera página te preguntas si es objetivo.

    Luego, al curiosear te das cuenta de que esos datos no han sido recogidos de ningún hecho histórico, explicando porque el autor y sus colaboradores, apenas seis meses luego de su publicación, admitieron públicamente que éste no es un documento con algún rigor académico y que solo responde más bien a prejuicios y referencias de corrillo carentes de ningún valor.

    Este es un hecho que cualquiera puede corroborar.

    Entonces te das cuenta de que ningún autor reputado lo considera como fuente de referencia, por lo que claramente su circulación responde a intereses políticos, ideológicos y propagandísticos, con el solo ánimo de denostar, sin evidencias.

    Porque el valor de ese texto es equivalente, digámoslo sin ambages, al de ese otro texto que avergüenza, el Malleus Maleficarum, pues comparten el mismo propósito: difamar y aterrorizar.

    Por otro lado, la frase arriba referida es asociada a aquella noche en que el muro de Berlín fue cruzado por la población del este, sin tener que atravesar los checkpoint, lo que la mediática occidental de entonces presentara como un momento histórico que había que venderse.

    Sin embargo, al revisar el devenir de aquel evento y considerar sus consecuencias, nos encontramos con que aquellas imágenes no reflejan lo que sucedió realmente, pues los berlineses de oriente cruzaron el muro no para instalarse en el este, sino por la mera curiosidad de ver, con el ánimo de reunificar legítimamente a las familias separadas, no por el muro, sino por las medidas y el aislamiento que occidente impuso, y que luego de aquella noche degeneró en un masivo desempleo en oriente, una inequidad reflejada en términos macroeconómicos, incluso ahora, lo que es más crudamente evidente en lo tocante a cómo afectó a la muy cualificada mujer de Alemania oriental, que perdiera empoderamiento y equidad de frente a las nuevas condicionantes que se le impuso a la población de la RDA, que ahora busca recuperar mediando la organización social, algunos de los estándares que perdiera.

    Es decir; estos dos ejemplos ponen en relieve el que lo afirmado contra el socialismo real se basa en falsedades absolutas y medias verdades forzosas, dirigidas a descalificar y desconocer los logros alcanzados por éste.

    Pero entonces, ¿Por qué calló el campo socialista?

    Eso procuraremos entenderlo en la siguiente entrega.

    ¿PORQUÉ CAYÓ EL CAMPO SOCIALISTA?

    La pregunta en realidad está mal formulada, pues la gente en la antigua URSS no deseaba su disolución.

    En marzo de 1991, 191 millones de soviéticos fueron llamados a las urnas – porque sí, el derecho al voto era inalienable en el campo socialista – y el 76% voto “SI” a la continuidad de la URSS, que sin embargo fuera desconocido por Yeltsin, Kravchuk y Shushkévich, 1º, 2º y 3er secretarios del Politburó, que derivara en aquel levantamiento militar sacado de contexto por la mediática occidental, que fuera presentado como intentona militar de golpe de estado, que en cambio fuera su aporte por hacer respetar la voluntad del soberano de la URSS, que en cambio las personas referidas, apoyadas y financiadas desde occidente, instrumentalizaron mediáticamente.

    Al final, el ejército retrocedió para evitar el derramamiento de sangre, mientras tras bambalinas se preparaba occidente para vender todo, acabar con el estado soviético, negar sus avances, ocultar sus logros y montar el relato negro del comunismo que todos conocemos.

    Pero, ¿Por qué se dejó caer?

    La caída no comenzó entonces sino con las reformas adelantadas por Yeltsin una década antes, de corte promercado, que derivaran de inmediato en el caos, corrupción, desabastecimiento y el mismo entramado burocrático incapaz y politizado que ahoga ahora a occidente, que erosionara al muy eficiente estado soviético, que antes logró salud gratuita, empleo pleno, los mayores avances científicos del orbe, etcétera, para en cambio y en menos de un lustro, caer en el más absoluto desastre social, con mafias controlando regiones enteras, niños y niñas en la calle, prostituyéndose, desempleo, gente viviendo sin hogar, pérdida total de la transparencia, acompañada de una burocracia ineficiente y disfuncional, que en nada diferenció al anterior todo poderoso estado socialista soviético, de una república bananera cualquiera.

    Porque de eso se trata el mercado.

    Al mismo tiempo, habiéndose perdido por completo la seguridad social y jurídica, se generaron feudos financieros, con oligarcas que desconocieron al estado, mientras Bush padre y sus secuaces, compraron a precio de me lo llevo, incluso las arañas de cristal diseñadas por Lafire, en el Kremlin.

    Y Yeltsin filmaba aquel paradigmático video en el que come pizza junto a algunos niños, justificando aquello.

    No se debió la caída del campo socialista a lo que algunos referentes actuales alegan, su supuesto fracaso financiero, derivado de la crisis que devino de la guerra en Afganistán, de la que se retirará en cambio el ejército rojo con honor, en orden, y no como lo hicieron los estadounidenses, abandonando sus armas y en completo caos, mientras conservó a cambio el control de los campos de amapolas y el tráfico de drogas.

    La caída de la URSS respondió a una muy bien elaborada trampa como a la consecuente manipulación político/mediática, que nos llega al presente.

    Porque la URSS y el campo socialista no fueron vencidos, la historia lo confirma, fueron víctimas del mayor entramado de la historia, un relato mediatizado y hollywoodense de occidente que tergiversa los hechos y la verdad.

    EL COMUNISMO FRENTE A LA PROPIEDAD PRIVADA.

    Se ha dicho que el comunismo acaba con la propiedad privada, que nadie tendrá nada, que se convertirá a las personas mayores en jabón.

    Eso dijeron del Chile de Allende, donde por ejemplo una vecina de él, que ejerció toda su vida como empleada doméstica y jamás tuvo nada, repitió lo que sus patrones le dijeron repitiera, “…los comunistas de Allende nos van a quitar todo…”.

    Y ciertamente hubo expropiación, pero de las haciendas improductivas, las minas de cobre en propiedad de empresarios estadounidenses, de las fabriles que, en desuso, fueron entregadas a los trabajadores para volverlas productivas, es decir, la infraestructura vital.

    El conservadurismo lo enfrentó con desinformación e intimidación, con desabasto, con desfinanciamiento, con aislamiento, la conspiración, y finalmente, el golpe.

    Cuando se concretó, Chile sufrió el desabasto real producto de la especulación rampante, y con ella, la mayor campaña de desalojos de la historia chilena, vigente a la fecha, que dejará sin hogar de acuerdo a su oficina de censos y en apenas el primer año de régimen militar, al 34% de la población, que ahora es el 51%, mientras las fabriles y tierras improductivas se duplicaron al volver a manos de las élites que respaldaron el golpe.

    En EU y en 2024, el 0,23% de la población fue despojada de sus hogares por incumplimiento de pago, readecuación de cuotas por parte de los financistas, desarrollismo y hasta por contaminación, lo que aumenta un promedio anual del 18%, de acuerdo al HUD, mientras a la par el país se ve sometido a un creciente proceso de desindustrialización, afectando a cada vez más población, que ahora mismo supone el 5,67% del total[tradingeconomic.org] desempleada.

    En ambos casos no es el monstruoso comunismo el que quitó los hogares a las familias, sino el estado neoliberal, que también es el que propaga la tesis de que el comunismo no respeta la propiedad privada.

    Los datos empero afirman lo contrario, pues el Chile de Allende y desde su primer día comenzó un proceso de legalización de la propiedad, dirigido en particular a reconocer la de los trabajadores, como en la URSS y el bloque soviético, donde la totalidad de las familias son poseedoras legales de la vivienda que ocupan.

    Porque el marxismo nunca ha atentado contra la propiedad privada, que estima y promueve, lo que podemos corroborar en la mayor economía global, China comunista, donde el 93% de las familias son dueñas de sus hogares, mientras en EU las familias poseedoras de su propio hogar son el 64%, de acuerdo a su oficina de censos, una caída en relación a 1969, cuando Nixon introdujo las reformas económicas que acabaron con los acuerdos de Bretton Woods, de 16 puntos.

    Que el comunismo real te quitará tus bienes es una falacia, la evidencia histórica lo demuestra, mientras quien sí atenta contra la propiedad privada, es el neoliberalismo, lo que aquí y a diario vemos con las expropiaciones que adelanta el régimen.

    Porque su avaricia marca la pauta.

    Creo que es una apuesta válida, pero igual la dejo en sus manos.

  • La privatización del agua.

    La privatización del agua.

    Desde hace tres décadas, las mayores empresas productoras de agua embotellada a nivel mundial son Nestlé, Coca-Cola, Pepsi y Danone, todas ellas acusadas de complicidad con el sionismo y el genocidio de Gaza
    Por: Esteban Cabal. *
    Con una población mundial que ya supera los 8.200 millones (triplica la de 1955), y unos niveles de producción industrial y consumo diez veces más elevado, el agua potable se ha convertido en un bien cada vez más escaso.

    En muchos países, los ríos y los canales subterráneos corren peligro de desaparecer o están gravemente contaminados. Las reservas mundiales disminuyen a medida que crece la población, el calentamiento global, la desertización y la actividad industrial. Sin embargo, la demanda mundial de agua dulce se duplica cada 20 años. Actualmente, la demanda de agua excede los recursos terrestres disponibles en un más del 50%, un problema conocido como estrés hídrico.

    El gran problema mundial de nuestro siglo es el agua, la mitad de la población mundial tiene dificultades para obtener agua de calidad aceptable. Uno de cada cinco habitantes del planeta no tiene acceso al agua potable y uno de cada tres carece de saneamientos adecuados. Cuatro millones de niños mueren cada año por enfermedades causadas por la contaminación de las aguas. El 25% de las especies acuáticas de agua dulce han desaparecido o están al borde de la extinción.

    La Mega-Ciudad de México, antaño tierra de bosques y lagos, se hunde irremediablemente debido a la excesiva cantidad de agua extraída del subsuelo. Los recursos de agua dulce latinoamericanos sufren problemas de contaminación constantes. En la frontera entre México y Estados Unidos es tan perniciosa, y el agua limpia llega a ser tan escasa, que los bebés y los niños beben Coca-cola o Pepsi en lugar de agua.

    En Texas, los granjeros de las altas praderas bombean el líquido de los acuíferos más rápido de lo que la lluvia tarda en rellenarlos. El acuífero más grande de los Estados Unidos, el Ogallala, se está desecando a un ritmo de 12.000 millones de metros cúbicos al año.

    El Mar de Aral, en Asia Central, fue una vez el cuarto lago subterráneo más grande del mundo y una de las tierras más fértiles del planeta. Los dos ríos que lo abastecían fueron desviados por la Unión Soviética para cultivar algodón en el desierto. El nivel del agua descendió más de 16 metros en 22 años. Hoy es un desierto tóxico. La región circundante tiene las tasas de mortalidad infantil más elevadas del planeta.

    En India, el caudal del Ganges no sólo está altamente contaminado por arsénico, sino que además ha mermado de tal forma que los pantanos y manglares de Bangladesh corren peligro de desecarse.

    En el norte de China, donde se encuentran las dos terceras partes de los campos de cultivo de todo el país, las reservas de agua subterránea se están agotando. En las zonas bajas del río Amarillo no corrió ni una sola gota de agua durante 226 días en 1997. Los tres grandes ríos que atraviesan la región están altamente contaminados.

    Australia es el continente más seco del mundo. Parte de los terrenos más fértiles del país han sido destruidos por la salinización provocada por el intento de redirigir el caudal del río Snowy.

    En África occidental, la situación es dramática. En Nigeria, la mitad de la población no tiene acceso a agua potable. Y en Sudáfrica la empresa concesionaria del suministro cerró el grifo a un 80% de los pobladores de Alexandra Township por falta de pago.

    El lago Chad era hace tiempo el sexto lago más grande del mundo, en la actualidad ha perdido casi el 90% de su superficie y está agonizando.

    Desde hace décadas, el Banco Mundial presiona a los países más pobres del mundo para que entreguen el suministro de los servicios públicos más básicos, en especial el agua, a las corporaciones privadas. Esta medida ya ha causado aumentos de precios en varios países, y revueltas en otros.

    La reunión que tuvo lugar hace años en Montevideo entre el Banco Mundial y los países del Mercosur tenía por objeto asegurar el control del Acuífero Guaraní, posiblemente la más importante reserva subterránea de agua dulce del mundo. Fruto de los acuerdos alcanzados, el Banco Mundial, la Agencia Internacional de Energía Atómica, la OEA y varios países europeos financian un proyecto destinado aparentemente a la protección ambiental, pero en realidad está orientado a asegurar el control sobre el acuífero por parte de estas entidades.

    El agua, fuente de conflictos

    Las disputas por el control y la propiedad del agua están originando multitud de conflictos internacionales. Ya en 1996, el vicepresidente del Banco Mundial, Ismael Seregaldin, predijo que las guerras del siglo entrante serían por el agua. Según un informe de las Naciones Unidas, el acceso al agua podría ser el detonante de muchas guerras durante los próximos años. Egipto ha amenazado con utilizar la fuerza para garantizar su acceso a las aguas del Nilo, río que comparte con sus vecinos de Etiopía y Sudán. Si la población de estos países continúa creciendo desmesuradamente, la competencia por el agua podría ser atroz. La construcción de represas en Turquía sobre los ríos Tigris y Eufrates constituye un foco de tensión permanente. Siria e Irak han acusado a este país de robarles el líquido y vital elemento.

    Ya en 2003, Mikhail Gorbachov afirmó ante la Tercera Conferencia Mundial del Agua de Kyoto (Japón), que “en la historia reciente ha habido 21 disputas armadas debidas al agua, y 18 de ellas involucraban a Israel”. Yehezkel Lein, un experto en agua de B’Tselem (un grupo pro-derechos humanos israelí) dijo: “Hay un nexo de unión claro entre el abastecimiento de agua y la ocupación. Israel ha controlado los recursos acuíferos de la Franja Oeste y la Franja de Gaza desde 1967, cuando ocupó por primera vez dichas áreas”.

    Desde 1997 Israel ocupa ilegalmente Los Altos del Golán sirios, que son la cuna del agua del río Jordán (una fuente de agua primaria para toda la región). El Rey Hussein de Jordania dijo una vez que el agua era la única razón por la que entraría en guerra con Israel, ya que es Israel el que controla los suministros de agua del Jordán.

    El agua es el recurso más preciado en Oriente Medio, más incluso que el petróleo. Las aguas del río Jordán fueron una de las principales causas de la guerra de 1967. Los israelíes de Cisjordania consumen cuatro veces más agua que sus vecinos palestinos. Siria ha acusado a Israel de permanecer en las costas del Mar de Galilea para controlar los importantes recursos hídricos de la zona.

    La CIA predice que la falta de agua y su localización puede suponer problemas significativos para los gobiernos de Oriente Medio, el África Subsahariana, el sudeste asiático y el norte de China.

    El negocio del agua embotellada

    El agua se ha convertido en el gran negocio de este siglo XXI. De ello son plenamente conscientes las multinacionales, que ya han empezado a desplegar nuevas estrategias para asegurarse su control. En todas partes están presionando a los gobiernos para que privaticen las compañías de aguas y los recursos hídricos. Y están comprando manantiales.

    El agua de grifo es un gran negocio, pero mayor aun es el del agua embotellada, por lo que a veces el control de los recursos hídricos les permite degradar la calidad del agua de grifo para forzar a la gente a consumir agua embotellada.

    En 2000, las ventas de agua embotellada en todo el mundo se cifraban en torno a los 22.000 millones de dólares. En 2023 el mercado mundial superó los 300.000 millones, el 25% se comercializa y consume fuera del país de origen. Su precio medio es 1.100 veces superior al del agua del grifo. Y, por increíble que pueda parecer, el agua embotellada que se comercializa no siempre es de manantial, las multinacionales embotellan y venden como “agua mineral” lo que en realidad no es más que agua de grifo tratada con un sistema de filtros de «ósmosis inversa» y añadiendo minerales antes de venderla.

    Desde hace tres décadas, las mayores empresas productoras de agua embotellada a nivel mundial son Nestlé, Coca-Cola, Pepsi y Danone, todas ellas acusadas de complicidad con el sionismo y el genocidio de Gaza, y objeto de la campaña internacional de Boicot al Estado terrorista de Israel.

    Según Ecologistas en Acción, el agua de grifo es mejor que el agua embotellada por razones ambientales y económicas, ya que evita la producción de residuos plásticos, reduce las emisiones de gases de efecto invernadero y el consumo de energía, y protege un bien común frente a la mercantilización por grandes empresas. Además, el agua embotellada no es más saludable ni segura, y los envases de plástico generan más microplásticos que la del grifo.

    El paradigmático caso Bechtel

    La prestigiosa escritora ecologista Vandana Shiva denunció a la compañía estadounidense Bechtel, a la que acusa de “desestabilizar a comunidades locales de varios países del mundo” en su empeño por “impulsar la privatización del agua”.

    En el año 2000, Bechtel fue expulsada de Bolivia. Un año antes, el Banco Mundial recomendó la privatización de la empresa municipal de aguas de Cochabamba. Bechtel se benefició de la privatización y, pocos meses después, el agua costaba más de la quinta parte del salario medio mensual. Una gigantesca movilización ciudadana paralizó la ciudad durante cuatro días y la compañía se vio obligada a abandonar el país.

    Tras el atentado contra las Torres Gemelas y la ocupación de Irak, Bechtel se instaló en ese país devastado por la guerra con un contrato de 680 millones de dólares relacionado con “los sistemas municipales de agua y alcantarillado, infraestructuras de irrigación y dragado y la reparación del puerto de Um Qasar”.

    El agua no es una mercancía, es un derecho

    Las ONGs del Foro Social del Agua consideran que el agua “es un derecho, un bien de la humanidad, y no sólo un recurso renovable con valor económico que puede ser tratado como una mercancía, de la forma que pretenden quienes quieren privatizarla” (en alusión al BM y el FMI). El Foro se proclamó contra toda tentativa de privatización y exportación del agua en beneficio de las empresas privadas. Y manifestó su determinación para impedir que el agua se convierta en una mercancía en manos de compañías multinacionales que se lucran a costa del dolor, el hambre y la vida de millones de seres humanos inocentes.

    Sin embargo, 160 gobiernos reunidos en la Haya, Holanda, en el 2000 acordaron definir el agua como una necesidad humana y no como un derecho del hombre. No es pura semántica, un derecho no se compra.

    Para Michael Kane de FWT (From The Wilderness), “sin petróleo, la vida industrial es imposible. Pero sin agua, la vida humana es imposible. Privatízala y pondrás la vida de cada hombre, mujer y niño en manos de unas pocas corporaciones cuyas mentes automatizadas persiguen el máximo beneficio a través de un mecanismo inflexible y arbitrario llamado capitalismo”.

    La privatización del agua en España

    En todo el mundo, la privatización del agua se ha probado con el tiempo menos eficiente y más cara que los sistemas públicos. Sin embargo, en España, entre 1985 y 2015, más del 50% de los servicios municipales de aguas fueron pasando a manos privadas sin que mediara un debate público. Ahora, la tendencia se ha revertido y muchos ayuntamientos intentan recuperar el control sobre el agua municipal de gestión externalizada. Pero no está resultando nada fácil.

    Ada Colau fracasó en Barcelona. En 2019, el Tribunal Supremo tumbó la única posibilidad de gestionar el abastecimiento de manera pública, lo que permitió que Aigües de Barcelona (participada en un 70% por Agbar) fuese quien se quedara con la concesión hasta 2047. “Se trata de un proceso muy complejo porque normalmente la privatización está blindada. Si quieres romper el contrato por las malas, el ayuntamiento se quedaría en la ruina debido a las indemnizaciones que tendría que pagar. Por eso hay que judicializar el proceso y demostrar que la empresa privada está incumpliendo el contrato de la concesión. Es jurídicamente muy complejo”, explica Ricardo Gamaza, periodista y director del documental Trileros del agua.

    Según el documental, el 55% del abastecimiento de agua en España se encuentra en manos privadas, el 87% está gestionada por dos únicas multinacionales: Agbar, filial de la francesa Suez, y Aqualia, propiedad de FCC y de un fondo de inversión australiano.

    Pero otras operaciones de remunicipalización del servicio de abastecimiento de aguas se han llevado a cabo con éxito. En Alcázar de San Juan (Ciudad Real) el pasado 2021 una sentencia del Tribunal Supremo confirmó que la venta de Aguas de Alcázar a Aqualia por parte del PP local en 2014 fue una operación “puramente ideológica y política”, marcada “por las prisas y por las malas formas”. Finalmente, en septiembre, la alcaldesa firmó la salida de la multinacional del capital social de la empresa pública.

    *Diario Red.

  • PALESTINA. Auschwitz está en Gaza.

    PALESTINA. Auschwitz está en Gaza.

    Por Txema García.

    Primo Levi escribió para que no olvidáramos. Para que el horror no se repitiera. Para que Auschwitz no fuera solo un lugar, sino una advertencia. Pero hoy, mientras Gaza es arrasada por misiles, mientras los niños mueren bajo los escombros, mientras los hospitales son bombardeados y el agua es cortada, el eco de Levi se convierte en un grito que atraviesa el tiempo: “Esto ha ocurrido, por tanto puede volver a ocurrir”. Y está ocurriendo. Bajo nuestros ojos. Con nuestra complicidad.

    Netanyahu es el nuevo Hitler. Ya no hace falta bigote ni brazo en alto ni cruz gamada. Hoy el exterminio se gestiona desde despachos climatizados, se difunde por redes sociales, se justifica en prime time. Netanyahu no necesita gritar en estadios ni en grandes explanadas. Le basta con pulsar “publicar” y dejar que los algoritmos, X, Google, Facebook, Microsoft, Instagram, TikTok… y todo su arsenal de misiles en forma de fakes hagan el resto. Con la colaboración interesada de Trump y otros líderes que han convertido el odio en política de Estado, el genocidio se ha digitalizado. Es más silencioso, más eficaz, más global.

    Gaza es el nuevo gueto. Un campo de concentración sin crematorios, por ahora, pero con drones. Un Auschwitz sin alambradas, pero con fronteras cerradas. Un infierno donde la muerte no se oculta: se transmite en directo.

    Netanyahu y Trump no necesitan levantar el brazo ni gritar desde balcones. Su poder se ejerce con gestos más sutiles pero igual de letales: una firma que bloquea ayuda humanitaria, un tuit que incita al odio, una rueda de prensa que convierte a las víctimas en culpables. Como Hitler, han construido enemigos internos y externos, han deshumanizado al otro, han legitimado la violencia como defensa. Y como Hitler, no están solos. Les rodea una corte de ministros, generales, asesores y portavoces y lameculos que ejecutan sin pestañear, que justifican lo injustificable, que repiten consignas como autómatas. Son los nuevos Goebbels, los nuevos Himmler, los nuevos Eichmann, pero con corbata, con micrófono, con cuenta verificada.

    Pero no es sólo en EEUU donde ocurre esto. La casta político-militar actual, en muchos países, ha asumido el lenguaje del exterminio con una naturalidad escalofriante. Se habla de “daños colaterales” cuando mueren niños, de “objetivos legítimos” cuando se bombardean hospitales, de “terroristas” cuando se trata de civiles que resisten. La represión se ha normalizado, la vigilancia se ha institucionalizado, la tortura se ha legalizado. Los ejércitos ya no defienden fronteras: gestionan el miedo, administran el castigo, ejecutan la doctrina. Y los políticos que los dirigen no gobiernan: imponen, polarizan, destruyen. La extrema derecha no es una amenaza futura: es una realidad presente, disfrazada de seguridad, de orden, de patriotismo.

    Los medios de comunicación, que deberían ser el contrapeso, se han convertido en cómplices. En los años treinta, los periódicos alemanes difundían la propaganda nazi sin cuestionarla. Hoy, los grandes medios repiten tuitsnotas de prensa y comunicados oficiales, ocultan las masacres, criminalizan la resistencia, blanquean el genocidio. Se habla de “conflicto” cuando hay ocupación, de “defensa” cuando hay exterminio, de “equilibrio informativo” cuando hay una masacre unilateral. Los periodistas valientes son silenciados, despedidos o ignorados, cuando no ejecutados. Las portadas se llenan de fútbol, de cotilleos, de distracciones. Y mientras tanto, Gaza es un infierno. Y nosotros, como sociedad, nos convertimos en espectadores anestesiados, en cómplices pasivos, en testigos que no merecen perdón.

    La memoria como coartada. El Holocausto se ha convertido en un escudo. Se invoca para blindar la impunidad de un Estado que ha convertido el sufrimiento en licencia para matar. Se usa como excusa para justificar lo injustificable. Se manipula para silenciar la crítica. Y mientras tanto, los supervivientes que aún viven, los que aún recuerdan, ven cómo su testimonio es traicionado.

    Primo Levi, Elie Wiesel, Imre Kertész… todos ellos escribieron para que el mundo no repitiera el crimen. Pero el mundo lo ha repetido. Con otros nombres. Con otras víctimas. Con la misma indiferencia.

    Los ciudadanos que miran hacia otro lado son cómplices. Los gobiernos que callan son culpables. Los medios que blanquean son parte del crimen. La ONU que se abstiene es un cadáver diplomático. La Unión Europea que titubea es una sombra de sí misma.

    Estamos frente al espejo. Y lo que vemos no es dignidad. Es cobardía. Es hipocresía. Es el fin de los derechos humanos como principio universal.

    El colapso moral

    No es solo Gaza. Es el planeta entero. Es el colapso ético de una civilización que tolera el exterminio en nombre de la geopolítica. Es la normalización del horror. Es la anestesia colectiva. Es la muerte lenta de la humanidad. Si seguimos así, Auschwitz no será solo un recuerdo. Será una plantilla. Un modelo. Una franquicia. Y surgirán nuevos clones del sufrimiento programado.

    Y cuando todo estalle, cuando el botón rojo se pulse por error, cuando la Estatua de la Libertad aparezca enterrada en la arena, no diremos que no lo vimos venir. Diremos que estábamos viendo la Vuelta. O el Mundial. O el último tuit de Netanyahu. Porque lo estamos viendo. En directo. En HD o en 8K con una resolución de pantalla que ofrece una imagen “ultra” (¡qué sarcasmo!) y que permite una experiencia visual más nítida, detallada y realista. En tiempo real.

    Y si no somos capaces de detener esta barbarie, seremos los nuevos testigos, o las siguientes víctimas. Pero no como Primo Levi. Sino como los que miraron y no hicieron nada.

    ¿Cuánto más hay que esperar para que el mundo deje de llamar “conflicto” a lo que ya es genocidio? ¿Cuántos cadáveres hacen falta para que se pronuncie la palabra “holocausto” sin miedo ni eufemismos? ¿Qué más necesitan los gobiernos del mundo para dejar de emitir comunicados tibios y actuar con la contundencia que exige la dignidad humana? Porque si no lo hacen ahora, si no lo hacen ya, lo que heredarán nuestros hijos, hijas y nietos no será una sociedad libre, justa ni democrática. Será un mundo donde el exterminio se televisa, el odio se viraliza y la memoria se convierte en ceniza.

    Txema García, periodista y escritor

  • “Vi a Satanás caer del cielo como un rayo”.

    “Vi a Satanás caer del cielo como un rayo”.

    Por: Jesús Arturo Navarro Ramos. ITESO – México

    El estreno de la serie de HBO+ titulada “Marcial Maciel. El lobo de Dios” ha suscitado distintas reacciones. Un ejemplo es el comunicado de los Legionarios, donde en un extremo del texto se señala la conducta delictiva de Maciel y en el mismo texto en el otro extremo, se exculpa a la Legión de Cristo para centrarse en Maciel. Se trata de dos caras de la misma moneda donde el énfasis está en responsabilizar al fundador de sus acciones y al mismo tiempo invisibilizar la responsabilidad institucional en la construcción de una estructura de encubrimiento, mantenimiento y justificación de delito. Detrás de este juego parece haber una bien pensada acción de exculpación para desprenderse del fundador y apuntalar lo que suponen un nuevo camino.

        El asunto es que -usando un lenguaje religioso- existe un pecado de origen que la misma Legión señala al retomar las ideas del Papa Francisco del 29 de febrero de 2020 al dirigirse a los participantes en el Capítulo General de los Legionarios de Cristo “por un lado no se puede negar que fue el fundador “histórico” de toda la realidad que representáis, pero por otro no lo podéis considerar como un ejemplo de santidad a imitar”.

    La parte que no se profundiza en la página oficial es que el Papa plantea sobre Maciel la contaminación del carisma: “Consiguió hacerse considerar un punto de referencia, mediante la ilusión que había logrado crear con su doble vida. Además, su largo gobierno personalizado había contaminado de alguna manera el carisma que el Espíritu había dado originalmente a la Iglesia; y esto se reflejaba en las normas, así como en la práctica del gobierno y de la obediencia y en la forma de vida”. Este texto cobra especial importancia en los mensajes de la Legión, pues pretende -usando la imagen del ave inmaculada- cruzar el pantano del fundador sin mojarse. Pero al hacer esto deja de lado la responsabilidad institucional.

    Para profundizar en la tensión generada por la dificultad de comprender ¿Cómo una institución que ha contribuido por obra u omisión a conservar y proteger una conducta delictiva puede ser considerada inspirada por Dios? habría que hacer una doble distinción que se usa en la vida interna de la Iglesia: la existencia del carisma del fundador y el carisma de la congregación. Si bien hay matices, no se puede dejar de lado la existencia de vínculos. Según el Catecismo de la Iglesia Católica, una congregación religiosa tiene su origen y surge del carisma del fundador que -de manera sintética- es una gracia divina, una inspiración original del Espíritu Santo para una persona que ocurre en el contexto de una experiencia profunda de Dios; y el carisma de la congregación es la apropiación por parte de los seguidores del fundador como herencia espiritual recibida, discernida, aprobada y vivida por una comunidad eclesial. En síntesis, se trata del mismo carisma que después es vivido en lo que se expresa como “fidelidad creativa” por el fundador. ¿Cómo entender la frase del Papa cuando señala que Maciel pervierte “el carisma que el Espíritu había dado originalmente a la Iglesia” cuando desde el momento de los orígenes existe la conducta delictiva? Al mismo tiempo ¿cómo sostener la existencia de un legado a la Iglesia a partir de la concepción del carisma de la congregación cuando ésta se convirtió en una defensora a ultranza de la supuesta santidad de Maciel? No encuentro solución fácil.

    La serie “Marcial Maciel. El lobo de Dios”, se teje sobre la denuncia de los abusos, pero deja de lado la participación estructural de la Legión. En el peor de los casos podría tratarse de un ejercicio de exculpación y de tomar distancia del fundador desde la lógica del “nosotros no fuimos, fue él”.

    Desde mi punto de vista no es posible encontrar inspiración de Dios atentando contra la dignidad humana, por tanto, sostener como lo hace Benedicto XVI que “el P. Maciel fue una figura enigmática”, con una mezcla de carisma y contradicción que a pesar de todo inspiró a muchas personas a seguir a Cristo; y posteriormente los dichos de Francisco señalando que “el P. Maciel es considerado el «fundador histórico» de la Legión de Cristo y no «un ejemplo de santidad a imitar»” no favorece un análisis serio, preciso y restaurador de las víctimas. Los juegos de lenguaje puestos de manifiesto entran en contradicción con el Decreto Perfectae caritatis n. 2 del Concilio Vaticano II que señala que en los procesos de volver a las fuentes “han de conocerse y conservarse con fidelidad el espíritu y los propósitos de los Fundadores, lo mismo que las sanas tradiciones, pues, todo ello constituye el patrimonio de cada uno de los Institutos”.

    En este contexto, lo que desde las posiciones de autoridad dentro de la Iglesia nadie se ha atrevido a decir es que el mejor servicio que puede hacer la Legión a la Iglesia es desaparecer. Sin embargo, los múltiples intereses en juego generan discursos que plantean que existe un carisma sin fundador, en clara oposición a la teología de la vida religiosa. Así el juego de la simulación se convierte en mensaje… todo por permanecer. De manera que aunque se ha visto “a Satanás caer del cielo como un rayo”, en las sombras siguen las evidencias de las obras delictivas y no solo pecaminosas.

  • ARGENTINA. UNIR TODAS LAS LUCHAS CON CREATIVIDAD POPULAR.

    ARGENTINA. UNIR TODAS LAS LUCHAS CON CREATIVIDAD POPULAR.

    Por: Marcelo Valko.

    Paulatinamente, la crueldad del régimen de Milei que afecta y denigra a casi todos los sectores sociales y económicos, salvo a la elite que vive en un permanente banquete financiero, logró algo no previsto debido a su insensibilidad: consiguió unir las distintas luchas populares en una gran marea que enfrenta a su gobierno. Desde los jubilados condenados con un monto mensual que ni siquiera es miserable, ya pasa de la indigencia. El sector de la salud, personalizado en el Hospital Garrahan, Centro Pediátrico Nacional. Un espacio de excelencia médica que la ciega motosierra ha desfinanciado de un modo impensado. Lo mismo sucedió con los discapacitados donde los recortes económicos arrojaron a la desesperación a las familias, baste recordar la disputa publica que protagonizó el presidente Milei con un niño de 12 años con espectro autista, al que acusó de ser objeto de manipulación kirchnerista, tildándolo de kuka. Este gobierno de la motosierra siempre cercena por lo más débil tal como indica el FMI.

    La impericia del gobierno de Milei acusa de golpistas atroche y moche, a propios y extraños. Acusa de golpista y traidora a su propia vicepresidente Villarruel, a los gobernadores de provincia a los que les retacea los fondos de la coparticipación los llama orcos, y por, sobre todo, al Congreso al que le destina todo tipo de improperios, donde uno de los más suaves es “nido de inmundas ratas”. Recordemos que el día que asumió su mandato, el primer discurso lo hizo a espaldas del Congreso Nacional, un signo para nada casual que fue profundizándose con el correr de estos casi dos años de mandato. Desde el Caso de la Cripto-Libra que salió a la luz en febrero, las frecuentes alucinaciones presidenciales comenzaron a hacerse notar de manera nítida. Quizás alertado por Conan, su perro muerto que lo acompaña de modo invisible a quien aseguró conocer en una encarnación anterior en tiempos de los gladiadores romanos, seguramente lo previno y así fue que despidió de modo inmediato a todo el personal de la cocina de la Quinta Presidencial, convencido que le servirían comida envenenada.

    Las denuncias sobre los sobornos que viene percibiendo Karina Milei incluso tempranamente durante la campaña electoral con determinados montos e incluso porcentajes, cada vez son más frecuentes y contundentes. Últimamente el estribillo “Alta Coimera / Karina es Alta Coimera” con la melodía de “Guantanamera” se convirtió en un hit cantado en marchas, actos políticos, recitales, estaciones de tren o subte y estadios de fútbol. Este miércoles en las Plazas frente al Congreso los millares de personas de todo tipo de sectores y banderías estallaron de alegría cuando los diputados derogaron los vetos de Milei a la emergencia pediátrica y al financiamiento Universitario mientras adentro del mismo recito del Congreso los diputados cantaban eufóricos el hit musical sobre Karina. Más de una vez en estas columnas mencioné que soy un producto del Estado, de la escuela pública, laica y gratuita y obvio de la Universidad de

    Buenos Aires. Mi padre era mecánico de autos y no hubiese podido mandarme a una privada. Incluso debí trabajar durante toda mi cursada de 8 a 17 y luego cursaba en la UBA que me permitió ser el primer egresado universitario de mi familia y ser quien soy, como a infinidad de personas con historias de vida similares.

    Este miércoles, antes de conocerse la votación que no solo derogaba el Veto, sino que también comenzaba a vetar a Milei, tuve el placer de acompañar una performance de un grupo de Jubilados tan creativos como combativos que, cubiertos de estas “mantas esqueletor” pintadas por ellos, quisieron demostrarle al régimen que con 300mil $ mensuales, un jubilado que trabajó y aportó año tras año le es imposible ni siquiera sobrevivir. La defensa del Estado, de lo Público, del Nosotros inclusivo, frente al individualismo yoico de la elite, entra en escena por la puerta de la historia. (Foto Alejandro Valko). Es lento, pero viene…

  • EL ESCUDO MÁS CÍNICO: niños como instrumentos en la política.

    EL ESCUDO MÁS CÍNICO: niños como instrumentos en la política.

    Por: Mauricio Manzano.

    En el despiadado teatro de la política no hay escena más cínica que la utilización de niños para promover la imagen de un político. Es una táctica tan vieja como la demagogia misma, sin embargo, sigue siendo efectiva como moralmente repugnante. Cuando un político se baja a la altura de un niño no lo hace para conectar con él, sino para explotar su símbolo de inocencia y pureza que él mismo no posee.

    El niño disfrazado de un político, la foto de políticos con niños, la visita a escuelas rodeados de niños, estas no son muestras de empatía sino actos calculados. Son estrategias de marketing diseñadas para suavizar la imagen de un líder, para hacerlo parecer cercano, compasivo y uno más del pueblo de a pie. El niño se convierte en un instrumento para generar una emoción en el electorado, para desviar la atención de un escándalo, de un fracaso de gestión o de una política cruel que afecta a esas mismas familias.

    Lo más grave de esta práctica es que traiciona la confianza esencial de la sociedad, los niños son por definición los más vulnerables, los que no pueden dar su consentimiento informado, los que dependen de los adultos para su protección. Utilizarlos como escudos emocionales para la ambición política es un abuso de esa vulnerabilidad. La inocencia del niño es explotada para legitimar la agenda de un adulto, despojándolo de su dignidad y convirtiéndolo en un simple objeto de propaganda.

    Esta táctica no solo es cínica, sino profundamente hipócrita. Muchos de los políticos que se muestran abrazando o utilizado a niños son los mismos que recortan los presupuestos de educación y salud, los que proponen políticas represivas que separan a las familias, o los que ignoran la violencia y la pobreza que afectan a los menores. Hablan del futuro de nuestros hijos mientras con sus acciones destruyen ese mismo futuro.

    El verdadero político que se preocupa por los niños no lo demuestra en imágenes ni fotos, sino en las políticas que defiende. Se le ve en la inversión en escuelas públicas de calidad, en la protección social a las familias vulnerables y en la lucha contra la explotación infantil. La utilización de los niños por los políticos es un acto abominable y cínico.

    Cada vez que veamos a los políticos usando a niños como un accesorio de campaña, no deberíamos ver una imagen de bondad, sino un recordatorio de cuán bajo están dispuestos a caer para ganar popularidad y prolongar su poder.

  • El Salvador. Los espíritus y el legado de José María Tojeira.

    El Salvador. Los espíritus y el legado de José María Tojeira.

    Walter Raudales. *

    Chema Tojeira nació con un ángel -el espíritu de la alegría- y en los distintos caminos de su vida otro buen espíritu lo atrapó: el de la verdad y la justicia. Vivir con semejantes energías cósmicas le llevó a buscar y hacer el bien.

    El amanecer del 16 de noviembre de 1989, en El Salvador, Centro América, ocurrió la masacre de sacerdotes jesuitas y sus colaboradoras dentro del campus de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas, UCA.  En medio de la conmoción, cuando todavía teníamos el grito en la garganta, en el patio chispeado de sangre, irrumpe el entonces provincial de la Compañía de Jesús para la región, el Padre José María Tojeira, y enfrenta el monstruo de la mentira, la impunidad y la muerte.

    La imagen de Chema -como le decía toda la gente- de pie junto a los mártires tendidos boca abajo y el balazo de gracia en la nuca, quedó grabada como tinta indeleble en nuestra memoria colectiva. A esa imagen del jesuita cubriendo con sábanas blancas los cuerpos masacrados de sus hermanos se sumó después, poco a poco, su voz de denuncia.

    Cuando tuvo la certeza que miembros del Ejército y las Fuerzas Armadas de El Salvador habían cometido semejante crueldad no paró exigiendo la verdad y denunciando tanta impunidad. El espíritu de verdad y justicia, anidado ya en su corazón, le hizo sobreponerse a las debilidades y miserias humanas. Parecía no tener miedo, pero contaba que sí lo sentía, cuando acusaba a los militares asesinos y desafiaba, con voz firme y diáfana, a los políticos y la élite económica cómplice.

    A veces, en la profundidad de la noche, le asaltaban pesadillas en donde los militares, que asesinaron sin decoro a sus compañeros, lo descuartizaban y se rifaban sus músculos y órganos para hacer puntería. Pero al despertar, el nuevo espíritu que ya vivía en él, lo impulsaba con furia sagrada a la lucha por la verdad y la justicia.

    Convirtió la defensa de los derechos humanos, la búsqueda de la verdad y la lucha por la justicia en su propósito. Se volvieron su bandera en todos los caminos que le vinieron. Tojeira después fue rector de la UCA, director del Instituto de Derechos Humanos, párroco, catedrático, director espiritual de muchos y un sin fin de misiones pastorales que le llevaron a ser querido y amado en cada lugar por donde pasó.

    A inicios de septiembre de 2025 fuimos sorprendidos con la repentina noticia de su muerte en Guatemala, “un infarto masivo” dijo el médico. Hasta allá había viajado para brindar conferencias en la otra universidad de la Compañía de Jesús, la Rafael Landívar.

    Las honras fúnebres iniciaron en el país vecino y continuaron en El Salvador, en la parroquia El Carmen que él regentaba en la ciudad de Santa Tecla. Las comunidades y amistades le acompañaron durante varios días y ahora descansa en el mismo lugar en donde reposan los mártires jesuitas.

    Chema Tojeira no fue un hombre perfecto, fue humano. Le conocí desde cuando él, muy joven, dirigía la Radio Progreso, de los Jesuitas, en la costa norte de Honduras, ahí transmitía un programa radial simpático y ameno. Luego fue mi mentor para ingresar a la orden religiosa, apareció con otro cura (Santi Nájera), un miércoles de sol intenso, en casa de mis padres, invitándome a participar en un retiro para validar mi vocación.

    La pesca vocacional fue efectiva, después fue mi superior durante la formación, conocí sus venturas y desaciertos. También él recibió mis dimisorias cuando decidí largarme de la orden. En su caminar puedo decir que entre las serpentinas vicisitudes de la inevitable cotidianidad, Tojeira fue trascendiendo y trascendiéndose a sí mismo. Cuando le tocó enfrentó con valentía al régimen de muerte. Eso fue admirable. Cuando todos huían él enfrentaba, cuando todos callaban él alzaba la voz, cuando el resto entristecía él y su risa espontánea y nerviosa salvaba cualquier situación.

    Estos días de la velación con su cuerpo presente, asistí el mayor tiempo que pude y me dediqué a escuchar los comentarios de la gente, que en resumen son como una especie de su legado. Resaltaban su alegría y bromas, en primer lugar, luego su lucha por la verdad y la justicia sobre todo en el caso de los mártires jesuitas y en tercero, todo el bien que hizo sin importar a quien.

    De las redes rescato al azar las siguientes opiniones sobre Chema Tojeira:

    “Hombre de la beca de los Mártires, cuántos profesionales de los cantones se formaron en la UCA gracias a esa visión del Padre Chema. Sigamos su ejemplo. Descanse en la paz del Señor”. (Mauricio Serafín).

    “El hombre que escogió Dios, para que como sacerdote anunciara el Evangelio de Cristo Nuestro Señor y denunciara las injusticas en nuestro país a la luz de palabra de Dios. Hombre humilde, alegre, habló con la verdad y vivió en El Salvador haciendo el bien”. (Ricardo Inestroza).

    “Hasta pronto Padre Chema, un filósofo de primera, no le tuvo miedo al sistema actual”. (Santiago Morales).

    “Hombre que amó tanto El Salvador hasta ofrecer su vida que en paz descanse hasta pronto”. (José Ayala).

    “El Padre Tojeira no se dejó atrapar por la dictadura de Bukele”. (Eneida Ramos).

    Los espíritus que vivieron en Chema son innegables, lo mismo que su legado. Supo cumplir la recomendación del mártir y rector Ignacio Ellacuría en su propuesta filosófica Filosofía de la realidad histórica: “Hacerse cargo de la realidad”. Chema Tojeira se hizo cargo de su realidad y de la de otros muchos. Esa misma realidad que nos pide que le recordemos, luego de su muerte, no como paladín de la justicia, o héroe de la virtud y devoción, pues fue como nosotros, vivió entre bendiciones y tentaciones. Su valía está en que supo sobreponerse a las contradicciones humanas y sociales, y supo cumplir “su propósito pastoral” inclinándose siempre por los más pobres. Esos desamparados que hoy le lloran, porque en su momento, cuando le tocó, fue voz de los sin voz.

    * Presidente del Comité Permanente del Congreso Internacional de Americanistas (CP-ICA). Director del periódico multimedia El Independiente SV y Coordinador del Movimiento de Izquierda Salvadoreña (MIS). 

     

  • Entre adoctrinamiento y espectáculo.

    Entre adoctrinamiento y espectáculo.

    Discursos huecos y valores ciudadanos pendientes.
    Por: Miguel A. Saavedra.
    «Cuando los valores son discurso, la justicia se convierte en ausencia»
    Manifiesto al Simulacro de los Valores Ciudadanos
    Cada septiembre, las plazas se llenan de banderas y los discursos prometen refundaciones. Pero lo que presenciamos en el último mensaje presidencial disfrazado de celebración patria fue otra demostración de cómo se puede usar el lenguaje de los valores para encubrir crisis y perpetuar desigualdades.
    En nombre de la patria y bajo los colores de la independencia, se nos sirvió el último discurso presidencial como si fuera un banquete solemne. Pero, al levantar la tapa, no había más que humo: frases huecas, mantras repetidos y consignas de marketing político.
    El gobernante volvió a proclamarse autor del país más seguro de aquí hasta Marte y a asegurar que nuestra independencia es hoy más verdadera que la de 1821. No corrige iniquidades, las oculta. No reconoce la crisis, la disfraza de épica.
    En un relato gastado, un país rehén de los eslóganes. El gobernante repitió sus mantras de siempre: “el país más seguro del planeta”, “la independencia real llegó hoy, no en 1821”, “no borro la historia, la reescribo”. Todo ello para evitar hablar de lo esencial:
    El déficit fiscal que crece como sombra.
    La inversión que no llega, ni siquiera con la seguridad como bandera.
    Emprendimientos asfixiados por impuestos municipales que contradicen promesas recientes.
    El fondo de pensiones casi agotado, por haberlo utilizado como caja chica del gobierno en estos últimos 7 años, conste que dijeron la última vez que nunca más lo harían. Mientras tanto, el saqueo disfrazado de reforma va en plena marcha hasta el último centavo, ahora va por lo ahorros y mediante una nueva ley extiende sus manos, ahora con más potestad para decidir sobre los ahorros de toda la ciudadanía en los bancos y cooperativas. Como un eco del “corralito” argentino, el futuro de miles se convierte en caja chica del poder. La fiesta patria se celebra saqueando el porvenir.
    Mientras tanto, se glorifica la obediencia: jueces que esperan llamadas para dictar sentencia, legisladores que compiten por presionar el botón más rápido.
    Moralina de escaparate
    En lugar de enfrentar los problemas estructurales, el discurso se refugia en un moralismo infantil: “digamos buenos días, por favor y gracias, y el país se arreglará”. Una falacia peligrosa que reduce la ciudadanía a urbanidad y olvida lo esencial: educar en derechos, en respeto a la ley, en pensamiento crítico.
    Ese simplismo de valores, amplificado por un neuromarketing oportunista, roza el nuevo fascismo. Es la misma receta que han usado otros caudillos: manipular emociones, reescribir narrativas y borrar las fronteras entre propaganda y pedagogía del adoctrinamiento.
     Seguridad sin prosperidad
    Detrás del relato triunfalista, los números hablan otra lengua: déficit fiscal, un país con la inversión en caída durante cinco años seguidos en toda Centroamérica, Y una deuda externa asfixiante de 33,500 mil millones de dólares ¡Vaya independencia hipotecada ¡municipios sin capacidad de cubrir servicios básicos y mercados donde las vendedoras descubren que la promesa de “no más aumentos” es otra trampa disfrazada de anuncio. La seguridad puede vigilar calles, pero no hace crecer un negocio cuando el Estado exprime hasta el último dólar en tasas e impuestos.
    Disciplina a golpe de botón y moralismo de utilería
    La lealtad al poder ya no se mide en ideas, sino en la rapidez con que se aprueban leyes bajo órdenes dictadas. Jueces que esperan la llamada. Diputados que actúan como teclas de un piano desafinado. Un país donde la justicia se programa como una aplicación, pero con fallos preinstalados.
    En medio de la crisis social y económica, se nos ofrece un bálsamo infantil: la estrategia de imponer valores como si bastara con decir “buenos días” o “gracias” para sanar desigualdades históricas. Un moralismo de caricatura, heredero más de manuales neofascistas que de una filosofía profunda. Valores de escaparate, en vez de educación cívica. Doctrina MAGA disfrazada de pedagogía, mientras miles de inocentes permanecen presos sin juicio, condenados al limbo judicial hasta 2027.
    Entre adoctrinamiento y espectáculo
    Resulta alarmante ver a niños disfrazados de militares o imitando a la pareja presidencial en desfiles patrios. La inocencia instrumentalizada para consolidar culto a la personalidad.
    «El Patrioterismo» con niños disfrazados en los actos de independencia revelaron el extremo de la manipulación donde niñas y niños marchando con trajes militares, otros caracterizando a la pareja presidencial, la ministra de Educación convertida en personaje de desfile o candidato que solo sale a la calle en tiempo de elecciones. Espectáculo grotesco donde la inocencia infantil se usa como propaganda. Hasta se ordena encementar calles lodosas solo para la foto del desfile. Es el culto al líder, pintado con crayones escolares.
     Historia repetida con esteroides
    El actual gobierno acusa en cada discurso a los anteriores de corruptos y tramposos, pero en lugar de desmontar sus mañas, las ha perfeccionado. La mentira magnificada es su sello. La historia se reescribe no para iluminar, sino para oscurecer. La democracia, convertida en rehén de neuromarketing y maniqueísmo emocional, pierde sentido.
    Frente a este escenario, la salida no es resignación. En medio de la penumbra, incluso la luciérnaga se convierte en faro. La unidad ciudadana debe transformarse en antorcha, no un voto vacío, sino conciencia organizada. ¿Cuántos años pretende este nuevo caudillo en versión neofascista?
    No es la primera vez que El Salvador enfrenta liderazgos que prometen orden mientras socavan libertades. El último periodo dictatorial duró trece años; hoy asistimos a una versión tecnológica de ese autoritarismo, con aspiraciones de manual exportable para quienes financian su modelo.
    La democracia no muere con un golpe, sino con la erosión lenta de la conciencia ciudadana. Por eso, en medio de la oscuridad, debemos ser pequeñas luces, aunque apenas luciérnagas. La suma de esas luces puede convertirse en antorcha, alimentada por el combustible del ejemplo de nuestros mártires y guías de la libertad en el respeto a los derechos.
     La independencia pendiente
    No se trata solo de celebrar dos siglos de independencia formal, sino de romper con las cadenas actuales: la manipulación, la mentira, la sumisión disfrazada de orden. Este pueblo puede y debe construir un futuro distinto, donde el ciudadano consciente no sea súbdito, sino protagonista.
    La independencia no puede seguir siendo un espectáculo de colores ni un eslogan en redes. Debe ser un ejercicio permanente de vigilancia, organización y coraje. Si este pueblo logra despertar, ningún caudillo decidirá cuántos años debe durar su mandato ni qué valores debemos adoptar.
    El relevo necesario
    El discurso oficial te ordena obedecer, pero este manifiesto invita a pensar. Nos llaman a disciplina; nosotros reclamamos dignidad. Ellos ofrecen valores huecos; nosotros exigimos justicia real. Si el poder pretende eternizarse en nombre de la patria, nuestra tarea es demostrar que la patria no es un eslogan, sino un pueblo que despierta.
    Es hora de abandonar la comodidad o de la inmovilidad que produce el miedo y asumir el relevo histórico donde la ciudadanía consciente deje de ser caja de votos y se convierte en motor de transformación. Frente a discursos vacíos y moralinas de cartón, la respuesta debe ser clara y pase a ser una sociedad crítica, solidaria y decidida a escribir su destino sin tutores ni salvadores.
  • Ecuador. Mercenarios en la mitad del mundo.

    Ecuador. Mercenarios en la mitad del mundo.

    Por Alberto Acosta. 

    “Los ejércitos mercenarios y los auxiliares son inútiles y peligrosos”. –Nicolás Maquiavelo, El príncipe (1513)

    La eliminación de la prohibición constitucional que impide el establecimiento de bases militares extranjeras en Ecuador avanza. Luego de haber si aprobada esa posibilidad, cumpliendo lo que dispone la norma para enmiendas constitucionales parciales, es decir en dos debates, la Asamblea Nacional abrió la puerta para un referéndum. Así, convocando al pueblo a las urnas se puede echar por suelo dicha prohibición, a través de la que se cristalizó, el año 2009, la salida de la base norteamericana de Manta. En síntesis, con una sociedad agobiada por la violencia criminal se avanza con propuestas autoritarias, regresivas en derechos. Así, se quiere retroceder la rueda de la historia, permitiendo nuevamente el establecimiento de tropas extranjeras, incluyendo el accionar de mercenarios.

    Recordemos que, entre los cinco primeros artículos aprobados en el pleno de la Asamblea Constituyente en Montecristi, el día viernes 29 de febrero del 2008, estaba el que hoy es el artículo 5, que establece que el Ecuador es un territorio de Paz y que prohíbe la presencia de tropas extranjeras.[2] Irónicamente, al día siguiente de su aprobación, en la madrugada del sábado 1 de marzo, se produjo el sorpresivo bombardeo de la fuerza aérea colombiana, con evidente apoyo militar norteamericano, en Angostura, territorio ecuatoriano. Entonces, violentando la soberanía nacional, se asesinó a un grupo de personas, que incluso no formaban parte de las fuerzas insurgentes de Colombia.

    Esa ya fue una clara advertencia de lo difícil que es construir un territorio de paz, impulsado por el sentir pacifista de la sociedad ecuatoriana. No podemos olvidar que entonces, en la Constitución de Montecristi, se optó por visualizar un mundo que condene las pretensiones imperiales de cualquiera de las grandes potencias y que impulse la integración y la convivencia pacífica entre los pueblos, rechazando la presencia de bases militares extranjeras en el mundo. Algo por lo demás entendible, pues en Ecuador hay experiencia de lo que ha significado la presencia de tropas extranjeras, siendo las más notables las bases yanquis en Galápagos y en Manta; ambas motivadas por claros intereses geoestratégicos de Washington.

    Recordemos el caso más reciente: la base norteamericana en Manta -Puesto de Operaciones de Avanzada (FOL, Forward Operating Location)-, establecida en el marco del Plan Colombia, el año 1999. Esta instalación militar no contribuyó a disminuir el flagelo del narco-tráfico, que era uno de los principales objetivos de dicho Plan. Durante los 10 años de la presencia de personal militar norteamericano en Ecuador los envíos de droga se triplicaron. La tasa de criminalidad se disparó. Decenas de personas, particularmente pescadores, denunciaron sistemáticas violaciones a los Derechos Humanos. Un punto adicional a considerar, las acciones de los aviones norteamericanos no se ciñeron a los términos del convenio pactado, pues en realidad estaban orientadas a la lucha contra la insurgencia en Colombia y a la interdicción de emigrantes ecuatorianos; muchas veces en acciones sin conocimiento de las autoridades ecuatorianas.

    Hay otra experiencia que cabe traer a colación. Décadas atrás, ya se registró la presencia de tropas norteamericanas en territorio ecuatoriano. Esto aconteció en los años cuarenta, en plena guerra mundial. Pocos días después del ataque japonés en Pearl Harbor, en el mismo mes de diciembre de 1941, soldados yanquis desembarcaron en la isla de Baltra, en Galápagos, y en Salinas, en territorio continental, sin autorización expresa del Estado ecuatoriano. Entonces el Ecuador vivía momentos críticos, con la provincia de El Oro ocupada por tropas peruanas. Después de ese desembarco, recién el 24 de enero de 1942 se firmó el convenio para normalizar la presencia de tropas de los EEUU en Salinas y el 2 de febrero en Baltra. Entre estas dos fechas, como resultado de una enorme presión panamericana, el 29 de enero de 1942, se firmó el Protocolo de Paz, Amistad y Límites de Rio de Janeiro, que marginó definitivamente al Ecuador de las riberas del río Amazonas. En suma, la presencia de esas tropas extranjeras no sirvió para precautelar la soberanía nacional y el equilibro ecológico de ese paraíso, concretamente la isla de Baltra, fue devastada por las tropas yanquis. Para cerrar este breve recuento histórico, cabe anotar que Washington trató de negociar -chantajeando con lo que significaba la pesada deuda externa- la permanencia de sus tropas, pero el gobierno de José María Velasco Ibarra, en 1946, no aceptó tal pretensión.

    También cabría traer a colación que, luego del desmantelamiento de la Base de Manta, los norteamericanos establecieron dos bases más en Colombia, en donde en la actualidad ya existen 7 bases, sin que se haya logrado parar el narco-tráfico. Es más, la producción de cocaína sigue en alza en el territorio colombiano. Algo similar acontece en el Perú, en donde ya funcionan 5 bases militares norteamericanas, a las que se suma la base para control espacial en Talara, que es una suerte de respuesta estadounidense a la construcción por parte de China del mega-puerto de Chancay. [3]

    El pretexto de combatir el crimen organizado, especialmente el narco-tráfico, desplegado por el gobierno de Daniel Noboa, no se sostiene. Basta revisar las declaraciones de diplomáticos de Washington, que han afirmado públicamente que no son necesarias bases militares para esos fines. [4]

    Es evidente, entonces, que una nueva base norteamericana en Galápagos y/o el regreso de una base a Manta estarían orientadas por los intereses geoestratégicos de Washington en medio de la disputa con las otras grandes potencias imperialistas, particularmente con China. Sus pretensiones imperiales son ampliamente conocidas, basta recordar las recientes y repetidas declaraciones de la Jefatura del Comando Sur de los EEUU, que ha manifestado categóricamente el interés del coloso del Norte por el control de zonas de influencia y fuentes de recursos naturales estratégicos para su seguridad geopolítica y energética.

    Teniendo en cuenta esos elementos, hay que integrar en el análisis el acelerado proceso de militarización de la sociedad ecuatoriana, que coincide con el entreguismo a las pretensiones imperiales. Así, la apertura a tropas auxiliares extranjeras, incluyendo mercenarios, es un tema de mucho cuidado.

    El presidente Noboa logró oficialmente un acuerdo con Erick Prince, uno de los mayores mercenarios en la actualidad, tras la aprobación de la nueva Ley Orgánica de Inteligencia, que entró en vigor el 14 de julio del presente año y que permite desplegar acciones de espionaje total en la sociedad. Con esta ley, que conlleva claros vicios de inconstitucionalidad, se permite el uso discrecional de “fondos especiales” sin rendirle cuentas a nadie, entre otras perlas. La aproximación del gobierno a estos mercenarios es anterior. En el pasado mes de marzo, durante la primera visita de Prince al Ecuador, el presidente Noboa ya habló de una “alianza estratégica” para conseguir el apoyo de mercenarios en su confilcto interno armado. Incluso durante la reciente campaña electoral, Prince participó abiertamente en dos operativos antidelincuenciales en el suburbio de Guayaquil, junto a los ministros de Defensa y del Interior.

    Prince, un operador y un negociante de la guerra, es uno de los mayores promotores de la soldadesca asalariada transnacional, con un espeluznante historial de muerte y violación de derechos en sus hombros, en más de 30 países: hoy un contratista de seguridad de Ecuador.[5] El, que fue fundador de la célebre empresa Blackwater -célebre por haber desplegado brutales acciones de violación de Derechos Humanos en varios países, como el Iraq- ha lucrado al servicio de gobiernos autoritarios y oligárquicos, muchas veces en abierto contubernio con el imperialismo norteamericano. Prince es, para tener claro de quien se trata, uno de los rostros más visibles del negocio privado de la guerra, que, en ningún caso, busca la paz. Ese punto no es menor.

    En medio de la guerra interna contra el crimen organizado, decretada por el presidente Noboa, la contratación de mercenarios configura una “transacción por un servicio”, con “empresas que manejan la muerte como un negocio”.[6] Resulta preocupante, entonces, que, a través de este tipo de negociaciones con grupos mercenarios, se de paso a una suerte de neoliberalización de la lucha en contra del crimen organizado. Y dentro de esta perversa lógica mercantil, estos especuladores de la guerra, que eso son en esencia los mercenarios, a quienes en realidad no les interesa la paz porque no es negocio, bien pueden negociar con el mejor postor. De esta manera, su accionar en la mitad del mundo, puede ser un aliciente para el masivo establecimiento del paramilitarismo. Esto podría cristalizarse a través de alianzas de tropas mercenarias con grupos oligárquicos o, incluso, con bandas del crimen organizado, como ha sucedió en otros países.

    De esta manera, con la presencia de mercenarios o con acciones vinculadas a sus prácticas, se abre aún más la puerta para respuestas represivas al margen de la institucionalidad estatal y de los Derechos Humanos. Así, en síntesis, Noboa se adhiere a la lógica represiva del “capitalismo mafioso” de Donald Trump y otros gobernantes de derecha extrema [7]. Todo como parte de una fallida e interminable guerra contra los cárteles de la droga, que concentran el grueso de sus lucrativos negocios en los países del Norte global, a la cabeza los propios Estados Unidos.

    Un punto en extremo grave. La fuerza pública: Fuerzas Armadas y Policía, que se encuentra embarcada en una suerte de guerra civil, compartirá sus funciones específicas con tropas auxiliares de mercenarios o no. Una fuerza pública que vuelve a asumir tareas de gestor político de primera línea, como es el manejo de algunos hospitales públicos. Es más, la fuerza pública, que controla las cárceles sin lograr pacificarlas, toma de forma creciente funciones de guardia pretoriana de los intereses mineros y petroleros, al reprimir a las comunidades que defienden sus territorios, contribuyendo a expandir los extractivismos (quizás este es otro punto de encuentro con la estrategia de Washington: “minerales–por–seguridad”, que se registra en varias latitudes). Y en este contexto, la fuerza pública, a más de ser el brazo represor contra la resistencia popular y de no estar preparada para este tipo de guerra interna (sobre todo urbana), atropella cada vez más la ley: torturas, abusos, asesinatos, desapariciones, persecuciones… y cada vez más corrupción, son materia de reiteradas denuncias. [8]

    De hecho, se camina por un sendero de difícil retorno, que golpea más y más la frágil institucionalidad democrática, seriamente amenazada por las pretensiones de Noboa de controlar todas las funciones del Estado, incluyendo la Corte Constitucional. Por igual, se abofetea la institucionalidad del derecho internacional ratificada por el Ecuador, que prohíbe la presencia de mercenarios. [9]

    En suma, este espiral represivo, condenado al fracaso, puede devenir una suerte de tonel sin fondo, como se ha registrado en México y Colombia. Los resultados de este accionar en Ecuador ya son decidores. En el primer semestre del año 2025, el número de asesinatos por cada 100 mil habitantes superó todos los registros anteriores, colocando al país en el primer puesto de esta macabra lista de violencia a nivel regional. Y con la mercantilización de esta lucha, las perspectivas se complican aún más.

    El reto es complejo. Lo constatamos a diario. A pesar de que la militarización y el populismo penal naufragan, el gobierno sigue forzando la represión en la sociedad, tanto como la neoliberalización en la economía, que también fracasa. Y, en este entorno, cuando la búsqueda de la seguridad deviene en la gran palanca que articula todo, se termina por sacrificar libertades y justicias, consolidando perversamente las inseguridades e incertidumbres para las grandes mayorías. Así podemos constatar que, en realidad, este discurso y la práctica de “guerra a las drogas” se convierte en un mecanismo para controlar a la sociedad en función de las demandas de acumulación de los capitales nacionales y extranjeros.

    Entonces, en esta hora tan aciaga para la vida nacional, con el fin de impedir este retroceso histórico y enfrentar el creciente autoritarismo en marcha, es indispensable construir una amplia unidad democrática nacional.

    Fuente: Rebelión

  • El asesinato de Charlie Kirk: libertad, odio y la urgente necesidad de humanidad.

    El asesinato de Charlie Kirk: libertad, odio y la urgente necesidad de humanidad.

    Por: Claudia Viveros Lorenzo.

    El 10 de septiembre de 2025, Charlie Kirk, activista conservador y cabeza visible de Turning Point USA, fue asesinado frente a miles de personas mientras pronunciaba un discurso universitario en Utah. Un francotirador lo alcanzó en el cuello, al término de una pregunta sobre los tiroteos masivos.

    Este suceso, atroz por donde se le mire, trae a colación dos cuestiones cruciales: el derecho inalienable a la libertad de expresión, y la delgada línea que convierte esa libertad en discurso de odio. Además, nos obliga a preguntarnos si debemos tener empatía, incluso con quienes provocan —o han provocado—.

    La libertad de expresión no es simplemente una norma legal; es el aire que respira la democracia. Permite que las ideas, las críticas al poder, las creencias, las convicciones políticas y las divergencias fluyan. Sin ella, cualquier sociedad termina por volverse autoritaria, silenciosa, uniforme. El poder, en cualquiera de sus formas, necesita del contraste, de la discusión, del disenso.

    Kirk ejercía ese derecho. Como muchos en su espectro ideológico, promovía ideas polémicas, confrontacionales, que muchos repudiaban. Pero la libertad de expresión no exige que nos gusten las ideas que se expresan, sólo que se permitan. El asesinato de Kirk es una violación brutal de ese derecho: no sólo se usó la violencia para callar una voz, sino también para intimidar a quienes podrían pensar parecido o distinto.

    Decir que la libertad de expresión es ilimitada es tan peligroso como creer que el censurador debe imponerse. Hay un punto en que una expresión deja de ser debate para transformarse en agresión verbal estructurada, en odio activo, en incitación. Ese punto no es siempre fácil de delimitar, pero existe.

    El discurso de odio apela a identidades humanas: raza, religión, género, orientación, nacionalidad, etc., para menospreciar, para excluir, para responsabilizar injustamente de males sociales. Puede no disparar balas, pero hiere, margina, polariza. Puede no estar al nivel del asesinato físico, pero prepara el terreno moral, emocional, social para que se produzcan actos extremos.

    En el caso de Kirk, algunos lo acusaban de generar odio —críticas legítimas si se sustentan en hechos— y otros lo defienden como paladín de la libertad de expresión. Lo cierto es que vivimos en tiempos donde las ideas que confrontan al otro son vistas con hostilidad, y donde la polarización lleva a que “el discurso” se trate casi como si fuera acción si proviene del lado “equivocado”.

    Empatía no significa aprobar lo que alguien ha hecho o dicho, ni ignorar los daños que ciertas ideas provocan. Empatía significa reconocer al otro como ser humano, con vida, con fragilidades, con familia, con historia. Y hacerlo especialmente cuando sucede algo tan estremecedor como la muerte violenta.

    Sí, debemos tener empatía por Charlie Kirk: por su familia, por sus dos hijos, por su esposa, por la audiencia atónita. Debemos reconocer su derecho a vivir, a expresarse, a disentir. Y también debemos tener empatía de otra índole: hacia quienes temen ser víctimas del discurso, hacia quienes han sufrido estigmatización, odio o agresión verbal. Porque sin ese reconocimiento humano, nos arriesgamos a responder al dolor con más fractura, a amplificar la violencia simbólica, verbal, emocional.

    El asesinato de Charlie Kirk duele no solo porque se trata de una muerte individual, sino porque nos recuerda lo frágil que es el contrato social que sostiene la democracia: libertad de expresión, respeto a la vida, límites del odio, empatía entre quienes pensamos distinto.

    Podemos condenar el asesinato, exigir justicia, sin renunciar a la libertad que permite la crítica y la confrontación de ideas. Podemos reconocer la indignación legítima de quienes se sienten agredidos por ciertos discursos, sin convertir toda crítica en acoso o demonización. Y sobre todo, podemos mantenernos humanos: en medio de la furia, el dolor, el miedo, recordarnos que cada ser tiene rostro, nombre, historia.

    Si no cruzamos esa delgada línea del odio, si mantenemos la empatía como brújula, hacemos algo más que lamentar el asesinato: podemos impedir que otro acto igual, otro discurso que asesine en lo simbólico, prospere en el silencio. Comentarios: draclaudiaviveroslorenzo@gmail.com

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  • Lo sagrado y lo profano en líderes religiosos.

    Lo sagrado y lo profano en líderes religiosos.

    Por: Elio Masferrer Kan. *

    La imagen de los liderazgos religiosos son un tema recurrente y considero importante analizar aspectos estructurales y coyunturales del liderazgo religioso para una mejor comprensión de su papel, tanto al interior de su iglesia, en tanto estructura burocrática institucional, como su percepción en los diferentes sistemas religiosos o articulaciones de creencias y relatos míticos y simbólicos asociados a su propuesta religiosa, que de alguna manera se articulan y en muchos casos definen su relación con la sociedad, a la vez que son elementos icónicos que sintetizan las características de su presencia social. Esta multiplicidad de factores son las que dificultan en muchos casos un abordaje objetivo de la cuestión.

    Las grandes iglesias que poseen un grado importante de institucionalización tienen un abordaje peculiar, la imagen institucional se remite a una o varias experiencias fundantes, como es el caso del judaísmo, el cristianismo o el islam, donde incluso pueden compartir al profeta Abraham o a Jesús de Nazareth. En otras religiones, como la figura de Buda, no es excluyente de las propuestas de las religiones locales, sino que representa un modo peculiar de vivir su experiencia religiosa, en la búsqueda de su interioridad personal, con un énfasis relativo en la organización social y eclesiástica.

    La sociedad ha sido conmovida por la difusión de documentales que registran, con fuertes testimonios, abusos de líderes religiosos; durante mucho tiempo las asociaciones religiosas señaladas rechazaron vehementemente las acusaciones y señalaban a los denunciantes como personas interesadas en obtener algún tipo de beneficio personal, sin embargo, la contundencia de los testimonios inclina la balanza del lado de los denunciantes. Me parece importante analizar las razones por las cuáles los feligreses descartan o rechazan la calidad de las denuncias y los denunciantes.

    En el caso del catolicismo los abusos sexuales de los sacerdotes han existido desde hace siglos y está sólidamente documentados en investigaciones históricas, en México destacan las realizadas por el Seminario de Historia de Mentalidades de la Dirección de Estudios Históricos del Instituto Nacional de Antropología e Historia.

    Las recientes acusaciones contra los abusos de sacerdotes católicos han debilitado seriamente la credibilidad de la Iglesia y obligaron al papa Francisco a la adopción de fuertes medidas para controlar los daños institucionales. Como está fehacientemente documentado la Iglesia Católica puso por delante el prestigio institucional, por encima de los criterios de justicia y atención a las víctimas. Las medidas adoptadas recientemente han sido rechazadas por las víctimas de los abusos por ser tibias, manteniendo el silencio y la protección de los pederastas, “cambiando un poco para que no cambie nada”.

    Las acusaciones contra la cúpula de la Luz del Mundo son más complejas pues esta iglesia ha tenido una sucesión dinástica y desde su fundación ha sido dirigida por tres consanguíneos, el abuelo, el padre y el nieto del fundador, asignándole al máximo líder un carácter sacralizado como Apóstol.

    Esta peculiaridad les dificulta cualquier estrategia de recambio como fue en el catolicismo. No puede reconocer que el Apóstol tuvo comportamientos profanos o sacrílegos pues pone en duda toda la legitimidad de la organización. En este caso la defensa consiste en la teoría de una conspiración destinada a destruir la Iglesia por miembros de otras iglesias “envidiosos por sus avances exitosos”.

    En México, después de las reformas constitucionales de 1992 en materia religiosa se otorgó personalidad jurídica a las iglesias, con la figura de asociaciones religiosas, estas tienen una serie de derechos y obligaciones, correspondiéndole a la Dirección General de Asuntos Religiosos la aplicación de sanciones cuando se viole la Ley.

    “ARTÍCULO 12 Bis.- Los ministros de culto, los asociados y los representantes de las asociaciones religiosas, incluyendo al personal que labore, apoye o auxilie, de manera remunerada o voluntaria, en las actividades religiosas de dichas asociaciones, deberán informar en forma inmediata a la autoridad correspondiente la probable comisión de delitos, cometidos en ejercicio de su culto o en sus instalaciones. Cuando se cometa un delito en contra de niñas, niños o adolescentes, las personas a que se refiere el párrafo anterior deberán informar esos mismos hechos en forma inmediata a los tutores o a quienes ejerzan la patria potestad de aquellos. Artículo adicionado DOF 19-08-2010”.

    En esta perspectiva las autoridades mexicanas deberían investigar a las asociaciones religiosas señaladas en documentos de público conocimiento y dar una opinión fundada en forma adecuada y consistente, de no hacerlo serían omisos en el cumplimiento de sus obligaciones legales y estarían confiriendo de hecho inmunidad o fuero a los líderes religiosos lo cual contradice el carácter laico y la historia del estado mexicano, lo más saludable para una sociedad democrática es la garantía de la aplicación de la ley y la garantía del pleno ejercicio de los derechos humanos y particularmente de los derechos de las niñas y niños.

    *Doctor en antropología, profesor investigador emérito ENAH-INAH

  • Cámara declara nulo peritaje en proceso contra Dr. Mata Bennet.

    Cámara declara nulo peritaje en proceso contra Dr. Mata Bennet.

    El exdiputado del FMLN es procesado porque no pudo justificar $13,270. Su defensa señaló ilegalidad de peritaje presentado fuera de plazo.

    La Cámara Ambiental de Segunda Instancia de Santa Tecla, donde el exdiputado del FMLN Guillermo Mata Bennet enfrenta un proceso civil por presunto enriquecimiento ilícito, declaró nulo el peritaje realizado por una empleada de la Corte de Cuentas de la República, que serviría como prueba fiscal para sustentar el caso.

    Mata Bennet fue diputado del FMLN en el período 2012-2015 y durante la legislatura 2015-2018. La Fiscalía General de la República (FGR) señala que el exfuncionario no pudo justificar un incremento patrimonial de $13,270 en ese período.

    La Cámara había establecido que la perito debía entregar su informe el pasado 25 de julio. Ella lo presentó en esa fecha, pero luego pidió que le permitieran corregir unos errores. La Cámara, sin notificarle a la defensa, accedió a darle una prórroga y para que lo devolviera hasta el 28 de julio, según explicó el acusado.

    La defensa de Mata Bennet señaló la ilegalidad porque esa prórroga no fue comunicada a las partes involucradas.

    «Lo presentó fuera de tiempo y en un arreglo oscuro con la secretaria de la Cámara se le extendió ilegalmente el tiempo, lo cual constituye una situación sumamente grave, a espaldas de la Fiscalía y de quien me representa, violando el derecho de un juicio justo», afirmó el exdiputado.

    El monto total cuestionado por la Fiscalía al grupo familiar de Mata Bennet es de $271,314.65 dólares, porque en la acusación también incluyó a los dos hijos del exdiputado.

    “Se han quedado sin la pieza más importante que es el peritaje, que está manoseado y la Cámara ya lo declaró nulo. Queda demostrado que este es un juicio político, como lo hemos dicho desde el principio”, señaló el exfuncionario.

  • Libro: HIPNOCRACIA.

    Libro: HIPNOCRACIA.

    POR: JOSÉ GUILLERMO MÁRTIR HIDALGO

    “Hipnocracia: Trump, Musk y la Nueva Arquitectura de la Realidad”, fue publicada en enero de dos mil veinticinco. El libro explora como la tecnología moderna, el capitalismo y la sociedad de la información han dado lugar a un nuevo tipo de control social. Este control opera a través de una hipnosis colectiva o Hipnocracia. Se manifiesta en que las personas son manipuladas para consumir, trabajar sin cuestionar y vivir en un estado de distracción constante. Es un estado de susceptibilidad y pasividad, donde las personas son llevadas a aceptar ciertas realidades y actuar de maneras predeterminadas, animados por la sobre estimulación mediática, algoritmos de las redes sociales y la presión por la productividad. De esta manera, los individuos se convierten en consumidores pasivos y trabajadores obedientes lo que genera un vacío existencial, llenado por más consumo y más distracción, perpetuando el ciclo. Las principales herramientas de tal hipnosis son las plataformas digitales y sus algoritmos. Las redes sociales y los motores de búsqueda muestran lo que queremos ver, también nos condicionan a pensar y sentir de cierta manera.

    La des hipnosis se propone como la única forma de combatir la Hipnocracia. Esto implica desarrollar la conciencia: el pensamiento crítico y la capacidad de estar presentes en el momento. Es crucial aprender a desconectar la constante avalancha de información, cultivando la introspección, para recuperar la autonomía individual. Hipnocracia es una crítica a la sociedad contemporánea, como la tecnología y el capitalismo han creado un sistema de control que opera a nivel psicológico. Asimismo, ofrece una hoja de ruta para que las personas recuperen su libertad y pensamiento individual.

    WIRED es una revista estadounidense, un sitio web y una editora fundada en mil novecientos noventa y tres. Se enfoca en como la tecnología afecta a la cultura, a la política, a la economía y a la ciencia. Anna Lagos, es la jefe de redacción de WIRED en español. Entrevista al filósofo y ensayista italiano Andrea Colamedeci. La conversación se centró en el libro “Hipnocracia: Trump, Musk y la Nueva Arquitectura de la Realidad”, que escribió en colaboración con una inteligencia artificial.

    La obra está firmada bajo el seudónimo de Jianwie Xun, supuestamente un filósofo hongkonés afincado en Berlín. El libro es un experimento filosófico, que busca analizar cómo el poder se ejerce en la era digital, no por represión, sino a través de la multiplicación de narrativas que hacen imposible cualquier punto de referencia. Andrea Colamedeci es un filósofo italiano, pionero en el estudio del pensamiento en la era algorítmica y profesor de Pensamiento Rápido (Prompt Thinking) en el Istituto Europeo di Design (Instituto Europeo de Diseño), IED, con sede en Roma. El libro expone cómo la tecnología emergente redefine el poder a través del control perceptivo. El poder ya no opera mediante la represión, acaso, mediante la manipulación de la percepción de la realidad.

    A través del seudónimo de Jianwei Xun, analiza el surgimiento de una nueva forma de control social: La Hipnocracia. Régimen que no censura ni reprime e induce a un estado de trance funcional permanente, mediante la modulación algorítmica de la conciencia colectiva. Según el propio autor, buscaba alfabetizar sobre la Inteligencia Artificial (IA), inventar un concepto nuevo para esta era y ser teórica y práctica a la vez. ¿Si la IA puede dibujar mejor que nosotros, si puede conducir mejor que nosotros y si puede hacer música mejor que nosotros, Qué hacemos aquí? Colamedeci responde, buscar nuestra propia realización personal y encontrar la manera de expresarnos con o sin IA.

    Colamedeci imparte clases de Pensamiento Rápido y lidera un proyecto de investigación sobre IA, se ha dado cuenta que sus estudiantes usan ChatGPT de la peor manera. Sugiere que debemos usar la IA como un interlocutor que nos ayuda a pensar distinto. De lo contrario, no entenderemos que estas herramientas están diseñadas por grandes tecnologías que imponen una ideología.

    El punto de partida del libro es, que hay que usar esta herramienta correctamente y enseñar a hacerlo. El segundo desafío es describir lo que está ocurriendo ahora. Debemos entender que las narrativas las construimos nosotros, si no lo hacemos, la ultraderecha monopolizará los relatos, creara mitos y nos pasaremos haciendo verificación de hechos mientras ellos escriben la historia. El método de Colamedeci en el IED está basado en crear contrastes, originar una forma de pensar y usar la máquina de manera antagónica. El autor utiliza la IA como herramienta de apoyo, no como sustituto del pensamiento humano. Usa su propio intelecto, conocimiento y experiencia para generar ideas originales. Luego, utiliza modelos de lenguaje GPT y Claude de forma estratégica, para contrastar sus conceptos. Así la IA actúa como “Copiloto” o “Socio de Debate” para ayudar a refinar y fortalecer las ideas originales.

    La IA es una herramienta que debemos aprender a usar, si la usamos mal, perderemos nuestra capacidad de pensar. Lo que debemos hacer es comprenderla, si no, será el instrumento con el que las grandes tecnologías no solo nos controlaran, sino que nos manipularan. Esta tecnología permite crear infinitas narrativas, versiones paralelas del mundo, ellos juegan con eso. Ya no se trata de ocultar la verdad quitándola de la mesa, sino, llenar la mesa de mentiras hasta ahogarla.

    El poder ya no actúa sobre los cuerpos, ni siquiera sobre las mente, sino, sobre el estado de conciencia. Están manipulando mediante algoritmos nuestra forma de percibir el mundo, esto, cuando usamos smartphones y redes sociales. Pensamos que habitamos el mismo mundo que los demás, pero, nuestra realidad se moldea según nuestros sesgos, opiniones y posiciones políticas. Necesitamos contacto con quienes piensan distinto. Debemos tender puentes con lo diferente, si no, caminamos hacía la guerra civil. El otro se convertirá en una amenaza, cuando en realidad es un misterio.

    Para Colamedeci, lo verdaderamente revolucionario ya no nacerá de occidente, aunque, siga creyéndose el centro del universo, podría surgir de China, más aún, de espacios frontera donde las culturas se entrelazan. Hipnocracia nace del punto de vista del autor, pero, no podría haberse generado este concepto sin la IA. Si no respetamos lo que es la IA, una herramienta, terminaremos degradando nuestra humanidad. El riesgo es doble, humanizar la IA que no es humana y plataformizar a las personas y convertirlas en interfaces. Confundir las categorías nos deshumaniza.

    Estamos al borde de perder la habilidad de pensar y vivir, sin dependencia tecnológica, la paradoja es que la propia inteligencia artificial, usada con lucidez, puede ser nuestro antídoto. La IA repite la paradoja: promete conocimiento, mientras vacía de sentido el acto de conocer. El truco está en hacer como Platón, usar el veneno como antídoto: criticar la máquina desde la máquina, escribir sobre la escritura y pensar contra el pensamiento único

  • Razones de la falta de legitimidad del gobierno actual.

    Razones de la falta de legitimidad del gobierno actual.

    Luis Arnoldo Colato Hernández, Educador.

    ¿PUEDE UN GOBIERNO POR EJERCER UN CONTROL FÉRREO DE LA SOCIEDAD, SER LEGÍTIMO?

    La legitimidad de cualquier entidad depende del cumplimiento de su completa razón de ser, sin descuidar ninguna de las tareas que ello supone.

    ¿Es lo que hace el régimen en el poder?

    No.

    El régimen tras el gobierno actualmente es el menos legítimo de nuestra historia reciente, por tres razones.

    En primer lugar, por ostentar el poder como producto de un fraude electoral.

    En segundo lugar, por haber desmontado la institucionalidad, ejerciendo el poder de modo ilegal.

    En tercer lugar, por incurrir en las viejas prácticas de perseguir, secuestrar y silenciar por diferentes medios, a quienes se le oponen, mediando la detención ilegal, tortura y hasta el asesinato.

    Todo esto sin mencionar el saqueo del estado sin pudor, habiendo robado los activos estatales, y privilegiado los intereses de las élites a las que representa.

    Esto ha sido señalado no solo por la ciudadanía organizada, además por los sendos informes que abordando el tema financiero han realizado por separado la banca multilateral [BCIE/BM/FMI/BID], los cuales refieren no sólo la completa corrupción que domina al régimen, como los delitos conexos en que incurre para conservarse en el poder, y que ya derivó en lo tocante al tema financiero, su giro, en la imposición como condición de parte de esta para con el régimen, de un nuevo código de controles efectivos para el manejo de las finanzas, con el solo ánimo de controlar cómo será administrada en lo sucesivo, para establecer una mínima seguridad de que los compromisos adquiridos por el régimen para con la banca multilateral serán honrados una vez cumplidos los plazos.

    Es decir, si bien el régimen que nos mal gobierna ha establecido un estado de relativa paz social, lo cierto es que es por completo dependiente del estado de excepción, que ha supuesto por extensión sufrimiento para miles de salvadoreños a los que secuestró, arbitrariamente, que ha implicado que el sistema carcelario, al no respetar las mínimas garantías jurídicas, constituya un esquema de terror para controlar a la población, y que para 480 ciudadanos asesinados como producto de las torturas de las que fueran víctimas, que el régimen admite si bien matizando, y que por otro lado el alto comisionado de DDHH de las NNUU señalan podrían ser hasta 3,000, de los que hasta el 97% no habrían incurrido en delitos de algún tipo, evidencian la ilegalidad y arbitrariedad del régimen.

    Esto nos lleva al propósito último por el cual se conserva el estado de excepción, el cual los datos nos obligan comprender supone para el régimen el recurso que instrumentaliza para conservarse en el poder, mediante el terror, la vieja regla del OAS que usarán los regímenes militares ilegales del siglo pasado, para preservarse en el poder.

    imponiéndose a pesar de sus delitos en el imaginario colectivo.

    Por lo que, a pesar del supuesto legitimarse logrando pacificar a nuestra sociedad, sencillamente el régimen es ilegal, y debemos como pueblo, atender lo que la Constitución demanda.  

  • México. UNA ENCRUCIJADA CLAVE.

    México. UNA ENCRUCIJADA CLAVE.

    POR: MIGUEL BLANDINO.

    Hay una leyenda que dice que en los lugares donde los líderes narcos tenían sus raíces y familias se construían clínicas, escuelas y buenas carreteras. Esa leyenda dice que eso era debido a la necesidad del capo de blindarse creando una sólida base social entre una población desde siempre olvidada por parte del Estado. En Colombia y México se han conocido diferentes versiones de esa leyenda.

    De esas historias resulta que el narco es bueno, porque resuelve problemas ancestrales. El jefe criminal termina siendo considerado por muchos como una especie de Robin Hood: alguien que está fuera de la ley, pero para beneficio de los pobres. Es el tipico final feliz de las películas clásicas del género Spaghetti Western. El malo no es tan malo, al final de cuentas, como los simpáticos Terence Hill y Bud Spencer.

    Eso es cierto. Algunos miembros de la comunidad, incluso familias enteras, lograron niveles de vida en los que la mayor parte de las necesidades materiales estaban satisfechas, es decir, que salieron de la pobreza material y se convirtieron en ricos ganaderos, hacendados, productores y comercializadores de muchas especies vegetales para el consumo humano y para la industria. Generaron empleo y mejoraron la vida para muchas otras familias. Algo así como la promesa neoliberal del derrame económico que nunca se cumplió en ninguna parte.

    Sin embargo, el precio que pagaron esas y otras comunidades fue elevado en términos de vidas humanas sacrificadas. Las que se perdieron a manos de los narcos y las que se perdieron a manos de los policías y soldados en la falsa persecución de los delincuentes y en el falso combate de la narcoactividad, en los países de producción y tránsito de las drogas que consumen con ansias los habitantes del norte rico en vicios.

    Visto políticamente eso es “paternalismo”; si la gente se porta bien se le da un premio, si no, un castigo. En ese mundo de relaciones de poder, “la gente” es un objeto -de ningún modo un sujeto- de la política que diseñan otros, desde arriba y desde fuera.

    Las decisiones las toman desde el poder económico, político, militar, cultural, local, nacional o internacional. El pueblo, a lo sumo, participa como espectador de lo que se hace con sus vidas. Para bien y para mal. Y, la mayor parte de las veces, ni se entera.

    Hace unas pocas semanas se ha conocido la encuesta de hogares en México, por medio de la cual se conocen los avances o retrocesos en materia de pobreza. Hoy, gracias a la decidida lucha del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, por medio de los programas sociales de bienestar, se sabe que más de trece millones de personas han salido de las peores condiciones de ese síndrome llamado pobreza.

    Antes de la llegada de la Cuarta Transformación, México era un país con altísimos niveles de pobreza que alcanzaban al setenta por ciento de la población total. Al mismo tiempo, era el país con los más graves índices de desigualdad entre ricos y pobres.

    Pero, casi todo el sexenio que duró el mandato constitucional de AMLO, una campaña estuvo presente: la que designaba al gobierno como un narco gobierno.

    No obstante, la decisión política resumida en el lema “por el bien de todos, primero los pobres”, minimizaba el impacto del golpeteo de los detractores. Los beneficiarios de la inversión de miles de millones de pesos que año tras año se destinaron a superar las condiciones de pobreza, no estaban interesados en saber el cómo ni el porqué de esas decisiones que les mitigaban su situación y hacían menos difícil el tránsito por la vida.

    Lo importante para los pobres no es el conocimiento de las razones, sino su efecto. Y si el efecto es que hoy hay un plato con comida en la mesa, eso es lo importante. A nadie en esas condiciones la interesa que lo inviten a “focus group”, seminarios, ni ninguna actividad orientada a la obtención de información cualitativa. Basta con que le regalen una tarjeta bancaria y que periódicamente le pongan dinero en esa cuenta, o que haya trabajo y pueda conseguir un sueldo de manera permanente, o que el gobierno le lleve muebles, electrodomésticos, ropa y comida gratis cuando hay un desastre. Eso es todo.

    Están bien, indudablemente, esos paliativos. Está bien que se ayude a la gente de la inmensa mayoría pobre de la sociedad. Ni qué decir en contra de ello.

    Desafortunadamente, por ahora, todavía, esa es la realidad: paternalismo puro y duro. Es que, como decía el querido e inolvidable Eduardo del Río, el genial RIUS, “la panza es primero”. En ese sentido, la siguiente tarea, la que yo considero más estratégica de todas, es la organización de la ciudadanía, casa por casa, cuadra por cuadra, barrio por barrio. Que todos analicen su situación, que se identifique y haga una lista de los problemas y se establezca un orden de prioridades para su resolución, que se diseñen las políticas y se hagan los cálculos presupuestales, desde abajo y desde adentro, y se haga el más minucioso seguimiento de la ejecución de todos los planes de desarrollo.

    Hoy, cuando se han golpeado estructuras del crimen organizado en las que aparecen involucrados altos cargos del poder ejecutivo estatal, federal y de la Marina, es urgente ir a fondo para cimentar el prestigio del proyecto de la Cuarta Transformación. No es posible que quede la mínima duda de que el lema de “primero los pobres” es solo la tapadera del crimen organizado dirigido desde el nivel más alto del Estado.

    AMLO depositó en la Marina la responsabilidad de los puertos, aeropuertos y aduanas fiscales. AMLO nombró como el Secretario de Gobernación de su gabinete al actual Senador Adán Augusto López, quien antes había sido Senador -de 2012 a 2018- y Gobernador del Estado de Tabasco -entre 2019 y 2021-.

    Ahora resulta que Hernán Bermúdez Requena, el ex Secretario de Seguridad de Tabasco nombrado por Adán Augusto, es el jefe de la estructura criminal conocida como La Barredora. Y que dos sobrinos del Secretario de Marina, el Almirante Ojeda, del gabinete de Seguridad del gobierno de AMLO, están involucrados en una red de corrupción de contrabandistas y fraude fiscal. Dos casos en los que altos funcionarios, de primera línea, del círculo íntimo de AMLO están embarrados hasta los codos.

    Grave. Gravísimo. Aunque muchas detenciones ya se hayan realizado y que centenares de órdenes de aprehensión ya han sido giradas, queda mucho por hacer para despejar todas las dudas y limpiar de una vez por todas las manchas que estos escándalos están dejando.

    López Obrador suele decir que “la mentira tizna” y es verdad. La mancha que deja tarda en borrarse. Por eso, ir hasta el fondo es de lo más urgente. Ni siquiera es bastante con agarrar a los delincuentes de alto perfil en el partido, el gobierno y las fuerzas armadas. Hay que caer sobre todas las personas naturales y jurídicas que lucran en las más altas esferas de la banca y las finanzas.

    El volumen de dinero que se mueve es de miles de millones de dólares y eso no se lava en la tiendita de la colonia. La banca internacional y los fondos de inversión están en el tope de la pirámide del crimen organizado internacional. Hasta ahí hay que llegar. Ya basta de únicamente agarrar chapos y chapitos, por muy poderosos que parezcan. Ya basta de agarrar solo militares y funcionarios. Mientras no se ataque la fuente del mal, todos los que hoy son capturados ya fueron relevados por otros que están ansiosos de salir de su condición subalterna y desean ser como los ricos.

    “Caiga quien caiga” es la orden que ha dado Claudia Sheinbaum. Sin importar nivel ni condición, todo el que esté relacionado debe ser sacado de circulación y puesto en el lugar al que en justicia deben ir los criminales. Y, sin que sea considerado escarnio, deben publicarse los nombres de las personas individuales y el de las empresas de cualquier tipo que hayan participado en los crímenes contra la sociedad y contra el Estado.

    Traidores a la Patria no son únicamente quienes claman públicamente por una invasión militar por parte del ejército de los Estados Unidos en contra de la soberanía del suelo patrio. Traidores a la Patria son todos y cada uno de los que desde lo profundo de la historia han lucrado con la sangre y el hambre de centenares de millones de inocentes.

    Hoy la Cuarta Transformación ha llegado a una encrucijada que, valga la redundancia, es crucial. La decisión que hoy se tome marcará por completo el futuro de México.

  • CONSEJO SUPERIOR DEL TRABAJO EN SU DEFINICIÓN DE PUNTOS DE AGENDA.

    CONSEJO SUPERIOR DEL TRABAJO EN SU DEFINICIÓN DE PUNTOS DE AGENDA.

    Por: Róger Hernán Gutiérrez. *

    En su primera reunión se definieron los puntos siguientes: 1. Reactivación económica; 2. Transición de la informalidad a la formalidad; 3. Fomento de las exportaciones; 4. Ampliación del período del sector sindical; 5. Formación profesional del talento humano del sector laboral; 6. Fomento de la bolsa nacional de empleo; 7. Modernización de la legislación laboral. La misma se desconoce la manera en que se acordaron, si hubo un debate previo, si el mismo se discutió abiertamente, sin mayores sesgos e imposiciones como ha sido la costumbre.

    Al parecer los temas definidos mantienen una expectativa que pudiera llevarnos a una discusión importante entre los intereses que se plasman por parte de los sectores gobierno, empresarial y laboral. Para el caso serían de interés de los 3 partes que integran el CST—la reactivación económica—el punto acá es que llevaría al reconocimiento que la economía estuvo y está mal en el actual ejercicio gubernamental, lo que llevará a los representativos de las empresas a establecer parámetros de lo que consideran debe realizarse y/o acordarse para un impulso de la economía—vinculada con el desarrollo de productividad y una producción acorde a las necesidades de la sociedad. Y quién sabe si la cuestión económica estará reflejada y/o enmarcada como siempre en políticas públicas de protección y desarrollo del capital.

    Para el sector laboral, lo económico es el principal factor de deterioro en la economía familiar, en tanto cierres decisiones de del FMI, empresas, fusiones y/o cambios institucionales incrementan despidos en el sector público y privado, incrementando el desempleo y la desocupación acelerada; salarios estancados y no acordes al costo de vida, inestabilidad en los puestos de trabajo, y condiciones laborales en general que mantienen niveles altos de desprotección socio-laboral en las empresas, flexibilidad y desregulación laboral, lo que genera una alta permisión de incumplimientos a los derechos laborales.

    Y el sector gobierno no querrá desenmascarar o aceptar algunas decisiones que han llevado a la actual situación de la economía; donde hay claras concentraciones de grupos dominantes en el mercado y los negocios, favorecimientos a la cúpula empresarial ligada al gobierno, al sostenimiento de políticas fiscales claramente regresivas, y negatividad de instar a cambios en impuestos progresivos que tasen la ganancia en aquellos capitales que concentran la riqueza. Además, que los salarios mínimos han estado modificados al arbitrio e interés del gobierno; y claramente a una toma de decisiones en la materia centrada en la Presidencia y su grupo reducido de conducción económica en el país.

    Es un tema espinoso que requiere de toda la transparencia para desarrollarlo con los datos a la mano y sin los dados cargados, de tal suerte que el sector laboral tenga claro su responsabilidad en esa toma de decisiones, ha sido el talón de Aquiles eterno, y donde claramente la decisión por una economía solidaria y redistributiva de la ganancia es esencial. En este campo nunca se han tenido las fuerzas y poder para disponer de un juego democrático, precisamente el foro de concertación económico-social en el pasado tenía la intención de tratar el asunto de la

    economía, que era claramente una plataforma de pasar de la guerra a la paz; pero a lo más que se alcanzó fue a sustituirlo por el Consejo Superior del Trabajo.

    El tema del fomento de las exportaciones es claramente del sector empleador, las maquilas que es donde hay mayor dinamismo de empleos y ocupación continúa cerrando operaciones productivas, argumentando el aumento del salario que no convierte en competitiva a la empresa; no obstante, los salarios mínimos continúan debajo de toda la región, con excepción de Nicaragua. Así como el aumento en los aranceles de exportación hacia USA, que es la variable que afecta los costos de producción, sin embargo, este tipo de empresas mantiene una alta protección a través de la elusión del impuesto de renta y municipales, y mantienen una diferencia a su favor, con el salario mínimo de todo el sector industrial.

    Luego tenemos temas claramente sindicales como la ampliación del período sindical, que actualmente está en un año, lo que no permite un desarrollo de mayor continuidad en el ejercicio de una junta directiva sindical determinada; pero la experiencia mantiene que haya directivas sindicales que se convierten en eternas en la dirección y ejecución del sindicato; y tiene como consecuencia la falta de relevos más progresistas para tratar el diálogo social y la negociación, con una secuencia de incorporación de juventud, de mujeres, discapacitados y grupos lgtbi y sobre todo de un conocimiento suficiente del actual mundo del trabajo.

    En una próxima oportunidad continuaremos con nuestras apreciaciones y comentarios para el resto de temas de la agenda, pero lo más importante es que se inicien los debates, se apoyen en el conocimiento con asesorías de los grupos sindicales, del mundo académico, las propuestas de los sectores intelectuales y profesionales del país, y no vayamos a salir con un domingo siete, como el proyecto de la nueva constitución, donde hasta ahora se reforma sin cumplir el procedimiento establecido y, en favor de determinados grupos que se benefician de esa toma de decisiones bastante sectaria y sesgada.

  • Nepal: levantamiento popular. El que tiene oídos que escuche.

    Nepal: levantamiento popular. El que tiene oídos que escuche.

    Por Mauricio Manzano.

    El acontecimiento de Nepal nos recuerda que cuando la tiranía y la corrupción se hacen Ley, la rebelión es una obligación.

    El levantamiento popular de Nepal, país ubicado en el Himalaya, rodeado en el norte por la República Popular China y en el sur por la India, es un recordatorio poderoso de una verdad que a menudo se olvida en los sillones del poder; el verdadero poder no reside en los palacios presidenciales o congresos legislativos, sino en la gente. Durante siglos, la monarquía nepalí fue considerada un símbolo de estabilidad y divinidad, parecía inamovible, el rey era una figura que controlaba y administraba todo el poder, su palacio era un bastión de control absoluto. Sin embargo, en un lapso de unos pocos años la voluntad de un pueblo, aparentemente sin poder, desmanteló ese antiguo orden y reescribió el destino de esa nación.

    El camino de Nepal de la monarquía a la democracia no fue un regalo del poder, sino una conquista del pueblo. A lo largo de décadas movimientos ciudadanos, activistas y partidos políticos clandestinos lucharon contra la opresión monárquica, la corrupción y el autoritarismo real. La monarquía, confiada en su control subestimó la fuerza de la paciencia colectiva. El palacio creyó que el poder emanaba de las leyes reales, de la tradición y del ejército, pero ignoró que el poder genuino reside en la capacidad del pueblo para unirse y decir basta.

    La historia de Nepal es un manual de rebelión pacífica. A pesar de la represión, la censura a la crítica y la violencia, las manifestaciones en las calles de Katmandú y otras ciudades crecieron como la levadura en número y convicción. La gente no tenía tanques ni armas, pero tenía algo mucho más fuerte: una causa común. Estudiantes, campesinos, comerciantes e intelectuales se unieron para exigir no solo un cambio de gobierno, sino un cambio de sistema. La fuerza de sus números y la legitimidad de su causa hicieron que el poder del rey que se creía absoluto e intocable se desvaneció como un castillo de arena.

    Al final la presión del pueblo se volvió insostenible y el rey se vio obligado a ceder su poder, el país se transformó de una monarquía en una república federal democrática. El palacio que antes era el centro del poder se convirtió en un museo, un monumento silencioso a la arrogancia y la desconexión de una élite con su pueblo.

    El caso de Nepal nos enseña que el poder de la gente no se mide por su capacidad para imponerse por la fuerza, sino por su habilidad para organizarse y mantener su voluntad colectiva. Nos recuerda que un gobierno, no importa cuán poderoso sea, solo existe por el consentimiento de los gobernados. Y si ese consentimiento se retira, el más imponente de los palacios se convierte en una simple estructura de piedra vacía. El verdadero poder siempre estuvo en las manos de la gente, esperando el momento de reclamar lo que le pertenece.
    Lo que ha pasado en Nepal es un recordatorio que la tiranía y la corrupción tienen límite, y que cuando la tiranía y la corrupción se hacen Ley, la rebelión es una obligación. El que tiene oídos que escuche.

  • Independencia sin Pueblo.

    Independencia sin Pueblo.

    Por: Marvin Aguilar. 

    ¿Qué significa robarle la identidad a una nación? Que cada 15 de septiembre, Centroamérica se vista -sin saber por qué- de azul y blanco. Bandas de paz, desfiles escolares y discursos oficiales celebren una “gesta heroica” que no fue tal. No hay nada de heroico en reunirse para declarar que antes de que sea el pueblo quien decrete una independencia del reino español sean mejor las elites criollas que convoquen a una Asamblea de las Provincias y, decidan qué, hacer ante los acontecimientos mundiales que dejaban a España sin rey legítimo y a la América española decretando emancipaciones por doquier. El relato oficial omite que Centroamérica no le quedó más remedio que declarar su independencia de España porque ya 10 años antes lo había hecho sur y norte América con cruentas guerras. En las provincias del Centro de América no hubo guerra España se había olvidado de nosotros. Las guerras en nuestras tierras se dieron después del 15 de septiembre de 1821 y duraron 20 años y fueron entre los criollos para saber quién iba a mandar a quién.

    Las biografías de los protagonistas de aquellos tiempos nos sirven para entender cómo se repartió la comarca: José Matías Delgado y Pedro Pablo Castillo me resultan útiles para entender el grado de polarización que persiste en nuestro país como ADN político. Pedro Pablo, era un afrodescendiente que animado por la Constitución de Cádiz de 1812 participó en las elecciones para regidor de San Salvador en 1813. Ganó y las autoridades españolas decidieron anular aquella elección y repetirla. Volvió a ganar Castillo. Después de una protesta ante al fraude hecha por la facción del candidato negro no les quedó más remedio que aceptar los resultados. Pero el agravio racista estaba hecho. Para noviembre de 1814 sería Pedro Pablo quien lideraría los disturbios contra las autoridades españolas que buscaban que dichas jefes políticos ya no fueran guatemaltecos sino sansalvadoreños. Serian José Matías Delgado y Manuel José Arce quienes no solo traicionarían a Pedro Pablo Castillo desanimándolo y desistir de la revuelta popular que lideraba sino además declararían en los juicios por infidencia contra él. Es en estos juicios que los criollos Delgado y Arce declararían su lealtad a la Corona española y dejarían la responsabilidad de la condena exclusivamente en Pedro Pablo Castillo. Si hay una fecha donde indígenas, afrodescendientes y mestizos pobres que conformaban la mayoría del territorio se organizan y se toman las calles fue en 1814, no en 1821. Esto en los libros de texto, apenas aparece ignorando a las masas dejándolos como actores pasivos o como telón de fondo. Esta exclusión no es casual: forma parte de un proyecto de nación que se construyó mirando a Europa y negando las raíces propias.

    Contrario al olvido de Pedro Pablo Castillo, prócer afrodescendiente que muere en el exilio en Jamaica. Alrededor de José Matías Delgado se construye una falsa gesta que le atribuye el primer grito de independencia y le confieren el indigno título de Padre de la Patria por los sucesos del 5 de noviembre de 1811, inventando que tañó el campanario de la iglesia de La Merced declarando la independencia española. Esta mentira que se repitió por 100 años llenó de gloria a un personaje que si bien jugó un rol protagónico en los eventos de 1811-1821 fueron siempre en busca de bienestar personal. José Matías Delgado buscaba -más que la independencia- la jefatura de la diócesis de San Salvador. Tal como la historia lo demuestra con su excomulgación por el Papa Pio VII por contumaz y cismático después de haberse a la fuerza entronizado como obispo en la catedral de San Salvador en 1824. Nuestra identidad patria fue moldeada en base a mentiras históricas y olvidos a propósito.

    Esta amnesia histórica no nos deja de pasar factura. Seguimos reproduciendo los vicios del pasado: abusos de poder, racismo, clasismo, corrupción, dictaduras, fraudes electorales, persecución política, deudas sociales, mala educación, salud y una sistemática por fea y vulgar negación de la identidad nacional

    Necesitamos reapropiarnos de la independencia y resignificarla. No para quedarnos en la culpa o la nostalgia, sino para construir una memoria colectiva más justa. Si queremos una verdadera independencia —mental, cultural y política— debemos romper con el relato que nos impusieron. Nuestra bandera no solo es azul y blanco: también es marrón, es negra, es mestiza. La patria que merecemos no excluye, sino que abraza todas sus raíces. Y solo cuando nos reconozcamos completos, podremos hablar de libertad con orgullo para mientras el gobierno de turno la usará como mejor le convenga.

  • Silencios y profecías incómodas en el mundo evangélico.

    Silencios y profecías incómodas en el mundo evangélico.

    Por: Luis Felipe Ramirez Cerecedo. *

    Para nadie es ajeno escuchar del conflicto sociopolítico-religioso que está ocurriendo en la Franja de Gaza. El Estado Israelí está cometiendo un genocidio sistemático contra la población palestina, esto con el afán de derrotar al grupo Hamás, que​ es una organización política y paramilitar islámica.  El ente político supremacista que representa el Estado de Israel, ha limitado de forma sistemática la entrada de alimentos y ayuda humanitaria para la población civil, así como crear una imagen del pueblo palestino objetivándolo como «animales» y difundiendo discursos ante el mundo de que es un enemigo que debe ser aniquilado.

    Ante este proceso violento de colonización, que se basa en el exterminio metódico y ordenado de un pueblo, cabría deducir que la enorme multiplicidad de iglesias evangélicas en México habrá condenado el genocidio o bien podríamos pensar que algunas de las instituciones del mundo cristiano evangélico al menos darían declaraciones teológicas en contra de la agresividad del Estado de Israel sobre la población civil gazatí, pero la realidad social es otra. La amplísima mayoría de iglesias evangélicas dispensacionales tienden a mostrar un apoyo abierto al Estado ilegítimo de Israel, esto por un respeto mítico-teológico al judaísmo y al bíblico pueblo hebreo, mientras tanto, parece ser que a algunas de las más grandes, históricas e importantes iglesias evangélicas les apremió de manera más urgente mostrar su pronunciamiento respecto al PIN Parental y oponerse de manera contundente a las «agendas progresistas y lo woke» que condenar los crímenes de lesa humanidad.

    Las iglesias evangélicas dispensacionales, es decir, aquellas que creen que el tiempo histórico-profético se divide en dispensaciones o periodos históricos particulares, muestran su apoyo a Israel porque este, en su teología, representa un reloj profético, una especie de mecanismo mediante el que Dios da certeza de las profecías sobre el fin de los tiempos. Los dispensacionales no hacen distinción entre judíos étnicos y religiosos o hebreos bíblicos e israelíes, su teología reza que, sin distinción, ellos son los hijos del patriarca Abraham y Jacob, que el Estado Israelí es el mismo pueblo que estableció Josué en la Tierra Prometida cuando fueron liberados de la esclavitud de Egipto por Dios a través de Moisés. Y, por tanto, declaran la promesa de Dios en el libro Génesis de bendecir a los hijos de Abraham y maldecir a los que los maldicen. En el mundo dispensacional el Estado de Israel y sus habitantes son el pueblo al que Dios le ha prometido la tierra donde fluye leche y miel. Usualmente estos evangélicos condenan de forma enérgica mediante sermones en los cultos las atrocidades del régimen Nazi contra la población judía en el Holocausto, pero ignoran (O en ocasiones omiten deliberadamente) el hecho histórico de que el Israel actual fue creado como un proyecto colonial con una ideología supremacista y racista que es el sionismo.

    Los dispensacionales tampoco son ignorantes de lo que sucede. Lo que pasa en la franja de Gaza y en el territorio ocupado de Cisjordania, es el genocidio más documentado de la historia. El Estado de Israel es linchado mediáticamente por muchos noticieros y el activismo civil en las redes socio-digitales. Sin embargo, el cristianismo dispensacional ha hecho del pueblo gazatí, lo que René Girad en 1986 llamó un Chivo Expiatorio en su libro del mismo título y ha justificado a su verdugo el Estado sionista de Israel, vemos a «… otro régimen, superior al nuestro, de funcionamiento persecutorio» (Girad, 2024:75).

    La teología dispensacional negocia con sus propias creencias, su dialéctica es la de aceptar que «la congoja y dolores en medio oriente estaban profetizados, que esa tierra está maldita, que el sufrimiento no parará hasta que Jesús mismo vuelva a la tierra a reinar o que a menos que todos los cristianos oren por la salvación de Palestina y Dios decida cambiar su profecía sobre Israel esta situación no cambiará”. Estas negociaciones de creencias no solo evidencian que el mundo evangélico no es ajeno a lo que sucede, sino que en términos simbólicos la violencia observada ha sobrepasado sus creencias, el despojo de humanidad de todo el pueblo palestino ha rebasado incluso los credos más esenciales de esta parte del mundo cristiano. De una manera figurada estos cristianos pretenden dar validez a la exterminación del pueblo palestino apelando a un mandato singular de las Escrituras.

    En contraste, las iglesias protestantes históricas, han sido tan influenciadas por el discurso del mundo «Evangelical» estadounidense, es decir, aquellos cristianos con posturas militantes, patriarcales y en ocasiones con discursos de supremacismo blanco, que prefieren guardar silencio, en vez de alzar la voz contra la injusticia apoyan a un régimen violento mediante la mudez y la apatía. Eligen apoyar al gobierno de los Estados Unidos, y por consiguiente a Israel, únicamente porque el gobierno de Donald Trump tiene un compromiso de combatir la sombra de la cultura «woke» progresista.

    Como autor debo decir que los cristianos evangélicos estamos tan cómodos peleando con enemigos incorpóreos que ya no tenemos hambre y sed de justicia, nos olvidamos de darle de comer y beber al hambriento, vemos caer a nuestro lado mil y a nuestra diestra diez mil pero aun así enmudecemos; los cristianos nos hemos olvidado que los que tienen más dones que otros debemos usarlos para servir a los demás, hemos borrado de nuestra memoria que debemos llorar con los que lloran y celebramos que El Rey resucitó pero su tumba vacía está sitiada por el ente sionista.

    El mundo evangélico debe recordar que la fe no se valida en la sangre de pueblos, sino en la prueba íntima donde se arriesga lo más amado. En tal caso, los cristianos deberíamos sacrificar a nuestros hijos como Abraham y si la voz de Dios mismo no irrumpe y detiene el sacrificio, entonces tampoco la voz de Dios ha ordenado la masacre del pueblo palestino. ¿O acaso el espíritu del anticristo de la cosmovisión cristiana dividió al mundo en dos?, ¿Estamos invocando la Escritura para justificar la aniquilación de otros?, ¿Será que los evangélicos escucharemos el juicio «Nunca os conocí, apartaos de mí, ¿obradores de maldad”?

    *ENAH – México

  • Nepal: el espejo donde deben mirarse los gobernantes corruptos.

    Nepal: el espejo donde deben mirarse los gobernantes corruptos.

    Por: Lisandro Prieto Femenía.

    “Me rebelo, luego somos”

    Albert Camus, El hombre rebelde

    Las protestas de la Generación Z en Nepal, desencadenadas por la censura de plataformas digitales, no son un mero arrebato de ira juvenil, sino la culminación de un proceso histórico de profundas frustraciones. Para que podamos comprender su magnitud, es imperativo contextualizar el conflicto político de un país que, hasta el año 2008, era la única monarquía hindú del mundo. Tras una década de guerra civil (1996-2006) liderada por una insurgencia maoísta, el anhelo de paz y democracia llevó a la abolición de la monarquía y al establecimiento de una endeble república. Sin embargo, este cambio de régimen no ha cumplido las promesas de prosperidad y estabilidad.

    En lugar de una gobernanza efectiva, Nepal se ha visto sumido en una crónica inestabilidad política, con más de una decena de primeros ministros en quince años. Este vacío de poder ha permitido que la corrupción se arraigue fuertemente, alcanzando un pico en el índice de Percepción de la Corrupción. Mientras que una élite política ha rotado en el poder, perpetuando el nepotismo y el clientelismo, la juventud se ha enfrentado a un desempleo endémico, que oficialmente ronda el 10%, pero es mucho mayor en la realidad de una economía preponderantemente informal. En este marco de traición a las promesas democráticas y de desesperanza, el eco digital de las redes sociales silenciadas y el clamor de las calles de Katmandú manifestaron una fisura que va más allá de una reacción a una prohibición gubernamental, revelando la profunda crisis de legitimidad de un sistema que está caducando.

    Ahora bien, la explosión social en Nepal no puede entenderse sin una disección aguda de su principal protagonista: la Generación Z. esta cohorte, nacida en un entorno de hiperconectividad y disrupción constante, trasciende la etiqueta demográfica para convertirse en un fenómeno filosófico. Son los llamados “nativos digitales” que, a diferencia de sus predecesores, no adoptaron la tecnología, sino que la heredaron como una extensión de su propia existencia. Su identidad y su percepción del mundo están intrínsecamente ligadas a las redes sociales, que actúan como su principal ágora pública, su fuente de información y su espacio de pertenencia.

    Desde una perspectiva filosófica, esta generación se enfrenta a la paradoja de la conectividad permanente y la anomia. Viven en un mundo con una abundancia de información sin precedentes, pero carecen de los grandes relatos o instituciones (Iglesia, Estado, familia) que en el pasado otorgaban un sentido unificado a la existencia. Este vacío ha generado un profundo escepticismo hacia las estructuras de poder y una aguda conciencia de las injusticias globales. Su pragmatismo, forjado por el trauma de las crisis económicas y las promesas políticas incumplidas, los lleva a desconfiar de los sistemas, no de las causas. Su rebelión, por lo tanto, no es ideológica en el sentido clásico de la palabra, sino existencial porque se encuentran en una búsqueda de significado y dignidad en un mundo que les ha sido entregado, a priori, en ruinas.

    El precitado estallido en Nepal interpela una crisis más profunda que el fracaso de un gobierno: se trata de la decadencia de “lo político”. A diferencia de “la política”, que se refiere a las prácticas cotidianas de administración y poder, “lo político” constituye la dimensión fundacional de la existencia colectiva, el espacio agonístico donde las comunidades articulan su identidad y destino. Su decadencia puede ser comprendida a través de la distinción filosófica que realiza Hannah Arendt entre las actividades de la vita activa.

    En su obra “La condición humana” (1958), Arendt sostiene que la vida humana se compone de tres esferas: labor, (el ciclo biológico de la producción y el consumo), trabajo (la creación de objetos duraderos) y acción (la interacción libre entre los individuos para crear una esfera pública). En esta perspectiva, la decadencia de “lo político” reside en la corrosión de la acción. Cuando la política se reduce a la gestión de problemas económicos y sociales (es decir, al trabajo o la labor), pierde su capacidad de crear un espacio público significativo porque “la única actividad que relaciona directamente a los hombres, sin la intermediación de cosas u objetos, es la acción”. Pues bien, lo que las protestas nepalíes revelan es que el sistema ha despojado a los jóvenes de la capacidad de acción, relegándolos a un ciclo de labor (la búsqueda de empleo excesivamente precario) o al exilio- como argentino, esto me resulta familiar-. El acto de la censura digital es el intento de suprimir no sólo la libertad de expresión, sino el último vestigio donde la Generación Z podría reconstruir un espacio de “acción” para dar forma a un “nosotros” frente al “ellos” del poder enquistado.

    Así, las protestas nepalíes son un síntoma del colapso del orden político que Francis Fukuyama describe en su obra “Orden y decadencia de la política” (2014), donde el autor sostiene que la corrupción y el clientelismo no son fallos del sistema, sino la evidencia de que las instituciones han sido “capturadas” por élites extractivas que operan pura y exclusivamente en beneficio propio, socavando la imparcialidad y la ley. La desilusión de la Generación Z no nace sólo del desempleo, sino de la percepción de un sistema que no funciona para ellos.

    La frutilla del postre fue la prohibición de las redes sociales, en tanto que es un claro ejemplo de la desconexión que tiene esta élite. En lugar de abordar las causas del descontento social, se intentó silenciar el canal de la frustración, revelando una respuesta autocrática y una ignorancia profunda sobre cómo las nuevas generaciones construyen su identidad colectiva y su voz política. Con decisiones bananeras como la precitada, el Estado, en su forma actual, es percibido como un obstáculo para el progreso, no como su garante.

    Ahora bien, consideramos oportuno acudir a la filosofía para consultar sobre el concepto mismo de rebeldía, y más particularmente en esta era digital. El aporte de Albert Camus a la comprensión de los estallidos sociales radica en su distinción fundamental entre “rebeldía” y “resentimiento”, o la simple “revuelta”. Para el filósofo, la rebeldía no es un acto nihilista ni un estallido irracional de ira, sino que es, por el contrario, un acto de afirmación, un momento en que el individuo, al decir “no” a la opresión, simultáneamente que se dice “sí” a un valor que le trasciende. Esta es la clave para entender filosóficamente el clamor de la generación Z en Nepal.

    En su obra “El hombre rebelde” (1951), Camus establece que la rebelión es el “movimiento que lleva a un hombre a interponerse entre el mundo y lo que se le niega”. Se trata del rechazo consciente de una situación que se presenta insostenible. Esta negativa inicial, que se siente en lo más íntimo del individuo, se convierte en un acto político cuando el rebelde se da cuenta de que su dignidad no es un valor solitario, sino un bien común. Justamente, en torno a esto, Camus indica que “el movimiento de rebeldía es el paso de la consideración individual a la colectiva, del ‘yo’ al ‘nosotros. Me rebelo, luego somos”. Mirando a Nepal con estas gafas, podemos interpretar su protesta no como un grito por no tener trabajo, o por vivir en un país totalmente corrompido, sino como el reconocimiento de que la dignidad humana está siendo ultrajada por estas condiciones y que la lucha por la justicia debe ser, siempre, colectiva.

    Sin embargo, y cuidado aquí, esta nueva forma de rebelión digital nos obliga a enfrentar un desafío futuro. La híper comunicación, a la vez que permite una conexión instantánea y global, también presenta la paradoja de la fragmentación y la dependencia. ¿Puede un movimiento cimentado en la fugaz lógica de las plataformas digitales sostener una acción política robusta y duradera? ¿Qué ocurre cuando el canal de esa rebeldía es también un espacio controlado por intereses corporativos y, como se demostró en Nepal, vulnerable al control estatal? El futuro de la acción colectiva parece depender de nuestra capacidad para traducir la solidaridad digital en una presencia tangible y organizada en el mundo físico, evitando que la rebeldía se convierta en una mera moda efímera o en un eco vacío en las cámaras de resonancia de la red.

    Para finalizar, nos queda analizar el fuego como símbolo del paso de la política a la barbarie. La quema de edificios públicos, y en particular, la del parlamento, trasciende la violencia de una riña para convertirse en un acto simbólico radical. No es sólo un estallido de furia contra la opresión, sino una manifestación de la barbarie que surge de la decadencia de los tiempos en los que vivimos. Políticamente, el parlamento es el asiento físico de la autoridad representativa del Estado. Su destrucción significa la deslegitimación total de un sistema que ya no representa a sus ciudadanos, sino que se percibe como una estructura vaciada de contenido y manchada por su corrupción naturalizada. Es, en definitiva, una declaración visceral de que la democracia, como institución, ha fracasado rotundamente.

    En términos filosóficos, este acto nos sitúa ante un dilema ético. Si bien el hombre rebelde de Camus afirma un valor al negarse a la opresión, la quema de un símbolo de la vida pública puede deslizarse hacia una forma de nihilismo preocupante. Es la negación absoluta de cualquier orden posible, una expresión de que, si no hay justicia, no debe haber ninguna estructura. Este tipo de acción, aunque comprensible en el contexto del hartazgo social, revela la peligrosa delgada línea que separa la rebelión constructiva de la destrucción pura. No debemos olvidar que históricamente, contamos con episodios como la quema del Reichstag en Alemania o la reciente irrupción en el Capitolio de los Estados Unidos, hechos que han marcado momentos de crisis extrema, donde el fuego consume no sólo los ladrillos, sino también la esperanza de una resolución pacífica, abriendo la puerta a un futuro triste e incierto.

    Más allá de la noticia coyuntural que hoy nos convoca, este estallido social en Nepal nos obliga a interrogar las verdaderas patologías de nuestro tiempo. La pregunta que surge, con una agudeza que perturba, es si acaso la corrupción que carcome las instituciones es una simple falla o el síntoma de una enfermedad terminal en la democracia moderna, una que hace que el contrato social pierda su validez. ¿Cómo puede una ciudadanía, particularmente una juventud que ha crecido en la promesa de la conectividad, depositar su fe en un sistema político que se revela como un patético vehículo de acumulación para una casta decadente? Este desencanto cuestiona la viabilidad misma de la democracia cuando el ascensor social está averiado, y la única alternativa parece ser la huida o la rebeldía.

    En este punto de inflexión, nos confrontamos con el dilema ético del acto de rebelarse. ¿Estamos presenciando una mera explosión de frustración destructiva o la génesis de un nuevo tipo de movimiento político, uno que utiliza el desborde como un lenguaje para exigir un futuro que le ha sido arrebatado? La pregunta se agudiza cuando consideramos el rol de las plataformas digitales, que sirven tanto de catalizador como de campo de batalla ideológico. ¿Es posible diferenciar una rebeldía que busca la reconfiguración del orden de una que simplemente anhela su demolición, y dónde reside la responsabilidad de las generaciones que han construido este mundo para orientar a quienes heredan el caos? Nepal nos fuerza a mirarnos al espejo y a reconocer que el fracaso de una generación puede ser el acto fundacional de la desesperación de la siguiente, y que el silencio institucional es la fuerza más corrosiva en la era de la información.

  • ¿ES LEGÍTIMO CUESTIONAR UN GOBIERNO QUE NOS TRAJO UNA RELATIVA SEGURIDAD?

    ¿ES LEGÍTIMO CUESTIONAR UN GOBIERNO QUE NOS TRAJO UNA RELATIVA SEGURIDAD?

    Por: Luis Arnoldo Colato Hernández, Educador.

    Pareciera un sinsentido porque ha logrado traernos la seguridad que tanto deseábamos, que durante décadas fue solo un anhelo.

    Y, sin embargo, algo huele mal.

    Cuando contrató a una persona para construir mi casa, y ésta me dice que solo podré pedirle cuentas después de siete años, sin que en el inter pueda yo saber nada, pues, he dejado que me vean la cara.

    Y eso ha sucedido.

    Ningún gobierno ha tenido los recursos que éste tiene, pues contrató más recursos financieros que todos los gobiernos juntos que le precedieron.

    Y, sin embargo, no hay dinero.

    ¿Dónde está toda esa plata?

    La banca multilateral afirma haber entregado en condición de empréstito, al país, hasta 2023, algo más de 21 mil millardos. ¿Sabes cuánto dinero es?, solo estima como se escribe semejante cifra, un 21 seguido de 27 ceros, una cifra sencillamente incomprensible.

    Bueno, pero hay seguridad, sin duda buena parte de esos dineros fue destinado justo a ese propósito.

    ¿Hmmm?

    Tanto la DEA como nuestros vecinos, endilgan como el tráfico de drogas ha aumentado desde nuestro país hacia EU y Europa con éste gobierno, por lo que esa afirmación es sencillamente falsa, por otro lado, el trasiego de armas que circulan desde y hacia Sudamérica, aumentó de acuerdo a las mismas fuentes, que señalan como el país se ha convertido en una plataforma para ello, lo que el monitoreo que sobre nuestros cielos tienen los militares estadounidenses confirma, también los militares mexicanos, que así atajan la mayoría de vuelos salidos de nuestro país al ingresar a su mejicano, y sin que nuestras autoridades sabiéndolo, hagan algo.

    ¿Y qué hay del empleo o de la seguridad jurídica?

    Desde hace seis años dejó de privilegiar el empleo, y la pérdida de esos 160.000 empleos del sector privado desde la pandemia, o los más de 20,000 empleos perdidos por razones político ideológicas en el sector público confirman, pues el régimen lo instrumentaliza para imponer sus condiciones al ejercicio laboral, manipulándolo además partidariamente, lo que es agravado porque la completa institucionalidad a sido desmontada para favorecer el arbitrio del caudillo, sus intereses particulares y los que representa, lo que sencillamente ningún inversionista ve con buenos ojos para arriesgar su capital en un país carente de seguridad jurídica, que para colmo no produce nada y es por completo dependiente por un lado del endeudamiento crónico como del capricho leporino de un solo individuo.

    Y qué decir de los asesinatos cometidos por el régimen por medio de sus agentes, o los secuestros y las desapariciones de la que es responsable por sus tratos con las pandillas, que subsisten y siguen operando a pesar de lo afirmado.

    Y el colmo de los colmos; es un régimen que circunscribe su triunfo electoral a esos pactos con las pandillas, que siguen vigentes a pesar de lo que se afirma, así como con el narco y los traficantes de armas.

    Así que, ¿deberíamos apoyar un gobierno así?

    ENTONCES; ¿ESTAMOS COMO PUEBLO OBLIGADOS A SEÑALAR LAS FALTAS A UN GOBIERNO, AUNQUE ÉSTE HAYA APARENTEMENTE RESUELTO EL PROBLEMA DE LA SEGURIDAD PÚBLICA?

    El contrato social impone roles muy bien definidos a cada actor dentro de la República, y el de regular la seguridad pública, es de responsabilidad particular del estado y de nadie más.

    Así las cosas, al cumplir el estado con el mandato de velar porque la seguridad pública sea vigente, sencillamente cumple su función constitucional, purgando las transgresiones a la ley, por lo que, entendamos, ¡no está haciendo nada extraordinario!, sino simplemente cumpliendo una de las tareas por la que existe, por lo que los ciudadanos si bien estamos llamados a respaldarlo en ello, no debemos sorprendernos pues ya lo establece la ley.

    Aclarado esto, podemos explicarlo porque la seguridad pública y dada nuestra historia y particular idiosincrasia, ha estado crónicamente ausente en nuestro diario vivir, lo que en particular es vigente entre los sectores pauperizados y excluidos, por lo que es comprensible que en particular los que han sido más gravemente golpeados por la ilegalidad, sientan una suerte de agradecimiento hacia el régimen que así establece finalmente un cierto grado de seguridad, que empero al ser examinado no responde al deber ser de la legalidad, sino a intereses espurios de clase dirigidos a profundizar las desigualdades y la inequidad social, que todos vemos se han agravado por el espíritu aporofóbico y excluyente que supone la base de la política adelantada desde el régimen.

    Dicho de modo simple; el cumplimiento del deber ser institucional en un gobierno, se traduce en el reconocimiento y respaldo de los sectores sociales que previamente fueron obviados, y que para el caso, fueron además víctimas diarias de la inseguridad; de ahí lo extraordinario, y para agravar, podemos corroborarlo, nunca han sido respaldados por el  estado, dejándolos a su suerte enfrentarlo, lo que a su vez además evidencia que este orden social aparente, pudo siempre imponerse si solo se hubiera contado con la debida voluntad para hacerlo, como que además y por lo mismo es sujeto de una perversa manipulación por parte del régimen, que podemos comprobar por otro lado, porque las pandillas, existen tanto por la exclusión como porque responden a intereses político partidarios, así como el narco y el tráfico de armas, que además son manifestación de los intereses supranacionales con los que la política criolla de derecha y las élites están comprometidas.

    Por otro lado, la narrativa oficialista del régimen no soporta el más mínimo examen, cayéndose por su propio peso, como lo es el caso del recientemente celebrado 1000 días sin delitos de sangre, que no es más que una cruel falacia que solo responde a la más vulgar propaganda, no a ninguna veracidad, lo que se extrapola a todo el quehacer del régimen.

    Entonces, por supuesto que asumir una actitud crítica para con el régimen es lo propio, un mandato instituido constitucionalmente, mientras asumir una actitud sumisa solo refrenda la corruptela y la ilegalidad que suponen este régimen.

  • DE FÁBULA PARA LOS NECIOS.

    DE FÁBULA PARA LOS NECIOS.

    POR: MIGUEL BLANDINO.

    Escrita hace casi tres mil años, por cierto, la fábula sigue vigente como lección de Moral y de Ética política.

    La Fábula del halcón y el ruiseñor de Hesiodo
    (adaptación de Matías Corbani)

    “Ahora contaré una fábula a los reyes, aunque sean sabios.

    “Un halcón llevaba a un ruiseñor atrapado entre sus garras. Éste gemía lastimosamente, ensartado entre las uñas y el halcón, con tono de superioridad, le dijo: “¡Infeliz!, ¿por qué gritas? Ahora te tiene en su poder uno mucho más poderoso. Irás adonde yo te lleve por muy cantor que seas y me servirás de comida si quiero, o te dejaré libre. ¡El que quiere ponerse a la altura de los más fuertes está loco! Será derrotado, torturado y maltratado.”

    “De esa forma habló el halcón volando muy rápido con sus amplias alas.

    “¡Perses! (hermano de Hesíodo, reprochado por su ociosidad y por sobornar a los jueces para conseguir la herencia), atiende a la justicia y no alimentes tu soberbia; pues es mala la soberbia para un hombre de baja condición y ni siquiera puede el noble llevarla con facilidad, sino que se ve abrumado por ella. Es preferible el camino hacia un proceder recto, porque la justicia termina imponiéndose sobre la violencia y el necio aprende del sufrimiento. Pues al instante caerá un mal sobre los hombres que la rechazan y no la distribuyen con equilibrio.

    “Para aquellos que son justos con los extranjeros y sus ciudadanos y respetan absolutamente la justicia, su ciudad se hace floreciente y la gente prospera dentro de ella; su juventud tendrá paz y Zeus nunca decretará guerra contra ella. Jamás el hambre ni la ruina acompañan a los hombres rectos, sino que alternan con fiestas su trabajo. La tierra les produce bastante sustento y en las montañas los árboles se llenan de frutos. Las ovejas se llenan de lana, las mujeres dan a luz hijos iguales a sus padres y todos disfrutan de muchos bienes. Nadie tiene que viajar y el campo fértil les da muchos productos.

    “A los violentos y mal intencionados, tienen a Zeus en contra. Muchas veces toda una ciudad carga con la culpa de un malvado cada vez que comete delitos o proyecta barbaridades. Zeus hace caer sobre ellos terribles calamidades. El hambre y la peste los irán consumiendo. Las mujeres no dan a luz y las familias se reducen por determinación de Zeus, quien en otras ocasiones destruye sus ejércitos y destruye sus murallas, o en medio del mar hunde sus barcos.

    “¡Reyes! Tengan en cuenta ustedes también esta justicia, pues de cerca los dioses los vigilan. Treinta mil son los dioses puestos por Zeus sobre la Tierra como guardianes de los hombres. Éstos vigilan las malas acciones, yendo y viniendo envueltos en niebla, por todos los rincones.

    “Cada vez que Dike, diosa de la Justicia, es ultrajada, su padre Zeus hace pagar esa ofensa. Teniendo presente esto, ¡reyes!, enderecen sus caminos y dejen de comportarse de manera retorcida.

    “El hombre que trama males para otro, trama su propio mal. Un plan malvado perjudica más al que lo planeó.

    “El ojo de Zeus que todo lo ve y todo lo entiende, puede fijarse qué tipo de justicia es la que tiene cada ciudad. Pero ahora ni yo mismo deseo ser justo entre los hombres, pues cosa mala es ser un hombre justo si mayor justicia va a obtener uno más injusto. Lo que espero es que Zeus no deje como definitiva esta situación.

    “¡Perses! Grábate esto en el corazón, escucha la voz de la justicia y olvídate por completo de la violencia. Pues esta ley impuso Zeus: a los peces, fieras y aves, que se coman entre ellos, ya que no existe justicia entre ellos. A los hombres, en cambio les dio la justicia que es mucho mejor. Y así, si alguien quiere proclamar lo justo a conciencia, a él, Zeus le concede prosperidad. Pero al que ultraja y causa daños, su descendencia será maldecida, en tanto que, quien se mantenga recto, tendrá una descendencia mucho mejor.”

  • El reinado de la misandria.  

    El reinado de la misandria.  

    Por Fredis Pereira.

    La misandria es la hermana siamesa de la misoginia. Su gestación comparte el odio como cordón umbilical en el vientre de la perversidad y la desdicha. Así representa una grave amenaza a la especie humana, y una enemiga a destruir para preservar la vida, la familia y la paz social; pero cuyo reinado lamentablemente se profundiza cada día más, bajo el patrocinio de grupos de intereses oscuros.

    El reinado de la misandria se integra por una diversidad de funcionarios ociosos, incompetentes y siniestros. Sin importar la posición y grado de poder, estos coinciden en el tiempo para atentar contra la persona humana, solo por el hecho de ser hombre, a quién odian de manera prejuiciada, y le violentan de manera reiterada sus derechos, en su afán de venganza contra agresiones inexistentes, a las que se refieren con términos vagos para facilitar el abuso de poder y torcer la jurisdicción, con artimañas de falsas víctimas, abandonando el principio de la dignidad humana y la no discriminación.

    En el reinado de la misandria se practica la discriminación y se estimula la mediocridad. Bajo los parámetros de este reinado, que han sido concebidos por mentes siniestras, se conviene en excluir del derecho a la legítima defensa al hombre, solo por ser hombre; y así también, le ponen en desventaja en relación con el goce de sus derechos y  libertades, al grado que, aunque objetivamente demuestre mayores méritos para ocupar un cargo público, por ley se le excluye de la igualdad de oportunidades en el empleo, para favorecer a quien no ha demostrado méritos; contribuyendo a desmotivar la superación profesional, favorecer la mediocridad y obstruir el desarrollo humano.

    El reinado de la misandria se ensancha contra la familia y la preservación de la especie. Así utiliza la escuela y el magisterio nacional para infestar con su germen de odio y promover su perverso adoctrinamiento contra la sana convivencia del hombre y la mujer en el seno de una familia, atentando contra la base de la sociedad, sembrando odio y discordia desde la niñez hasta grados universitarios, introduciendo esa doctrina en la literatura de las escuelas y obligando a los maestros a ser propagandistas de esa manera prejuiciosa de concebir las relaciones humanas. Como si esto fuera poco, se promueve la muerte sin tregua desde el vientre por medio del aborto, y lo defienden públicamente para facilitarlo por ley en las redes de servicios de salud.

    El reinado de la misandria quiere cultivar una mente enfermiza entre la población. Así, procura trastornar el pensamiento y la capacidad cognitiva del ser humano, al grado impulsar la torcida idea de que un acto de cortesía, como el cederle el asiento a una mujer en un bus, puede ser interpretado como acoso, prepotencia y discriminación contra la mujer. Así también, insisten en cultivar la distorsión de la percepción para acusar de acoso hasta cuando un hombre está sentado a varios metros sin ningún contacto ni comunicación.

    El reinado de la misandria trastorna la justicia para impulsar su agenda de odio. Así es común, que desde un juzgado, que fue creado con fines legítimos, en los peores casos se practique el prevaricato, se sucumba ante los grupos de poder aglutinado en ONG promotoras del aborto, solo porque una influyente misándriaca pida prisión contra un ciudadano, a quién se le despoja de la dignidad humana y se le desprestigia de manera sistemática, pero que al final de varios años de vituperio, desprestigio y violación a sus derechos, el desenlace de los procesos judiciales muestre, que solo se trataba de otra falsa acusación acostumbra desde el reinado de la misandria.

    El reinado de la misandria usa el poder para perseguir a los disidentes. La libertad de expresión no es compatible con el reinado de la misandria, así es frecuente que, de manera siniestra, se califique la crítica como hostigamiento, burla y con otros apelativos ambiguos, dentro de esa vaga idea de violencia de género, que no es más que la estrategia ideológica para atacar a la disidencia contra el reinado de la misandria, y expresar el odio hacia la especie humana de manera sistemática y legalizada. Estos ataques son más feroces cuando se trata de críticas hacia la incompetencia, la mediocridad y las iniciativas para favorecer el aborto por parte de esas siniestras mentes impulsoras del reinado de la misandria.

    *Máster en Administración y Gerencia Pública

  • 15 de septiembre de 1960 día de festejos y represión.

    15 de septiembre de 1960 día de festejos y represión.

    Por: Dr. Víctor Manuel Valle Monterrosa.

    Cualquier interpretación que se tenga del 15 de septiembre de 1821, como hecho histórico, lo positivo es que cada conmemoración de esa fecha es ocasión para que todos los salvadoreños “saludemos la patria orgullosos de hijos suyos podernos llamar.”

    Para construir ese orgullo patrio sobre bases de consenso general y, por qué no, de unanimidad, se debe ilustrar a todos sobre las retrancas estructurales que han obstaculizado esa posibilidad y nos llevaron, incluso, a la guerra civil del último cuarto del siglo XX. Sobre eso es necesario “educar al soberano”, es decir a todos, para participar de manera deliberada y consciente en el manejo de la cosa pública.

    Es pertinente, entonces, pensar sobre un rasgo inherente a los esquemas de poder que, aunque transitorios, han rezumado sufrimientos y carencias a las mayorías: la dualidad que muestran para celebrar con unos y martirizar a otros.

    En lenguaje común y de legos se dice que una situación es esquizofrénica cuando ella presenta dos caras antagónicas o dispares. Quizá por eso una persona con ese trastorno es capaz de mostrar euforia y depresión de manera alterna. Podría decirse que los regímenes dictatoriales que ha padecido El Salvador en los últimos 100 años han padecido esquizofrenia histórica, pues han hecho convivir festejos y fanfarria con dolor y represión.

    En 1922, los de la llamada dinastía Meléndez-Quiñonez, celebraron con pompas, carnavales y carrozas la Navidad y al mismo tiempo perpetraron una matanza de mujeres que se manifestaban en favor de un candidato opositor. Por eso el 25 de diciembre de 1922 es conocido como el día de la Navidad Sangrienta.

    Igual pasó en 1975 cuando el gobierno militar de Arturo Armando Molina montó un concurso de Miss Universo, empresa que comercializa la belleza femenina y tuvo como dueño por 20 años, a Donald Trump, quien dejó esa empresa en el 2015 para lanzarse a la primera campaña presidencial que ganó el 2016. Molina, en paralelo a la fanfarria del concurso, rodeado de la habitual propaganda de “país de la eterna sonrisa”, perpetró la famosa masacre estudiantil del 30 de julio, cuando muchos jóvenes fueron asesinados o detenidos y algunos desaparecidos para siempre.

    En esa dualidad cruel de nuestros regímenes políticos, el 15 de septiembre de 1960, hace 65 años, también se dio un desfile patriótico concluido con ceremonia en la Plaza Libertad con presencia de embajadores, ministros, periodistas, estudiantes de secundaria y los necesarios aduladores de todo régimen que hacen parte de los rituales del poder político.

    También ese día, hubo un desfile universitario de luto, por los muertos, encarcelados, desparecidos y exiliados que el gobierno del teniente coronel Lemus había producido en el corto período de un mes, desde el 16 de agosto cuando encarceló y exilió universitarios y sindicalistas, el 19 de agosto cuando reprimió una manifestación universitaria pacífica y el 2 de septiembre cuando organizó una noche de sangre y muerte en el centro de San Salvador. En el marco de su dualidad, ese gobierno que conmemoraba la Independencia con fiestas y alegrías, no tuvo empachó en disolver la manifestación de luto, a balazos.

    Quedaron en la historia las fotografías del cadáver del joven Rodolfo Rivas Guardado, en un charco de su propia sangre, asesinado por las balas de los policías que, en un alarde de irrespeto a la vida humana, posaron rodeando al cadáver con sus armas aun en mano después de haber cumplido las órdenes de sus jefes.

    Es posible que un historiador haya rescatado una publicación ocasional de Adrián Roberto Aldana, fotoperiodista que dio a conocer, después del derrocamiento de Lemus en octubre de 1960, un trabajo titulado “Lo que no se pudo decir”, con fotografías alusivas a la represión de Lemus y que no fueron difundidas en su oportunidad por temor, censura, complacencia o complicidad de los grandes propietarios de los medios.

    Tal parece que los detentadores del poder en El Salvador, que perpetraron los citados hechos violentos, han ejercitado, lo que alguna vez leí en un escrito especializado: narcisismo, maquiavelismo y sadismo. La combinación de dichos atributos hace que puedan celebrar con vistosidad y exhibicionismo un evento, reprimir con crueldad una disidencia y difundir la falacia de que todo es miel sobre hojuelas en el país de la sonrisa.

    La “Navidad sangrienta” de los Meléndez Quiñonez en 1922, la celebración patria con muertos y balazos en 1960, y la masacre de estudiantes universitarios al margen de la fanfarria de un concurso de belleza femenina en 1975, son algunos ejemplos de lo que ha padecido este sufrido país, este pueblo que, como escribió el poeta Oswaldo Escobar Velado, ha demostrado ser muy fuerte, a pesar de sus dolores y carencias de siempre, “porque otro pueblo ya se habría muerto”.

    Que el día de la independencia patria sirva para reflexionar sobre estos asuntos históricos y para que el pueblo aumente su conciencia sobre las retrancas estructurales que no permiten tener un país desarrollado donde se viva en libertad y con dignidad.