PERSONALIDAD AUTORITARIA Y NARRATIVA POLÍTICA.
POR: JOSÉ GUILLERMO MÁRTIR HIDALGO.
La Personalidad Autoritaria es un conjunto de características individuales adquiridas durante la infancia, que predisponen a un individuo a aceptar y adoptar creencias políticas antidemocráticas, además, a encontrar satisfacción en la sumisión a la autoridad y dirigir la agresión hacía minorías sociales étnicas o grupos sometidos a la marginación social.
Theodor Wiesengrund Adorno filósofo, sociólogo y musicólogo alemán, considera que la personalidad autoritaria se da por poseer un superego estricto que controla un ego débil, que es incapaz de hacer frente a sus fuertes impulso. Esto conflictos intrapsíquicos, acaban provocando inseguridades personales que conllevan al superego de la persona a ceñirse a las normas convencionales, impuestas desde el exterior y a la sumisión a las autoridades que imponen estas normas. Un mecanismo de defensa del ego ante las inseguridades es, proyectar sobre colectivos “inferiores” creencias conservadoras y rígidas evitando la autorreferencia a la ansiedad.
La formación autoritaria se produce en los primeros años de vida, influenciada por la conducta de los padres y la estructura familiar. Padres que tienen necesidad de dominación, someten y amenazan al niño con dureza, exigiendo obediencia a comportamientos convencionales. El niño termina por sufrir y reprime sus sentimientos de resentimiento y agresión hacía los padres idealizados.
El médico y psicoterapeuta austriaco Alfred Adler, afirma que la “voluntad de poder sobre los demás”, surge como un agresivo exceso de compensación para contrarrestar el miedo a los sentimientos de inferioridad e inseguridad. El Grupo Berkeley, equipo de investigación interdisciplinario de la Universidad de California, insinúa que el autoritarismo solo se manifiesta en la derecha del espectro político.
El autoritarismo, es un constructo para la evaluación de la personalidad. Las creencias ideológicas creadas dentro de la cultura y otras fuerzas sociales, dan forma a los prejuicios de la persona autoritaria. El psicólogo canadiense Bob Altemeyer, encontró tres componentes de la personalidad autoritaria que se correlacionan entre sí: la sumisión autoritaria, la agresión autoritaria y el convencionalismo.
El psicólogo social polaco-estadounidense Milton Rokeach, propuso que el autoritarismo no depende del contenido de las creencias, sino, del dogmatismo. Un individuo puede defender sus convicciones de manera dogmática o independiente de su naturaleza política, religiosa o cultural. Un extremista de izquierda y uno de derecha pueden actuar de forma idéntica: ambos comparten una estructura mental dogmática.
Altemeyer considera que el autoritarismo se caracteriza por el apoyo ciego a la autoridad, independiente de su posición ideológica. En su estudio sobre el autoritarismo de derechas sugiere que se debe al aprendizaje social. Estos individuos se habrían socializado en grupos cerrados con creencias y valores como algunas conductas son reprochables y pecaminosas, la autoridad siempre tiene la razón y debe ser obedecida, deben potenciarse los valores familiares tradicionales, los miembros del exogrupo son peligrosos y hay que precaverse de ellos.
Para la psicóloga social estadounidense Felicia Pratto, el conflicto y la desigualdad social son una constante histórica. Su Teoría de la Dominancia Social explica la orientación y grado en que una persona desea que el grupo al que pertenece domine y sea superior a los otros grupos. Por lo que se promueven ideologías que justifican su dominación.
En otro tema, Martin Luther Thomas, fue un predicador radiofónico estadounidense en la década de los treinta del siglo pasado. Era un cristiano de derecha con una tendencia fascista. Adorno analizó sus métodos retóricos y sus técnicas psicológicas en sus alocuciones radiales. Identifico varias técnicas que usaba para manipular emocionalmente a su audiencia. En la técnica de auto caracterización, Thomas se presentaba como un lobo solitario, pero, decidido. Esto generaba simpatía y confianza. En las técnicas de manipulación empleaba las apelaciones emocionales, la simplificación de mensajes y fomentaba un sentido de pertenencia a un grupo. Thomas utilizaba temas religiosos para conectar con su audiencia y legitimar su mensaje. Utilizaba un cebo ideológico en temas polarizantes, para provocar reacciones emocionales y mantener la atención. Este agitador explotaba las emociones de miedo, inseguridad y la necesidad de pertenencia.
Para Adorno, Thomas era un propagandista profascista. Identifico diversas técnicas psicológicas a las que describe como estratagemas, las cuales eran adaptaciones de la técnica hitleriana de revelación y confidencia dirigida a las clases bajas, a las clases medias y a las personas de la tercera edad, con un fondo fundamentalista y religioso. La oratoria de Thomas se da en un contexto de ascenso del Tercer Reich y la promoción de la violencia del Estado Norteamericano hacía su población. El líder fascista recomienda y exige un patrón de conducta particular a su audiencia. El propósito final de las estratagemas de liberación emocional es, la incitación a la promoción del exceso y la violencia. La actitud personal que Thomas pretende adoptar, acentúa el elemento personal y la similitud entre él mismo y la audiencia. La inmediatez y calidez de su enfoque, fomentados por la radio, ayudan a conseguir un asidero más firme sobre ellos. El sustituto para el aislamiento y la soledad no es la solidaridad, sino, la obediencia. El falso individualismo predicado por Thomas, se limita a fomentar la tendencia a deshacerse del individuo, incorporándolo dentro de una colectividad, en la que se pueda sentir protegido, pero, en el que no tiene voz ni voto en absoluto. Los tópicos políticos que elige son los más importantes psicológicamente, los que están más densamente cargados con efectos.
Edgar Baltazar Landeros, mexicano y doctor en ciencias sociales, en su obra “Desinformación y Autocracia: El Salvador de Nayib Bukele”, señala que el apoyo popular del presidente salvadoreño se debe, a la personalidad autoritaria predominante en la cultura salvadoreña y a las técnicas psicológicas empleadas en su narrativa política. La población tiende a buscar figuras autoritarias como solución a sus problemas. Muchas personas prefieren líderes que propongan respuestas rápidas y efectivas, aunque, impliquen sacrificar algunas libertades democráticas. El uso de técnicas psicológicas en la narrativa de Bukele, son similares a las estratagemas usadas por Martin Luther Thomas. Bukele utiliza las redes sociales como forma de comunicación directa con la población, creando la sensación de cercanía y autenticidad. Usa mensajes simples y emotivos para controlar la narrativa, así, guiar la percepción pública y desacreditar a sus críticos. En su mensaje visual, emplea fuertes elementos y mensajes que apelan a las emociones que generan un vínculo personal con el electorado.
Martín Luther Thomas emplea el uso de la oratoria y promesas de solución instantánea. Ambos, Bukele y Thomas, usan discursos persuasivos y apelan a un patriotismo exacerbado. Tanto Thomas como Bukele, ofrecen soluciones directas a problemas complejos, atrayendo a una base de apoyo que busca soluciones sencillas.
Bukele llega al poder en un contexto de profunda insatisfacción con los partidos tradicionales. Su discurso inicial era anti establishment y prometió romper con el pasado. Pero su promesa de ruptura fue acompañada por medidas que consolidan su poder personal y debilitan los controles institucionales.
La crisis de violencia de las pandillas, fue presentada como una amenaza existencial que exigía medidas extraordinarias. Efectivamente, el uso prolongado del Régimen de Excepción, ha generado acusaciones de violaciones a los derechos humanos.
Bukele ha cultivado una imagen muy personalista y mediática, producto del branding moderno y su presencia en las redes. La construcción de su imagen contribuye a que el apoyo popular se mantenga alto. La percepción colectiva no se basa en resultados, sino, en la conexión emocional con el líder.
Nayib Bukele combina apoyo popular con practicas de autoritarismo democrático o autoritarismo sigiloso. Su liderazgo exhibe rasgos de una personalidad autoritaria: concentración del poder, debilitamiento de contrapesos y narrativa de emergencia permanente. Su legitimidad radica en la capacidad de comunicar directamente con la población y su respuesta a problemas percibidos como existenciales. Ambas dinámicas psicológicas, están vinculadas a la mentalidad reaccionaria salvadoreña.
Notas.
1.Personalidad Autoritaria. En: https://es.wikipedia.org/wiki/Personalidad_autoritaria
2.Theodor W. Adorno. Escritos Sociológicos II, Vol. I La Técnica Psicológica de las Alocuciones Radiofónicas de Martin Luther Thomas Estudios sobre la Personalidad Autoritaria. En: https://books.google.com.sv/books/about/Escritos_sociol%C3%B3gicos_II_vol_1.html?id=5ZibFK3WNZAC&redir_esc=y
Landeros, Edgar Baltazar. Desinformación y autocracia: El Salvador de Nayib Bukele. En: https://biblioteca-repositorio.clacso.edu.ar/bitstream/CLACSO/274226/1/Desinformacion-autocracia.pdf
