Entrevista

Guatemala. Lena Estrada: “Lo que hacen las mujeres en el lago de Atitlán es un ejemplo mundial”

En San Pedro La Laguna, Sololá, se realizó el primer foro flotante sobre los aportes y retos de las mujeres indígenas ante la crisis climática. Más de 130 lideresas de distintos pueblos de Guatemala participaron en la jornada. En el encuentro participó Lena Estrada, una lideresa Uitoto Minika de la Amazonía. Ella fue la primera mujer indígena en ocupar el cargo de ministra de Ambiente en Colombia y es doctora en sostenibilidad.

La lideresa del pueblo Uitoto Minika de la Amazonia y exministra de Ambiente del gobierno de Gustavo Petro, Lena Estrada, estuvo en Guatemala participando en el primer foro flotante sobre “aportes y retos de las mujeres indígenas ante la crisis climática”.

Mientras la exministra recorría las orillas del lago de Atitlán en San Pedro La Laguna, Sololá, conversó con Prensa Comunitaria acerca de los retos de las mujeres que realizan estos esfuerzos para combatir la crisis climática.

Lena Estrada es doctora en sostenibilidad por la Universidad Politécnica de Cataluña, España y es la primera mujer indígena en ocupar un alto cargo en Colombia.

En este encuentro de aprendizaje colectivo entre mujeres defensoras del territorio y derechos humanos ante la crisis climática, ¿Qué nos puede compartir acerca de su experiencia con las mujeres indígenas guatemaltecas?

Ha sido un encuentro maravilloso porque provienen de diferentes territorios de Guatemala, hemos iniciado con un análisis sobre lo que es ser mujer. Hemos hecho un análisis de lo que es ser mujer, el rol en el cuidado del medio ambiente que hemos promovido, de cómo nos afecta la crisis climática, como nos afecta en nuestras vidas y en nuestras decisiones. Hemos terminado hablando sobre cómo se accede a los espacios de poder. Hemos partido desde el centro, desde lo más espiritual, de lo que las mujeres tienen, pero hemos terminado hablando de situaciones nacionales e internacionales que nos afecta. También hemos hablado de la situación política, que es muy difícil para las mujeres hablarlo, de cómo nosotras integrarse allí, sobre todo en este mundo machista, sobre todo en Guatemala que el machismo vive y persiste. Es una lucha poderosa la que se está haciendo, pero creo que las mujeres somos poderosas y preparadas para asumir el poder.

Con las experiencias compartidas con las mujeres indígenas de Guatemala, ¿Qué se puede destacar como un aporte a nivel internacional en defensa de su territorio y en el desarrollo de acciones climáticas?

Lo que hace el colectivo de mujeres en San Pedro La Laguna, con la limpieza de este lago, tan hermoso y maravilloso, que recibe gran parte de la basura de las grandes ciudades de Guatemala. Lo que ha ocurrido es que las comunidades en este sitio, que es sagrado, que además representa a la mujer, ha sido contaminado durante muchísimos años y el gobierno no ha tomado las medidas necesarias para la salud de este lago, que, como repito, es sagrado para las comunidades indígenas. Entonces qué hacen las mujeres pues se han organizado y se encargan de limpiar este lago, de sacar todo el plástico y de enviarlo a sitios en donde su secuencia, su proceso puede ser seguro y se le pueda dar otra vida a ese plástico, otra oportunidad. Y que esto no se deje aquí contaminado, esto es una acción que es un ejemplo para el país, para el continente y para el mundo. Esta acción la hacen las mujeres solas, en un colectivo de mujeres y es así como las pequeñas acciones pueden tener grandes impactos.

Si bien, los escenarios entre ambos países son muy diferentes, ¿Qué similitudes ha encontrado al escuchar a las mujeres guatemaltecas con las luchas de los pueblos de Colombia?

La lucha de las mujeres es muy similar en nuestros países, esa lucha por tener la vocería dentro de los procesos, por poder llegar a diferentes escenarios de representación, ya sea organizativa, política. Hay que reconocer que también hemos tenido avances y que hoy en día vemos a más mujeres cada vez en diferentes escenarios. Lo podemos ver, por ejemplo, en la Semana del Clima en Nueva York, que vimos muchísimas mujeres. Es la primera vez que yo puedo ver tanta representación de mujeres. Vi a una delegación de mujeres mayas guatemaltecas en Nueva York. Eso me alegró muchísimo, porque años atrás, por ejemplo, no veía tantas mujeres de Guatemala.

Las luchas son muy similares y empiezan prácticamente desde el hogar. Entonces, desde la misma familia empieza el apoyo y empieza esa construcción de poder participar en los diferentes escenarios, porque para una mujer cuando sale del núcleo familiar a ejercer un trabajo organizativo o político, pues tiene también que dejar organizado todo el tema de su hogar, porque así ha sido históricamente. Entonces, encontrar una pareja que te apoye y que apoye a las lideresas, es algo que también se ha venido construyendo.

Esto es un camino que queda por recorrer y lo hablábamos hoy, hay que seguir generando alianzas, seguir generando redes entre las mujeres, no solo a nivel nacional, sino a nivel internacional. Y fortalecer la hermandad que nosotros tenemos como pueblos. Entonces, hoy lo que hablábamos de la participación de la mujer y de cómo la mujer es la semilla de todo este proceso, es aquí en Guatemala, pero también es en Colombia, pero también es en México, en Norteamérica, en el sur del continente, o sea, en todos lados la situación de la mujer es muy similar.

Entonces yo creo que hay muchísimas similitudes, hay barreras y hay que seguir la lucha. Nosotras somos la resistencia, pero también somos la semilla de la vida, somos la semilla de la paz, somos la semilla del gobierno mismo, porque nosotras somos gobierno desde nuestro territorio que hablábamos hoy, nuestro territorio representado desde el cuerpo mismo de la mujer que genera la vida, desde los diferentes lugares donde nos encontramos.

Durante el encuentro se han compartido diversas experiencias que han aportado a la defensa del territorio en Guatemala y la lucha de las mujeres en crisis climática, ¿Qué es lo que le ha sorprendido de lo ha escuchado que han vivido las mujeres guatemaltecas?

Pues realmente la lucha que se ha dado desde las diferentes organizaciones, yo sé y entiendo que es muy difícil la participación de las mujeres y hoy todas hablaban de lo difícil que ha sido que su voz sea escuchada, que la voz de las mujeres sea escuchada en los diferentes escenarios, porque decían las mismas mujeres es que a veces hablamos y nadie nos escucha o hablamos y es como si nuestra opinión no valiera o como si nosotros fuéramos todavía menores de edad, nos invisibilizan, pero no por eso hay que dejar de hablar, no nos pueden silenciar y esos procesos son muy duros. Yo sé porque a nosotros nos pasa lo mismo en nuestros territorios y depende de qué escenario, nosotros seguimos teniendo escenarios de representación de pueblos indígenas en donde la mayoría son hombres.

¿Cómo cree que se puede apoyar desde el gobierno de Guatemala estas luchas sociales en defensa del territorio y en el desarrollo ante la crisis climática que realizan las mujeres indígenas en el lago de Atitlán?

Yo pienso que en este momento y a estas alturas, en este año 2025, ya han pasado tantos años de historia, de desplazamientos, de genocidios, de colonización y nosotros hemos resistido. Creo que en este momento ya los gobiernos deben entender y deben haber madurado que a estas alturas a nosotras ya no nos van a colonizar. Diría que más que apoyar, deben acompañar los procesos que tienen las mujeres y permitir que esas voces sean escuchadas en escenarios de incidencia y permitir que esas mujeres puedan de verdad participar. En este momento yo pienso que ya debemos saltar a que podamos nosotros crear política pública para las mujeres, para las mujeres indígenas y para los pueblos indígenas.

Al tener ya el acercamiento con las lideresas en el lago de Atitlán, ¿Cuáles son sus recomendaciones para continuar y fortalecer sus luchas?

Y es que debemos fortalecer las alianzas y los escenarios para que podamos volver a reencontrarnos, creo que esos espacios se han ido perdiendo y ahora se están volviendo a dar, y eso tampoco es coincidencia, es porque son momentos políticos que nos hacen volver a reaccionar y volver a entender que es necesario volver a conectarnos, no importa donde estemos.

Entonces, retomar las conversaciones para que sepamos qué está pasando en cada una de las esquinas de los territorios, cuáles son las problemáticas de las mujeres, cuáles son las soluciones que las mujeres proponen, pero también hablábamos de que, por ejemplo, debemos perfilar a nuestras lideresas, saber cuál es el potencial de cada una de las lideresas para que cuando tengamos un panorama político, saber dónde esas lideresas se pueden ir acomodando y nosotros podamos ir acomodando un escenario que también sea, no solo organizativo desde las comunidades y de las bases, sino que eso también se pueda trasladar a un espacio que también sea administrativo y político.

Pero sí perfilar también a nuestra gente desde el liderazgo y la formación política y desde la parte técnica y académica. Esto ya es para que la gente de este oriente te conozca un poquito más y que nos puedas hablar un poco sobre tu experiencia en Colombia, como la pregunté una vez más, si eres indígena del pueblo Uitoto, ¿lo pronuncio bien? Uitoto

Para que nuestra audiencia conozca un poco más sobre ti, ¿Nos puedes hablar sobre tu experiencia en Colombia como la primer mujer lideresa indígena del pueblo Uitoto Minika de la Amazonia al ocupar un cargo como ministra de Ambiente del gobierno de Petro? ¿Cuáles fueron los retos y desafíos más grandes frente a este puesto?

Pues nosotros llegamos con unas apuestas muy claras como movimiento indígena y ha sido, por ejemplo, la implementación del decreto de autoridades ambientales que logramos en este gobierno que se reconocieran las autoridades ambientales indígenas. Pasábamos a la implementación de ese decreto, de mirar cómo este decreto del reconocimiento de esas autoridades ambientales que se ponen al mismo nivel de otras autoridades ambientales que ya habían sido reconocidas años atrás, pues que pudieran entenderse en el mismo nivel, que pudieran empezar a conversar, porque lo que ha sucedido siempre es que el gobierno tiene unas autoridades ambientales que han querido desplazar a los gobiernos de los pueblos indígenas porque tienen una visión que es colonialista, que es eurocentrista y que no tienen nada que ver con el pensamiento propio de los pueblos indígenas.

Lo que quisimos hacer fue que esas diferentes autoridades pudieran acercarse, pudieran conversar y pudieran entender ambas que el trabajo que cada una realiza desde sus perspectivas es importante, pero también es importante que trabajen conjuntamente para que nuestros territorios puedan tener una mejor preservación. Y no se trata, digo preservación porque no se trata únicamente de conservar o proteger, que es como la visión que se ha traído siempre, sino que nosotros como pueblos indígenas siempre hablamos de que los recursos se pueden utilizar, administrar, pero de manera sostenible. Es decir, nosotros siempre hemos vivido en los territorios utilizando los recursos y los territorios son los más biodiversos, lo que significa que los pueblos indígenas somos los que más sabemos y más conocimiento tenemos sobre cómo se deben de cuidar cada uno de los territorios que habitamos.

Entonces hay que darle el poder a las bases y las bases son las comunidades indígenas. Retos hubo muchos y quedan muchos más por hacer, nosotros seguimos en el proceso, pero sí hay que tener en cuenta que nosotros llegamos allí, porque logramos una articulación de todo el movimiento indígena y logramos que todos pudiéramos estar en una misma línea, en una misma conversación, en un mismo momento y logramos también tomar decisiones rápidas. Porque cuando vamos a hablar de los escenarios políticos, de entrar a los escenarios de poder, de gobierno, tenemos que tomar decisiones rápidas y yo estoy convencida que nosotros estamos preparados para eso.

No solo el movimiento indígena de Colombia, el movimiento indígena de todo el mundo y en especial el movimiento indígena latinoamericano está preparado para llegar a los escenarios de poder y lo que tenemos que hacer es confiar en nosotros mismos, perfilar a nuestra gente y unirnos, porque el enemigo no está dentro de nosotros mismos, el enemigo está afuera. Entonces aquí necesitamos unidad en cada uno de los países y necesitamos generar una unidad latinoamericana de pueblos indígenas que nos permita mirar hacia otro lado, que nos permita pensar en que los caminos no son únicamente la izquierda o la derecha. Nosotros somos mucho más que eso y que nosotros estamos mucho más allá de las estructuras de los Estados que actualmente existen.

Durante su visita a Guatemala, ¿Qué es lo que más le ha sorprendido del país?

Yo vine a Guatemala hace muchísimos años porque trabajamos acá en Guatemala haciendo el análisis de violación de derechos humanos cuando el gobierno no quería abrir las fosas comunes, no quería reconocer el derecho de los pueblos indígenas a que conocieran dónde estaban sus familiares enterrados en las fosas comunes.

Entonces cómo el gobierno no lo reconocía, no quería reconocer ese derecho, eso llevó a una demanda internacional. Yo hice parte del equipo con mi universidad, el equipo era la Cátedra Unesco de la Universidad Politécnica de Cataluña y duramos un año haciendo el análisis y se lo presentamos a Naciones Unidas y en esa época vine a Guatemala. Pero no había venido a esta zona de Guatemala y una de las cosas que más me sorprende es la resiliencia que tienen acá los pueblos indígenas a haber sobrevivido a una etapa de la historia del país y estar para ellos.

Yo creo que los pueblos indígenas somos muy resilientes a pesar de todos los genocidios que hemos vivido, porque esto es lo que ha habido acá, ha sido un genocidio, ha sido un intento de querer exterminar a los pueblos indígenas, pero mire, aquí estamos en una reunión de mujeres de todo Guatemala y por eso te digo, acá no nos van a colonizar ni nos van a acabar porque es que no han podido, no han podido y estamos hablando, lo que ocurrió con Guatemala, de una historia cercana, no estamos hablando de muchísimos años atrás, esto es una historia reciente.

Agradecer a Guatemala por recibirme acá, agradecerle a la gente del lago Atitlán, los dueños de este territorio, que evidentemente es un territorio ancestral indígena, que me encantaría algún día volverlo a ver como un territorio propio, autónomo y de esta gente, que es como tiene que ser, entonces agradecimiento, me voy con mucho agradecimiento acá y con muchos aprendizajes, porque uno nunca puede despegarse de las bases, creo que hoy hemos estado con gente de las bases y hemos escuchado y por supuesto hemos aprendido y esto me lo llevo yo en la memoria, en el corazón y me servirá para mis futuras experiencias. Gracias.

Fuente: Prensa Comunitaria