“Nuevo” Consejo Superior del Trabajo, ANULACIÓN DEL DIÁLOGO SOCIAL y contubernio de apostadores políticos.

NUEVAS IDEAS CON BASE EN LA ANULACIÓN DEL DIÁLOGO SOCIAL, EL CONTUBERNIO ARRAIGADO PARA SUPUESTOS NUEVOS BRÍOS DE UNA CLASE TRABAJADORA CADA VEZ MÁS VENAL DE SU REALIDAD.

Por: Róger Hernán Gutiérrez. *

Supuestos nuevos bríos para una clase trabajadora que se inserta en el contubernio político arraigado a lo largo de la historia; es acaso imposible que la clase trabajadora surja a través de las cenizas, para nacer de nuevo y ponerse a la altura de las circunstancias que le oprimen y no le permiten respirar por sus derechos laborales y sindicales, para liberarse y ser de nuevo una persona jurídica de valer ante la nueva fuerza y correlación del poder.

Recientemente en un acto que simboliza el contubernio de apostadores políticos por una tajada de mayor corrupción política, fue instalado el “nuevo” Consejo Superior del Trabajo. En su base originaria en 1994, sirvió para recanalizar el estado de derecho después de una cruenta guerra civil, los acuerdos de paz (1992) demandaban encausar al país a un derrotero diferente hacia desarrollar una mejor relación social, económica, política, militar y cultural, que superara las causas que dieron razón al conflicto bélico.

Con la asesoría de la OIT especialmente en la persona del Dr. Arturo Bronstein, con mucha experiencia en el derecho laboral y la seguridad social, fue en el Foro de Concertación Económico Social, que se dio vida al Consejo Superior del Trabajo, bajo la misma estructura de aquél con 8 representativos y sus suplentes, representados por las 3 partes que integran las relaciones básicas para entender el mundo del trabajo—representativos de las personas trabajadoras, representativos del sector empresarial privado y los representativos del sector público y/o gubernamental.

En el reglamento quedó claro que los representativos fuesen las federaciones y confederaciones legalmente inscritas, de acuerdo a lo que la información recogió fueron entre 18 votantes que se eligieron los 16 representantes para el nuevo período; es importante el dato en tanto sólo recogió a la integración de la Unión General de Trabajadores, que hoy representa los intereses del actual Ministro de Trabajo; en tanto que persiste el problema de que sólo se otorgan credenciales y legalidad a las organizaciones laborales alineadas al actual gobierno.

Se sabe que hay en teoría más de 60 federaciones entre públicas y privadas y unas 8 confederaciones, que se han venido descalificando y quedando en acefalía por toda la falta de protección y garantías a las libertades sindicales que caracteriza al actual gobierno. Es por tanto que 18 votos podrían estar representando tan sólo el 13%. Lo que se puede considerar bajo para una representación importante de equidad y puesta en común laboral, y una buena interlocución de los intereses con los sectores empresariales y el gobierno.

El actual representativo ministerial en la cartera de trabajo, giró instrucciones precisas y la convocatoria casi fue secreta, y quienes llegaron ya tenían los dados cargados para elegir una planilla que en realidad no representa a la clase trabajadora, que mantiene posturas ambiguas, poco sustentadas y creíbles y, sobre todo independientes y llenas de autonomía.

Las razones para sostener este contubernio político tienen que ver con la visita en Sept2025 de la OIT, en reciente momento de la pasada Conferencia Anual de la OIT, el gobierno de El Salvador se ha comprometido al menos diplomáticamente a respetar los convenios que sustentan una serie de quejas interpuestas por los sectores laboral y privado, que califican al país de incumplimientos y violaciones a convenios de libertad sindical (87,98,154) y relaciones tripartitas (144) ratificados.

Parece ser que las necesidades de préstamos por el alto endeudamiento público y compromisos adquiridos con el FMI han establecido unos diferentes caminos para un ejercicio más sano en materia laboral, y la próxima visita parece venir para determinadas comprobaciones. El sector empresarial privado ha continuado alineándose con el gobierno, y no tuvo problemas en ser juramentado en el acto de posesión de cargos en el CST. Y el sector laboral fue cabildeando para cerrar filas e impedir y sacar a la disidencia sindical y federal que pudiera colarse.

Las nuevas ideas, continúan embarrándolo todo de lo mismo de siempre, en el juego próximo los dados siguen cargados y sólo hay beneficio para la banca (gobierno) y algunos sectores empresariales. La correlación que se plantea en el seno del CST es ad hoc, hasta preparar la visita de la OIT. No hay una agenda de temas y el diálogo social involucrado es totalmente estéril, ya lo demostró el CNSM ante el nuevo incremento al salario mínimo. La agenda temática del CST es de mayor alcance y amplitud en temas esenciales y consustanciales al poder de decisión concentrado, autoritario y acumulativo que se vive—lo que hace un panorama de discusión sumamente politizado en detrimento de lo laboral, que seguirá en caída libre tratando de reivindicar los derechos laborales y sindicales

  • Sindicalista salvadoreño.

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