COLOMBIA: URIBE, CULPABLE.

Un día histórico, sin arandelas de un lado o del otro, lo es por la dimensión del caso. Este lunes, en los juzgados de Paloquemao, la jueza 44 penal de Bogotá, Sandra Heredia Aranda, leyó el fallo en el que el expresidente Álvaro Uribe Vélez resultó condenado por los delitos de soborno, soborno en actuación penal y fraude procesal.

La tesis de la Fiscalía es que Álvaro Uribe Vélez fue el determinador de un esquema de manipulación de testigos que habría ofrecido dádivas y ejercido presiones a exparamilitares para que cambiaran su versión sobre los supuestos vínculos del expresidente con grupos al margen de la ley.

Durante el proceso, la defensa del exmandatario sostuvo que él nunca supo de esas presiones o sobornos, que jamás dio la orden de ofrecer dádivas y que lo único que trató de hacer fue que los testigos le dijeran la verdad a la justicia.

Desde las 8:30 de la mañana, la jueza Heredia dio inicio a la lectura del fallo. En sus primeras palabras quedaron varias frases destacadas, una de ellas quedó cuando la jueza dijo que “Este juicio, vale decirlo sin rodeos, no es un juicio contra la historia política de Colombia, no es una revancha, no es una conspiración, no es un acto de oposición, ni de política; es un acto de justicia y solo de justicia”.

A su vez, Heredia afirmó que “El fallo que se emite hoy no será una victoria de nadie, ni la derrota de otro. Será, como debe ser, una respuesta del Estado a través de su justicia a una controversia procesal que ha llegado a su culminación tras un largo y riguroso camino probatorio. Por eso pedimos respeto”.

Frente al primer punto, la jueza del caso se refirió a las interceptaciones a Álvaro Uribe Vélez y a Diego Cadena y afirmó: “El análisis integral de los expedientes a cargo de la Corte Suprema de Justicia permite evidenciar que la inclusión del celular de Álvaro Uribe Vélez, como objetivo de los labores de interceptación, sí fue el resultado de un error involuntario derivado de la información consignada en múltiples documentos de uno de los procesos de Nilton Córdoba, porque en ellos equivocadamente consta un contacto que no correspondía”.

La defensa de Uribe pidió en varias ocasiones que dichas grabaciones no fueran tomadas en cuenta y alegó que esta chuzadas vulneraron las garantías procesales que amparan el derecho a la intimidad personal y familiar. Además, que esas interceptaciones necesitaban de una orden judicial que no fue incorporada al expediente.

Sin embargo, la jueza declaró que “en el presente caso no procede la exclusión de las interceptaciones, aun bajo el supuesto de que entre los interlocutores existiera una relación abogado-cliente, por cuanto las comunicaciones evidenciaban la posible planeación de una conducta delictiva”.

Luego del primer receso, la jueza Heredia empezó su valoración sobre lo debatido en el juicio estos meses. El primer delito sobre el que se refirió fue el de soborno en actuación penal. En ese punto, la jueza señaló que el testimonio del senador Iván Cepeda, víctima en el expediente, es creíble. Asimismo, se refirió a Deyanira Gómez, otra de las víctimas del proceso, para decir también que su testimonio fue claro y coherente, así como lamentó los ataques que sufrió: “La acusaron de un sinnúmero de situaciones deshonrosas y tergiversaron sus situaciones personales. Le agregaron una doble carga a soportar como mujer”, dijo la jueza.

Sobre Juan Guillermo Monsalve, testigo estrella del caso y exmiembro de Los Rastrojos, Heredia sostuvo: Se ha mantenido consistente en este proceso. Incluso, previendo ataques en su contra, logró grabar las conversaciones (relacionadas con las presiones recibidas y los beneficios ofrecidos). Esto le ha representado asaltos a su vida, honra y unidad familiar. Su testimonio se hace creíble por el conocimiento previo del acusado. Sus padres trabajaban con la familia Uribe Vélez, en la finca las Guacharacas. Y debió afrontar la insensibilidad, ingratitud y desprecio de su propia familia, y de sus compañeros de prisión, quienes lo muestran como un delincuente sin frenos. El testigo no está faltando a la verdad”.

Luego de varias horas, la jueza declaró que está “suficientemente acreditada la actuación del expresidente en el delito de soborno en actuación penal”.

La jueza sustentó que el expresidente Uribe sí tenía conocimiento del andamiaje de presiones contra el testigo Monsalve y que “la dirección del flujo de información fue de Huila hacía Bogotá por determinación, tal vez, de Álvaro Uribe Vélez, que encomendó a su comitiva la tarea de embotellar a Juan Guillermo Monsalve”.

Luego de casi siete años de “ires y venires” judiciales, y políticos, el expediente llegó a la sentencia de primera instancia con la que Uribe Vélez fue encontrado culpable de ser el determinador de una estrategia criminal en la que se ofreció dinero para manipular a testigos ante la justicia.

¿Qué sigue? Así nos lo explica la sección judicial de El Espectador:

Todas las partes involucradas en el expediente tienen derecho a apelar la decisión. En este caso, la defensa del expresidente Álvaro Uribe anunció que apelará el fallo de la jueza Heredia y será el Tribunal Superior de Bogotá el encargado de revisar el recurso. A través de un estudio conjunto entre tres magistrados, emitirá una nueva sentencia, que puede confirmar el fallo de Heredia o absolver al expresidente.

Dado que el caso Uribe Vélez prescribe en octubre de este año, el Tribunal Superior de Bogotá tendrá hasta ese mes para emitir su decisión. En caso de que lo haga y el resultado sea desfavorable para el acusado, este todavía podría acudir a un último recurso extraordinario ante la Corte Suprema de Justicia: la casación.

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