Por: Ignacio Ochoa. *
Aunque el cooperativismo fue formalmente establecido hace poco más de 100 años, su expansión global comenzó en 1925. Por eso, este año 2025 se conmemora el centenario del Cooperativismo a nivel mundial.
Esto se debe a la influencia de los Papas de la Iglesia Católica, León XIII y Pío XI, particularmente en 1891 con la encíclica Rerum Novarum, y en 1931 con la encíclica Quadragesimo Anno.
En el contexto de la Tradición Judeocristiana, existe una serie de enseñanzas sobre temas sociales, económicos y políticos. Estas enseñanzas se basan en la dignidad humana, la justicia, la solidaridad y el bien común, con el fin de orientar a la humanidad en la construcción de una sociedad más justa y fraterna.
El mismo Jesús abrazó los valores comunitarios, colocando a la persona humana en el centro como sujeto transformador, capaz de generar amor y libertad, desafiando leyes mosaicas que a veces eran opresivas e impedían a las personas vivir como verdaderos hermanos y hermanas.
El Libro de los Hechos (capítulos 1 y 2) describe cómo vivían las primeras comunidades cristianas: lo compartían todo.
Desde los primeros siglos, la Iglesia promovió la caridad, la justicia y el cuidado de los pobres, siguiendo el ejemplo de Jesús y las enseñanzas de los profetas.
Entre 1780 y 1840, Inglaterra transformó su economía agraria en una economía industrial, gracias a diversos inventos mecánicos y al surgimiento de las fábricas.
Este fenómeno llegó más tarde al continente americano. En América del Norte, las Trece Colonias de los Estados Unidos acababan de declarar su independencia de Inglaterra en 1776, y tardaron cerca de un siglo en expandirse hasta convertirse en los cincuenta estados actuales.
Mientras tanto, Canadá permaneció leal a la Corona Británica en el lado atlántico y a la Corona Francesa en las regiones de Montreal y Quebec. La expansión de los Estados Unidos hacia el Pacífico tomó aproximadamente un siglo, mientras que en Columbia Británica los colonos ingleses llegaron hace apenas 182 años, particularmente en la Isla Victoria.
Francia, por su parte, vivió su Revolución Industrial en 1789, lo que llevó a la destrucción de la monarquía.
La Revolución Industrial generó graves problemas sociales, como la explotación laboral, la pobreza, la desigualdad y la falta de derechos para los trabajadores. Esto dio origen al capitalismo y a un siglo de luchas entre proletarios explotados e industriales. Este contexto social fue la base de las ideas de Karl Marx y Friedrich Engels, quienes impulsaron a los trabajadores a transformar sus condiciones sociales mediante el socialismo.
Dentro de la Iglesia Católica alemana, el economista jesuita Heinrich Pesch, S.J. (1854–1926) se destacó por desarrollar la economía de solidaridad y sentar las bases del pensamiento económico cristiano moderno. Su obra más influyente, Lehrbuch der Nationalökonomie (Manual de Economía Nacional), presentó el cooperativismo como un modelo basado en la cooperación, la solidaridad, la justicia social y el bien común.
Las ideas de Pesch influyeron significativamente en la Doctrina Social de la Iglesia, particularmente en la encíclica Quadragesimo Anno del Papa Pío XI en 1931, que retomó los principios de la Rerum Novarum del Papa León XIII en 1891. El pensamiento de Pesch también dio forma al cooperativismo y a la economía social de mercado.
Las Encíclicas y la Doctrina Social de la Iglesia
* 1891 – Rerum Novarum (Papa León XIII): Defendió los derechos de los trabajadores y criticó tanto el capitalismo sin regulación como el socialismo extremo. También promovió los sindicatos y salarios justos.
* 1931 – Quadragesimo Anno (Papa Pío XI): Amplió los derechos laborales e introdujo el principio de subsidiariedad (los problemas deben resolverse al nivel más local posible).
* 1961 – Mater et Magistra (Papa Juan XXIII): Destacó la necesidad de justicia social y desarrollo integral, haciendo énfasis en la solidaridad entre países ricos y pobres.
* 1965 – Gaudium et Spes (Concilio Vaticano II, Papa Pablo VI): Llamó a la Iglesia a comprometerse activamente con los problemas sociales modernos, promoviendo la dignidad humana y el bien común.
* 1967 – Populorum Progressio (Papa Pablo VI): Vinculó la Doctrina Social de la Iglesia con el desarrollo económico y la paz mundial.
* 1981 – Laborem Exercens (Papa Juan Pablo II): Reflexionó sobre la dignidad del trabajo humano y los derechos laborales.
* 2009 – Caritas in Veritate (Papa Benedicto XVI): Abordó el impacto de la globalización y la ética en la economía.
* 2020 – Fratelli Tutti (Papa Francisco): Se centró en la fraternidad, el cuidado del medio ambiente y una economía basada en la solidaridad.
Históricamente, Escocia en 1761 fue testigo de las primeras iniciativas colectivas de compra de alimentos entre vecinos. En 1844, en Rochdale, Inglaterra, nació el cooperativismo moderno con la creación de la Sociedad de los Pioneros Equitativos de Rochdale, que estableció los principios cooperativos básicos que aún hoy se utilizan.
Para el siglo XIX, el cooperativismo se expandió por Europa y América, especialmente en los sectores agrícola, bancario y de consumo.
A los 21 años conocí el IPACOOP, donde el sacerdote jesuita Marcelino Pérez, S.J. capacitaba en cooperativismo. Allí conocí a dos guatemaltecos: una joven k’iche’ y un joven kaqchikel, con quienes me reencontré años después en Guatemala.
En ese entonces, los líderes cooperativistas eran vistos como simpatizantes de la guerrilla, al igual que los catequistas y ministros laicos católicos.
Hace 22 años, un profesional de SEGEPLAN asistió a mis capacitaciones en Fundación Nahual y me sugirió que promoviera el cooperativismo entre los COCODES (Consejos Comunitarios de Desarrollo). Le expliqué que el cooperativismo requiere una profunda conciencia social, política y económica, enfocada en el bienestar comunitario.
Cinco años después, ese mismo funcionario de SEGEPLAN volvió para impartir formación en inversión pública e insistió en que los COCODES debían transformarse en cooperativas: cooperativas de crédito, de vivienda y agrícolas.
Hace unos meses, un asesor cooperativista que conocí en 2016 enfatizó la necesidad de que los líderes comunitarios y miembros de COCODES reciban formación cooperativa. Argumentó que los alcaldes municipales y el gobierno central ignoran las demandas comunitarias y manejan mal los fondos públicos.
Para conmemorar los 100 años del cooperativismo, trabajaremos en asesorar y promover el modelo cooperativo entre los COCODES, con el objetivo de formar una Tercera Confederación Cooperativa Nacional en Guatemala. Actualmente, solo existen dos confederaciones.
Este será un desafío, pero puede convertirse en una solución para los COCODES y sus comunidades.
*Fundación Nahual
Antigua Guatemala
fundacion.nahual@gmail.com