La Universidad Internacional de Florida realizó el foro virtual “¿La dictadura más “cool” del mundo? El declive de la democracia y la respuesta ciudadana en El Salvador”, coauspiciado por la Fundación para el Desarrollo de las Ciencias Sociales, FUDECSO, Cristosal y YSUCA.
En el contexto de una grave crisis económica, de salud pública, el Gobierno ha impulsado también la adopción del bitcóin como moneda nacional, lo cual ha incrementado la incertidumbre económica entre la población.
Para Ricardo Castaneda, economista senior del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales, ICEFI, para El Salvador y Honduras, el costo de esta iniciativa lo tendrá que pagar toda la población aunque use o no el bitcóin.
Y ¿Cuál es el proyecto económico del actual Gobierno? Para Héctor Dada Hirezi, exministro de economía y exdirector de FLACSO El Salvador, no hay un plan de Gobierno, lo que hay es una concentración de poder de una familia y amigos cercanos del mandatario.
Por su parte Ruth López, coordinadora de Anticorrupción y Justicia de Cristosal, dijo que no se puede hablar de un régimen híbrido, sino de un régimen autoritario, a esto se agrega la violación a la Constitución de la República.
Rubén Zamora, exembajador de El Salvador en los Estados Unidos, mencionó los principales aspectos que han caracterizado al Gobierno: se ha instalado en una crisis de los partidos políticos y la Asamblea Legislativa, su apoyo principal es la Fuerza Armada y la Policía Nacional Civil, ha controlado los órganos fundamentales del Estado, ha vuelto al planteamiento de amigo-enemigo con la comunidad internacional y ha violado la Constitución de la República.
Zamora también explicó que hay dos fenómenos importantes que han configurado al gobierno salvadoreño: el cambio de gobierno de Estados Unidos y el aparecimiento de las redes sociales.
Para los analistas, desde la llegada de Nayib Bukele al Gobierno, El Salvador ha experimentado la mayor erosión democrática desde la firma de los Acuerdos de Paz en 1992. La actual administración ha demolido la independencia judicial, ha cerrado los espacios para la libertad de expresión, ha atacado a la prensa independiente y ha dado pasos inconstitucionales para asegurar la permanencia de Bukele en el poder.
