Categoría: Cultura

  • Libro | El cuerpo habla

    Libro | El cuerpo habla

    Joe Navarro es un cubano americano, licenciado en administración de justicia, máster en relaciones internacionales, ex agente del Buró Federal de Investigaciones (FBI), escritor y profesor universitario, publica “El Cuerpo Habla: grandes secretos de la comunicación no verbal revelados por un ex agente del FBI” en el dos mil ocho, siendo coautor del mismo, el doctor Marvin Karlins.


    Por: José Guillermo Mártir Hidalgo*


    [dropcap]N[/dropcap] avarro esgrime que delincuentes, terroristas y espías, emiten señales no verbales más que suficiente, para hacer transparentes y detectables sus pensamientos y sus intenciones. La comunicación no verbal, ha sido denominada como comportamiento no verbal o lenguaje corporal. Informa que el comportamiento no verbal, constituye entre el sesenta o el sesenta y cinco por ciento de toda comunicación interpersonal. En ocasiones, por ejemplo, durante el acto sexual, puede constituir el cien por ciento de la comunicación.

    La tesis de Navarro es que, la comunicación no verbal, puede revelar los verdaderos pensamientos, sentimientos e intenciones de una persona. Para descifrar con éxito toda comunicación no verbal sugiere los siguientes mandamientos: se buen observador de tú entorno, observar dentro del contexto es clave para comprender el comportamiento no verbal, los comportamientos no verbales son universales, hay comportamientos no verbales idiosincrásicos; en tu relación con los demás, intenta establecer su línea comportamental; busca en los demás comportamientos gestuales, observa alteraciones en el comportamiento de la persona, aprende a detectar señales no verbales erróneas o falsas. Te ayudará distinguir entre bienestar y malestar para descifrar la comunicación no verbal y observa a los demás con discreción. El autor advierte que, el cuerpo humano, es capaz de emitir miles de “señales” o mensajes no verbales. El problema es identificar e interpretar las conductas no verbales importantes.

    En mil novecientos cincuenta y dos, Paul Maclean propuso que, en el cerebro humano existen tres cerebros: el cerebro reptiliano (básico), el cerebro mamífero (límbico) y el cerebro propiamente humano (neocórtex). El cerebro mamífero o cerebro límbico, tiene un papel relevante en la expresión del comportamiento no verbal. El cerebro límbico es un cerebro “sincero”, es decir, los comportamientos límbicos son verdaderas manifestaciones de nuestros pensamientos, sentimientos e intenciones. En cambio, el cerebro humano o neocórtex, es la parte menos sincera, es un cerebro “mentiroso”. Para asegurar nuestra supervivencia ante amenazas o tensiones, la respuesta del cerebro ha tomado tres formas: paralizarse, huir o luchar. Una experiencia amenazadora o negativa, irá seguida de comportamientos apaciguadores, denominados, adaptadores. Un comportamiento apaciguador es, cualquier contacto en la cara, la cabeza, el cuello, el hombro, el brazo o la pierna en respuesta a un estímulo negativo. Igualmente, hay apaciguadores táctiles o auditivos, como el golpeteo de un lápiz o el tamborileo con los dedos.

    Para conocer a una persona a través de apaciguadores no verbales, primero, reconocer el comportamiento apaciguador cuando se produzca, luego, establecer una línea base de comportamientos apaciguadores. Cuando veas un gesto apaciguador pregúntate, ¿Qué ha provocado que haga esto? Hay que comprender que los comportamientos apaciguadores se usan para calmarse, por tanto, hay que relacionar el comportamiento apaciguador con un estrés especifico. Puedes provocarle tensión diciendo o haciendo algo, en seguida observa que parte del cuerpo usa para calmarse. Cuanto mayor es la tensión, más probabilidad que aparezcan comportamientos apaciguadores.

    Navarro analiza los sentimientos e intenciones de los demás, centrándose en los movimientos de su pies y piernas. Nuestras extremidades inferiores, reaccionan ante las amenazas y circunstancias estresantes y ante emociones negativas o positivas. De igual forma, Navarro escribe que los comportamientos del torso reflejan verdaderos sentimientos del cerebro emocional. El torso comprende las caderas, el abdomen, el pecho y los hombros. Navarro sugiere que, hay que prestar atención a la vestimenta o accesorios que se llevan en el torso. Cuando estamos bien física o mentalmente, cuidamos nuestro aspecto.

    Navarro apunta que, los brazos son muy útiles como transmisores de las emociones, revelaran sentimientos e intenciones sinceras. Los brazos pueden revelar información sobre el estilo de vida, llevando objetos y adornos valiosos. Igualmente, muestran emblemas sociales que expresan nuestra historia personal, como los tatuajes. Nuestras manos, dirá Navarro, comunican con precisión nuestras emociones, pensamientos y sentimientos. Un apretón de manos, influye en cómo somos percibidos por aquel a quien estamos saludando. Investigaciones dicen que los mentirosos, tienden a gesticular, tocar, mover los brazos y las piernas menos que la gente sincera.

    Un micro gesto, es un comportamiento no verbal muy breve, se produce cuando una persona intenta reprimir una respuesta normal a un estímulo negativo. El micro gesto de aversión, es una muestra precisa de cómo se siente la persona verdaderamente. Navarro juzga que nuestras caras son un lienzo de la mente, lo que sentimos se comunica a través de una sonrisa, a través de un fruncimiento de ceño o por innumerables matices intermedios. Aunque las expresiones faciales pueden fingirse, estas pueden proporcionar información significativa sobre lo que una persona piensa o siente. Nuestros ojos, expresan mucha información útil. La boca, proporciona un número de indicios relativamente fiables y dignos de mención. Hay numerosas señales de la lengua que pueden proporcionarnos valiosos conocimientos, sobre los pensamientos y el estado de ánimo de una persona. El gesto de fruncir el ceño, arrugando la frente, aparece cuando alguien está nervioso, triste, concentrado, preocupado, desconcertado o enfadado. El ensanchamiento de las fosas nasales, es un indicador facial que una persona esta excitada o indicador de hacer algo físico. Alguien mordiéndose las uñas, es indicador de tensión, inseguridad o malestar. Nos ruborizamos o palidecemos involuntariamente, a causa de profundos estados emocionales. Los indicadores de desaprobación, son reflejo de las normas sociales de cada cultura. La mayoría de los gestos de desaprobación, se manifiestan en la cara.

    El autor expone que, un comportamiento humano difícil de interpretar es el engaño. Asevera que no hay ningún método, maquina, prueba, ni persona que sea cien por ciento precisa a la hora de descubrir el engaño. No existe un único comportamiento que sea indicativo de engaño. El objetivo realista es, ser capaz de interpretar los comportamientos no verbales con claridad y fiabilidad.  Finalmente, Navarro explica que cuando una persona no está cómoda, no enfatiza y su comunicación esta fuera de sincronía, por lo que está comunicándose mal o está mintiendo. Para detectar el engaño, debemos dejar que nos guíen el bienestar, el malestar, la sincronía y el énfasis.

    *Psicólogo salvadoreño

  • Libro | El corazón del hombre

    Libro | El corazón del hombre

    Erich Seligmann Fromm, psicoanalista, psicólogo social y filósofo humanista de origen judío alemán, publica “El Corazón del Hombre: su potencia para el bien y para el mal” en mil novecientos sesenta y cuatro, un año después del asesinato de John F. Kennedy. En dicho texto presenta que, el hombre, tiene dos potencialidades entre las cuales asumir: el amor a la vida o biofilia y el amor a la muerte o necrofilia.


    Por: José Guillermo Mártir Hidalgo*


    [dropcap]F[/dropcap] romm asegura que el Hombre no es buenos ni malo, pero, sus condiciones objetivas y subjetivas de existencia, pueden retornarlo a orientaciones destructivas e irracionales o bien, a orientaciones doctas y progresivas. El autor plantea dos pautas existenciales: el síndrome de crecimiento y el síndrome de decadencia. El Síndrome de Crecimiento se caracteriza por el amor a la vida, el amor al hombre y la independencia. Mientras, el Síndrome de Decadencia se describe por el amor a la muerte, por el narcisismo maligno y por la fijación simbiótica-incestuosa.

    La libertad del hombre, dice Fromm, puede llevarlo a seguir la voz de la razón o la de las pasiones irracionales. Si sigue la voz de la razón, es un ser libre y tomará las mejores decisiones basándose en el conocimiento. En cambio, si sigue la voz de las pasiones irracionales, será un ser cautivo. Para nuestro autor, el mayor peligro de la humanidad es, un hombre ordinario con un poder extraordinario. La historia de la humanidad ha demostrado que, líderes tóxicos y destructivos han provocado guerras y alentado a muchos a seguirles a través de manipular sus pasiones. Puesto que los ciudadanos bienmandados, imitan a las figuras que tienen poder y autoridad.

    Fromm nos presenta seis tipos de violencia: La violencia juguetona, no es destructiva, pues su fin es el despliegue de destreza. La violencia reactiva, se emplea en la defensa de la vida, la libertad, la dignidad y la propiedad. Es la principal violencia que manipulan los políticos para alcanzar sus propios fines. La violencia por frustración, debida a celos o envidia. La violencia vengativa, sirve a la función biológica de la supervivencia. La persona madura y productiva, no es manipulada por la venganza. En cambio, la persona neurótica, por quebranto de su fe, es manipulada por ella. La violencia compensadora, es propio de personas impotentes y no productivas. Ya que, a través de ella, remedian su carencia. Y la sed de sangre, es una embriaguez de sangre para sentirse vivo.

    Cuando hablamos del Síndrome de Decadencia, estamos hablando de una persona mala que, traiciona la vida y el crecimiento. El Síndrome de Decadencia es la quintaesencia del mal. Su principal descripción, el amor a la muerte o necrofilia, se revela en personas que viven en pasado, aman cadáveres, la matanza, la destrucción, transforman lo orgánica en inorgánico, aman todo lo que no crece, son autómatas, mecánicos, hombres organización que expresan una indiferencia social.

    El narcisismo primario se desarrolla en el feto y en la temprana infancia, hasta que el niño descubre objetos y personas a parte de él y va disminuyendo. El narcisismo maligno, se caracteriza por comportamientos antisociales, paranoicos y, en ocasiones, hasta sádicos. El primero de ellos, el narcisismo del hombre demente, propio de quien ha alcanzado altos niveles de poder. El narcisismo del hombre común o del hombre neurótico, se define por amor a su cuerpo, por su incapacidad de percibir la realidad de otra persona, no escucha a los demás y son susceptibles a la crítica. Y el narcisismo de grupo, las carencias de una sociedad se sustituyen por una justificación narcisista grupal para mantener la cohesión social. Dicho narcisismo se define por la falta de objetividad y juicio, es condición indispensable para la guerra y antagónico a la razón y al amor.

    Finalmente, la fijación simbiótico-incestuosa manifiesta los vínculos o influencias seductoras por parte de madres, padres, organización, partido que debilitan la independencia, la libertad y la responsabilidad. Los individuos se someten a estas figuras procuradoras incondicionales que formulan pocas exigencias. Por tanto, los individuos, mientras sigan dependiendo de madres, padres, de la organización o del partido, por vínculos incestuosos inconscientes, no serán capaces de sentir la plenitud.

    Fromm estima que, el Hombre es libre de elegir entre el bien y el mal, de las diversas alternativas determinadas por la situación total en que se encuentra. Nos dice que el Hombre fracasa en el arte de vivir, porque cuando debe tomar decisiones, las asume por inclinaciones inconscientes que operan en su personalidad, por tanto, toma decisiones incorrectas que no le permiten ser libre.

    El autor señala que el Hombre debe tomar la mejor elección, basándose en el conocimiento. Solo así podrá obtener la acción adecuada para el fin deseado. Por ende, el Hombre debe tener un conocimiento de las fuerzas detrás del deseo. Debe tener conocimientos de las posibilidades reales. Tener conocimiento de las consecuencias de la elección tomada. Y conocimiento que está elección será eficaz, si hay voluntad de obrar.

    Fromm se pregunta si ¿El Hombre es un lobo para el Hombre?, Se pregunta si el Hombre ¿Es lobo o cordero?, Concluye en este libro que, el Hombre tiene posibilidades para desarrollar tanto una condición como la otra, concluye que el Hombres es a la vez lobo y cordero. Sin embargo, no todos los hombres han desarrollado de la misma manera ambas condiciones, pues en la inmensa mayoría predomina el cordero, en tanto una minoría es dominada por la condición de lobo, pero esta minoría ha sabido exaltar la condición de lobo que existe en la inmensa mayoría.

    *Psicólogo salvadoreño

  • Pensar

    Pensar

    Uno se convierte en aquello que piensa? Su madre le decía que no pensara tanto. Nunca supo la razón. El profesor lo amonestaba a menudo por estar en Babia. Durante el servicio militar tuvo claro que no debería brindar la imagen de un ser pensativo.


    Por: Manuel Alcántara Sáez*


    [dropcap]P[/dropcap] ronto fue consciente de que rara vez alcanzaba a tener la mente en blanco a pesar de que lo invitaban con frecuencia a seguir distintas fórmulas de meditación. Además, no podía entender que fuera saludable aquello de vaciar la cabeza de todo tipo de elucubración. La posibilidad de la desnudez mental lo afligía. Siempre estaba cavilando. Su actividad más intensa se daba en dos momentos muy diferentes: al meterse en la cama y al trasladarse de un lugar a otro. Incluso cuando leía la mente no dejaba de estar quieta. Inventaba escenarios sobre faenas triviales que tenían que ver con el partido que jugaría el fin de semana, los quehaceres durante las próximas vacaciones, fantasías sobre las personas que apenas conocía o el guion de la conversación que tendría con la chica con la que estaba empezando a salir.

    Hubo un tiempo en el que sus abstracciones también cabalgaron en torno al propósito de la vida y al valor de la propia existencia. Le fascinaban las razones profundas que en teoría daban sentido no solo al día a día sino a la trascendencia de la supervivencia; la pregunta sobre si valía la pena vivir lo mortificaba por la angustia inherente. Cuando dejó atrás su obsesión existencial llegó el tiempo de las preocupaciones laborales. No se trataba solo de la tarea principal en la que vertería sus esfuerzos, también había espacio para elucubrar sobre soluciones hipotéticas a los problemas percibidos y para analizar las variadas etapas que no siempre se engarzaban correctamente. Por otra parte, la cobertura de sus modestas necesidades económicas era también afán de su contabilidad enmarañada. Todo constituía un universo cerrado del que apenas si hacía partícipe a alguien y que se retroalimentaba sin darse cuenta.

    El tiempo pasó lentamente y el sedimento de sus especulaciones, lejos de configurar una argamasa sobre la que construir el edificio de la experiencia, se volatilizó sin apenas dejar poso alguno. Los cambios en los distintos trabajos en que anduvo, la rotación de las relaciones sociales en que se vio envuelto, los diferentes lugares donde vivió, los cambios de pareja supusieron a veces derrotas. Pero, en todo caso, suscitaron incentivos que favorecieron pensamientos esquivos cuyo denominador común fue la gestación de mundos paralelos. Sin embargo, la incertidumbre, la transitoriedad y la inestabilidad tan típicas del momento que le tocó vivir ahuyentaron cualquier posibilidad de que sus ideas cobraran un mínimo de solidez. El hecho de que siguieron manando furtivamente para auspiciar proyectos alternativos que no concluyeron en nada fue una constante. La liquidez fue la consecuencia. La opción por el ruido de una actividad febril asumida sin aspavientos fue la decisión inmediata. Lo que pensaba fluía.

    Un día primaveral se vio en el páramo caminando al lado del perro que le habían cedido al que prestaba escasa atención. La nobleza del animal facilitaba el descuido por su parte absorto mientras daba sus pasos con monotonía. No había necesidad alguna de ocuparse de él que, no obstante, terminó convirtiéndose en el compañero ideal. Siguieron otras jornadas en el estío y después más en el otoño. El invierno ruin propició días inhóspitos que no fueron impedimento al afán andariego cotidiano. Pensar era el condimento que hizo del camino un espacio ilimitado como años antes le ocurrió mientras nadaba en la piscina. Un nutriente que eliminó los sinsabores de la trinchera solitaria en la que estaba. A fin de cuentas era un acto al que estuvo entrenado y que entonces desempeñó más que una añagaza de entretenimiento una respuesta al vacío.

    La imaginación volaba hasta empatar con el polvo del camino que con frecuencia levantaba la ventisca y las historias que comenzaba a labrar ocupaban el trajín de cada día. Poco a poco entendió que el silencio juguetón del perro era el acicate para crear mundos cuya consistencia apenas duraba el tiempo en que se extendía el paseo. Una caminata que cada vez quería que durara más a pesar de que los días eran más cortos.

    El regreso a la casa le ponía la mente en blanco apenas unos segundos mientras todo parecía borrarse. En aquel tiempo estaba listo para acometer las cosas que habían quedado pendientes sin distracción alguna, pero a diferencia de lo que le había acaecido en un tiempo anterior sentía que algo quedaba en un lugar recóndito de su ser. La acumulación de aquellos rescoldos tardó en tener un significado preciso que solo tuvo su expresión certera cuando murió el perro al llegar la nueva primavera.

    Entonces, extasiado, supo que se había convertido en aquello que caóticamente había ido pensando a lo largo de los años. Sueño tras sueño, cálculo tras cálculo. Era la consecuencia de afanes acumulados, de frustraciones insospechadas, de querencias incompletas, de experiencias raudas, de cábalas taciturnas. No se trataba en absoluto de que fuera una profecía autocumplida. Tenía que ver con la secuencia de escenas de toda su vida que ahora acumuladas resultaban promisorias.

    Contempló el amanecer brumoso mientras caminaba solitario en medio del campo de encinas que le deparaba un estado de placidez extraño; una escena sin resonancias intensificada por la sensación de incomunicación radical. Quiso pronunciar un sonido que rasgara el silencio, pero enmudeció en consonancia con la gravedad del momento. Asomado más tarde en el ventanal percibió los colores del atardecer que le sumieron en un abatimiento consciente de la rapidez en que el día postrero había pasado. Como tantas otras jornadas, demasiadas, asediado por la futilidad de la vida, huérfano de pasiones vanas. No pensaba, solo sentía el caudal de sus días.

    *Politólogo español. Director del CIEPS (Centro Internacional de Estudios Políticos y Sociales)

  • Sobre el tenebroso video de  Milei sobre el 12 de octubre

    Sobre el tenebroso video de Milei sobre el 12 de octubre

    Frente al absurdo video que publica hoy Casa Rosada sobre el 12 de octubre, que habla de “raza” e “inicio de la civilización” haciendo un negacionismo oscurantista sobre el genocidio ocurrido, denuncio lo siguiente.


    Por: Marcelo Valko*


    [dropcap]M[/dropcap] ás allá de lo problemático e inexacto que resulta el vocablo “raza” tomado prestado de la zoología, lo que ya es mucho decir, representa una imagen notable. Hace hincapié únicamente en UNA raza, ni siquiera dice Día de las Razas en plural, sino que utiliza invariablemente el singular. En definitiva ese singular que se establece entre Descubridor y Descubierto ensalza únicamente a uno solo de los dos, es un Día de la Singularidad… No hay que ser un eximio semiólogo para advertir la ausentificación de la presencia del indígena, como si hubieran desembarcado en un continente vacío, deshabitado, en un territorio de invisibles.

    No creo equivocarme al afirmar que Argentina es el país que más se esforzó en destacar su “excepcionalidad blanca y europea” diferenciándose del resto al negar la existencia de los originarios como lo demuestran tanto exabruptos de funcionarios como los manuales y textos que los conjugan en tiempo pasado “habitaban, cazaban, creían”. Son pasados, son ausencia, ya no existen y si aparecen indudablemente deben ser extranjeros como mapuches chilenos o kollas bolivianos. De ese modo se impone una pedagogía del olvido haciendo un catecismo de la desmemoria al vestir una inocencia imposible que procura borrar culpas para que todo siga como está.

    Todo se tradujo mal y los que nunca estuvieron escondidos fueron descubiertos; automáticamente América dejó de tener potestad para gobernarse, se extinguió su propiedad y dominio. Europa se apropió de lo que tenía dueño; el territorio se transformó en espacio de conquista; las legítimas riquezas que poseían sus culturas se transformaron en un botín que los conquistadores “encontraban” y obviamente rapiñaban; los magníficos templos se convirtieron en canteras de piedra; sus conocimientos atesorados en códices y quipus se redujeron a humo en las hogueras de los Autos de Fe. La historia oficial tergiversó la memoria y por eso los indígenas se transformaron en ausencias.

    Las personas fueron leídas como objetos: los hombres utilizados como combustible biológico hasta morir y las mujeres como deshago sexual. Y pensar que algunos escribas de la elite insisten en edulcorar lo ocurrido con la cantinela del Encuentro de Dos Mundos y más de un “progre” sepulta la sangre con notas de color… El tema es simple, no se puede celebrar el inicio del mayor genocidio de la historia en tiempo y espacio que provocó a su vez otro genocidio con el secuestro y cosificación de millones de africanos para sustituir la diezmada mano de obra indígena y así utilizarlos como esclavos.

    Dejemos atrás aquellos que militan la impunidad del rebaño y que no aceptan la condición humana del otro y que necesitan que los pueblos mantengan su lugar de siervo de la gleba, de combustible biológico, de brazo barato, de sirvientes, en definitiva: de esclavos a la sombra del amo. No hubo Descubrimiento, hubo Descubri-MIENTO, fueron muchos más los MIENTOS que los descubris. Ya no más. ¡Ahora es cuando! Aunque traten de pararlo, soplan nuevos vientos, asoma un nuevo paradigma, sabemos que es lento, pero viene…

    *Escritor, psicólogo, docente, periodista, especialista en etnoliteratura y geografía sagrada, dedicado a la investigación del genocidio indígena y afrodescendiente.

  • ¡A leer y a escribir hasta la victoria final!

    ¡A leer y a escribir hasta la victoria final!

    LA LECTURA EN LA NIÑEZ

    Por: MIGUEL BLANDINO. *

    El fin de la historia que planteaba el politólogo gringo Francis Fukuyama, para justificar la implantación del modelo neoliberal, afirmaba que con la desaparición del llamado socialismo real y la realización de la hegemonía global de los Estados Unidos, el futuro era de un eterno capitalismo sin fin, o sea, la aniquilación de los más débiles y la concentración acelerada y continua de la riqueza cada vez en una menor cantidad de individuos. Esa idea era absolutamente opuesta a la escuela económica dominante entre los comunistas, que planteaban que al llegar a la etapa comunista de la sociedad, el motor de la historia seguiría encendido porque las aspiraciones humanas de autorrealizacion son infinitas.
    Está claro que para unos la victoria del capitalismo es el fin de la historia, porque al “volverse imposible” aspirar al socialismo y al comunismo -por haberse demostrado su “inviabilidad” e “inferioridad” frente al capitalismo- la gente se convencería de que es inútil luchar y, por lo tanto, va a cesar la lucha de clases, y que con la “muerte de las ideologías” ya nada es cierto, y todo se vale, y lo único que importa es lo lúdico y la satisfacción inmediata de los deseos individuales.
    Por supuesto que frente a la aniquilación de las sociedades del llamado “socialismo real” ningún medio discutió ni refutó tales afirmaciones, ni la escuela, ni la iglesia, ni la prensa. Todos agacharon la cabeza acobardados. Todos, menos unos pocos que se mantuvieron en el poder a pesar del bloqueo feroz y las agresiones. Unos fueron aniquilados, como Libia y su liderazgo fue asesinado, como Kadafi. Otros abrieron sus fronteras al capital, como Vietnam.
    Ante la derrota y el estupor de los comunistas, todos los políticos del mundo “coinciden” hoy en afirmar que el experimento fracasado ni siquiera debe mantenerse como propuesta y que todos los métodos o vías para alcanzarlo deben ser negados, comenzando por la lucha armada.
    ¡Claro! Ya no hay que seguir teniendo esperanzas ni utopías del tipo que pusieron frente a nuestra mirada Marx, Engels, Lenin, Mao y Fidel.
    Pero, vamos por partes, en el discurso burgués muerte de las ideologías no significa muerte de todas las ideologías, solo de las que cuestionan al capitalismo en general y al capitalismo salvaje neoliberal, en particular.
    O sea, nadie debe pensar distinto ni mucho menos tener una ideología que no sea la veneración del dinero como dios creador de la vida y su acumulación como motor de esa vida. El mayor volumen de dinero como sentido de la vida.
    El problema es que a pesar de los esfuerzos por anular el pensamiento, el ser humano sigue siendo un ser pensante y la escuela sigue motivando el ejercicio de pensar. Y es obvio que mientras unos disfrutan de todo, otros carecen de todo, y estos entonces comienzan a hacerse preguntas, haciendo uso de su facultad de pensar.
    Entonces, hay que anular esa facultad y sustituirla por el hábito de creer. No ciencia, solo fe.
    Justamente eso es lo que estamos observando en El Salvador: cierre de escuelas y apertura de iglesias.
    La reducción de un diez por ciento del personal docente adscrito a las escuelas del sector público de educación y el crecimiento de las partidas para la secretaría de comunicaciones y la secretaría de prensa (¿dos secretarías para lo mismo?) de Casa Presidencial, más el financiamiento de los presupuestos para las granjas de troles que funcionan en todos los ministerios y para la publicidad en el extranjero que pagan las embajadas, más el financiamiento para las iglesias son parte del mismo rubro de la agenda de control social.
    A lo largo del siglo XX hubo importantes descubrimientos en relación con el funcionamiento de la mente y la generación del pensamiento. Neurólogos, psiquiatras, psicólogos, pedagogos hicieron sus estudios, plantearon sus hipótesis, elaboraron diferentes teorías y todos concluyeron en que la educación era el método por excelencia para la promoción del desarrollo integral del ser humano al proveerlo de mejores herramientas para enfrentar los retos de la vida.
    Skinner, Thorndike, Piaget, Bruner, Wertheimer, Koffka, Pavlov, incluso nuestros pedagogos latinoamericanos, como Jesualdo Sosa y Paulo Freire, entre otros muchos, todos desde diferentes enfoques e intereses, aportaron a la comprensión del fenómeno del aprendizaje y propusieron métodos para su mayor y mejor aprovechamiento desde la primera infancia.
    Incluso Maslow, con su pirámide, dejó un modelo gráfico que ilustra las dos condiciones básicas de existencia humana: la de las carencias que deben ser satisfechas y la de la autorrealización.
    Cualquiera que sea el que mejor representa para nosotros el mejor camino, cada uno propone una estrategia para la elevación del ser humano, y todos al unísono dicen que para lograrlo es por medio de la enseñanza-aprendizaje.
    De una o de otra manera, todos sugieren el lema “hacia la libertad por la educación y la cultura”.
    Por el contrario, en El Salvador de bukele, y a contrapie de la formación de su mujer que como profesional de la Psicología no ignora el valor de la Educación en el desarrollo integral de la personalidad, el tirano lleva a cabo un sistemático proceso de destrucción de las instituciones educativas y culturales del país.
    Desde el recorte presupuestal hasta el cierre de las instalaciones y la destrucción física de centros escolares, bibliotecas y casas de la cultura, incluso , la anulación de la Universidad de El Salvador que ha permanecido cerrada desde 2020 y cuyo campus central ha sido convertido en hotel para delegaciones de prensa y yutuberes que son invitados para alabar al gobierno, todo está orientado al objetivo de sumir en la ignorancia a la mayor proporción posible de la población.
    El magro presupuesto para Educación Pública no ha sido entregado totalmente por el ministerio de hacienda y la ejecución apenas alcanza a la mitad al final del año lectivo. Lo mismo en el caso de la universidad y, a partir del año próximo, su presupuesto será congelado.
    Hace pocos meses fueron cerradas todas las casas de la cultura que existían en los doscientos sesenta y dos municipios del país y todos sus trabajadores fueron despedidos. Ni siquiera dejaron una como pieza de museo.
    Desde el inicio del gobierno de bukele en 2019 la última prioridad ha sido la educación y, pese a que su mujer es bailarina, ninguna manifestación de las bellas artes está siendo apoyada por el gobierno.
    Ni siquiera el Parque Zoológico Nacional se salvó, fue cerrado desde el primer año del gobierno de bukele.
    Hasta el deporte ha sido afectado y desde el próximo año también sufrirá recortes en su presupuesto.
    No solo han cerrado escuelas y bibliotecas sino que han desaparecido los libros. En su lugar, los alumnos de las escuelas públicas han recibido “tablets”, o sea, dispositivos para la transmisión de la información que el gobierno quiere difundir para moldear las mentes infantiles y juveniles.
    Prohibido leer, parece ser la consigna en esta etapa del proceso de dominación y control social.
    Los informes mundiales de resultados en materia de Educación de la OCDE ya revelan sin ninguna duda los logros del gobierno de bukele: El Salvador ocupa el antepenúltimo puesto en la prueba PISA. Para la UNESCO, los resultados no son más alentadores.
    Pero es que eso es justamente el propósito del gobierno de bukele: reducir a la mínima expresión la capacidad de razonar del pueblo. En cinco años ya ha dañado las bases de toda una generación completa de estudiantes que iniciaron su educación primaria en 2019. En cinco años ha destrozado sus bases fundamentales: pésima capacidad en lectoescritura, bajísimos niveles de comprensión lectora y fallas absolutas en el dominio de los rudimentos de la Aritmética.
    La peor predicción de la novela de Orwell ya está en marcha.
    Pronto será necesario enseñar la lectoescritura en la más rigurosa clandestinidad, porque leer va a convertirse en el mayor acto de rebeldía popular.
    Nuestra consigna debe ser formar un rebelde enseñándole a leer y a escribir desde su más tierna infancia y regalando libros a diestra y siniestra.
    ¡A leer y a escribir hasta la victoria final!

    *Especial para El Independiente SV

  • Psicópatas, narcisistas, maquiavélicos, líderes tóxicos y controladores coercitivos

    Psicópatas, narcisistas, maquiavélicos, líderes tóxicos y controladores coercitivos

    “Psicópatas, narcisistas, maquiavélicos, líderes tóxicos, controladores coercitivos: ¿Subconjuntos de un tipo de personalidad “oscura” general?” (“Psychopaths, Narcissists, Machiavellians, Toxic Leaders, Coercive Controllers: ¿Subsets of One Overarching ‘Dark’ Personality Type?”), es la tesis de doctorado de la australiana Karen Mitchell, aprobada en el dos mil veinticuatro.


    Por: José Guillermo Mártir Hidalgo*


    [dropcap]E[/dropcap] lla explica que han existido intentos por describir y comprender a las personalidades oscuras, Tríada y Tétrada Oscura, personas que violan las normas sociales y perjudican y ponen en desventaja a los demás por elección consciente. Pero, hay dudas sobre los modelos existentes para ayudar a identificarlas en ciertas poblaciones. Delincuentes encarcelados, estudiantes universitarios y población en general son los grupos estudiados, pero, ninguno es representativo.

    El objetivo de Mitchell fue, encontrar un modelo que capte a los criminales, a los que ocupan puestos de poder y a los que no están encarcelados ni tienen grandes logros. Mitchell recurre, como fuentes de información, a personas con experiencia profesional en el trato directo con este tipo de personas y trabajo con sus víctimas. El modelo de Mitchell es la Personalidad Depredadora Persistente. El modelo da cuenta de psicópatas exitosos y no exitosos, de violadores manifiestos y encubiertos de las normas sociales y de la personalidad subyacente tanto en un matón como en un ejecutivo.

    El afán de poder, la predatoriedad y la venganza, características de las personalidades oscuras, no se encuentran en los modelos y herramientas de evaluación creadas al presente. La característica clave de la Personalidad Depredadora Persistente es el control, el poder y el dominio, a lo que Mitchell llamo “control coercitivo”. El cual se halla en clérigos pedófilos, en la pequeña tiranía organizacional, en sectas y a nivel macrosocial, en regímenes autoritarios o totalitarios.

    Las personas que ejercen control coercitivo, abuso emocional y tortura psicológica pueden no expresar violencia física, pero, provocan un completo estado de subyugación en las víctimas. La psicopatía, el maquiavelismo, el narcisismo y el sadismo, rasgos de las personalidades oscuras, son formas de describir lo mismo. Estas personalidades logran sus objetivos mediante las manipulaciones de individuos. Igualmente, crean miedo y terror en los demás con el fin de mantener el control. Las Personalidades Depredadoras Persistentes, tienen una habilidad para la depredación y saben a quién seleccionar como víctima.

    Es fácil el estudio de los psicópatas fracasados, pues las prisiones proporcionan un auditorio cautivo. Para estudiar a los psicópatas “exitosos”, la mejor manera es hablar con personas que han tenido que tratar con ellos debido a la naturaleza de su trabajo. Mitchell utilizo la encuesta Delphi y la “entrevista semiestructurada”. La investigadora formulo preguntas abiertas a un grupo de posible de participantes en una entrevista inicial. Luego elaboró el cuestionario de la encuesta, que se envió a todos los participantes del sondeo Delphi. Se analizaron las respuestas, tras lo cual se realizaron entrevistas semiestructuradas de seguimiento, a un subconjunto más reducido del grupo encuestado. El grupo de participantes fueron siete investigadores de la personalidad, tres investigadores del comportamiento, once profesionales forenses y treinta y seis profesionales no forenses.

    Los datos se agruparon por atributos, estrategias o tácticas utilizadas y comportamientos contradictorios. Una conclusión del estudio es que, todos los adultos con “personalidades oscuras” son explotadores, manipuladores y egocéntricos. Las personalidades oscuras que permanecen fuera de prisión se deben, a que tienen una mayor inteligencia y estatus socioeconómico. Pueden tener una mayor capacidad en el control de impulsos y son más aptos para crear fachadas convincentes y llevar una doble vida. Las víctimas de las personalidades oscuras tienen dificultad para comprender, creer y aceptar sus complejas maniobras y sombrías motivaciones. El sentimiento de superioridad y la amenaza silenciosa, por parte de las personas oscuras, originan miedo en las víctimas.

    El análisis de Mitchell arrojo la siguiente semblanza de las Personalidades Depredadoras Persistentes. Presentan un impulso intenso y omnipresente por dominar su mundo y a las personas que hay en él. Pretenden tener el control en cualquier situación. Disfrutan manipulando a los demás. Establecen una red de control y destrucción que involucra a muchos protagonistas y realidades. Utilizan una amplia gama de estrategias para garantizar el control, tal como grandes mentiras y una red de seguidores.

    Obtienen una sensación de poder a partir del dolor infligido. Cuando se desafía su control, la personalidad oscura establece una serie de normas para los demás: se castiga el incumplimiento, se recompensa el cumplimiento. Se consideran que son mejores que otros seres humanos y que tienen derecho a comportarse como les plazca. Muestran placer al causar daño a muchas personas, pero, se hacen pasar por paladines y justifican sus acciones. Muestran “ira caliente” cuando se cuestiona la visión de sí mismos como superiores, cuando ven frustrado un objetivo y cuando son “expuestos” o amenazados a ser “expuestos”.

    Su arrebato repentino de ferocidad va acompañado de comportamientos físicos, para intimidar y causar miedo. Sus ojos se obscurecen en el momento de la ira patológica. Su repuesta interna, patológica y explosiva, es tan aterradora porque parece ir seguida de algún tipo de castigo o venganza. Hay certeza que la persona será dañada si disgusta alguien con una personalidad oscura. La personalidad oscura seguirá vengándose de la víctima, aun después que ha quedado psicológicamente, emocionalmente, financieramente y socialmente destrozada. Los agresores pueden dar señales sutiles a sus víctimas de que están enfadados y van a ser castigadas. Les falta disposición a hacer concesiones o a negociar.

    Los compromisos son siempre estratégicos, pueden incluir fingir bondad, demonizar a otra persona o ser muy litigiosos. Una personalidad oscura puede tener fachada de timidez, amabilidad, humildad o torpeza. Y la personalidad oscura tiene una voluntad implacable de mantener la persecución de su objetivo. Mitchell cree que hay que revelar muy bien estas personalidades, pues de ello depende nuestra sobrevivencia.

    *Psicólogo salvadoreño

  • Libro | Ciencia política. Un manual

    Libro | Ciencia política. Un manual

    Hubo un momento en que los manuales dejaron de ser el instrumento indispensable para llevar a cabo una primera aproximación a una disciplina. Una función durante mucho tiempo ineludible y llena de valor pedagógico a la par que de conocimiento actualizado articulado.


    Por: Manuel Alcántara Sáez*


    [dropcap]A[/dropcap] quel escenario de quiebra y abandono funcional se vio aún más afectado por el desarrollo de las nuevas tecnologías digitales. Las labores en clave de wikipedia, primero, y luego de la inteligencia artificial hicieron sucumbir la loable tarea llevada a cabo con parsimonia, trabajo minucioso y dedicación vocacional.

    La tarea de Josep M. Vallès y de Salvador Martí Puig iniciada hace lustros supuso un valioso esfuerzo a la hora de sentar las bases de una disciplina que se abría paso, como estaba ocurriendo en otros países salidos de dictaduras, en el medio universitario en español. Diferentes ediciones mejoraron y actualizaron la propuesta inicial de manera que su propuesta quedó convertida en la visión de la ciencia política por excelencia. Muchas generaciones se han beneficiado de ello.

    Allí las instituciones casaban con los actores y ambos configuraban la lógica de un determinado proceso que generaba ciertos resultados. La apuesta por una determinación de la disciplina en esa dirección fue clave para su desarrollo en la medida en que cautivó a miles de lectores y de estudiosos ávidos de entender de qué se hablaba cuando se hablaba de ciencia política. Años después, en una sana reivindicación de su labor, sendos autores revisan el otras veces modificado texto original y lo sitúan en el momento presente testigo de profundos y de vertiginosos cambios registrados.

    El libro consta de seis partes que estructuran 27 capítulos. Las seis partes diseñadas con una visión original y exhaustiva son las siguientes: Sociedad, política, poder (1ª); La política como estructura (2ª); La política en el estado, elementos constitutivos, instituciones, formas de gobierno (3ª); La política como proceso (1), el contexto cultural (4ª); La política como proceso (2), los actores (5ª); y la política como resultado (6ª). El volumen cuenta con anexos que recogen conceptos fundamentales, ejercicios y bibliografía recomendada lo que le dota a su vez de unas características pedagógicas extraordinarias.

    Josep M. Vallès y Salvador Martí Puig (2024). Ciencia política. Un manual. Barcelona. Ariel. Nueva edición actualizada. Pp. 482. ISBN: 978-84-344-3788-3

    *Politólogo español. Director del CIEPS (Centro Internacional de Estudios Políticos y Sociales)

  • Libro | La mentira y el autoengaño en la sociedad actual

    Libro | La mentira y el autoengaño en la sociedad actual

    La Fundación Instituto Spiral, es una organización española dedicada a la asistencia y tratamiento de adicciones, alcoholismo y salud mental. Además, realiza investigaciones, docencia y publicaciones científicas. En el dos mil diez, publica “La Mentira y el Autoengaño en la Sociedad Actual”. Dicha obra está organizada en ocho escritos de diversos autores.


    Por: José Guillermo Mártir Hidalgo*


    [dropcap]E[/dropcap] l primero de ellos es “La ilusión y el autoengaño”, cuyo creador es Miguel Catalán, profesor de la Universidad Herrera Oria. Catalán inicia definiendo autoengaño como, atajo mental que resuelve de forma imaginaria, dificultades y reveses de la vida cotidiana. Las formas en que se manifiesta son la invención de lo que no existe y la conversión de deseos en creencias. Otras técnica son el chivo expiatorio y la negación de lo que si existe. Una forma más peculiar es, el “prestigio de la lejanía”, compensación en épocas pasadas o países lejanos con halo belleza.

    Carlos Sirvent, de la Fundación Instituto Spiral, es el autor del segundo escrito titulado “¿Por qué mienten los borrachos cuando están sobrios?” Sirvent delibera que, quién miente es proscrito y condenado. Pero hay una tendencia social a la credulidad. Ya que tendemos a creer cosas que no vemos y que solo conocemos a través de los demás. El autor considera que la mentira alcohólica puede tener una base orgánica: el deterioro del registro es por la amnesia alcohólica (palimpsesto), el fallo en la apercepción por la psicosis confusional aguda, el deterioro en la recuperación por la amnesia diencefálica del síndrome de Korsakoff alcohólico, y otras alteraciones como los trastornos afectivos y la falsificación de la realidad. El alcohólico evidencia la presencia de autoengaño. El primer nivel es el autoengaño clínico, el sujeto se da cuenta del problema, aunque, no adopta soluciones o espera que vengan de fuera. El segundo nivel es la manipulación, el sujeto intenta modificar en provecho propio las emociones y el entendimiento del interlocutor. El tercer nivel es la negación, el sujeto objeta que algo no existe o no es verdad, pese a las evidencias presentadas. Y el cuarto nivel es el comportamiento mixtificado, el sujeto lleva una vida basada en el engaño y se extiende a todos los ámbitos del quehacer diario. Para desmontar el engaño, es imprescindible hacer consciente la necesidad subyacente y detectar e identificar inercias y automatismos.

    El tercer escrito es “Mentira y psicoterapia (y autoengaño)”, del psicólogo clínico Leandro Palacios Ajuria. Este autor afirma que, el sujeto con problemas psicológicos que miente, no cree necesitar ayuda, se auto engaña. Vive su mentir como algo egosintónico. Pero el sujeto que sufre en su relación con el autoengaño, no puede mantenerlo porque no sanará nunca y recaerá sin darse cuenta. Por eso, es preferible que el sujeto elimine los elementos de autoengaño. La mentira protege al paciente de sus temores, pero, dificulta el establecimiento de una alianza de trabajo. Palacios Ajuria propone el Inventario de Autoengaño y Mixtificación, para neutralizar el autoengaño patológico.

    Francisco Javier Labrador, de la Universidad Complutense de Madrid, es el escritor del cuarto ensayo titulado “¿Acaso se pueden detectar mentiras? mitos y realidades”. Apunta que los intentos de saber “la verdad” se han desarrollado alrededor del ámbito judicial. Pero, el pretender detectar las mentiras se ha basado en un supuesto falso: la persona que miente se pondrá nerviosa, temiendo que la descubran, señalando alteraciones del habla o del discurso, gestos, posturas corporales, alteraciones en sus respuestas fisiológicas, etc. En época antiguas el esfuerzo iba encaminado a “obligar” decir la verdad infligiendo dolor o muerte. Una alternativa más reciente es el uso de “drogas de la verdad”. Una directriz posterior ha sido el uso del polígrafo o “detector de mentiras”.  Otra alternativa ha sido analizar las conductas verbales de la personas, mediante una análisis de credibilidad de los contenidos de sus declaraciones.

    El quinto escrito es, “Elogio y crítica de la mentira” de Ignacio Mendiola, de la Universidad del País Vasco. Sostiene que, pensar la mentira exige lanzarse a la tarea de desmentirnos. Es decir, escudriñar los límites que impone cada sentido y cada relato. La mentira nos abre al sentido, lo hace bajo la forma de un límite que establece el ámbito de lo pensable o de lo factible. Desmentirnos es tarea de indagar en el modo en que se articula ese límite. El mentir es un acto intencional del hablante que miente. La reducción de la mentira a la intencionalidad, tiende a llevar la impronta de la condena moral. Sin embargo, el hombre sin mascara constituye el basamento de un vivir sin secretos, en que ya no hay ningún resquicio en el que poder ocultarse.

    José María Martínez Selva, de la Universidad de Murcia, es el autor del sexto escrito titulado “Grandes Mentira en Tiempos Presentes”. Indica que las grandes mentiras afectan a muchas personas, tratan de temas hacía los que existe gran sensibilidad pública o se extienden durante mucho tiempo. Los más frecuentes fabuladores son personas con inventiva, dotadas para mentir y personas que la vida los coloca en una posición de poder de la cual se benefician. La gran mentira se puede detectar en campos muy variados. Los medios de comunicación y las nuevas tecnologías, han favorecido a los grandes embaucadores. Los políticos tienden a cometer más mentiras de ocultación que de falsificación. La mentira de los políticos se agrava por dos razones: los medios que posee a su alcance y la necesidad de seducir. Asimismo, la comunicación política ya no está controlada por periodistas, sino, por lingüistas, publicistas y personas provenientes del mundo del espectáculo. Los términos, las frases y las narrativas del discurso político, se construyen pensando en la ocultación de la verdad. Igualmente, se destacan grandes tramposos en al ámbito de las finanzas, en el mundo del periodismo, de la ciencia y el deporte. Para paliar los efectos de las grandes mentiras, hay que mostrar una sana desconfianza. También diversificar las fuentes de información y contrastar hechos y opiniones. De la misma forma, la delación o denuncia de la impostura. Pero la mejor protección de la gran mentira es, una sociedad plural, con instituciones y mecanismos que actúen como contrapoderes.

    María de la Villa Moral Jiménez, de la Universidad de Oviedo, escribe el séptimo ensayo “Engaño y deseabilidad social”.          Arranca afirmando que la identidad personal, se construye desde y por las relaciones sociales. Este constructo consta del manejo de impresiones y el autoengaño. Por tanto, en nuestra presentación a los otros, todos ejercemos un quantum de engaño. Además, una sinceridad “desnuda” es interpretada como dañina e irreverente.

    Y el octavo escrito “El placer de Mentir” del periodista Julio Llamazares establece que, en todas las épocas y culturas, mentir se ha considerado un pecado. Salvo en tres casos concretos: en el niño, en el loco y en el novelista. El novelista necesita contar algo, porque su vocación es contar y encantar contando. Nace la novela como parábola, como espiral de mentiras que poco a poco es elevada a la categoría de metáfora.

    *Psicólogo salvadoreño

  • Grandes pérdidas de empleos en sector agrícola en El Salvador

    Grandes pérdidas de empleos en sector agrícola en El Salvador

    Al menos 60 mil empleos se perdieron en el sector agrícola en El Salvador en los últimos años, indicó la Cámara de Pequeños y Medianos Productores Agropecuarios (Campo).

    [dropcap]S[/dropcap] egún el presidente de esa gremial, Luis Treminio, no es cierto que dicha área esté libre del desempleo, y, por el contrario, cada vez escasea más la mano de obra.

    La última Encuesta de Hogares y Propósito Múltiples (EHPM) reveló que más 29 mil personas estaban desocupadas en la agricultura, ganadería y caza, mientras aumentan las críticas por el abandono y la falta de incentivo para impulsar la producción local.

    El pronunciamiento contradice planteamientos de hace unos días del presidente Nayib Bukele en Argentina, donde afirmó que el sector agrícola, entre otros, estaba libre de desempleo.

    Durante su gira por Argentina, Bukele dijo ante senadores de ese país que en El Salvador “no hay desempleo en agricultura, no hay desempleo en construcción, y no hay desempleo en turismo”.

    Al respecto, Treminio, aseguró que el sector agrícola pasó de dar empleo a 473 mil personas a rondar los 413 mil trabajadores en los últimos años. Al presidente lo están asesorando mal o le están dando información que no es correcta, dijo.

    La EHPM de 2023 mostró que ese año 29 mil 600 personas de la agricultura, ganadería y caza fueron catalogadas como desocupadas.

    Luego de alcanzado un ambiente de seguridad en el campo por el combate a las pandillas, el alto costo de los insumos agrícolas, el del alquiler de la tierra y el clima provocan que los productores desistan en sembrar y bajan los empleos, sin contar que muchos trabajadores toman el camino de la emigración.

    El directivo de Campo recordó que ninguna administración en los últimos años impulsó una política agropecuaria y la desatención del área generó menos producción en las últimas cosechas de granos básicos y convirtió al país en importador neto de muchos productos que antes se cosechaban aquí. (PL)

  • Una tarde de domingo

    Una tarde de domingo

    En una ocasión leyó en algún sitio que nunca debería entrar en pánico cuando se perdiera, algo que no le ocurría habitualmente, pero que si así sucediera lo que debería hacer era cambiar simplemente del lugar al que quería ir.


    Por: Manuel Alcántara Sáez*


    [dropcap]R[/dropcap] ecordó el aforismo una tarde de domingo que salió a caminar sin rumbo y a renglón seguido caviló que lo mejor para no perderse no era seguir esa recomendación. Lo más aconsejable para no extraviarse era no saber a dónde se iba. Eso le ocurría en aquel concreto instante. Ignorar el destino, vagar siguiendo intuiciones que le hicieran tomar calles de perfiles curiosos, cruzar plazas irregulares para evitar seguir la senda recta por la que llegó, huir de los grandes bulevares, entrar en mercados agobiantes, tomar caprichosamente autobuses destartalados dirigidos a barrios de denominación sonora.

    Sin embargo, fue el aguacero el que le hizo introducir planes en su deambular de aquel domingo que condicionaron su errático recorrido. Había dejado de llover y el agua bajaba a raudales por las calles buscando el lecho del río que dominaba el ancho valle por lo que pensó que lo mejor sería tomar la dirección de las colinas. No había nadie en la calle, algo que era habitual pues la gente entonces se arremolinaba en los centros comerciales y más aún en aquel día lluvioso. Al final, las casas, los comercios, el denso tráfico configuraban un decorado idóneo para construir relatos mentales en los que sus obsesiones cobraban cuerpo. Además, el desierto callejero le sumía en una melancolía extrema. Apenas el mal estado de las aceras sembradas de huecos distraía sus soliloquios. Sorteaba unos cables rotos que colgaban del tendido y solo al cruzar las calles detenía su ensimismamiento para prestar atención frente al desquicio de los vehículos.

    Llegó hasta una balconada en la que se divisaba buena parte de la ciudad. No había sido consciente de su tamaño que se extendía a izquierda y derecha sin divisar su final. Enfrente los edificios trepaban por la ladera del valle hasta una altitud semejante a la que se encontraba. Las nubes dejaron intervalos suficientes para que la luminosidad del sol empezara a provocar unos tonos que le generaron la impresión de estar en otro sitio muy diferente. Pensó en el mar. En un océano verde esmeralda como el que había contemplado la última vez que estuvo en la costa. Allí la caminata había sido hasta el viejo castillo donde se encontraba el faro. Recordó las calles empinadas, la blancura de las casas, las tejas color canela, el aislamiento del entorno. La ambigua finalidad perseguida entonces se había visto satisfecha. Pero aquel domingo sintió que le faltaba algo.

    Descendió por un lugar diferente al que había tomado para llegar a la imprevista atalaya. No contaba con referencias claras. Ahora los edificios eran de más altura y pequeñas plazas vacías con juegos infantiles salpicaban la andadura. Un hombre empujaba un carro que portaba cosas imprecisas. No supo cómo pero llegó a una avenida principal que reconoció por haber entrado el día anterior en una librería. El descubrimiento le decepcionó aunque no frunció el ceño sino que en su cara brotó una efímera sonrisa. Pensó en el aforismo y en el hecho de que entonces debería asumir que su intención fue siempre la de volver a la librería donde había hojeado un par de textos que le produjeron curiosidad, pero que al final desdeñó. Se preguntó si fue el título, el resumen que leyó en la solapa o la portada lo que llamaron su atención y si debería sortear la tentación de volver a entrar aunque no había razón para ello porque estaba cerrada. Cruzó la avenida atestada de coches y zigzagueó hasta volver a ignorar dónde se encontraba.

    En la placita estaba un hombre con el dorso desnudo tendido en un banco, su camisa colgaba del respaldo. Una mujer quitaba el barro de la acera frente a la casa con una especie de rastrillo. Más adelante dos hombres fregoteaban el coche en la puerta de un garaje. En una esquina una niña adolescente sentada en el suelo con un mocoso juguetón a su vera tendía la mano en demanda de unas monedas. Miró para otro lado. El agua de la tormenta había anegado un paso subterráneo por el que debería cruzar una nueva avenida algo que hizo sorteando el tráfico donde las motos inquietas competían con los autos. Divisó un mercado callejero en el que empezaban a recoger las tiendas. Había muy poca gente y la basura estaba esparcida por doquier. Cayó en que la escena era triste, pero no estuvo seguro de si era él el que acumulaba la tristeza en sus ojos o si lo que producía desolación era el vacío que emanaba del panorama que confrontaba.

    Apenas habían pasado dos horas desde que saliera de la casa. No sentía fatiga ni le invadía el tedio que en otras ocasiones lo asediaba al sentir que veía siempre lo mismo. Tuvo conciencia de que debería continuar su andadura, dejar fluir toda aquella ristra de pensamientos. Todavía quedaba tiempo hasta que llegara la noche. Determinar las razones del marasmo que entendía una y otra vez sombreaba su vida y que lo proyectaban en una situación de orfandad desquiciante. Por ello sabía que la ciudad con todas sus contradicciones y entresijos era una esponja perfecta que recogía su transpiración permanente y que ello le producía alivio. No era en absoluto el olvido lo que buscaba. Se trataba de procesar las quimeras, los razonamientos enrevesados, los efectos de los sentimientos frustrados, las emociones baldías. Pero la ciudad lo atrapaba, no había un resquicio para una salida que liberara los embrujos acentuados en aquella tarde de domingo. Si al menos estuviera el mar, pensó, todo se disiparía en el horizonte y la desazón se diluiría en la bruma del atardecer.

    *Politólogo español. Director del CIEPS (Centro Internacional de Estudios Políticos y Sociales)

  • Académico en El Salvador insta a rescate de agricultura

    Académico en El Salvador insta a rescate de agricultura

    El gobierno de El Salvador debe de incorporar políticas públicas para que la agricultura mejore y haya más tierras cultivadas, estimó hoy Fidel López Eguizábal, académico e investigador de la Universidad Francisco Gavidia.

    [dropcap]E[/dropcap] l retroceso que registra el país en el sector es notorio, según estimados divulgados por la Asociación Cámara Salvadoreña de Pequeños y Medianos Productores Agropecuarios (Campo), que muestran que el cultivo de granos básicos bajo un 30 por ciento los últimos cinco años

    Cuando hay afectación en la producción, estiman expertos, la soberanía alimentaria del país se ve afectada.

    Esta situación ya se evidenciaba en las estadísticas del ciclo agrícola 2023-2024, que fueron presentadas por Campo, en ese periodo se registró un déficit de casi seis millones de quintales de granos básicos (60 mil toneladas).

    López Eguizábal, al abordar la crisis en un artículo de opinión en el diario El Mundo, indicó que “para rescatar la agricultura es importante que los jóvenes se interesen por el sector; además, se deben tener incentivos y subsidios de parte del gobierno”. “En otros países, dijo, el subsidio hace que la agricultura sea rentable y sostenible. El gobierno debe de incorporar políticas públicas para que la agricultura se mejore y haya más manzanas cultivadas.

    El académico insistió en que todos los sectores son importantes, sin embargo, el principal debe de ser la agricultura. Ya todos sabemos que no cubrimos la producción alimenticia en El Salvador, señaló.

    Nos toca importar alimentos, y eso, es lo que hace que haya problemas de toda índole, especialmente para las familias que no tienen acceso para cultivar, aseveró.

    Ejemplificó que, en una publicación del 22 de agosto, Campo estimó que este año se sembrarán solo 295 mil manzanas (poco más de seis mil 555 caballerías). Y el área de siembra se redujo en 35 mil 886 manzanas (797 caballerías).

    El investigador hizo un llamado a cultivar la mayor cantidad de tierras pues muchos propietarios ahora viven de las remesas que llegan desde Estados Unidos y se olvidan de la producción de granos básicos.

    Remarcó que para rescatar la agricultura es importante tener incentivos y subsidios de parte del gobierno. En otros países, el subsidio hace que la agricultura sea rentable y sostenible. El gobierno debe de incorporar políticas públicas para que la agricultura se mejore y haya más terrenos cultivados, puntualizó. (PL)

  • Argentina | El origen de las mujeres

    Argentina | El origen de las mujeres

    El Descubri-MIENTO del Nuevo Mundo irrumpe en Occidente como una suerte de aparición incomprensible. Todo aquí es novedoso. Las crónicas consignan ciertos árboles que crecen a la orilla de los ríos cuyas semillas, si caen en la tierra brotan convertidas en pequeñas aves, y si tocan el agua se transforman en peces.


    Por: Marcelo Valko


    [dropcap]S[/dropcap] in embargo, lo más perturbador son sus habitantes cuyo origen los desconcierta. Por colmo, se presentan desnudos. Colón, el Gran Almirante de la Mar Oceana, en sus cartas de relación donde vuelca todo tipo de pormenores para mantener informados a sus inversionistas, los Reyes Católicos, no logra sustraerse del encanto y menciona sus fermosos y proporcionados cuerpos. Semejante desnudez tan luego impúdica como inocente ante los ojos de los codiciosos navegantes los inquieta sobre manera.

    Durante el segundo viaje de 1494 el panorama se complica. En lugar de las tres embarcaciones de distinto porte, arriba al Caribe una enorme flota de 17 navíos que atracan en la isla La Española. El fuerte Natividad, construido con los restos del naufragio de la Santa Maria está destruido y sus ocupantes muertos. La aparición geográfica es más vasta de lo imaginado. Ante la ausencia de tesoros emerge la extrema violencia de los invasores que utilizan a los habitantes como un combustible biológico renovable en plantaciones y lavaderos. Es tan escaso el oro que encuentra, que el almirante decide cambiar de táctica. Colón le encomienda a Ramón Pané, un fraile de la orden de San Jerónimo que estudie el idioma de los taínos y averigüe sus costumbres y creencias. Quizás así se descubra algo. De ese modo surge la primera crónica etnográfica de América: “escribo lo que he podido saber y entender de las creencias e idolatrías de los indios y de cómo veneran a sus dioses”. El texto conocido como Relación de las antigüedades de los indios es relevante por varios motivos. En primera instancia, a poco de estar finalizado en 1498, prácticamente nada quedaba de los taínos, los habitantes antillanos que sufrieron el primer embate del Descubri-MIENTO. Nada, apenas esas páginas y una serie de vocablos que fueron incorporados en el léxico de los conquistadores y que nosotros utilizamos en la actualidad como: hamaca, iguana, batata, cacique, caníbal, canoa, caribe guayaba, yuca o bohío, únicos sobrevivientes de una cultura muda para siempre. Es la crónica de una ausencia, a la que le seguirán nuevas ausentificaciones de presencias. Curiosamente, Pané levanta una tradición oral que proviene de larga data. Habla de los muertos vivientes que caminan por las noches. No olvidemos que la isla La Española, donde se desarrolla la crónica, es el territorio que hoy comparte República Dominicana y Haití, una geografía donde los esclavos negros mestizaron sus creencias con aquellas tradiciones autóctonas que derivaron en el vudú y los zombis que, como forma de dominación por el terror, fueron utilizados por la dictadura de los Duvalier y sus tonton macoutes.

    Pero sobre todo me interesa centrarme en el choque de imaginarios que el manuscrito del fraile pone en evidencia sin advertirlo. Aunque Pané dista una enormidad del nivel intelectual de otros cronistas religiosos como Bartolomé de Las Casas, José da Acosta, Bernardino de Sahagún o incluso de un soldado como Bernal Díaz del Castillo, y pese a que no ve más allá de lo que tiene frente a sus ojos, esa misma limitación le permite escribir sin autocensuras en primera instancia. Vuelca todo con pelos y señales. Nos exhibe los fatales errores de percepción de unos y otros. Veamos un caso. Menciona que a los efectos de la evangelización, le fueron entregadas a un grupo de indígenas unas estampas religiosas. Estos las llevaron a un campo de labranza y luego tiraron las imágenes al suelo y las cubrieron de tierra y después orinaron encima diciendo: Ahora serán buenos y grades tus frutos. Las autoridades españolas, enteradas del hecho lo interpretaron como que habían destrozado y escarnecido las imágenes. Bartolomé Colón, a quien su hermano había dejado al mando formó proceso contra los malhechores y, sabida la verdad, los hizo quemar públicamente.

    Ramón Pané da por muy bueno el escarmiento que reciben los herejes. Ni por asomo, imagina que la historia es al revés. No se trata de una burla, ni mucho menos de una injuria. Enterrar las estampas en el sembradío implica atribuirles un enorme poder y por eso las utilizan en un rito agrario propiciatorio de fecundidad. Los taínos interpretan esos grabados religiosos de los recién llegados, como una suerte de semillas mágicas que tras ser regadas, le entregarían más fecundidad al campo. Desde que tomé conocimiento del manuscrito del fraile nunca dejé de pensar: ¿qué habrán experimentado esos pobres desgraciados mientras las llamas devoraban sus cuerpos? Murieron sin haber comprendido su falta ni el comportamiento de los invasores.

    Deseo finalizar retomando el comienzo, cuando Colón en 1494 le encomienda a Pané recopilar las creencias de los antillanos. El fraile, obediente al mandato del ilustre Almirante vive durante dos años en una comunidad donde aprende el idioma y comparte el día a día de sus habitantes y así recopila el material para su Relación. Si bien intenta comenzar por el principio de la creación del mundo según los tainos, a pocos renglones de iniciada, apenas en el segundo párrafo, extravía el rumbo previsto para ensimismarse en el sexo de las hembras. Imaginamos al fraile en medio de una aldea, ante la desnudez bronceada de las mujeres que tenía delante suyo realizando tareas domésticas. Obnubilado ante esas pieles doradas, la descripción de la cosmogonía debe esperar su turno.

    Comienza regodeándose con la historia de un personaje mítico que acapara para si todas las mujeres de la isla. Una en particular la cual le da gran placer le contagió el mal francés (sífilis) y debió hacer muchos lavatorios para lavarse. A partir de ese momento en el siguiente capítulo que titula sugestivamente Como hallaron remedio para que fuesen mujeres, explica el original método utilizado. En medio de su desazón, los varones observan que de los arboles descienden una cierta clase de personas que no tenían sexo de varón ni de hembra. Para encontrar el remedio, capturaron una suerte de pájaro carpintero. Tomaron aquellas personas sin sexo y les ataron los pies y las manos, y trajeron el pájaro mencionado y se lo ataron al cuerpo. Y este, creyendo que eran maderos, comenzó la obra que aquel acostumbra, picando y agujereando en el lugar donde ordinariamente suele estar el sexo de las mujeres. Y de este modo dicen los indios que tuvieron mujeres.

    Sin duda nuestro calenturiento fraile consigna un hermoso relato, más explícito en cuanto a lo sexual que la costilla de Adán de la cual, según el Génesis judeocristiano, surge su compañera. Observemos por otra parte que el pájaro agujerea donde ordinariamente suele estar la vagina. Algo que se presta a suponer que en otros casos menos usuales podría estar en otra parte. Pero veamos que escribe Pané a continuación: puesto que escribí de prisa y no tenía papel bastante, no pude poner en su lugar lo que por error trasladé a otro. Volvamos ahora a lo que debíamos haber puesto primero, esto es, la opinión que tienen sobre el origen del mar.

    Ni bien pone ese último punto y levanta la pluma, advierte su error y se arrepiente. Pero no hay modo de solucionarlo. El mismo explica que allí, en La Española no tenía papel bastante, debido a ello no tuvo oportunidad de reescribir la cosmogonía de un modo correcto y por eso el origen del mar y demás, surgen luego de la aparición de las mujeres. No nos debe sorprender la lujuria del religioso. El cronista indígena Guamán Poma medio siglo después en la zona andina, acusa con claridad a los curas y padres doctrineros de poseer mancebas y una docena de hijos y multiplicar mesticillos. Viendo al fraile Ramón Pané que se autodenomina pobre ermitaño empantanado en sueños libidinosos, nos sirve de parámetro para comprender el siniestro comportamiento de los invasores que cometerán todo tipo de delitos sexuales. La captura de mujeres y doncellas fue una constante. Algunos españoles tenían verdaderos harenes. Esta es otra arista del cruel genocidio desatado sobre la población originaria. Es lento, pero viene…

  • Libro | Fascismo y dictadura

    Libro | Fascismo y dictadura

    A lo largo del mundo, se está produciendo un nuevo empuje autoritario. Desde hace décadas, las democracias capitalistas están cambiando a una “especie” de “estatismo autoritario”. Preservando las formas de gobierno liberal-democrático, como tapadera para prácticas represivas y mecanismos de vigilancia, que pisotean las libertades civiles, sin ser necesariamente “fascistas”.


    Por: José Guillermo Mártir Hidalgo*


    [dropcap]E[/dropcap] l sociólogo greco-francés Nicos Poulantzas, publica “Fascismo y Dictadura: la tercera internacional frente al fascismo”, en mil novecientos setenta y cuatro. Dicho autor considera que, no se puede tildar de “fascismo” a cualquier expresión política de la extrema derecha.

    La obra de Poulantzas se ocupa de tres temas: el fascismo como fenómeno político específico, el fascismo como “forma” particular de Estado capitalista de excepción y la política de la Tercera Internacional respecto al fascismo. La sustancia del libro es el fascismo en cuanto partido político y régimen establecido, igualmente, la interpretación marxista de los años veinte y treinta del régimen fascista. La obra presenta tres grandes bloques: el fascismo y su relación con los clásicos temas marxistas, la relación entre el fascismo y las clases sociales y el estudio del Estado Fascista como Estado de Excepción.

    El imperialismo, es uno de los factores cruciales en la formación del fascismo. Pero el imperialismo no se puede reducir solo al proceso económico, éste es también político e ideológico. La Tercera Internacional consideraba al fascismo, como un estadio del desarrollo natural de la democracia burguesa. No consideraba el fascismo en Alemania, sino en Italia, porque era un país semi-industrializado. Poulantzas rechazo el enfoque liberal que presentaba al fascismo, como una “anomalía” en la historia del capitalismo, del mismo modo, desaprobó el determinismo económico de las teorías marxistas del fascismo de la Tercera Internacional, que lo veían como una “función necesaria” del gran capital en tiempos de crisis. El autor señala tres errores a la línea marxista oficial de la Unión Soviética: el economicismo, la ausencia de una línea de masas y el abandono del internacionalismo proletario. El autor opina que, a la luz de la experiencia China, su motivo se explica en la burocracia instalada en los aparatos del Estado. La Tercera Internacional repara en que, el fascismo, es un nuevo instrumento del gran capital financiero.

    Poulantzas asiente que hay elementos políticos en el proceso de fascistización, como la crisis de representación de los partidos y la crisis ideológica. Su ocurrencia se debe a la desintegración de las clases dominantes y su hegemonía, así como la irrupción de una nuevo actor, combinado con el fracaso revolucionario de la clase trabajadora. El fascismo es fruto de una crisis de hegemonía.

    Distingue que no hay más que dos ideologías: la burguesa y la proletaria, pero, no se puede entender el fascismo sin comprender la crisis ideológica de la clase dominante. Aspectos de la ideología fascista son los siguientes: culto al Estado, culto a lo arbitrario, elitismo, antisemitismo, nacionalismo, militarismo, anticlericalismo; papel especial de la familia pequeño burguesa que proporciona un comportamiento estanco, impermeable a la lucha de clases y refuerza los sentimientos de jerarquía autoritaria; papel especial de la educación, un aspecto obscurantista y anti intelectualista y el corporativismo.

    El autor considera imprescindible distinguir entre el nazismo alemán y el fascismo italiano. La ideología nazi se basaba en incubaciones irracionales, racistas y estatistas del siglo diecinueve. En la implantación del hitlerismo fue importante la Gran Depresión Económica de mil novecientos veintinueve. Hubo una influencia decisiva de elementos ideológicos surgidos en el siglo diecinueve como el Super Hombre, el culto a la violencia y el mito de la superioridad de la raza aria.

    El Estado, no solo se compone del estricto aparato de fuerza represiva. Incluye instituciones de hegemonía ideológica como iglesias, sindicatos, partidos y órganos de información, entre otros. Estas instituciones, gozan de una relativa autonomía dentro del Estado.

    Diversos factores hacen contrastar al Estado Fascista en sus Formas de Estado y Formas de Régimen. El Estado Fascista es una forma del Estado Capitalista, es una forma de Estado de excepción que corresponde a una crisis política y es una forma de régimen. El fascismo es una forma extrema del “Estado Capitalista de Excepción”.  Los rasgos como régimen de excepción son, la existencia de un partido político para la movilización de las masas, relaciones variables entre el partido y aparato estatal según etapas, especial papel de la policía, papel secundario del ejército y disminución de la autonomía de los aparatos ideológicos frente al Estado. Poulantzas reconoce que el fascismo italiano era menos totalitario que el nazismo, debido a razones puramente económicas y de clase.

    Los fascismo se nutrían de personas queno eran pequeños burgueses ni grandes capitalistas. Los fascismos se componían de personas de procedencia social diversa. Poulantzas valora que el Golpe Militar en Grecia que condujo a la dictadura de los coroneles y las dictaduras militares latinoamericanas, no eran fascistas, tampoco bonapartistas, ya que no se podía identificar la base popular que se asociaba con el fascismo clásico.

    Por tanto, ante la posibilidad que el fascismo se repita, este no alcanzaría al poder bajo la misma forma que en el pasado. Tampoco los movimientos totalitarios repetirán la misma experiencia del fascismo de entre guerras.

    *Psicólogo salvadoreño

  • Faltar al respeto

    Faltar al respeto

    Le costaba entender la diferencia existente entre los hechos y el juicio que hacía sobre ellos. Era una situación muy extendida en el medio en que vivía. Sin embargo, alguien le había dicho que este era un escenario que según los estoicos era casi siempre la verdadera causa del malestar generalizado que les invadía.


    Por: Manuel Alcántara Sáez*


    Por eso no era de extrañar que ella más de una vez le reprochara que él no respetaba sus tiempos, que no asumía la pausada sucesión de secuencias que no se daban al ritmo que él esperaba que se sucedieran en función de las expectativas que generaban sus cálculos. Sí, sus deseos corrían más deprisa, además era incapaz de desarrollar una visualización negativa de lo que acontecía. Es decir, nunca se ponía en lo peor de modo que tirara de razón, humildad y perspectiva para ahuyentar al catastrofismo que suponía perderla. ¿Tenía miedo?

    Faltar al respeto suponía un quebrantamiento de algo en lo que había sido firmemente educado. Constituía desde que tenía uso de razón una de las columnas vertebrales sobre las que había construido su existencia. Pero sentía que era víctima de una profunda disonancia entre los datos duros que pensaba que definían la realidad y sus valoraciones a la hora de entender tanto el significado de aquellos como su subsecuente proceder.

    Por otra parte, como buen estoico, según él se proclamaba, -que en el límite incluía la conciencia del memento mori, la asunción de que todos moriremos algún día- no estaba dispuesto a perderla. Por ello no tuvo más remedio que excusarse por su supuesta falta de respeto. No lo hizo como gesto de buena educación. Fue el resultado de la amarga decepción en que se vio envuelto cuando su pasión obnubiló una realidad más compleja. No se percató que requería entender matices y proveer un sinfín de explicaciones de algo que no entendía y ante lo que ella le pedía tener paciencia.

    En otra ocasión, en un tiempo que había olvidado, un amigo le señaló que tenía un serio problema con el hecho de que buscaba ser querido a toda costa por quienes le rodeaban. Demandaba de su entorno una relación de afecto que no era sencillo de conseguir. En parte porque el respeto que suscitaba enterraba las emociones tras la cortina de lo correcto y de la gravedad que emanaba. Entonces las vicisitudes sí que ocultaban los razonamientos haciéndolos obsoletos.

    Todo era corazón, un ansia en pro de que el derrotero sancionara las decisiones tomadas. Se culminaba así un proceso en el que cobraba sentido cualquier iniciativa y, por lo tanto, la satisfacción se adueñaba del devenir cotidiano. No había que expresar respeto por nada ni por nadie pues todo transcurría de manera suave, sin sobresaltos. La gente entendía que no había nada que perdonar, pero sí que las cosas sucedían porque había un designio que satisfacía las más mínimas exigencias.

    Más tarde gozó de un respeto excesivo, aquel dado a los santones inexorables. No entendió ni las formas ni las razones ocultas. Ella, sin embargo, lo mortificó hasta un punto en que el sufrimiento se alzó como una justificación de sus temores. Entonces no percibió aquel aviso acerca de que sus cuentas estaban a punto de saldarse y procrastinó hasta que la soledad fue su única compañera. No hubo más avisos, tampoco se encendió luz alguna que avisara a los demás de sus desvelos. El respeto se volatilizó o quizá simplemente fue una añagaza más en su vida, algo que le cubrió como un manto en una época de penuria en la que ella no estuvo a su lado porque no advirtió reclamo alguno. La risa se alejó de su rostro y el rictus del enfado se apoderó de su semblante durante meses sin entender las razones del cambio.

    Ella encendió la lámpara del deseo que se encontraba adormecido cuando él pensaba en su clausura. Por eso no hubo pérdida de respeto alguno sino una confusión en la que resultó banal pensar en una alternativa. Las sombras se adueñaron del lugar haciendo todo más confuso. No tuvo incidencia alguna la profusa meditación en que se sumió, ni los ejercicios respiratorios que inició en búsqueda de un nuevo patrón de vida ajeno a las prácticas del pasado. Calló.

    En su mudez interpretó una vez más hechos que se alejaban de razones. Lloró. Se trataba de una reacción telúrica que no supo desentrañar. Posiblemente era lo más sencillo pues las lágrimas purificaban el rostro y suponían un reclamo en búsqueda de consuelo. Otra añagaza más que necesitaba para que ella volviera con él aunque nunca lo había abandonado completamente a su suerte. Las cosas estaban claras.

    El respeto fue la excusa para mantener el silencio. Entonces no sabía que años más tarde seguiría sin comprender la fuerza que tuvo la sumisión a un modo de vivir en la continuidad de su relación. Pero el caso es que funcionó. Nadie explicó las razones ni menos aun describió los hechos. No se trataba de superponer nada, tampoco de minusvalorar el sentido que dio a las palabras que aquel día ella pronunció. A fin de cuentas un manto de silencio cubrió sus desvelos enterrando malentendidos y circunstancias caprichosas.

    Nunca supo de las consecuencias ni de las oportunidades que se desperdiciaron. Sentado en el quicio de la puerta del balcón contempló muchas tardes el atardecer. La fina línea del horizonte marino que se confunde con la de la orilla de enfrente del río y a ellas se superpone el cuadro de los rascacielos que contrapuntean el perfil de la ciudad. Son imágenes consecutivas, superpuestas, que paralizan su visión y que ahogan su respiración. Sabe que necesita trascenderlas para encontrar una salida por respeto a sí mismo.

    *Politólogo español. Director del CIEPS (Centro Internacional de Estudios Políticos y Sociales)

  • “Mavi Vatam” y El Salvador

    “Mavi Vatam” y El Salvador

    La concesión de los puertos salvadoreños, a una empresa turca, debe de analizarse a la luz de los principios geopolíticos de Turquía, independientemente de su fuente financiera y su relación con grupos terroristas. También debe analizarse tal concesión, con el control que ejerce dicha compañía sobre puerto Quetzal, en Guatemala y en otros siete países.


    Por: Fernán Camilo Álvarez Consuegra


    [dropcap]“[/dropcap] Mavi Vatam” o doctrina “Patria Azul”, es la doctrina geopolítica turca, creada por el almirante Cem Gurdeniz, expuesta el 2006, que busca asegurar la satisfacción de las necesidades geopolíticas, que giran en derredor de la energía y abastecimiento de bienes necesarios, y la exportación de los propios. Turquía busca ser el eje entre Occidente y Oriente. Gurdeniz, en su obra “Escritos de la Patria Azul”, considera que el poder naval chino es imposible de detener y que el poder naval norteamericano, va en descenso.

    Para lograr los objetivos turcos, se plantea dos esferas de control: la primera, un área de seguridad y control directo en los mares que le rodean: Mediterráneo, Egeo y Mar Negro. Y la segunda, de carácter estratégico, que se extiende a los Mares Rojo, Caspio, Arábigo y Golfo Pérsico.

    La doctrina “Patria Azul”, es coincidente con las necesidades geopolíticas del Imperio Otomano, abolido el 1 de noviembre de 1922. Las expansiones de China y Rusia en América, buscan establecer pasos alternativos al Canal de Panamá, lo que obliga a extender la visión estratégica de Turquía. El poder terrestre del Imperio Otomano (1299-1922) se basó desde 1453, en su poder naval y el control sobre los mares circundantes. Su desmoronamiento inicia con la pérdida del control de los mares, durante el siglo XIX; lo que permitió la expansión europea, y su debilidad en el Cáucaso, frente a la expansión rusa.

    Durante la crisis de los misiles en Cuba en 1962, aprende Turquía que, para garantizar su área de seguridad, debe de poseer puntos estratégicos fuera del mismo, a modo de intercambio o de extensión de su área de influencia. La crisis desescaló, a cambio de los misiles norteamericanos desplegados en Turquía. La actual Guerra Fría, obliga a tener intereses globales para mantener sus esferas de influencia; en ese sentido tenemos que ver la concesión de nuestros puertos.

    Turquía pacto con el Gobierno Acuerdo Nacional, facción Libia, reconocida por la ONU, para que ejercer el control sobre su mar territorial, lo que implica una pieza mas en su visión geo estratégica. La Convención de Montreux, que garantiza el libre pazo internacional por el Bósforo y le concede a Turquía cerrarlo, sólo a las partes en conflicto, es vista como una afrenta a los derechos históricos turcos.

    La familia Bukele ha mantenido relaciones políticas con grupos islámicos radicales, también con intereses anti occidentales. Nayíb Bukele, fue recibido por el Gobierno Turco como “uno de los nuestros”, en referencia a su ascendencia palestina, perteneciente al antiguo Imperio Otomano, razón por la que se colocó una estatua de Armando Bukele (pagada por El Salvador) en la Universidad de Ankara, por su contribución a la difusión de la cultura Palestina (Otomana) en el mundo.

    Las relaciones diplomáticas de El Salvador con Turquía y el Oriente Medio, están en manos de la familia Bukele, al igual que la difusión musulmana en Centroamérica. Por lo que no es de extrañar, que ya seamos parte del ajedrez geopolítico mundial, del lado de los BRICS, contra Occidente y por esta razón, se ha declarado bajo reserva el TLC y los acuerdos marítimos con China continental, se ha ocultado los acuerdos en San Petersburgo, se mantenga en reserva los acuerdos con Turquía.

    Cada vez más perdemos nuestra independencia y soberanía.

  • La envidia

    La envidia

    El Diccionario de la Real Academia dice que la envidia es:” la tristeza o pesar del bien ajeno”. Para algunos esta definición puede parecer un poco frágil, si consideramos las diversas manifestaciones de esta emoción, pues no debemos dejar de considerar que de la tristeza del bien ajeno a la alegría por el mal ajeno solo hay una línea muy fina.


    Por: Claudia Viveros Lorenzo


    [dropcap]H[/dropcap] ay muchos sentimientos de envidia, pero todos tienen como piedra angular el sentimiento de inferioridad, la envidia no puede ser entendida sin considerar las sensaciones de precariedad narcisista y las vicisitudes de las pulsiones de la infancia, dentro del seno familiar, las diversas modalidades de envidia no son sino un eco de los sentimientos de inferioridad y rivalidad sufridos por el niño en su desarrollo psicológico, con padres, hermanos y otras figuras importantes. La envidia  instaurada en el carácter del adulto, es por lo regular el reflejo de las experiencias de pequeñez y desvalimiento de la infancia.Las manifestaciones de la envidia nos dicen siempre más de los sentimientos de inseguridad del envidioso que de la personalidad del envidiado.

    Esta emoción es maladaptativa porque hecha a perder o anula el placer de la admiración, el gozo de ser buen amigo, la utilidad del compañerismo y la solidaridad.

    La forma más conflictiva de la envidia es aquella que va directo a las personas que se amam.Aquí el inconsciente juega un papel crucial que destruye aquello que valoramos de nosotros mismos e inyecta a la consciencia de una atormentadora culpa. Sentir envidia es sufrir. Además de dolor, la envidia provoca en quien la siente ansiedad, hostilidad, rabia y depresión. Y toma diferentes formas. En la etapa escolar, pueden ser las notas; en la adolescencia, las conquistas amorosas; en la adultez, el éxito material, laboral o familiar.

    La mente humana tiene que recurrir a diversos mecanismos de defensa inconscientes, para restaurar la autoestima lesionada en las comparaciones envidiosas y equilibrar así la homeostasis narcisista. Estos mecanismos pueden ser más o menos adaptativos. Llamamos patológicos a aquellos patentemente mala-daptativos. Un caso extremo de éstos puede ser el de los individuos que cometen actos «grandiosos» de terrorismo o el de aquéllos que atentan contra celebridades admiradas/envidiadas. ¿Qué pasa si la envidia no se controla adecuadamente? “En la envidia destructiva, la persona ve al otro como un obstáculo. Si esa envidia sigue creciendo puede planificar cualquier cosa, incluso, la muerte. Esto, dependiendo de la estructura de personalidad. La envidia no encuentra nunca su catarsis. Una vez que prende en el ánimo, lo roe y lo devora.

    La envidia patológica es típica en estructuras de personalidad narcisista y también en los psicópatas. Los envidiosos patológicos se sienten súper amenazados y angustiados por el éxito, la felicidad o la prosperidad de otros, porque sienten que no pueden tener eso. Entonces, si no lo tienen, lo destruyen”.

    Es común que un sujeto sienta envidia, en alguna de sus numerosas manifestaciones, hacia alguien y, simultáneamente, profese adoración acrítica hacia otra persona. Se trata de las dos caras de una misma moneda.

    Es importante integrar la idea de que los aspectos que no te gustan de ti, no te definen y por supuesto no te invalidan, puedes intentar cambiarlos o mejorarlos si te generan malestar, aun así, siempre vamos a tener limitaciones o carencias, pero también tenemos capacidades y competencias.

    Algunas recomendaciones que pueden facilitar este proceso:

    • Redefine: ¿qué coyuntura, atributo o actitud te está indicando la envidia que tienes que cambiar de ti mismo? Trabaja en ello a nivel emocional.
    • Busca el origen: ¿qué es lo que realmente activa tu envidia? A veces polarizamos nuestra envidia hacia algo, cuando en realidad lo que más deseamos es otra cosa de esa persona, que no nos permitimos sentir.
    • Encuentra patrones: ¿has sentido algo similar en otras situaciones? ¿Cuál es el denominador común?
    • Cambia el signo de tu emoción: transforma la envidia en admiración.
    • Aprende a disfrutar de lo que tienes: no vivas en futuribles hipotéticos o remotos de lo que pasaría si tuvieras lo que envidias.
    • Relativiza: nadie representa la perfección completa. ¿Qué cosas tienes tú que no tiene la persona a la que envidias? ¿Qué crees que la otra persona envidiaría de ti y cómo crees que manejaría esta carencia?
    • Reajusta tus creencias: muchas veces pensamos “si yo tuviera lo que tiene X, sería feliz”, pero no es así. Esa cualidad seguramente no será la clave de la felicidad para el envidiado y por tanto tampoco sería la tuya. Es mucho más importante valorar lo que uno tiene más que lo que no se tiene.
    • No te tortures: recuerda que la envidia es una emoción normal y universal, igual que tantas otras, y es esperable tenerla. A lo largo de la vida todos envidiaremos y seremos envidiados de una forma u otra.
  • Libro | Social Protest and Conflict in Radical Neoliberalism. Chile, 2008-2020

    Libro | Social Protest and Conflict in Radical Neoliberalism. Chile, 2008-2020

    El libro compilado por Joignant y Somma es un ejercicio de rigor analítico destacable y a la vez plantea una visión desde el estudio de caso chileno que puede trascender en un ejercicio de política comparada a otros casos nacionales.


    Por: Manuel Alcántara Sáez*


    [dropcap]E[/dropcap] l hilo conductor temático es trascendental en su doble cara como fue la implantación pionera de las políticas neoliberales en Chile y la respuesta ciudadana a las mismas. En el ámbito metodológico utiliza el conjunto de datos de eventos de protesta desarrollados por el Observatorio de Conflictos del Centro de Estudios de Conflictividad y Cohesión Social (COES), un centro de investigación interuniversitario chileno que reúne a un centenar de investigadores.

    Siguiendo el esfuerzo pionero de Charles Tilly para las protestas europeas, la base de datos se ha construido a partir de informes de prensa sobre acciones polémicas que ocurrieron en el espacio público y que fueron cubiertas por diferentes medios de comunicación (nacionales y regionales) de todo el país. El resultado es un excelente trabajo que amerita su réplica en otros escenarios de la región.

    El libro se estructura en nueve capítulos más una introducción y las conclusiones a cargo de los editores. Colaboran en el mismo, además de los dos editores, un elenco de destacadas figuras de las ciencias sociales chilenas: Carolina Aguilera, Mathilde Allain, Manuela Badilla Rajevic, Tomás Campos, Sergio Caniuqueo, Sebastián Carrasco, Gonzalo Delamaza, Rodolfo Disi Pavlic, Ignacio Díaz, Claudio Fuentes, Matías Garretón, Francisca Gutiérrez-Crocco, Antoine Maillet, Felipe Olvares, Valentina, Pardes, Pablo Pérez-Ahumada, Catherine Reyer-Housholder y Joaquín Rozas

    Alfredo Joignant y Nicolás M. Somma (eds.) (2024) Social Protest and Conflict in Radical Neoliberalism, 2008-2020. Palgrave Macmillan. 239 págs. ISBN: 978-3-031-581 31-1

    *Politólogo español. Director del CIEPS (Centro Internacional de Estudios Políticos y Sociales)

  • México pierde 282 lenguas indígenas: un legado en riesgo de extinción

    México pierde 282 lenguas indígenas: un legado en riesgo de extinción

    De acuerdo con expertos, se estima que 282 lenguas indígenas han desaparecido en México.

    [dropcap]L[/dropcap] as principales causas de la pérdida de lenguas indígenas son: pobreza, exclusión social, conflictos políticos, falta de reconocimiento legal de los derechos indígenas.

    La pérdida de una lengua se entiende como el retroceso en el aprendizaje o la falta de transmisión de la lengua desde la infancia.

    En Chiapas, ubicado al sur de México, existen 12 lenguas indígenas; de las cuales algunas están en riesgo de desaparecer.

    En 2010, Chiapas ocupó el tercer lugar nacional con mayor número de lenguas indígenas, pero en 2020 se colocó como el estado con más hablantes, superando el 30 por ciento de la población estatal.

    Analistas señalan que la pérdida de estas lenguas es de vital importancia pues se pierden legados enteros de culturas y poco se hace para recuperar las o mantenerlas.

    Los especialistas dicen se debe realizar un estudio profundo en estas nuevas administraciones para rescatar esas lenguas que son un patrimonio cultural.

    La pérdida de una lengua se entiende como el retroceso en el aprendizaje o la falta de transmisión de la lengua desde la infancia.

    Es por ello que en Chiapas se trabaja para poder recuperar lenguas y con ella la identidad del estado.

    Fuente: www.hispantv.com

  • Libro | Hacía una tercera guerra mundial

    Libro | Hacía una tercera guerra mundial

    Michel Chossudovsky es un economista canadiense, escritor y profesor emérito de la Universidad de Ottawa. Publica “Hacía un escenario de Tercera Guerra Mundial: los peligros de la guerra nuclear” (“Towards a war world III scenario: the dangers of nuclear war”) en el dos mil once. Este autor reflexiona que, la cultura de la matanza y violencia se ha arraigado en la conciencia humana. Este culto al asesinato, es respaldado por la Agencia Central de Inteligencia y el Pentágono a través de los medios de comunicación.


    Por: José Guillermo Mártir Hidalgo*


    [dropcap]C[/dropcap] hossudovsky explica que, una Tercera Guerra Mundial ya no es un escenario hipotético. Estados Unidos y sus aliados están haciendo sonar los tambores de guerra. La Tercera Guerra Mundial, se presenta como un medio para preservar la paz mundial. El autor considera que, solo un loco o necio apostaría por una Tercera Guerra Mundial, ya que todo el mundo sabe que sería una catástrofe humana sin precedentes. Una explosión de dos megatones, un arma nuclear táctica, sobre una ciudad bastante grande provocaría que los edificios quedarían vaporizados, la gente quedaría reducida a átomos y sombras, las estructuras periféricas volarían como cerillos y se encendería furiosos incendios. El uso de armas nucleares, en caso de un ataque total contra un enemigo, sería una acción suicida. Además de los millones de muertos, el humo de los incendios generados por las bombas, subirían a la troposfera. Al absorber la luz, el humo se calentaría más y se elevaría a la estratosfera, donde permanecería por años. Los vientos transportarían el humo a todo el mundo y hundirían al planeta en un invierno nuclear. En una guerra nuclear, el “daño colateral” sería la vida de toda la humanidad.

    El desastre de Fukushima puso en primer plano los peligros de la radiación nuclear a nivel mundial. Chossudovsky opina que, la energía nuclear no es una actividad económica civil, sino, es un apéndice de la industria de las armas nucleares, donde están detrás poderosos intereses corporativos.

    La guerra contra Libia, se inició a los pocos días del desastre de Fukushima. Esta guerra, es parte integral de una agenda militar más amplia en el medio oriente y Asia central. El plan de bombardear Libia contemplaba la utilización de armas nucleares tácticas. Del mismo modo, el Pentágono ha elaborado planes de uso de armas nucleares contra Rusia, Irak, Irán, Corea del Norte, China, Libia y Siria.

    La Doctrina Nuclear Estadounidense está relacionada con la “Guerra de Estados Unidos contra el Terrorismo”, y la amenaza de Al Qaeda para desarrollar y utilizar armas nucleares. La nueva doctrina nuclear observa el uso de armas nucleares, pero, trivializa o no menciona sus efectos devastadores.

    Posterior a la guerra fría, se redefine la doctrina. Las armas nucleares tácticas se han mantenido como distintas de las bombas termonucleares. El arma táctica o bomba mini-nuclear se describe como una pequeña bomba nuclear. Se lanza de la misma manera que las bombas anti bunkers que penetran la tierra. En el dos mil tres, se dio “Luz verde” para utilizar armas nucleares tácticas en “Teatros de Guerra Convencionales”. La Doctrina de la Seguridad Nacional exige, la invención de una amenaza terrorista para presentar la “acción militar preventiva” como un acto de “autodefensa”.

    Posterior al once de septiembre, la distinción entre armas nucleares tácticas y armas convencionales en el campo de batalla, se vuelve cada vez más difusa. Las armas nucleares y convencionales, se consideran “parte de la caja de herramientas”. El Comando de Componente Funcional Conjunto Espacial y de Ataque Global, bajo supervisión del Cuartel General del Comando Estratégico de Estados Unidos, es el responsable del lanzamiento de operaciones militares que utilicen armas nucleares o convencionales.

    La “Guerra Global Contra el Terrorismo”, dirigida contra Al Qaeda, ha evolucionado hacía una “guerra de religión”. Desatando una atmósfera generalizada de racismo y xenofobia contra los musulmanes. Aunque el verdadero objetivo es, asegurar el control y la propiedad corporativa de la extensa riqueza petrolera de la región. La guerra contra Irán pretende recuperar el control angloamericano sobre el petróleo y gas iraní. Al mismo tiempo, cuestionar la presencia de China y Rusia en la región.

    El arma nuclear preferida contra Irán son las armas nucleares tácticas, principalmente la B61-11. De igual forma, la GBU-43/8 o bomba de artillería masiva (MOAB) llamada “madre de todas las bombas”, y la GBU-57 A/B o “penetrador de artillería masiva (MOP). Estas últimas, son bombas convencionales monstruosas. Además, se podrían utilizar armas electromagnéticas, armas y técnicas de modificación del clima y el uso de la radiación electromagnética para “perjudicar la salud a distancia”.

    El proyecto del Nuevo Siglo Americano, es una guerra de conquista por parte de una única superpotencia imperial. Una escalada militar con armas nucleares, podría llevarnos a una Tercera Guerra Mundial más allá de oriente medio y Asia central. Cuando una guerra nuclear, patrocinada por Estados unidos, se convierte en un “instrumento de paz”, tolerada y aceptada por instituciones mundiales, la sociedad humana ha sido precipitada a la auto destrucción.

    Se requiere una red anti bélica de base amplia y bien organizada que, desafíen las estructuras del poder y la autoridad. La protesta contra la guerra, no cuestiona la legitimidad de aquellos a quienes va dirigida. El mayor enemigo del gobierno de Estados Unidos es la verdad. Revelar la mentira detrás de la administración estadounidense y sus aliados, constituye la base para socavar la legitimidad de los principales actores políticos y militares. Es de importancia que, el movimiento contra la guerra se extienda a las fuerzas armadas, para romper la legitimidad de la guerra entre hombres y mujeres militares. Los miembros de las fuerzas armadas, deben desobedecer órdenes y negarse a participar en una guerra criminal.

    *Psicólogo salvadoreño

  • De eso no se habla

    De eso no se habla

    Hay temas que la legislación autoritaria prohíbe su mención, otros que el tabú religioso o cultural ocluye tenazmente. La generalización es la nota dominante. Un patrón que regula lo proscrito y el régimen de sanciones es bien conocido y no hay lugar a dudas.


    Por: Manuel Alcántara Sáez*


    La censura es clara desde el origen y sus motivos, aunque a veces sean confusos, hasta las consecuencias miserables que conlleva el desacato. La Historia da cuenta de numerosas situaciones al respecto y señala cómo la proscripción trajo dolor y muerte, represión y oprobio. El silencio se impuso a machamartillo. No solo las palabras enmudecieron, para hacer verosímil el dicho de que “en boca cerrada no entran moscas”, también dejaron de plasmarse por escrito y cuando se hizo el censor tachó lo escrito y privó de libertad al autor. Incluso los gestos, los símbolos y las alegorías fueron cercenadas. La resistencia tenaz, que no obstante siempre hubo, tuvo que ingeniárselas de diferentes maneras con resultados dudosos.

    Sin embargo, existe otra forma donde la inhibición es una cuestión personal. Por distintos motivos el sujeto determina que no va a expresarse a pesar de que es temeroso de que le apliquen aquello de “el que calla, otorga”.  Hay una predisposición a la auto inhibición por variadas razones que tienen su justificación en el orden psicológico donde la timidez, el miedo y el complejo de inferioridad conjugan un rosario de pábulos. Pero el orden cultural que define el entorno también desempeña una trabazón que alienta el silencio. Así, las normas del comportamiento social que impiden, por ejemplo, hablar a los más jóvenes si los mayores no han tomado la palabra, la ignorancia sancionada por el descrédito o por el estigma del ridículo, la proscripción al que viene de fuera o es ajeno a quienes “no se les da vela en este entierro”. Hacerlo o no verbalmente, por escrito, mediante gestos también es una prerrogativa individual en un marco en el que prime la libertad de expresión.

    Conoce todo ello pero no lo parece. Aparentemente no le gusta hablar por teléfono ni por ninguno de los otros mecanismos ahora en boga y ella lo sabe. No se trata de que no quiera platicar de aquella cuestión. Simplemente está molesto con ese tipo de conversación que considera impersonal donde la intermediación tecnológica parece llevarse el gato al agua. Por eso no le choca que en un momento dado le diga que es consciente de que su manera más frecuente y fértil de comunicación sea por escrito.

    En efecto, él podría contestarla aquello que dijo Jorge Luís Borges de que escribir no es sino un sueño guiado, porque él se cree un soñador empedernido. O mejor, debería decirla lo que acaba de leer en el reciente relato de César Aira En El Pensamiento de que se escribe para ganar tiempo, para demorar el momento en que se haga necesario escribir, es decir, para prolongar el estadio de la escritura porque sí, libre y gratuita. Lo necesario puede esperar, y en ese caso se llena la espera con la incorporación de situaciones o de personajes. Además, las palabras se las lleva el viento y lo escrito, escrito está.

    Sin embargo, ella lo llama cada mañana. Dice que necesita no solo oír su voz sino el tono que emana, reflejo verdadero de su estado de ánimo. No es el contenido de lo conversado lo que importa, también para ella lo relevante son los silencios y escuchar el carraspeo con el que de vez en cuando él entrecorta sus frases. Hay una mezcla de su ser pusilánime y de cortesía por la que él siempre responde. Además, no quiere repetir una relación pasada en la que nunca se hablaron por teléfono. A veces piensa que fue aquel cúmulo de silencios el causante de la ruptura. Sin embargo, el propio teléfono termina siendo asfixiante y apenas es un alibi del retraimiento en que vive. Por ello se sumó en un estado de sopor en el que se le fueron acumulando diferentes recuerdos que ahuyentaron de momento su zozobra.

    Recordó la voz grave del padre cuando conminaba a sus hijos a que de aquello no se hablara en la casa y menos en su presencia. Recordó las palabras dulces de la madre: “¡hijo mío, si creyeras!” Recordó la arenga del militar señalando que las órdenes eran para cumplirlas sin cuestionamientos. Recordó la voz melosa del sacerdote afirmando rotundamente que la fe no se ponía en duda. Recordó aquel primer amor cuyo dedo índice se posaba sobre sus labios con firmeza mientras le pedía que callara. Recordó la voz teatrera del profesor bloqueando sus intentos de preguntar algo apremiándole a guardar silencio. Recordó la severidad del jefe que le dijo que su opinión era irrelevante y que no le importaba pues además nadie se la había pedido. Recordó el pasaje famoso que vio en la televisión donde un jefe de Estado le exigía a otro en modo cuestionador por qué no se callaba.

    Aquella tarde se encontraba invadido por la nostalgia que le trajo consigo un breve viaje festivo suscitada al alimón por la luz crepuscular y por las remembranzas evocadas con relación a los sitios visitados. Entonces supo con claridad que era más trascendental que todas esas censuras llegar a casa y no tener a nadie a quien contar sus emociones mientras mirara a sus ojos, asiera sus manos a las suyas y posara su mejilla en su cara. No es que hubiera un impedimento a hablar de sus sentimientos, un imperativo a que de eso no se hablara. Al fin y al cabo los mecanismos actuales virtuales que deploraba estaban allí para hacer realidad la revolución digital. Pero la ausencia física imponía una cuarentena intolerable de desgarro y de sufrimiento que era incapaz de transmitir para generar un mínimo de comprensión no solo como señal de solidaridad sino fundamentalmente de afecto. La soledad en que vivía era eso, una situación que le sustraía la posibilidad de hablar.

    *Politólogo español. Director del CIEPS (Centro Internacional de Estudios Políticos y Sociales)

  • YERROS EDUCATIVOS: CARENCIAS COMUNICACIONALES, DE COMPRENSIÓN E INFORMÁTICAS.

    YERROS EDUCATIVOS: CARENCIAS COMUNICACIONALES, DE COMPRENSIÓN E INFORMÁTICAS.

    Por: Luis Arnoldo Colato Hernández, (Educador).

     

    En los años 80´s un ministro de salud afirmó que los problemas de salud pública se resolvían reorientándole los recursos de educación – entonces, se dedicó a educación entre el 1,2% y el 2% del PIB, no muy distante al 3% asignado ahora -.

    Otro funcionario del mismo partido, director de la policía en época de Flores, afirmó que orientar una mayor partida a educación era “una pérdida de tiempo”, “porque son indios”.

    Ese funcionario adujo que la violencia social deriva de la herencia étnico indígena.

    Ambos postulados son maliciosos.

    ¿Por qué?

    Las personas con educación, verdadera educación, son difíciles de engañar, entonces la política tradicional no quiere tratar con ciudadanos educados.

    ¿Por qué?, ¿Qué es educar realmente?

    Supone transferir desde una postura crítica, conocimientos de cultura general, historia y conocimientos varios, que permitan al individuo navegar socialmente, así como habilidades y dominios que admitan su inserción laboral en el engranaje económico, promoviendo su incorporación propositiva.

    Grave desafío.

    Durante la misma administración Flores, FUSADES reclamó que: “los nuevos bachilleres no son capaces de expresarse, comprender, o realizar tareas complejas”, porque el sistema produce, aún ahora, analfabetos cognitivos.

    Para explicarlo recordemos al período previo al conflicto armado, cuando tuvimos los mejores bachilleres de CA, y la calidad educativa no estaba en entre dicho.

    ¿Es culpa del profesor?

    No, son apenas operarios, excluidos de su diseño y producidos por él, por lo que sencillamente lo reproducen.

    Al sistema educativo se lo disminuyo intencionalmente porque se clasifica en términos del modelo económico y su par militar, como amenaza al orden social establecido, característicamente excluyente, pero que profesionales, obreros y campesinos, que cruzamos los 50 años reclamamos, lo que los jóvenes no emulan, pues con ellos el modelo ha logrado que se embarquen en una laxitud individualista, conformista, superficial y estéril, pues carecen de conciencia de clase.

    Y es esto último el quid de este tema, pues esa conciencia se adquiere mediante un modelo educativo que fomenta la exploración y el descubrimiento, esenciales para saber quién soy, y cual es mi rol en la trama que escribo ante la historia.

    No interesa realmente una mayor sapiencia, basta con que sepamos leer medianamente, seguir elementales indicaciones, lo que vemos reflejado en el ranking global de educación, PISA [ 78 de 81], pues la movilidad social es inexistente en nuestra sociedad.

    Importa sí el sometimiento, la somnolencia social, la distracción en la conflictividad que padecemos, en medio de la cual las mayorías se revuelven, mientras la acumulación originaria de riqueza alcanza nuevas cotas, que esa mayoría expoliada, ni siquiera nota.

    Dotar al educador de nuevas habilidades para que las transfiera a sus educandos favorecería un esquema que promocione la justicia social, por lo que esas habilidades, entiéndase lo digital, idiomas, dominios técnicos, y por sobre todo, saber y comprender, depende más de la iniciativo de pocos, muy pocos educadores comprometidos con el bien educar.

    Seguirá como deuda mientras no superemos el modelo que rige el mal gobernar que padecemos.

  • Radiografía de un régimen corrupto.

    Radiografía de un régimen corrupto.

    Por: Luis Arnoldo Colato Hernández.

    CÓMO EL RÉGIMEN PARA COMETER LOS DELITOS CON QUE NOS AGOBIA, HA LOGRADO NO SOLO EL SILENCIO CÓMPLICE DEL PUEBLO, TAMBIÉN LA NATURALIZACIÓN ESCANDALOSA DE ESTOS HECHOS.

    La tortura y descarnado asesinato de hasta 500 ciudadanos dentro del sistema carcelario, de acuerdo a informes que por separado así lo denuncian, 98% de los cuales carecieron siempre de perfil delincuencial volviendo estos crímenes una verdadera infamia.

    La persecución y captura de algo más de 35,000 ciudadanos por simples razones políticas, donde ninguno de ellos detento conductas que validaron su detención, derivando por ello en afectaciones que han destruido literalmente sus vidas y las de sus familias, sin más razón que la de aparentar perseguir al delito para así justificar a las fuerzas dentro del régimen, más oscuras y extremistas.

    La desarticulación del andamiaje institucional y la legalidad, con el ánimo de impedir que sea un valladar al saqueo de la cosa pública, pero además provocando un peligroso escenario donde la irregularidad campea, desprotegiendo así y por completo a la ciudadanía.

    El más descarado saqueo de la cosa pública, con precedentes solo en el habido durante los desgobiernos militares y de arena, y que como entonces, también los primeros son ahora los garantes, los cómplices necesarios que encubren y aseguran ese saqueo.

    La instauración en nuestro país de un régimen neonazi al servicio del proyecto neocolonizador de América Latina, coludido con esos otros 3 regímenes falderos del imperio, que, bajo la égida de las potencias coloniales, se han entregan a la concreción del proyecto de asegurar y continuar su control sobre nuestra región, profundizando su despojo gratuito, y negándonos con todos sus medios, el derecho a construir nuestro futuro.

    ¿Cómo ha sido posible?

    ¿Cómo, todo un pueblo sencillamente ha vuelto la vista y decidido no hacer nada por impedirlo?

    La nuestra es una población que en promedio tiene entre 4 y 7,2 años de estudio, que apenas sobrevive en medio de carencias crónicas, al que se le ha negado no solo instrucción, también la conciencia misma, pero sobre todo el cobijo de un estado protector, dejándolo siempre a la deriva, sin norte ni identidad, pues para colmo y en un esfuerzo titánico de parte del modelo por negarse a dar cuenta de sus crímenes, ha desmontado y desdibujado la memoria, lo que ha redundado por estas razones en una población que es fácil presa de los avances del evangelismo mojigato y puritanista más bajero, que conservador como es, se construyó en el aliado por antonomasia del conservadurismo para concretar este proyecto.

    Este perfil del ciudadano promedio hace plausible que la mediática gubernamental haga lo suyo, sin aceptar su contenido, lo que es patente en los procesos electorales pasados, pero admitiendo convivir con esto, sin quejas, simplemente volviendo la vista mientras llega su turno de ser afectado.

    El éxito del régimen reside entonces en haberse sabido vender, para una vez ocupado legalmente el poder, adelantar el manual gobelino nazi y perpetuarse en él, corrompiendo no solo a la institucionalidad, sobre todo al pueblo.

  • Libro | El hombre unidimensional

    Libro | El hombre unidimensional

    Herbert Marcuse, filósofo y sociólogo alemán, publica “El Hombre Unidimensional: ensayo sobre la ideología de la sociedad industrial avanzada” en mil novecientos sesenta y cuatro.


    Por: José Guillermo Mártir Hidalgo*


    La paradoja de la sociedad industrial avanzada es que, en ella, hay elementos de liberación y elementos de control. Estos últimos, garantizan la conservación del sistema de dominación. El objetivo de la obra citada es producir una ruptura, dentro del sistema de dominación, que permita liberarnos.

    Marcuse contempla que la sociedad opulenta, es la creadora del Hombre Unidimensional. Ya que la dominación de la sociedad opulenta, provoca una subordinación del hombre. Ante esto, es preciso organizar la solidaridad y mantenernos unidos frente a la brutalidad y la explotación inhumana. Lo cual comienza con la educación de la conciencia. Por lo que hace un llamamiento a la juventud para afrontar a la sociedad opulenta.

    Revela que la libertad del hombre es raptada por la imposición de un estilo de vida, forjado por necesidades implantadas. La falta de libertad esta disimulada por el Estado de Bienestar. El logro de ese bienestar tamiza la felicidad del individuo. Todo acaba con la comodidad, dejando de lado la formación personal y la educación del espíritu.

    El hombre se encuentra adormecido y ha sido desposeído del instinto de realizar la revolución. El hombre está lleno de necesidades que, en realidad, no necesita. Y la gratificación de éstas, es el único modo de entender su existencia.

    Marcuse asevera que, el hombre puede luchar contra lo establecido y generar una vida alternativa. Por lo que se necesita la unión de todas las clases sociales, para organizar una lucha revolucionaria contra lo establecido. La dicotomía del hombre unidimensional es la urgencia por el cambio cualitativo, pero, hay una imposibilidad que dicho cambio se produzca debido al propio sistema de dominación.

    Gracias al impulso tecnológico, en la sociedad industrial, hay una traslación de la fuerza física al esfuerzo intelectual. Los parámetros de control que se generan por la técnica y el progreso industrial, sirven para instituir una forma de control y cohesión social más efectiva y agradable.

    Hay una pérdida del pensamiento individual, debido a la influencia de los medios de comunicación y de la “opinión pública”. Se trata de una mimesis, de una identificación del individuo con su sociedad. El Estado de Bienestar termina regulando los aspectos de la vida individual como el tiempo libre, los bienes, los servicios y la inteligencia.

    La mecanización, la asimilación y la automatización, transforman las pautas que conllevan a una nueva conciencia. Conduciendo a una adaptación cultural por procesos de desublimación y alienación artística. Así, una conciencia feliz está ligada al modo en que invertimos el tiempo de ocio, al trabajo en equipo y a las estrategias encaminadas a la armonía social.

    Esta faceta de racionalidad tecnológica es un nuevo conformismo que, en realidad, es una regresión del progreso individual a favor de un supuesto progreso colectivo. Otro modo de dominación de la mente de los individuos es, la utilización del lenguaje. El discurso capitalista se hace más fuerte por el uso autoritario del lenguaje. Hay una distancia evidente entre el concepto y la realidad a la que se designa, por ejemplo, la democracia.

    El pensamiento positivo garantiza el triunfo de la filosofía unidimensional. El hombre se encuentra en un universo totalmente manipulado y adoctrinado. Las instituciones y los organismos que conforman el sistema, son los aparatos que le hacen ser lo que es y mantener el poder. Deja de existir lo privado e íntimo y solo nos podemos agarrar a la idea de lo público. Dentro del pensamiento positivo, hay una búsqueda por la armonización y homogeneización. Por lo que las contradicciones inherentes al capitalismo, no logran la desintegración del sistema.

    El “Hombre Unidimensional” es una crítica a la sociedad industrial. A la que Marcuse califica de unidimensional tanto en el arte, como en el poder público, en el lenguaje, en la ciencia y en la filosofía. La falta de libertad, en la sociedad moderna, esta oculta bajo una serie de falsas necesidades. El autor opina que, la clase obrera de Estados Unidos no es revolucionaria. Por lo que muestra contradicción, por quienes deben comenzar la revolución. Propone el “Gran Rechazo”, proclama que pretende negar todo lo que proviene de esta sociedad moderna.

    La influencia de esta obra se reflejará, en los movimientos estudiantiles de mayo del sesenta y ocho francés. Algunas de sus ideas se convertirán en máximas de una generación de jóvenes que quieren cambiar la situación social y política.

    *Psicólogo salvadoreño

  • 15 de septiembre de 1960: “Con su sangre escribió libertad”.

    15 de septiembre de 1960: “Con su sangre escribió libertad”.

    Dr. Víctor Manuel Valle Monterrosa.

    Como es costumbre en El Salvador, el 15 de septiembre se conmemora la independencia de Centroamérica, incluido El Salvador, con desfiles y música patriótica. El 15 de septiembre de 1960 los estudiantes universitarios salvadoreños organizaron un desfile pacífico y de luto. Y había razones. En menos de un mes, desde mediados de agosto, el tiranuelo de turno José María Lemus había escalado una represión política contra sectores populares.

    El 2 de septiembre el estudiante Rodolfo Esquivel Salguero fue brutalmente asesinado a palos, por la policía, durante una invasión a las oficinas centrales de la UES, cuando también fueron apaleados brutalmente y encarcelados el Rector Napoleón Rodríguez Ruiz y el Secretario General Roberto Cuéllar Milla. El político, ex canciller y acaudalado cafetalero, fue capturado y también apaleado. Salvó su vida una fotografía tomada por el fotoperiodista Adrián Roberto Aldana y que fue publicada por un matutino: pero Canessa murió unos meses después, en Estados Unidos, a resultas de la paliza.

    Por eso la patria estaba de luto y había que desfilar en concordancia con esos dolores. La AGEUS organizó el desfile de luto, los dirigentes con banderas y vestidos para la ocasión marcharon hacia la Plaza Libertad.

    En la Plaza estaba la habitual ceremonia oficial, con desfile militar y de algunos centros educativos con el séquito del ceremonial acostumbrado: ministros, oradores y aedas de alquiler, elogiando a los próceres incluido el presidente Lemus. Por supuesto, esos dignatarios hacían caso omiso de la represión imperante. Era la historia de dos ciudades, dos realidades. Pero los desfiles, compartiendo el mismo espacio, colisionaron. Y comenzó la batalla desigual.

    Irrespetando el Monumento de la Independencia y la cercanía de la Iglesia de El Rosario, que en ese tiempo fungía como Catedral Provisional, ya “…se sentía el ambiente muy cerquita del infierno”, como reza la mariachada y acto seguido sonaron los disparos de la Policía Nacional que en esa época no tenían métodos ni equipo antimotines, sino que usaban garrotes y balazos de plomo o acero para contener manifestaciones.

    La acción represiva se extendió de la Plaza Libertad hacia la antigua Lotería Nacional (Tercera calle y sexta avenida) y cuando la calma de cementerios llegó la zona, en el ambiente caluroso de ese 15 de septiembre, quedó el cadáver balaceado del joven Rodolfo Rivas Guardado, en medio de un charco de su propia sangre, y sus asesinos de uniforme pavoneándose con las armas aún en la mano.

    Pasados 64 años, aún flotan en mi memoria esos recuerdos. La represión alcanzó su clímax ese 15 de septiembre de 1960. El teniente coronel José María Lemus fue derrocado mes y medio después, el 26 de octubre de ese año, ante el empuje de la protesta popular.

    Lo destacable es que ese 15 de septiembre de 1960 Rodolfo Rivas Guardado, un mártir popular, le dio vida a la línea del Himno Nacional que tantas veces cantamos desde niños; “Con su sangre escribió libertad”. Y es que esa atrocidad oficial le da sentido al otro verso del Himno Nacional cuando dice de El Salvador que “Dolorosa y sangrienta es su historia”. Ojalá algún día El Salvador celebre el Día de la Independencia libre de dolores y emancipado del subdesarrollo que golpea a las mayorías.

     

  • Indios en la vidriera

    Indios en la vidriera

    Desde el Descubri-MIENTO de América en 1492, el indio resultó un negocio rentable tanto en el plano económico, ideológico, religioso e incluso sexual.


    Por: Marcelo Valko*


    [dropcap]F[/dropcap] ue utilizado como el combustible biológico que posibilitó el funcionamiento de las relaciones económicas de producción del sistema colonial; su modo de “vida primitivo” fue la excusa para situar a Europa en lo más alto de la escala evolutiva; la conversión forzada de los indígenas renovó los bríos de una Iglesia que venía vapuleada por la Reforma y finalmente los nuevos amos del Continente usufructuaron durante siglos las riquezas de los pueblos transformadas automáticamente en “botín” que Europa “encontraba”.

    Resulta menos conocida la utilización publicitaria del indígena en el período republicano y lo que representó para distintos momentos del imaginario, donde su figura fue manipulada como un hábil recurso para promocionar productos tan dispares como tintorerías, cigarrillos, analgésicos, periódicos, artículos de campamento, historietas, vestimentas o bebidas alcohólicas. Incluso la representación del indígena en su faz negativa o salvaje, resultó de suma importancia para contrastarlo con la Argentina progresista.

    Esta contraposición la encontramos en Las Bases de Alberdi cuando señala: en América todo lo que no es europeo es bárbaro: no hay más división que ésta; 1º, el indígena, es decir, el salvaje; 2º, el europeo, es decir, nosotros. Algo similar lo escribe el inefable Sarmiento en su Civilización o Barbarie cuando asegura la lucha es entre la civilización europea y la barbarie indígena, entre la inteligencia y la materia: Así como el aborigen real fue utilizado hasta su extenuación, también su imagen fue manipulada hasta el hartazgo dando como resultado indios para todos los gustos y paladares que oscilan desde el buen salvaje hasta derivar en feroces caníbales.

    Su desnudez, que fue la primera cualidad que Colón destaca: aparecieron gentes desnudas de hermosos cuerpos, puede estar asociada tanto a la pureza edénica como a la lujuria, falta de moral y el pecado. Es alguien tan cercano a la naturaleza como falto de raciocinio. De pronto es un ser de milenaria sabiduría o una tabula rasa incapaz de voluntad. En esta enumeración falta agregar otro ítem: el indio como eje de publicidades y motor de ventas.

    Para ingresar rápidamente en tema, detengámonos en dos ejemplos actuales. El primero es el comic Patoruzú, el indio más célebre del país que, curiosamente, a diferencia de los de carne y hueso, es dueño de enormes extensiones de tierras y posee mucho dinero. Su autor, Dante Quinteros elabora la imagen de su ingenuo personaje como si fuera el buen salvaje de Rousseau al que le añade una increíble fortuna. Tengamos en cuenta que en la década del ´30 cada número de Patoruzú vendía 300.000 ejemplares. En segundo término, podemos mencionar a la firma Cacique, un fabricante de carpas para camping que, desde su nombre comercial, apela a una obvia relación con el toldo indígena que asegura un resguardo resistente para vacacionar en medio de la naturaleza.

    Sin embargo, la intención de este artículo es indagar sobre ejemplos menos conocidos. Comienzo con la utilización de indios en publicidades del último cuarto del siglo XIX mientras se desarrolla el genocidio mapuche y ranquel. Dada la brevedad del espacio, me veo imposibilitado de realizar un análisis exhaustivo, por lo tanto me limitaré a exponer los casos y realizar someras observaciones. Veremos dos propagandas aparecidas en el semanario El Mosquito de 1879, un momento en que el general Roca está por emprender su campaña de sometimiento y exterminio de los indios de pampa Patagonia, por ello, resulta más significativa su utilización comercial.

    La imagen publicada el 16 de marzo, muestra en una calle de Buenos Aires a una pareja de indígenas con grandes bultos de ropa bajo el brazo y un vecino que les responde: -Sí señor Cacique, la Gran Tintorería Prat se mudó a Suipacha 74. En segundo plano se observa el frente de la tintorería. Los aborígenes vestidos a la usanza Occidental, demuestran una asimilación tan evidente a los usos y costumbres que concurren a la tintorería para limpiar sus prendas. La idea es simple, si hasta los indios llevan su ropa a la tintorería, con más razón deberían hacerlo los civilizados habitantes de la ciudad. El mes siguiente, en el número del 20 de abril otra publicidad también a lápiz, recrea una curiosa escena del Ejército en campaña. La iconografía representa dos oficiales y en segundo plano un grupo de indios de lanza a caballo.

    Los militares no parecen preocupados, al contrario. El de mayor rango está sentado con un mate en la mano y le pregunta al subalterno que se encuentra de pie: -¿Qué es aquello teniente? -Coronel, son indios que vienen a someterse con la condición que el Gobierno Nacional regale a cada uno un traje de la sastrería Au Noveau Monde. En ambos ejemplos, se apela a un recurso jocoso para promocionar la tintorería buscada por el cacique o la sastrería cuyos trajes ejercen tal poder de atracción que hasta un malón acepta someterse, siempre y cuando las autoridades les entreguen vestimentas de corte parisino. Más allá de tales situaciones risueñas con indios amigos mientras el Ejército barre toldos y acaba con los que considera enemigos, en ambas publicidades subyace un recurso ideológico de vieja data. Durante la Colonia se vendían a los indígenas productos en forma compulsiva para que tomaran el gusto por las cosas y bastimentos de Castilla y así, al reemplazar sus objetos cotidianos amoldarse a la cultura ocupante.

    Cuando en agosto de 1946 los 174 kollas que integran el denominado Malón de la Paz están próximos a arribar a la Capital Federal después de haber caminado dos mil kilómetros desde la puna jujeña, la conmoción periodística que causa la caravana que viene a pedir por sus tierras usurpadas por latifundistas, es algo nunca visto hasta ese entonces. Ello guarda relación con la cálida recepción brindada por el flamante Gobierno de Juan Perón que termina de catapultar al Malón al centro de la escena Nacional, siendo mencionados hasta en el noticiero fílmico semanal Sucesos Argentinos. En semejante coyuntura, los maloneros fueron utilizados como anclajes de diversas publicidades. Numerosas empresas montan sus productos sobre la caravana. Analgésicos como Mejoral o Geniol, las tabacaleras Particulares o 43/70 y Alpargatas entre otras firmas, apelaron a distintas estrategias para asociar sus productos a la gesta del Malón.

    Entre fines de julio, mientras los kollas están por arribar a Buenos Aires y comienzos de agosto cuando la caravana llega a la Plaza de Mayo, el laboratorio farmacéutico Suarry aprovecha para publicar una serie de anuncios de su analgésico Geniol asociándolo con el Malón de la Paz. Se trata de avisos de casi un cuarto de página que aparecen en medios gráficos de enorme tirada que, en algunos casos como el de la revista Ahora, coinciden con las mismas páginas donde se desarrollan notas sobre los maloneros.

    Observemos la imagen. Sobre el rostro sonriente de un kolla vestido con el infaltable poncho señala: Dicen en Jujuy: ¡Yo también lo tomo!, en segundo plano, aparece un pastor con dos llamas de su rebaño para acotar la equivocidad de la imagen fijándola a la puna de donde provienen los maloneros. El remate del anuncio es contundente: Geniol millones de personas lo toman De ese modo se pone en evidencia que el analgésico posee un alcance nacional y que sus efectos curativos pueden solucionar hasta los dolores de cabeza de los integrantes de la caravana que reclaman por sus tierras ancestrales usurpadas.

    En aquel entonces, el flamante gobierno de Perón había asumido la presidencia esgrimiendo la justicia social como su principal bandera. Por ende, el imaginario de buena parte de la sociedad era, no solo permeable sino también receptivo a tales anuncios que asociaban una reivindicación por tierras con el analgésico.

    Cuando en mis cursos muestro dicha imagen, formulo la misma pregunta a los estudiantes: ¿hoy se podría vender una aspirina utilizando un kolla o un mapuche? La respuesta invariablemente es negativa. Hoy no se podría vender un solo comprimido. La sociedad es otra. En aquel tiempo, cuando el Malón de la Paz ingresó por la Av. de Mayo, desde los balcones los ciudadanos le arrojaban claveles a su paso. Cabría parafrasear a Pablo Neruda cuando escribió: Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos… Y es por eso que debemos redoblar los esfuerzos en un tiempo de reflujo de la historia.

    Es lento, pero viene…

    *Escritor, psicólogo, docente, periodista, especialista en etnoliteratura y geografía sagrada, dedicado a la investigación del genocidio indígena y afrodescendiente.

  • Libro | El peso del tiempo

    Libro | El peso del tiempo

    Como señala el autor, Oriol Bartomeus, nacido en Barcelona en 1971, politólogo investigador en el Instituto de Ciencias Políticas y Sociales (ICPS-UAB) y Profesor Asociado en la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), desde hace una década vivimos la lenta despedida de la gran generación de la posguerra, la que protagonizó la Transición y que ha ocupado todos los ámbitos de poder (político, económico, cultural y mediático) durante los últimos cuarenta años.


    Por: Manuel Alcántara Sáez*


    [dropcap]E[/dropcap] sta generación está siendo sustituida por los hijos y las hijas de la democracia. Es un cambio de personas, pero sobre todo de tiempo, del tiempo impreso en cada uno de nosotros. De valores, jerarquías y ritmos vitales.

    Es un cambio de experiencias vividas que transforma nuestra conducta y nuestra visión del mundo y de su funcionamiento. Y esto, a su vez, impacta de lleno en la política, en la relación de los individuos con ella y en el papel que desempeña en la vida colectiva.

    Estamos entrando en un mundo nuevo, que ha dejado atrás la seguridad y la lentitud para abrazar el cambio constante y la aceleración como valores dominantes. Este es el tiempo del yo, por lo que no deja de ser pertinente hablar de egocracia, un yo impaciente que circula por un escenario fragmentado y en medio de una gran confusión. Una época en la que, políticamente hablando, el complejo electoral industrial se ha apoderado de los resortes del poder.

    Índice: ¿Dónde estabas tú en 1978? 1. De qué hablamos cuando hablamos de generaciones. 2. Las generaciones en España. 3. Fatiga de materiales generacional. 4. La democracia no hace demócratas… necesariamente. 5. Votar diferente. 6. Miscelánea del tiempo nuevo. 7. La sociedad I. Epílogo. Verano de 2023.

    Oriol Bartomeus (2023). El peso del tiempo. Relato del relevo generacional en España. Debate. Barcelona. 270 págs. ISBN: 978-84-19642-25-7

    *Politólogo español. Director del CIEPS (Centro Internacional de Estudios Políticos y Sociales)

  • Retirar el saludo

    Retirar el saludo

    La convivencia posee claves que han costado mucho tiempo arraigar y cuya clausura no puede ser sino un desatino. El saludo o la despedida es una de ellas. Se enseña en la familia y en la escuela, se refuerza con el uso social. Supone un atajo a la hora de eliminar prejuicios, de superar tensiones, de generar empatía.


    Por: Manuel Alcántara Sáez*


    [dropcap]A[/dropcap] unque en mi opinión sea lo más importante no solo se da entre las personas, también hay saludos a instancias que tienen un fuerte valor simbólico como la bandera, un icono religioso o cierto suceso meteorológico. El saludo se articula mediante señas y/o palabras.

    En su actuación puede ser marcial, imbuido de una lógica jerárquica y meticulosamente orquestado; puede llevarse a cabo asimismo de manera formal mediante un apretón de manos, un beso en la mejilla o una leve inclinación de la cabeza; y puede ser informal de acuerdo con un sinnúmero de fórmulas y expresiones. Los sentimientos que están detrás del gesto a veces deben canalizarse según el protocolo mientras que en otras ocasiones son quienes dominan el acto.

    El saludo conlleva reciprocidad, aunque haya situaciones excepcionales como recoge nuestra lengua en que eso no sea así de manera que es frecuente escuchar la expresión “un brindis al sol” o la propia del “saludo a la bandera” con su deje de ironía de la banalidad. En tanto que fórmula social no hay saludo sin correspondencia.

    Tal es así que en una situación en que dos personas desconocidas que se encuentran en una calle solitaria a primera hora de la mañana dudan en saludarse y en la mayoría de las situaciones optan por el silencio. Sin embargo, si una pronunciara las palabras habituales con plena seguridad la segunda contestaría aunque fuera entre dientes. Por todo ello, la ausencia de respuesta a un saludo o si se prefiere la negación del saludo puede situarse entre las patologías del (mal) comportamiento social y avizoran el conflicto.

    Quitar el saludo puede ser una fórmula de respuesta lícita ante un agravio, pero requiere de una aclaración explícita y pública del motivo. El orden de la convivencia social necesita de mecanismos de actuación nítidos pues de lo contrario se quiebran parámetros mínimos de confianza.

    Dar la callada por respuesta, mirar para otro lado, cruzarse de acera ante la llegada de quien se desea ignorar, responder con una mirada inyectada en odio son formas de comportamiento relativamente frecuentes de corresponder a un saludo que, sin embargo, socavan la armonía que todo grupo requiere para su funcionamiento e incluso para su supervivencia. Todo ello tiene su equivalencia en el nivel más micro de las relaciones humanas cuando apenas son un puñado las personas involucradas. Entonces el impacto puede llegar a centrarse en el espacio íntimo de las emociones con consecuencias desequilibrantes muy dispares.

    La autoridad municipal del pequeño pueblo ignoró el saludo de cortesía brindado por quien había perdido frente a ella las últimas elecciones. Supuestamente la razón debería ser el propio acto de presentar su candidatura que había supuesto un inadmisible y osado reto a muchos años de lo que para unos era gobierno caprichoso, falto de rendición de cuentas y ajeno al bienestar de la población y para otros un ejemplo de eficacia en la gestión, de entrega y de servicio al grupo mayoritario de la localidad.

    Para un observador ajeno se trataba de un acto arrogante que al ningunear al oponente le ocasionaba una doble derrota: a la de las urnas se añadía la de su cancelación como persona. No existía posibilidad de reclamar ofensa alguna, la reserva de lo acontecido eliminaba toda proyección pública y el asunto quedaba en un anecdotario yermo. Sin embargo, el oprobio estaba consumado, la sonrisa triunfante en la cara pizpireta de la autoridad urdidora de un trance innecesario ocultaba, sin quizás saberlo, la miseria de su existencia.

    Al llegar a la oficina gritó con aquella extraña energía que le invadía a una hora tan temprana de la jornada y más tratándose de un lunes: “¡Buenos días a todos, menos a uno!” La gracia estaba servida y el exabrupto quedó flotando en el ambiente hasta la hora del almuerzo en el que el colectivo participaba.

    Todo el mundo calló al respecto salvo el novato que no estaba muy convencido de si se trataba de una broma más o menos habitual o la cosa iba en serio. Era un grupo que apenas llegaba a la decena y el novato, en un guiño para facilitar su rápida integración, después de tomar el primer plato, dijo a media voz pero de manera nítida y sin dirigirse a nadie, “supongo que era yo el (no) aludido en el saludo de esta mañana”. El silencio se apoderó de una mesa que hasta aquel momento había sido bulliciosa, no se intercambiaron miradas y nadie replicó al novato.

    Sabía que antes de irse a la cama debía dar las buenas noches. Lo había aprendido desde que su abuela de modo muy cariñoso se lo había enseñado. Recordaba también que fueron las últimas palabras que oyó de sus labios pues al día siguiente amaneció sin vida. Sin embargo, hoy se siente incapaz de decir esa fórmula de cortesía tan breve, tan anodina de pura repetición, tan habitualmente neutra.

    Después de una larga conversación con su pareja, continuidad de algo sobre lo que vienen charlando las últimas semanas, han decidido dormir en habitaciones separadas y no ha tenido coraje para pronunciar la frasecita de rigor. Su incomodidad impidió que la cortesía o, si se quiere, el hábito de la buena urbanidad se impusiera.

    Tampoco su pareja dijo nada. En la habitación no logró conciliar el sueño aunque fuera más tarde de lo habitual. Cuando dormía con él siempre desconectaba el teléfono y ahora no lo hizo. Como una premonición, el aviso de la entrada de un mensaje en el que la deseaban buenos sueños hizo que supiera que su futuro era promisorio.

    *Politólogo español. Director del CIEPS (Centro Internacional de Estudios Políticos y Sociales)

  • El 2 de septiembre de 1960 día de represión y sangre en El Salvador

    El 2 de septiembre de 1960 día de represión y sangre en El Salvador

    Por: Víctor Manuel Valle Monterrosa.

    Ya casi nadie lo recuerda. Hace 64 años gobernaba otro eslabón de la dictadura militar, el ex guardia nacional hecho militar de carrera, José María Lemus que, en menos de un mes, se enredó en una represión política dirigida contra universitarios y sectores populares.

    El viernes 2 de septiembre de 1960, para evitar que saliera una manifestación de protesta por la represión desatada, policías y guardias nacionales apalearon, hirieron y mataron ciudadanos. El punto focal de la barbarie fueron las oficinas centrales de la Universidad de El Salvador.

    Un edificio desocupado por monjas educadoras del Sagrado Corazón, sito en la séptima avenida cerca del cruce con la Rubén Darío, de San Salvador, era la sede de la Rectoría y oficinas centrales de la UES y existía un llamado Paraninfo Universitario con capacidad de pocos centenares de personas. Dos pinturas decoraban el escenario: el presidente Juan Lindo, fundador de la UES en 1841, y Francisco Gavidia, el asombroso intelectual de El Salvador.

    Para mostrar su poder, Lemus y sus lugartenientes urdieron una represión generalizada por las calles aledañas en San Salvador y, más grave, irrumpieron en el recinto universitario apaleando a personas indefensas incluyendo al Rector Napoleón Rodríguez Ruiz, al Secretario General Roberto Cuéllar Milla y otros funcionarios.

    Para coronar su demencial crueldad, las secuaces de Lemus rasgaron con sus yataganes los cuadros de Lindo y Gavidia y con ello mostraban su desdén, odio y temor por las ideas al servicio de los cambios sociales.

    Fue una noche triste impregnada de olor a sangre y pólvora. Cada vez son menos los que recordamos –por haberlas vivido-esas nefastas fechas. Tirso Canales, Miguel Sáenz Varela, Ivo Alvarenga, Ricardo Ayala Kreutz partieron hace poco. Aún quedan Eduardo Badía Serra, Josefina Guirola, Fidel Chávez Mena, Albino Tinetti, Manlio Argueta, Santiago Ruiz…y no muchos más.

    Coincidentemente, ese mismo día se emitió la histórica Primera Declaración de la Habana, en respuesta a la Declaración de San José, emitida en agosto de 1960 y dispuesta por el Gobierno de Estados Unidos, seguido por casi todos los de América Latina, contra la recién nacida Revolución Cubana.

    La presente mini crónica del recuerdo es un simple desahogo de un octogenario a quien ya no lo cuentan cuentos. Sería bueno que alguna entidad pensadora organizara una jornada de análisis crítico sobre el significado de los eventos dolorosos de agosto y septiembre de 1960 en El Salvador.

  • EL PLANETA DE LOS CERDOS

    EL PLANETA DE LOS CERDOS

    Por: MIGUEL BLANDINO.
    En 1968 se produjo una película que se conoció en español con el nombre El planeta de los simios. Estaba basada en el guion de Rod Serling (el de Dimension Desconocida, la popular serie de tv.) y de otro guionista, y ambos guiones basados en la novela de ciencia ficción The planet of apes, de Pierre Boulle, de 1963.
    En vista del éxito de la primera película, produjeron El regreso al planeta de los simios, en 1970.
    Al año siguiente, en El Salvador, salió al aire una canción de Carlos Francisco Aragón, llamada El planeta de los cerdos. Yo no sé si la inspiró aquella novela o las películas, o no, pero supongo que así fue con toda seguridad. La escuchamos todos los adolescentes de ese tiempo y, sin dudar un segundo, entendimos que se refería a nuestra sociedad gobernada por una tiranía asquerosa que vivía en el lodazal para servir a la oligarquía. Cualquier parecido con la actualidad salvadoreña no es ninguna casualidad. Lo único que cambia es el origen nacional de los cerdos, por lo demás, se parecen en todo.
    No habían metáforas en la letra, los cerdos eran los gorilas y los gorilas eran los chafarotes y los chafarotes eran los militares y los militares eran los hijos de puta gobernantes.
    Aunque el poeta Aragón quiera decir que la poesía y que no sé cuántas cosas, no tiene que dar explicaciones y no tiene que justificarse. Le damos gracias de todo corazón por regalarnos ese himno, aunque el amor del que habla fue lo que nos llevó a la guerra, y eso sí es poesía, si es metáfora, porque el amor al pueblo se demuestra siendo consecuentes hasta el grado de estar dispuesto a matar y morir en el intento por redimirlo.
    Y no es vergonzoso reconocer que a uno lo inspiró una película gringa.
    Ya Roque lo dijo clarito en un memorable de sus Poemas Clandestinos en el que justifica la poesía de ese tiempo: “y si alguien dice que esta historia es esquemática y sectaria (…) que vaya y coma mierda porque la historia y el poema no son más que la puritita verdá.”
    La Banda del Sol nos puso a cantar y a caminar, porque nuestro amor no es contemplativo como el que proponen curas y pastores, sino beligerante como el que nos propuso Jesucristo.
    “Estamos dominados por los cerdos disfrazados con armas y garrotes para poder asustar”… decía la canción.
    No son cerditos simples hasta saben pensar, saben que no conviene que el hombre vaya a despertar (…) y así nos dan estadios, les gusta vernos jugar…
    “Les gusta el maquillaje, el wiski y la maternidad y por los cerdos rubios se dejan impresionar (…) y gritan y prometen, no es más que un blah, blah, blah…
    “Ahora está pasando lo que el cerdo no vio, el hombre está cansado de jugar al ratón. Estamos despertando, juntos tenemos que estar.
    “Ahora está pasando lo que el cerdo no vio, el hombre está cansado de jugar al ratón, estamos despertando con la luz del amor…”
    Así fue, así nos fuimos cantando a asaltar vigilantes nocturnos para quitarles la cachanflaca y cambiar el planeta para acabar con los cerdos.
    Todo por una película de los años 60’s de la contracultura gringa.
    Extraños son los caminos del Señor. Amén. Por eso hay que andar con los ojos bien abiertos, no sea que nos rompamos el hocico por caminar a ciegas en medio de la oscurana de los cerdos. Hay que abrir bien los ojos y pellizcar a los dormidos.
    Este quince de septiembre, todos a la marcha.
    La lucha es larga, ¡empecemos ya!

  • Huellas de la democracia fatigada

    Huellas de la democracia fatigada

    Ya en los albores de la pandemia de la COVID-19 la política en aquellos lugares en los que la democracia se encontraba asentada mostraba signos evidentes de fatiga.


    Por: Manuel Alcántara Sáez*


    [dropcap]L[/dropcap] as diferentes mediciones del desempeño democrático así lo atestiguaban con claras coincidencias en sus evaluaciones. Los efectos de la pandemia sobre las sociedades y sobre las instituciones políticas que debieron canalizar las respuestas realizadas desde los poderes públicos no hicieron sino alentar esa situación.

    Los países democráticos latinoamericanos se insertaban plenamente en ese escenario. Si bien el panorama general ha estado dominado por ese estado de cosas en el último lustro representando en definitiva su telón de fondo, la coyuntura política produjo realidades variopintas. Algunas de ellas llamaron poderosamente la atención y fueron la guía de numerosos análisis.

    Los entramados en torno a los siempre presentes procesos electorales y las consecuencias de estos, la desconfiguración de los partidos políticos en tanto que vectores fundamentales de la representación, los efectos institucionales del presidencialismo, la compleja funcionalidad del estado, entre otros aspectos, configuraron la agenda analítica.

    El presente libro (que se puede conseguir aquí) reúne una cincuentena de artículos de extensión similar en los que el autor reflexionó en su momento sobre la coyuntura específica que más le llamó la atención fundamentalmente centrada en el espacio latinoamericano.

    Sin estar sometidos al rigor de la exigencia académica, pero sin descuidarla habida cuenta de la servidumbre que genera la larga experiencia acumulada en la materia, su naturaleza se centra en el ámbito de la opinión que sigue a la reflexión. A pesar del tiempo transcurrido mantienen vigencia y suponen una huella en la política de la región que permite seguir realizando su seguimiento.

    Frente a la posibilidad de haber ordenado los textos de acuerdo con un orden temático se ha preferido mantener el orden cronológico para generar un relato que el paso del tiempo permite decantar. Consiente igualmente registrar la aparición (y desaparición) de los actores, así como su evolución. También difumina las obsesiones del autor y diluye sus siempre humanas contradicciones y también sus perplejidades. Es, por consiguiente, una apuesta en favor del relato progresivo frente al ordenado por los asuntos del avatar político.

    Mientras no se señale lo contrario se trata de artículos publicados entre 2020 y 2023 en Latinoamérica21, un medio informativo que se ha consolidado en los últimos tiempos. Un lapso de cuatro años que en promedio en política coincide con lo que se denomina ciclo electoral. En efecto esa es la duración de los mandatos electivos en la mayoría de los países -siendo la excepción en América Latina México con periodos de seis años y Panamá, Perú y Uruguay con periodos de cinco años-. Como se ha señalado la centralidad es la realidad latinoamericana aunque en un muy limitado número de ocasiones haya guiños a la coyuntura española.

    ÍNDICE

    El opio del pueblo
    Es el Estado, ¡estúpido!
    Y las calles se vaciaron
    De democracias fatigadas a democracias en cuarentena
    Covid-19: De datos, explicaciones y decisiones políticas
    ¿El BID para los americanos?
    El laberinto catalán entrampado
    La paulatina militarización de la política latinoamericana
    Caudillos más que líderes
    Desaparecidos: la responsabilidad del Estado
    La derrota de la insurrección trumpista
    De instituciones e individuos
    La política: ¿un oficio?
    Las elecciones y el poder
    La gestión del miedo
    Polarización, ¿qué hay de nuevo?
    Vargas Llosa, el deicida irresponsable
    Gobiernos semi leales
    Política y digitalización
    América Latina y España, tan lejos, tan cerca
    Ciencia política, ¿predicar en el desierto?
    Partidos políticos, ¿instituciones o máquinas?
    El incierto sentido de la alternancia
    Estudiar a los asesores
    Crimen organizado, extractivismo y ausencia de estado de derecho en Guatemala
    El liderazgo efímero
    Testigos que son rehenes
    ¿Por qué no te callas?
    La excepcionalidad normalizada
    Costa Rica, la institucionalidad en almoneda
    Lula, de la perseverancia y del final del bolsonarismo
    Las procelosas relaciones entre América Latina y España y su incidencia con la Unión Europea
    Fútbol y política, entresijos de la polarización
    Las elecciones no son el problema
    Balance de 2022 en doce noticias
    Sociedades cansadas y democracias fatigadas
    No toda interrupción presidencial es un golpe de estado
    El estado de la democracia en América Latina
    Incompetencia para ejercer política
    Liderazgo y partidos, una relación tortuosa
    Los límites del poder
    El poder en la sombra
    A vueltas con el estado
    El 11-S chileno cincuenta años más tarde
    La propaganda en la era digital
    El gran consenso
    El proceloso laberinto español
    Un año más de democracia fatigada
    Nombres propios para entender América Latina en 2023

    Huellas de la democracia fatigada. Océano Atlántico Editores. ISBN 978-84-127126-9-8. 210 págs.

    *Politólogo español. Director del CIEPS (Centro Internacional de Estudios Políticos y Sociales)