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EL SALVADOR. Despido Navideño.

Mientras el resto del país se envolvía en el papel de regalo y el brillo de las luces, el régimen ha decidido entregar su propio presente: el desempleo. El 23 de diciembre, la maquinaria de despidos masivos no descansó. Con la prepotencia de quien se siente dueño de la finca, el Gobierno ha notificado el cese de cientos de trabajadores del sector salud (Hospitales Públicos e ISSS).

No hay espíritu navideño en los pasillos de las instituciones; lo que hay es el frío cálculo de una administración que ve en el trabajador un objeto desechable.

La Purga Navideña: Nadie es Intocable

La lista de instituciones bajo el hacha de la «austeridad selectiva» sigue creciendo. Lo que empezó como un rumor en los pasillos de la PDDH, ANDA, la Secretaría de Integración, el Sector Justicia y el Magisterio, hoy es una realidad sangrante.

La regla de oro del régimen es clara: Si no eres de la «argolla» cercana, eres prescindible. * La cifra del desprecio: Se estima que ya son 40,000 familias las que han quedado en la calle desde la llegada de Nuevas Ideas.

  • La paradoja del verdugo: Muchos de los que hoy reciben su carta de despido fueron los mismos que depositaron su confianza en las urnas por quienes hoy les arrebatan el sustento.

El Estado de Excepción como Mecanismo de Extorsión Laboral

Lo más detestable no es solo el despido, sino la forma. Se reporta que jefaturas de Recursos Humanos están cruzando una línea criminal: insinúan que, si el empleado no firma su «renuncia voluntaria» por supresión de plaza, podría ser acusado de desacato y terminar bajo las garras del Régimen de Excepción.

En este «país modelo», el debido proceso es una pieza de museo. Las instancias de defensa laboral son cascarones vacíos y los sindicatos, antes combativos, hoy actúan como aliados «sobaleva» del patrón, domesticados por el presupuesto o el miedo.

«El miedo es el nuevo contrato laboral en este país. Si reclamas tus derechos, te aplican el régimen; si callas, te despiden igual.»


¿Hasta cuándo el silencio?

Estamos ante un modelo democrático fallido que se sostiene sobre la supresión de derechos. Mientras el discurso oficial vende una «felicidad» de cartón piedra, el pueblo trabajador recibe el impacto de la bota estatal.

¿A cuántos más despedirán antes de las 4:00 p.m. de hoy? ¿Cuántos encontrarán su escritorio vacío al regresar de las vacaciones de fin de año?


¡BASTA DE SER LA PRÓXIMA VÍCTIMA EN SILENCIO!

El régimen cuenta con tu miedo para seguir operando. Mañana podrías ser tú, tu colega o tu familia. No les regales tu silencio en esta Navidad.

1. DENUNCIA: Si fuiste despedido o estás siendo coaccionado bajo la amenaza del Régimen de Excepción, documenta nombres y horas. No firmes tu propia condena sin dar pelea legal. 2. ROMPE EL CERCO: Comparte esta crónica. Haz que el mundo sepa que detrás de la propaganda hay familias sin pan. 3. ORGANÍZATE: La lucha social es el único antídoto contra la tiranía administrativa.

¿Vas a esperar a que lleguen por tu plaza o vas a levantar la voz hoy? Que el grito de los 40,000 despedidos arruine la cena de los opresores.