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Los mártires del 27 de noviembre de 1980 en El Salvador.

Por: Dr. Víctor Manuel Valle Monterrosa.

El 27 de noviembre de 1980, hace 45 años, ocurrió la captura, tortura y asesinato de dirigentes del Frente Democrático Revolucionario de El Salvador: Enrique Álvarez Córdova (presidente), Juan Chacón, Humberto Mendoza, Manuel Franco, Enrique Escobar Barrera y Doroteo Hernández. No los olvidemos.

Gobernaba El Salvador una Junta de Gobierno antidemocrática y contrainsurgente producto de un pacto entre el ala derecha del Partido Demócrata Cristiano, el alto mando militar salvadoreño y el gobierno de los Estados Unidos, entonces presidido por el dirigente del Partido Demócrata, Jimmy Carter. La figura visible del gobierno salvadoreño era José Napoleón Duarte, dirigente del PDC.

Los compañeros asesinados, en un hecho aún impune 45 años después, dirigían una organización surgida de la confluencia de varios sectores políticos y sociales en lucha por instaurar un gobierno popular, democrática y facilitador de transformaciones revolucionarias en El Salvador. Por ese empeño fueron torturados y asesinados como advertencia para todos aquellos que emprendieran similares caminos de lucha.

A ese hecho atroz, y muchos otros de igual crueldad, siguieron doce años de enfrentamiento armado interno que concluyó con un Acuerdo de Paz en 1992.

Sin duda, los mártires del 27 de noviembre de 1980 fueron precursores de la paz y del comienzo de la democratización con justicia social en el país, sobre la cual hay todavía mucho por hacer, para salir del subdesarrollo y llevar bienestar a todos, principalmente a los de abajo, a esos que con mucho trabajo comen los 3 tiempos de comida al día y aún viven como una quimera inalcanzable el goce de la Seguridad Social en El Salvador.