
ALGUNAS LIGAZONES QUE PUDIERAN NO RESULTAR “DESCABELLADAS” SI SE COMBINAN CON ASPECTOS QUE LA REALIDAD EXPRESA DENTRO DE LO QUE ES EL MUNDO DE LAS NIÑAS, ADOLESCENTES Y MUJERES.
Róger Hernán Gutiérrez. *
Definitivamente estamos por la igualdad, sin discriminaciones de ningún tipo, por acciones que se traduzcan en equidad entre los sexos, que lleven al género a planos de existencia sin abusos y arbitrariedades de los hombres hacia niñas, adolescentes y mujeres en general. La estadística, si se pasa a temas de violencia trascienden a altos impactos sociales, que no pueden seguirse reforzando y viéndose sin el compromiso social y sin el interés de organismos y la institucionalidad pública.
Recientemente observamos como la violencia sexual hacia niñas, adolescentes y mujeres, sigue estando a la orden del día 22 casos diarios registrados de violencia, no sabemos los que no trascienden la opinión pública, que acumulan en un año 8,039 casos registrados, significando un abultado 42% de casos relacionados con la violencia sexual. Importante acá es destacar que esa violencia es de hombres hacia mujeres, identificándose así una relación de poder y sometimiento de mucho contenido cultural, socio y psicológico, la primacía de hombres que ven al otro sexo débil, sumiso, sin recursos, fácil de abusar y que no podrá defenderse ante tales cometidos.
Aún no se explicitan aspectos como edad, territorio, educación, estatus social, condiciones familiares, discapacidad, etc que harían más factible de parte de los hombres, una violación sexual por el grado de desprotección o vulnerabilidad que pudieran encontrarse las personas violadas. Es claro que el problema es estructural y así intervienen la cultura patriarcal y machista; el sistema educativo que no hace mayor cosa para educar a familias, niños(as), adolescentes, jóvenes y adultos, generando aprendizajes y culturas que alcancen los niveles de equidad e igualdad que se necesitan en cualquiera sociedad.
Es claro que aspectos como el grado de empobrecimiento, la falta de políticas públicas que aborden apropiadamente y con una fuerte coordinación institucional y social son elementos consustanciales a la violencia generalizada; ahora se agregan las redes sociales que sustentan abusos hacia la niñez y adolescencia ingenua y confiada que se abre sin el cuidado familiar, sin protección estatal, con un sistema educativo muy débil en este aspecto que sustenta ahora deficiencias en alcanzar una educación que lleve a la ciudadanía a congeniar con un lenguaje y cultura inclusivos, acordes para coexistencias humanas en la sociedad salvadoreña sin discriminación, con equidades e igualdades de género y afines.
Ahora la medida sesuda es prohibir el lenguaje inclusivo, para supuestamente alcanzar y rescatar el idioma castellano, habría que revisar las fases evaluativas para obtener grados y niveles superiores en las escuelas sobre el idioma, en las pruebas nacionales paes, privados, etc compite dicha materia con las matemáticas, como de las más bajas, y creer que esa pequeña distorsión del idioma es la causa que el sistema educativo no genere aprendizajes para alcanzar metas de desarrollo humano importantes, es tirar los pequeños avances sociales en saco roto, y de nuevo dirigir esfuerzos hacia lo colateral y no a lo central que pasa en un país como el nuestro, y sociedad como la nuestra.
Esta es la premisa de mayor sustentación de la medida “proteger a la primera Infancia, niñez y adolescencia de injerencias ideológicas que afecten su desarrollo integral”, por favor hablamos que la violencia y en esta la violencia sexual, son situaciones graves que alcanzan a la niñez y adolescencia, donde familias desarticuladas, algunas con mayor gravedad por estar en la cárcel parientes claves para el sustento familiar dejando hijos(as) en la orfandad, escuelas derruidas, medio ambientes deteriorados que afectan la continuidad del ciclo escolar; problemas en el sistema de salud que tiene serias dificultades para atender con calidad y buena cobertura la preñez, la atención en problemas de parto, los diferentes estados de cáncer de mamas, de órganos sexuales, falta de médicos en gineco-obstetricia, entre otros muchos problemas socio-económicos que afectan a la primera infancia, niñez, adolescencia y mujeres.
Creemos que hay ligazones no tan descabelladas de introducir cambios al prohibir el lenguaje inclusivo, sobre la ideología que se pretende construir, dejando de lado la realidad sobre el grado que existe de violencia hacia niñas, adolescentes y mujeres; donde a nuestro juicio el sistema educativo tiene mucha responsabilidad, donde se fomenta el machismo, la actividad lúdica específica para niños y para niñas—caso del deporte, de ámbitos escolares en los recreos, en la separaciones de escuelas o colegios para varones y para niñas, en la docencia con personas docentes que afirman la discriminación, que rechazan la equidad e igualdad, y en casos por abusos de los mismos profesores.
Estamos ante una realidad grave que debe ponernos las barbas en remojo, el prohibir el lenguaje inclusivo puede generar una cultura de reafirmar el machismo y ver el abuso sexual en niñas y adolescentes como algo que no es malo, ni ilegal, creando una cultura a ver la violencia sexual, como un asunto de ejercer una sexualidad “retorcida” las mujeres, o de las redes sociales y no la particularidad con la que la actual “Ministro” de Educación quiere sellar su ejercicio en dicha cartera.
*Sindicalista salvadoreño.