
OTRA SOLUCIÓN CASTRENSE PARA OTRA CRISIS.
POR: TOÑO NERIO.
Carla Evelyn Hananía de Varela fue la persona elegida por bukele para el cargo de ministra de Educación, Ciencia y Tecnología, en el gabinete que formó para su gobierno, que comenzó el 1 de junio de 2019.
Menos de tres años después la removió en medio de una crisis por la falta de cumplimiento de todas las propuestas educativas del fraudulento plan de gobierno, el aumento del deterioro de la infraestructura, la falta de personal docente por el despido sistemático de profesores y el congelamiento de las plazas de los jubilados, el congelamiento del escalafón docente y otras dificultades que llevaron a los sindicatos a exigirle a bukele que la despidiera. De hecho, el año lectivo de 2022 comenzó con escuelas cerradas o aulas sin docentes.
En sustitución de la señora ministra, bukele nombró a un señor para que se hiciera cargo del más grande de los ministerios…, pero solo como interino, o sea, para mientras.
De marzo de 2022 a agosto de 2025 han pasado casi tres años y medio, en ese “para mientras”.
Entretanto, las cosas han empeorado para todo el llamado “comunidad o sector educativo”: docentes, estudiantes, padres y madres.
No es solo la infraestructura la que ha sufrido un deterioro mayúsculo con decenas de escuelas clausuradas, otras tantas destruidas porque iban a ser reconstruidas, otras fusionadas para “optimizar” recursos o simplemente derribadas para construir edificios modernos para estacionamientos privados.
Sin abundar en el atentado que significa el deterioro de la calidad educativa, que ha convertido a El Salvador en el cuarto peor país del mundo de acuerdo con los resultados de la evaluación llamada PISA -Programme for International Student Assessment (PISA)-, que realiza la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), para conocer el grado de aprovechamiento del estudiantado en más de un centenar de países.
Por no abundar en lo que significa que desde 2020, con el pretexto inicial del COVID-19, y después con otras “razones”, la Universidad de El Salvador (UES) haya mantenido clases en línea y toda una generación de estudiantes se haya “graduado” sin pisar las aulas.
Por no mencionar los costos en términos de oportunidad desperdiciada por el incumplimiento del gobierno en los desembolsos del presupuesto asignado a la UES desde 2020 hasta 2025, cuando al parecer ya se pusieron al día.
Pero, a qué costo: una reducción real del 30 por ciento en el número de estudiantes interesados en aplicar para una primera matrícula universitaria.
Por no contar -sino solo a la pasada- que existe un proyecto de absorción de la UES por parte del gobierno y someterla a la tutela del Ministerio de Educación, destruyendo hasta el último resquicio de su autonomía.
La misma propuesta castrante que determina y condiciona el otorgamiento de dinero a si el ministro de hacienda considera que el país tiene fondos disponibles para hacer ese “gasto” o no, y de qué cuantía.
Hoy, finalmente, Mauricio Pineda, el “interino” a cargo de la cartera más importante ha sido relevado, el cargo ha sido asumido por una persona nombrada por bukele para hacerle frente a la “cuestión educativa”.
Por fin se ha sabido que se trata de otra persona sin ningún antecedente en el universo educativo, sus problemáticas, sus políticas, sus protagonistas, ni su importancia para el desarrollo nacional y su historia.
Por fin se ha sabido que se trata de una mujer militar, una Capitana.
La mejor apuesta de bukele para tiempos de crisis son los fusiles.
Así lo supimos cuando la crisis hídrica por el contenido apestoso de las tuberías domésticas y comerciales atascadas de líquido maloliente y de coloración café verdoso, por el contenido de algas.
Así lo supimos cuando la crisis en los campos de cultivo arrasados por las langostas.
Así también cuando la pandemia de COVID-19 que bukele “previno” a punta de fusil.
Y cuando los mareros se salieron del acuerdo que habían suscrito con Batman.
Y cuando fueron a suplicar clemencia a su buen rey los pobladores de las comunidades desalojadas para entregarle sus tierras a “dueños” que aparecieron cuarenta años después de que ellos se habían asentado.
Así como entonces, hoy también, ante la hecatombe educativa, bukele pone al frente del ministerio a una mujer militar.
Para todo problema la respuesta de bukele está en las armas de guerra.