
¿QUÉ LE HACE CREER QUE PUEDE CONSERVARSE EN EL PODER INDEFINIDAMENTE?
Habiendo comprado la voluntad de todos los niveles del poder, desmontado el estado de derecho, liquidado los posibles focos de resistencia legal, reescrito las reglas de la institucionalidad para su solo beneficio, puesto a gravitar en su entorno la corruptela de la peor ralea en los cargos más sensibles, asegurado por la vía financiera que solo le respondan a él, al caudillo, comprado los servicios tanto del aparato de seguridad como militar, sometido al completo aparato informativo a sus intereses para desinformar y alienar, desarrollado las alianzas de codependencia con los demás satélites fascistas en la región, desarrollado lo que cree es un esquema a toda prueba de sumisión dependiente para con Washington, y establecido los arreglos con la metrópoli, garantizando su respaldo, supone haber cubierto todas las posibilidades.
Porque sabe que nadie dará un céntimo por él o por su entorno fuera del país.
La reelección indefinida, o lo que es lo mismo, la legalización del fraude a perpetuidad, no busca solo el poder dirigido a satisfacer la necesidad megalómana de un pequeño narcisista para así superar su complejo de inseguridad; es más bien la expresión de su pragmatismo político dirigido a asegurarse los respaldos que urge por ejemplo, de EU, mediando su completo sometimiento a los intereses de aquel, como de los nazi sionistas, intercambiando apoyos mutuos que den visos de legitimidad a ambas partes.
No pasemos por alto que el gobierno estadounidense no es uno dirigido por lo mejor de la clase política de aquel país, sino la expresión más extremista de la decadencia del neoliberalismo, que cumple con las expectativas que de este la historia tiene: neofascista frenológico desconectado de la realidad, sin más credenciales que las ideológicas, sin reparo en manifestar su desprecio tanto por lo moral como por lo legal en las irregularidades que comete, rodeándose de individuos que por insignificantes, responden incondicional y amoralmente a los intereses estadounidenses y judíos, lo que cumple supinamente el caudillo que padecemos.
Por otro lado, al carecer el territorio salvadoreño de los recursos naturales que lo vuelvan una presa deseable para los apetitos de la voracidad estadounidense, ha urgido al régimen a volverse creativo, transformando al completo territorio en un solar que se renta para reubicar a los detenidos políticos de EU, venezolanos, sobre todo, a los que usa para chantajear a Venezuela, para intercambiarlos por criminales estadounidenses capturados en territorio venezolano para el caso.
Con el fraude legalizado, ahora el caudillo podrá ofrecer además el territorio como asilo para los nazis fascistas del resto de Latinoamérica, criminales como Uribe y Bolsonaro, transformando al país en una suerte de resort de lujo para el retiro de estos, a los que lo ofrecerá a cambio de un buen porcentaje de los dineros robados a sus respectivos países, su seguridad en el territorio, con garantías de que no serán extraditados.
Ya sabes, haciendo del régimen, un buen negocio para el caudillo y su secta.