
Libro: LA CLASE POLÍTICA.
POR: JOSÉ GUILLERMO MÁRTIR HIDALGO.
El profesor italiano de ciencias políticas, Francesco Leoni, considera que el libro “La Clase Política”, es un pilar fundamental de la teoría elitista. La idea central de dicho libro es que, en toda sociedad, independientemente de su forma de gobierno, existe una minoría organizada que detenta el poder. Esta minoría es la clase política. Y la mayoría desorganizada es la gobernada. La división entre minoría gobernante y mayoría gobernada, es una constante histórica. La minoría esta cohesionada y actúa de manera coordinada, para mantener su poder. Sus miembros poseen cualidades que les permiten ascender y gobernar como riqueza, habilidades militares y conocimientos jurídicos.
Para asegurar su poder y asegurar la obediencia de las masas, la clase política crea una “fórmula política”. Esto es una ideología, una religión, un principio, una narrativa. Para esta minoría, el cambio político es, un reemplazo de una clase política por otra, no un cambio fundamental en la estructura de poder. La formación de la clase política a lo largo de la historia es hereditaria, como la aristocracia, que se cierra a nuevos miembros. También, la clase política se renueva con elementos de las clases bajas, esto es la tendencia democrática. Los sistemas políticos que mejor se adaptan, son aquellos que logran un equilibrio entre ambas tendencias, permitiendo una renovación constante, pero, manteniendo la estabilidad.
Gaetano Mosca fue un sociólogo, politólogo, político y senador vitalicio italiano. “Elementos de la Ciencia Política o La Clase Política” fue publicado por primera vez, en mil ochocientos noventa y seis. La ciencia política italiana, tiene su origen en “Teoría del Gobierno y Gobierno Parlamentario”, escrita entre mil ochocientos ochenta y dos y mil ochocientos ochenta y tres. En ella Mosca critica las instituciones democrático-parlamentaria y el principio de soberanía popular sobre la que se fundan.
En “Elementos de la Ciencia Política o La Clase Política”, presenta que hay una minoría dominante sobre la mayoría. Esto, es una realidad histórica. El autor enuncia dos teorías: La Clase Política y la Fórmula Política. La Teoría de la Clase Política explica que, en cualquier tipo de organización social, hay una minoría organizada que detenta el poder en los centros efectivos de decisión. Y la Teoría de la Fórmula Política plantea que la clase política produce ideologías, creencias y mitos, para justificar su dominio sobre el resto de la sociedad. La clase política adopta siempre la fórmula que más le conviene. La fórmula política es una justificación del poder de la minoría en términos abstractos, para conseguir la obediencia de las masas. La minoría encuentra justificación de su poder en principios abstractos en una fórmula, por ejemplo, los funcionarios reciben su autoridad del soberano y a su vez la reciben de Dios. Otra fórmula es la creencia que todos los poderes tienen su base en la voluntad popular. La motivación de la clase dirigente es que desean el poder por sí mismos, esto, por los privilegios que conlleva. De esta manera, encubren y promueven sus intereses, en contra de los muchos que deben obedecerla. Por tanto, la fórmula política es un velo auténtico lanzado fríamente, por un cálculo racional, sobre la realidad. La clase política siempre adopta la fórmula que más le conviene, sin profundas raíces morales e intelectuales. Hay siempre una relación entre la fórmula y la composición de la clase política. Aquella cambiará con el cambio de esta última.
La clase política siempre necesita una base moral y legal a su poder, conectado con doctrinas y creencias reconocidas y aceptadas. En la base de la fórmula, pueden existir creencias sobrenaturales y conceptos racionales que corresponden a la necesidad no ceder solo a la fuerza, sino, a un principio moral. Dentro de un organismo político residen dos tipos sociales, la clase dominante y el tipo subordinado, ambos tienen su clase dirigente. Esta diferenciación es típico de las sociedades burocratizadas. Con la introducción de elementos de impersonalidad entre gobernantes y gobernados, la burocratización se ve acompañada de una exclusión de la minoría dominante sobre la mayoría dominada. Esta diferenciación, puede ser aprovechada por una fracción de la clase política que se apoya en la plebe descontenta. Se forma en medio de la plebe, otra clase dirigente que puede competir con aquella, en el desempeño del poder. Lo que es importante para el cambio interno de la clase política en los puestos de gobierno.
El concepto de defensa jurídica, permite desarrollar un discurso orgánico sobre el control social y la socialización. Por el sentido moral, la tendencia natural a actuar correctamente por sí mismo es frenado por la natural compasión hacía los otros. Pero, habrá una elite que no siente esa natural compasión por los otros. Entre estas dos élites esta la inmensa mayoría de conciencia mediocres que, pueden ser disciplinadas gracias al miedo al daño o al castigo. La disciplina del sentido moral es confiada a las religiones y a la organización legislativa. El control de la religión es, la amenaza de sanciones ultra terrenales. Mientras que el control del Estado es, la amenaza de sanciones legales.
Mosca considera que un buen gobierno, se expresa en una división real y en un equilibrio de poderes. Cada institución política debe representar a una distinta fuerza política. Y el equilibrio real se da por una separación entre el poder temporal y espiritual, entre el poder económico y político y entre el poder militar y político. Según el autor, una de las condiciones ideales para el buen gobierno es, la existencia de una clase política económicamente independiente y culta.
Mosca critica al gobierno fundado sobre el sufragio universal, que permite la participación de un número de “valores sociales” y la organización de muchas “fuerzas políticas”. Mosca no cree en la democracia entendida como la progresiva participación de las masas y el auto gobierno popular. Ya que donde hay hombres habrá sociedad, donde esté una sociedad hay un Estado y donde hay un Estado hay una minoría dirigente y una mayoría que es dirigida por ella. El consenso de la mayoría depende de la fe que la clase gobernante tiene en la fórmula política con la que justifique su poder. Por tanto, es un engaño, una manipulación, sin más, es un plagio de la masa. Se invoca como garantía de un buen gobierno, la multiplicidad de las fuerzas política y el control reciproco.
En la tercera edición de “Elementos de la Ciencia Política o La Clase Política”, publicada en mil novecientos treinta y nueve, cuando Mosca tenía ochenta años, escribe que los Estados modernos se caracterizan por grandes burocracias y ejércitos permanentes. La revolución es un cambio rápido y violento en la que hay una función preparatoria de las sociedades secretas y el papel de los “desplazados”, que siempre están preparados para lanzarse a la revolución. Para su éxito, es fundamental el concurso de las masas que, se mueven solo en circunstancias especiales como las crisis económicas. Las revoluciones en los Estados modernos, vencen si consiguen apoderarse del ejército y la burocracia.
El sistema parlamentario es criticado por Mosca por la preponderancia concedida al “rico” y la manipulación de toda la administración pública. Controlar el parlamentarismo está bien, para quien cree en la democracia, no para quien cree en la doctrina de la clase política. Para Mosca, el gobierno no es un asunto del pueblo. Consiente a todas las fuerzas políticas organizadas a participar en el juego y con ello, a actuar en el más elevado grado de defensa jurídica. La supresión del sistema parlamentario, llevaría a un absolutismo burocrático. La cosa más importante para Mosca es, combatir la teoría democrática, ya que no es verdad que todos los hombres, pueden colaborar racional y responsablemente a contribuir a la historia. Por ello es perjudicial la idea de igualdad política como la de igualdad social. Mosca ataca a Russeau por afirmar que, el hombre es bueno por naturaleza y ha sido descarriado por la sociedad.
En las sociedades organizadas comunistas, existirán siempre los que administran la riqueza pública y siempre estará la gran masa de administrados. Siempre habrá dominantes y dominados, privilegiados positivamente y privilegias negativamente. La reducción a una sola fuerza política que controle el gobierno y la economía da lugar al más tiránico de los gobernantes. Los comunistas buscan construir una sociedad donde se presupone un tipo de hombre, que estará formado por el socialismo en marcha. La dictadura del proletariado, ha sido pensada justo para resolver estas dificultades. Paradójicamente, tales modificaciones positivas se producirán, cuando se multiplican las fuerzas que “participan” y se controlen recíprocamente. Añade que debe temerse a la continuación de la revolución y la inevitable reacción, que constituye después un gobierno bastante autoritario. Una revolución puede estallar, solo por errores de los gobernantes y por sucesos catastróficos inconscientemente provocados, como la guerra.
Mosca cierra con un pronóstico dirigido a la civilización occidental, la cual está destinada a decaer en el caso que se continúe cediendo a las fuerzas de la democracia social, como en el caso que se recurra a la reacción, abandonando los “ideales” liberales. La democracia social es irrealizable, pues siempre habrá una minoría que gobernará y una mayoría que será gobernada.