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La necesidad impostergable de vivienda de interés social.

Por: Alejandro Gómez. *

Realmente no es económicamente rentable, lo entiendo, no es negocio…pero es un compromiso moral de cualquier gobierno el mejorar las condiciones de vida de la sociedad a la que se debe.

Desde que recuerdo siempre me he cuestionado porqué nuestros gobiernos no hacen un esfuerzo importante para mitigar la carencia de vivienda de interés social. En los años de mi infancia (hace más años de los que quisiera), existió el IVU, (INSTITUTO DE VIVIENDA URBANA) que impulsó la construcción de edificios multifamiliares de apartamentos en diferentes sectores de la ciudad, estos tienen unos 50 mts2 que suplieron en gran medida la necesidad de vivienda de muchos salvadoreños, principalmente empleados de instituciones del estado y con facilidad de pago para 20 años plazo. Desafortunadamente este esfuerzo no continuó y la necesidad de vivienda accesible se ha incrementado de manera preocupante frente a la realidad que el territorio no crece con el desarrollo poblacional, vivimos unas 301 personas por km2.

La idea de crecimiento vertical no es nueva, la tecnología de la construcción permite ahora la construcción antisísmica como solución habitacional de interés social. Es una solución sobre la cual no se habla, ya que como dije, no es negocio, y la construcción vertical que se impulsa NO es de costo accesible para la mayoría de la población, que con un ingreso medio de USD$629.00 (Encuesta de hogares de propósitos múltiples) no se puede permitir un apartamento como los que se ofertan en los edificios de las colonias al poniente de la ciudad. La banca tradicional ofrece crédito para vivienda que, aun con el 100% del ingreso, estos salvadoreños no podrían pagar el proyecto más barato, ya que para acceder a un crédito de vivienda de un apartamento de los que se ofertan en la banca privada, el ingreso familiar debe ser superior a los USD$3,000.00 (la cuota media es superior a USD$1,000.00 para 30 años)

En la actualidad 6 de cada 10 familias viven en condiciones inadecuadas, y por inadecuadas entendemos que no reúnen condiciones dignas. El déficit habitacional afecta a más de 900 mil familias. Y como si fuera poco, de estas tenemos más de 600,000 familias viviendo en condiciones de pobreza extrema que están muy lejos del ingreso medio indicado.

Los números son fríos y no significan nada para muchos, a menos, claro, que seamos parte de esa estadística. Esta se magnifica con cada invierno, cuando las lluvias causan estragos y los medios difunden las desgracias que viven a diario muchas personas viviendo en marginalidad. He visto como muchos políticos solo han usado tal condición para su mezquino propósito, y habiendo tenido la oportunidad y el poder, invariablemente solo se han servido de la gente.

Tenemos varias instituciones relacionadas con la vivienda, (Hábitat para la Humanidad, Fundación Salvadoreña de Desarrollo y Vivienda Mínima (FUNDASAL), Fondo Social para la Vivienda, y el mismo Ministerio de Vivienda, etc.) y aunque cada una justifica su presupuesto, pasa uno y otro quinquenio sin que el problema se resuelva. Solo se acomoda.

Necesitamos hacer algo diferente, abrir la oportunidad a quienes no pueden acceder a una vivienda en las actuales condiciones del mercado, promover la construcción de viviendas de bajo costo y financiarlas a largo plazo a través de una institución del estado con una tasa de interés asequible y no leonina, que permita vivir con seguridad, acceso a servicios, habitabilidad, paz y dignidad. Pienso que es responsabilidad de los funcionarios involucrados en el tema cambiar la realidad.

Si este propósito, implica rediseñar nuestras instituciones, ¿que nos detiene?, están dadas las condiciones, se necesita voluntad política, en cuanto a la garantía que es la objeción, el bien financiado es la garantía ya que los beneficiarios no van a abandonarla o llevarse el bien financiado, respaldaran el crédito con su mayor esfuerzo y voluntad, ya que sería su patrimonio y el de su grupo familiar.

Se debe facilitar el acceso al crédito de vivienda de interés social. Nuestro país tiene más de 279,102 madres solteras (y aumentando) que requieren de ayuda real, no de promesas políticas vanas. Asimismo, y aunque este no es momento de tratarlo, solo en embarazos en niñas y adolescentes contamos ya 4,024 en el primer semestre (22 embarazos diarios), ¡es decir unas 8,048 para cuando celebremos navidad! Esto empeora la condición de vivienda de los grupos familiares, y que, dada nuestra tasa de natalidad, ya viven en hacinamiento.

Es mandatorio hacer algo importante en este tema. El que tenga oídos…

*Consultor OMT
alexgo2804@gmail.com