Policías del Estado de Coahuila, en la frontera norte de México, mataron a tiros a un migrante salvadoreño acusado de desenfundar una pistola y abrir fuego contra los agentes, dijeron fiscales este día.
Funcionarios de un albergue de migrantes en la ciudad de Saltillo, en Coahuila, dijeron que el salvadoreño había estado esperando a otros migrantes el miércoles para subir a un tren de carga rumbo la frontera con Estados Unidos.
La Casa del Migrante de Saltillo dijo que el grupo de unos 10 migrantes se había quedado en el albergue antes de salir hacia las vías de tren e indicó que ellos fueron víctimas de operativos de agentes estatales y federales.
El albergue dijo en un comunicado que los migrantes escondieron a una niña de 2 años durante el operativo por temor a los disparos de agentes de la fiscalía de Coahuila.
Sin embargo, la procuraduría ofreció una versión diferente.
«A la altura de las vías del ferrocarril, cuatro personas del sexo masculino agreden verbalmente a los policías, uno de ellos saca de entre sus ropas un arma de fuego y realiza disparos, mientras que las otras personas huyeron en forma pedestre», dijo la oficina en un comunicado. «Los oficiales repelen la agresión con sus armas de cargo por lo que el agresor cae abatido».
El albergue agregó que las autoridades separaron a una niña de dos años de su madre durante el operativo.
El gobierno federal dijo en un comunicado que ni la policía federal ni agentes de inmigración participaron en el operativo.
En tanto, el gobierno de Coahuila señaló en otro comunicado que se investiga la muerte del migrante. Agregó que la menor está a salvo y bajo la custodia de servicios infantiles.
El grupo defensor de derechos humanos, Amnistía Internacional, condenó el incidente y pidió una investigación exhaustiva. Señaló que el albergue donde el grupo estaba revisa a los migrantes y sus pertenencias en busca de armas antes de permitirles quedarse ahí.
Subir a trenes de carga es técnicamente ilegal, pero es una práctica común entre los migrantes que viajan por México. Los migrantes se han quejado en ocasiones previas de ser atacados por los empleados de seguridad ferroviaria privada.
En los últimos meses, el gobierno mexicano ha tomado medidas enérgicas contra los migrantes que cruzan el país para llegar a la frontera con Estados Unidos, incluyendo redadas en hoteles, autobuses y trenes.
El albergue de Saltillo emitió una denuncia pública la semana pasada, después de que vehículos de las fuerzas militares y de la policía se estacionaron afuera del lugar. Los operadores temían que la policía tratara de detener a los migrantes dentro de la instalación, mientras que las autoridades señalaron que sólo respondían a quejas de los ciudadanos en la zona.