Mejora el ejercicio físico la capacidad cognitiva en la diabetes y la hipertensión

El ejercicio físico puede ser una vía de prevención del deterioro cognitivo, especialmente en los pacientes hipertensos o diabéticos, según el resultado de un reciente estudio en el que ha participado la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte (INEF) de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM).

El trabajo, que ha sido publicado en The World Journal of Biological Psychiatry, muestra que someter a pacientes diabéticos e hipertensos a un programa de entrenamiento aeróbico mejora su atención y reduce su tiempo de respuesta a los estímulos.

Los investigadores recuerdan que numerosas evidencias científicas han demostrado que una presión sanguínea elevada se relaciona con el deterioro cognitivo a todas las edades y que las capacidades cerebrales se ven afectadas de muy diferentes formas en los pacientes con diabetes.

“El estado hiperglucémico y la resistencia a la insulina que se produce en la diabetes mellitus puede conducir a déficits cognitivos causados en el cerebro por problemas micro y macrovasculares. Además, sabemos que la diabetes causa alteraciones en la conectividad anatómica cerebral que pueden derivar en déficits motores y cognitivos”, explica Rocío Cupeiro, del Departamento de Salud y Rendimiento Humano de INEF-UPM y una de las coautoras del estudio.

“Asimismo, el factor neurotrópico del cerebro, que tiene un importante papel en el mantenimiento de las neuronas y en el crecimiento y la generación de nuevas sinapsis decrece en la diabetes y las personas que padecen esta enfermedad tienen un riesgo un 65 por ciento mayor de padecer Alzheimer”, añade.

No obstante, hay pocos datos sobre si la actividad física podría utilizarse como una estrategia para reducir el declive cognitivo en pacientes diabéticos e hipertensos. Para comprobarlo, los investigadores sometieron a un total de 21 personas afectadas por diabetes e hipertensión a un programa específico de entrenamiento que evaluaron mediante la herramienta conocida como “sistema de evaluación y entrenamiento mental” muy empleada para medir la repercusión del ejercicio físico en la salud cognitiva y mental de las personas

Cuáles son los efectos

Midiendo las respuestas correctas e incorrectas a los estímulos presentados por los investigadores, así como las reacciones omitidas (aquellas ocasiones en las que los pacientes no presionaron tecla alguna porque no identificaban ninguna de las imágenes mostradas como correcta) se constató que los niveles de atención y concentración mejoraron en personas con hipertensión y diabetes tras la intervención de ejercicio físico.

El programa de ejercicio físico estuvo supervisado en todo momento por graduados en Educación Física (equivalente al grado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte de España), y tuvo una duración de 12 semanas, una frecuencia de 3 días/semana y consistió en ejercicio de fuerza o ejercicio cardiovascular. “Se obtuvieron mejoras especialmente en el grupo que padecía tanto diabetes como hipertensión, lo que sugiere este grupo tiene mayores posibilidades de mejoras cognitivas tras la práctica de ejercicio físico, que aquellos que solo padecen hipertensión”, explica Cupeiro.

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