Categoría: Cultura

  • Relato de Manuel Alcántara: «LA LLAVE».

    Relato de Manuel Alcántara: «LA LLAVE».

    Por: Manuel Alcántara Sáez.

    ¿Dónde está la llave? Una pregunta que es fácil escucharla por doquier. Lo interesante es que no solo la formulan las personas de talante olvidadizo cuya negligencia es su sello de identidad. En un momento u otro de su vida todo el mundo se ha cuestionado por el paradero de una determinada llave decisiva para abrir o cerrar una cerradura a la hora de iniciar o de concluir una tarea de tipo muy diferente en la casa, el coche, la oficina o el cajón del escritorio. La llave es el punto de inicio o de clausura de la mayoría de las actividades de cada día. ¿Quién no lleva una llave en su bolsillo?

    Hay llaves de madera, así como de plástico y de muy diferentes tipos de metal. La dureza es una condición muy importante al igual que la dificultad que tenga a la hora de su duplicado. La estética ha desempeñado siempre cierto papel, aunque menor. Si bien en la mayoría de las situaciones la referencia a ella tiene este componente material, de ahí la posibilidad de que no se la encuentre por quedar olvidada en un rincón impensable, hay también una dimensión mental. Por ello, se habla de la llave del éxito como también de la llave de la sabiduría o de la llave mágica. En términos románticos es habitual referirse a la llave del corazón. Hay referencias a la llave del cielo, pero menos a la llave del infierno.

    El llavero constituyó durante mucho tiempo uno de los símbolos más conspicuos de las relaciones de poder. Su papel es descrito en los textos sagrados de la mayoría de las religiones y en la tradición secular también ocupa un lugar central. El arca del siglo XV de la Universidad de Salamanca donde se guardaban documentos y activos valiosos se cerraba con diferentes llaves que quedaban en manos de distintos responsables. No obstante, hoy son ya habituales los llaveros electrónicos en los diferentes dispositivos de uso diario y la criptografía avanza para procurar llaves seguras con las que resguardar la vida digital. El uso facial, e incluso ocular, es un curioso instrumento para preservar la vieja función protectora de manera muy cómoda que reemplaza a la llave.

    Él le dijo que una de las señas de mayor confianza que podía existir entre dos personas fuera que una entregara a la otra las llaves de su casa. Por eso se sentía, más que honrado, feliz, porque ella se las había dejado. Ella no le dio importancia porque, le contestó, él le había entregado la llave de su vida. Estar en posesión de una llave es, en cierto modo, un privilegio, pero a la vez significa contraer una responsabilidad. Mi amigo que trabaja en el mundo de los derechos humanos e imparte talleres en las cárceles lo sabe muy bien. El carcelero, un oficio de los más duros, requiere ser entrenado para conocer sus limitaciones y los efectos que su actuación tiene sobre seres humanos privados de libertad. De la misma manera ocurre con la persona que es depositaria de los secretos, afectos y contradicciones de quien se los entregó mediante la cesión de una llave esta vez simbólica.

    Perder la llave puede ser un desastre. La involuntaria acción suele traer consigo consecuencias fatales por mucho que la actuación del cerrajero alivie la situación. En un primer momento deshace planes laboriosamente urdidos, rompe e incomoda la secuencia programada de la jornada y genera una sensación desagradable de pérdida de tiempo. Después las aguas vuelven a su cauce. Tener una copia de la llave en un lugar seguro es una alternativa adecuada que, sin embargo, algunas personas no consideran por desconfiar de la fiabilidad del depósito. Al final, la tensión que concibe la solución alternativa tomada hace que no valga la pena. El guarda llaves es un dolor de cabeza y el mandato de “¡ábrete Sésamo!” es una quimera.

    Es el tercer día que ve la llave en la acera casi al borde del césped. Cuando la vio por primera vez sintió pena por la persona que la hubiera perdido habida cuenta de las complicaciones que aquella faena seguramente hubiera traído consigo. Pensó en cogerla, pero de inmediato desechó la idea, quizá a quien se le cayó volvería tras sus pasos en una búsqueda desesperada. El día siguiente, en el mismo lugar, bajo una suave lluvia, la llave resplandecía en su abandono inútil. Era una pieza más en el elenco de las cosas variopintas que pueden encontrarse en las calles dejadas por acción u omisión. Hoy, una semana después de la última vez que pasó por aquel lugar, la llave sigue allí. Cree percibir que la envuelve un ligero tono de óxido que contribuye a confundirla con el suelo.

    Entonces, revive en un instante muchas de las historias de llaves que recuerda y siente que aquella llave huérfana en el suelo es la metáfora de algo que fue útil, más que ello, imprescindible. Su callada función cotidiana le hacía ser la guardiana de secretos, la responsable de abrir un espacio de salvaguardia, el instrumento por excelencia de la introspección y de la intimidad. Pero también es consciente de su posible tarea opuesta como cancerbera de la prisión que cierra toda eventualidad de liberación, de su carácter de oclusión. Perder la llave se convierte así en una cuestión confusa en función del sentido de la cerradura. También lo es del carácter desconocido de quien la perdió. Abrumado, empuja suavemente la llave con su pie hasta el césped donde se pierde y continúa su camino. Como hace con frecuencia cuando se trata de su geografía interior, palpa su bolsillo para cerciorarse que el manojo de llaves que siempre lleva consigo está en su lugar.

  • Libro. «EL MATERIAL HUMANO» de Rey Rosa.

    Libro. «EL MATERIAL HUMANO» de Rey Rosa.

    Por: Manuel Alcántara Sáez.

    Hace casi 20 años, por circunstancias fortuitas, se hizo público el desconcertante hallazgo de un archivo con más de 80 millones de documentos en un complejo de edificios abandonados de la Policía en la Ciudad de Guatemala. Esos documentos despertaron el asombro de una sociedad necesitada de memoria, justicia y relatos que expliquen el territorio que habita. Entre archivistas, investigadores, familiares de desaparecidos y académicos que se acercaron al archivo, había también un escritor de ficción: Rodrigo Rey Rosa.

    Así nació en 2009 uno de los libros más importantes de las últimas décadas. Un libro que cuenta un país, a menudo ignorado, sus secretos, sus laberintos y sus silencios. Hoy, tres lustros después, contamos con una reedición de esa obra imprescindible.

    En forma de apuntes y diarios escritos en varios cuadernos, y nutrido por fichas que contienen datos de personas perseguidas y encarceladas por el Estado, el escritor -como un explorador que recorre montañas de nombres y fechas- hace del Archivo su personaje principal, un personaje que cambia cada cierto tiempo y que jamás volverá al silencio.

    Como se señala en el epílogo y en clave de algo que es tristemente recurrente en la historia contemporánea de Guatemala, «la actividad del Archivo ha estado bajo asedio como parte de una bien calculada estrategia para debilitarlo… este libro demostró cómo un acervo archivísitico de esta naturaleza puede remover toda una serie de elementos subjetivos, personales, que están presentes en la obra de un escritor como Rodrigo… quien hace énfasis en la importancia que tiene el Archivo guatemalteco en términos de la historia política de América Latina y pregunta sobre posibles comparaciones con casos de otros países del continente».

    Rodrigo Rey Rosa nació en Guatemala en 1958 país que abandona por el ambiente de violencia que vive y se establece en Nueva York, donde estudia cine en la School of Visual Arts hasta 1983. Su estancia en Marruecos le conecta con el escritor Paul Bowles, quien traduce al inglés sus primeros libros y lo ayuda a alcanzar proyección global. Tras la muerte de Bowles, Rey Rosa se convierte en el albacea literario de su obra. Es autor de numerosas colecciones de cuentos —como El cuchillo del mendigo y El agua quieta— y novelas célebres como El cojo bueno (The Good Cripple), La orilla africana (The African Shore) y Severina. Su estilo es sobrio, conciso y evoca situaciones límite, dejando al lector descifrar emociones y motivos detrás de los personajes. Galardonado con el Premio Nacional de Literatura Miguel Ángel Asturias en 2004 y el Premio Iberoamericano José Donoso en 2015, Rey Rosa también dirigió en 2004 la película Lo que soñó Sebastián, basada en su propia novela, exhibida en Sundance y Berlín. En su obra, El país de Toó (2019), denuncia la corrupción que afecta las comunidades mayas y el medio ambiente en Guatemala, continuando su compromiso literario con la justicia social.

    Rodrigo Rey Rosa (2024). El material humano. Primera edición en Catafixia Editorial. ISBN: 978-9929-591-89-9. 192 págs.

  • EL CHICHARITO entre ideologías retrógradas y escudos de impunidad.

    EL CHICHARITO entre ideologías retrógradas y escudos de impunidad.

    Por Ed. Dr.: Claudia Viveros Lorenzo.

    La polémica de Javier “Chicharito” Hernández y sus recientes discursos cercanos a la ideología redpill—movimientos que promueven roles tradicionales y mensajes misóginos—contrasta con la posición oficial con que el partido Morena ha protegido a Cuauhtémoc Blanco ante acusaciones graves. Ambos casos muestran cómo las figuras públicas pueden representar ideales contrapuestos: mientras uno recibe condena social, el otro recibe tapete político.

    En redes sociales, Javier “Chicharito” Hernández se adentró en territorios controvertidos con videos donde afirmaba que las mujeres “están fracasando” por no abrazar la masculinidad, y que deben aprender a “recibir y honrar” a los hombres. Estas declaraciones se alinean con discursos del coach Diego Dreyfus y el movimiento Temach, catalogados por expertos como ideologías misóginas que refuerzan estereotipos de género.

    Las consecuencias fueron inmediatas: la Federación Mexicana de Fútbol impuso multas, se abrió una investigación por “violencia mediática” y los comentarios fueron repudiados oficialmente por el Club Chivas y la presidenta del país, Claudia Sheinbaum, quien los calificó de “muy machistas”

    Blanco y el escudo del partido ante acusaciones de violencia sexual. Por otro lado, Cuauhtémoc Blanco, exgobernador de Morelos y actual diputado federal por Morena, ha sido acusado formalmente de intento de violación por parte de su media hermana y también señalado por violencia política de género contra una compañera política. Sin embargo, recibió el respaldo total de su partido: en la Cámara de Diputados se desechó la solicitud de desafuero para que pudiera enfrentar la justicia, y legisladoras cercanas a Morena lo defendieron públicamente con consignas como “no estás solo”

    Organizaciones feministas y colectivas ciudadanas denunciaron que Morales se convirtió en una protección institucional encubriendo violencia sexual desde el poder, dejando sola a la víctima y reforzando la idea de impunidad política.

    Dos figuras, dos reacciones: ¿qué nos dice esto de nuestra sociedad?

    · En el caso de Chicharito, el señalamiento social fue inmediato. No se trata solo de un futbolista siendo juzgado por fútbol, sino por discursos que reproducen misoginia disfrazada de autoayuda. La sociedad lo sancionó, y las instituciones actuaron con rapidez.

    · En el caso de Blanco, se trata de una figura política acusada de delitos gravísimos. Sin embargo, su partido lo protegió institucionalmente, diluyendo el reclamo social y priorizando el pacto político sobre la justicia y los derechos de las víctimas.

    La diferencia es clave: uno es castigado por expresar públicamente visiones retrógradas, el otro es respaldado ante acusaciones de violencia extrema. En ambos casos se evidencia cómo la cercanía con el poder determina la respuesta institucional frente a comportamientos cuestionables.

    La sociedad mexicana parece dispuesta a condenar ideas machistas cuando provienen de celebridades, pero se paraliza frente a acusaciones concretas cuando quienes están en el centro del juicio son aliados

    políticos. Esto configura una lógica de impunidad selectiva: los de fuera pagan, los de dentro reciben consolación.

    No podemos seguir permitiendo que la justicia dependa de la posición o el favoritismo. Si condenamos discursos misóginos, también debemos exigir que las instituciones actúen con igual contundencia ante quienes cometen violencia real. Porque la desigualdad no está solo en lo que se dice: también está en lo que se tolera. Comentarios: draclaudiaviveroslorenzo@gmail.com

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  • La carga académica en la UES.

    La carga académica en la UES.

    Por Fredis Pereira. *

    La carga académica es el nombre con que se le conoce a la carga laboral del personal académico de la Universidad de El Salvador (UES). Esta se operativiza bajo la administración irracional que proyecta el gobierno disfuncional universitario, y que es uno de los mecanismos para incubar un sistema de clientelismo político y el estancamiento de la plantilla de profesores al que se refirió Hcéres en su evaluación institucional.

    La distribución de la carga académica se realiza de manera arbitraria. Esto en principio por el Consejo Superior Universitario ha incumplido su deber de aprobar el Manual para la determinación de la carga laboral del personal académico, según la clasificación escalafonaria y tipo de nombramiento o contratación; que desde el año 2003 se prescribe su aprobación en el artículo 50 del Reglamento de General del Sistema de Escalafón del Personal de la Universidad de El Salvador (Reglamento del Escalafón).

    La distribución de la carga académica sigue a la deriva para facilitar los contratos irregulares. Al no existir un estándar de carga académica, que permita la administración racional de los recursos que se destinan para el pago de los profesores, proliferan los contratos de tiempo adicional y los contratos de personal eventual que sustenta un sistema de clientelismo político y que asegura la continuidad del gobierno disfuncional universitario, pues sin un estudio técnico que justifique la distribución de la carga académica, no existe manera de tener certeza cuando se necesitan nuevas contrataciones.

    La conveniencia política orienta la distribución irracional de la carga académica. Al no existir un estudio técnico que sustente la distribución de la carga laboral, sucede que se hace por conveniencia política, pensando en las próximas elecciones o para castigar a quienes por alguna razón han caído en desgracia con el jefe de turno, así se fomenta el círculo vicioso del descuido de la calidad educativa, pues las tareas del personal académico se asignan no pensando en las necesidades educativas del pueblo salvadoreño.

    La deriva en la distribución de la carga académica fomenta el incumplimiento de los fines institucionales. En función del cumplimiento de los fines se ha previsto en el artículo 9 numeral 1 del Reglamento del Escalafón, que el personal académico tiene el deber de cumplir con sus tareas de docencia, investigación o proyección social, según el caso, dentro de los horarios y períodos que fijen las autoridades correspondientes; pero en la práctica esto se incumple porque el gobierno disfuncional universitario se rehúsa a distribuir tareas de investigación y proyección social cuando aprueba la carga académica.

    La distribución irregular de la carga académica limita los recursos para la investigación y proyección social. La universidad cuenta con más de mil quinientos profesionales, pagados con fondos públicos, que deberían estar dedicados a tareas de investigación y proyección social, que deberían actualizarse continuamente para fortalecer su potencial profesional, pero que no se hace por determinación del  gobierno disfuncional universitario; además, los recursos para investigación y proyección social aumentarían si se sometiera a concursos los cientos de plazas vacantes con las que cuenta en la Ley de Salarios aprobada por el gobierno salvadoreño.

    La exclusión de tareas de proyección social de la carga académica se realiza para limitar el ascenso escalafonario del personal académico. Contrario al buen sentido de la administración, la Junta Directiva de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de El Salvador, que ha insistido en no asignar tareas de proyección social en la carga laboral del personal académico, en contrario al principio de pertinencia que establece el Manual de Evaluación del Desempeño para el Personal Académico de la Universidad de El Salvador, ha bloqueado el ascenso escalafonario aduciendo que el personal no ha realizado proyección social. ¿Cuándo se acabará este gobierno disfuncional universitario?

    * Máster en Administración y Gerencia Pública

  • Relato de Manuel Alcántara Sáez: «La realidad»

    Relato de Manuel Alcántara Sáez: «La realidad»

    Por. Manuel Alcántara Sáez.

    Los datos son duros, se dice con frecuencia. Son los que son. Un aforismo provocador a menudo atribuido a Albert Einstein señala: «No todo lo que cuenta se puede contar; no todo lo que se puede contar cuenta».  Es una buena invectiva para cualquier sesión con veleidades metodológicas, sin embargo, ahora todo lo relativo a la academia está lejos.

    Con la mirada perdida en el paisaje que devela la ventana se niega a interpretar el sentido de lo que llaman mundo exterior. Es consciente de los cambios acaecidos desde el primer momento que lo contempló hasta hoy, pero es incapaz de interpretarlos. En su interior todo se ha movido y ahora parece que es otro. No quiere, o simplemente no puede, entrar en elucubración filosófica alguna, aunque sabe que el asunto le conducirá inevitablemente por esos vericuetos si continúa fijando su atención unos pocos minutos más. Entender qué es lo que ha pasado desde aquel primer día. No puede, o quizá no quiere.

    Las palabras que escuchó en el parque por la mañana en su deambular hacia la oficina todavía resuenan en su cabeza. Al mirar una frondosa arboleda en la que numerosos tonos verdes sobresalían una mujer decía con tono quejumbroso a otra que hacía fotos con fruición que no tenía una cámara que reflejase lo que sus ojos veían. Sí, una inequívoca pretensión de captar la realidad. Mejor aún, de querer poseerla. Lo mismo que hacía apenas un rato él había pretendido al abordar aquella masa boscosa que se entretejía con las edificaciones cuyo diseño ya había dejado de sorprenderlo. Seguramente, la queja de la mujer era por la carencia del celular adecuado frente al modelo obsoleto que disponía y no tanto por su avidez a la hora de creer hacer suyo aquel goce estético capturando el inmarcesible instante. Él duda. Cada uno tiene su manera de ver las cosas.

    Pareciera que cuando se trata de entender la vida el problema se podría solucionar haciendo una aproximación diferente a los detalles. La búsqueda de la ansiada objetividad se presenta como una opción ineludible. Aprehender con rigor rasgos, matices que definan algo que se pretende estable e inmutable. Ser y esencia. Siempre se ha dicho que el lenguaje numérico puede ser un camino facilitador, pero los números son una forma abstracta de explicar el mundo y en su falta de personalización caen con frecuencia en el abismo de la neutralidad. ¿Qué significa haber estado juntos una docena de veces? Además, y a pesar de que los códigos binarios han tenido una inmensa capacidad cognitiva, los dígitos resultan poco gratos cuando se trata de hacer acercamientos con cierta precisión a la hora de tratar cuestiones en las que se persigue su faceta estética. Ni que decir tiene que tampoco la inteligencia artificial en su búsqueda de patrones en grandes cantidades de datos mejora la situación por mucho que se la ensalce.

    La edad es otro campo donde definir parámetros que concreten su realidad parece sencillo si uno se deja guiar por la fecha de nacimiento para contar desde ahí y configurar distintos escenarios generacionales. Luego vienen las categorías que prefiguran desde políticas públicas al uso -como las de niñez, juventud o vejez-, a modas de distinta gama en el consumo o en el ocio para cada una de ellas. Tampoco hay que olvidar los estereotipos que conforman. Las palabras tratan de edulcorar las situaciones y los viejos no son tales, ni siquiera los ancianos, sino adultos mayores. Se dice que la edad es la de las arterias, así como que lo que importa es cómo uno se siente para minusvalorar el peso de los años donde el medidor inexorable es el calendario. La realidad se retuerce y se confunde para que la diferencia entre los miembros de la pareja sea a veces insalvable y otras no se convierta en imponderable.

    Hay gente cuyos sueños enmarcan su vida dotándola de trascendencia. Además, los nutren con fórmulas exotéricas variopintas con las que cabalgan sobre nubes. Sirven para agarrarse a algo que es intangible que, no obstante, afianza su existencia al elaborar un relato que los enaltece y que se impone como el verdadero. La realidad construida puede ser efímera, pero no importa. Al final nadie se acuerda.

    Otros dicen que viven con los pies en el suelo. Es indiferente que su hacienda sean habas contadas ni que su prédica esté llena de refranes en los que el realismo se impone. Su afán es culminar el día, uno tras otro. Saldar la jornada sin aspavientos. Arrancar la hoja del calendario sin esperar recompensa alguna. Son mundos paralelos con realidades aparentemente distintas que no colisionan y que permiten la convivencia sin aspavientos ni recelos.

    La realidad integra también lo intangible de las emociones y de los sentimientos cuyo impacto es desigual y que algunos desestiman por completo. Aunque hay gente empecinada en que el dolor está sujeto a medición otra señala que es imposible saber si dos individuos pueden sentirlo de la misma forma y con similar intensidad. Lo mismo ocurre con la alegría y con la felicidad. Ni que decir del miedo o del asco. Del aburrimiento o de la pasión. Del amor o del odio. De la soledad o de la compañía. Frente a todo ello la imaginación socava constantemente la pulsión por el imperio del llamado mundo real donde todo queda censado.

    Al final solo quedan preguntas que desvanecen, cuando no confunden, todo sentido de realidad ¿Cuál es el contenido del silencio? ¿Cuál es su lugar? ¿Por qué querer callar? ¿Qué supone salir sin despedirse o reusar confrontar la mirada? ¿Qué queda detrás de la puerta cerrada? ¿Quién desoye la plegaria del bardo olvidado y es capaz de transformar la lluvia en llanto?

  • Los secretos de Cristóbal Colón: converso, mesiánico y sí supo que había descubierto nuevas tierras.

    Los secretos de Cristóbal Colón: converso, mesiánico y sí supo que había descubierto nuevas tierras.

    Pablo Retamal N.

    Colón. El converso que cambió el mundo (Crítica), del historiador español Esteban Mira Caballos, se llama una biografía que en base a material documental revisa la vida del trascendental personaje histórico. Confirma su lugar de nacimiento en Génova, terminando con las especulaciones; revela que tenía origen judío converso, y sobre todo, a diferencia de lo que se dice, plantea que siempre tuvo claro que había hecho un descubrimiento. Acá analizamos el volumen junto a su autor.

    Los secretos de Cristóbal Colón: converso, mesiánico y sí supo que había descubierto nuevas tierras

    Cristóbal Colón se le apareció Dios. Así al menos lo contó él mismo en una carta que mandó a los reyes Católicos el 3 de febrero de 1500 desde la isla La Española (las actuales Haití y República Dominicana). En la Navidad del año anterior, durante su tercer viaje, el almirante de la mar océano había pasado por momentos difíciles. En su calidad de Gobernador general del Virreinato de Indias, se enfrentaba a las insurrecciones de los aborígenes y de los mismos españoles, quienes desilusionados por riquezas que no encontraban lo acusaron a la corte por mala administración. Aprovechando la noche buena, Colón pensó en tomar una carabela y huir.

    Pero algo pasó. Tuvo una visión, una epifanía. En sus palabras, Dios le dijo: “Hombre de poca fe, no tengas miedo, yo soy”. Luego continuó su relato: “Y dispersó a mis enemigos y me mostró cómo él podía cumplir mi carta, triste de mí, pecador, el cual me estorbaba en esperanza del mundo”.

    Cristóbal Colón

    Ese espíritu mesiánico y profundamente devoto eran rasgos muy marcados del personaje. Así lo señala una nueva y reveladora biografía sobre el descubridor de América. Colón. El converso que cambió el mundo (Crítica), ya disponible en Chile y cuyo autor es el historiador español Esteban Mira Caballos (59), especialista en el descubrimiento y conquista de América. Doctor en Historia por la Universidad de Sevilla, académico numerario electo de la Real Academia de las Letras y las Artes de Extremadura (la tierra de Pedro de Valdivia), entre otros libros, ha publicado biografías de Francisco Pizarro y Hernán Cortés. Ahora es el turno del hombre que lo inició todo, y que, como señala a Culto desde España, tenía una personalidad compleja.

    “Colón fue un personaje a medio camino entre el medioevo y el renacimiento. Su filosofía, misticismo, profetismo son elementos netamente medievales y le impidieron darse cuenta de cosas que como gran observador hubiera notado. Después tiene muchos aspectos modernos: su curiosidad, su ánimo por investigar, su afán por conocer más allá, su espíritu de aventura. Por lo tanto, ya digo que fusiona dos mundos. Y me sorprende especialmente su faceta mística, empieza siendo sobre todo un comerciante pero con el paso del tiempo, a medida que va recibiendo reveses, se refugia más en un papel de profeta. Él siempre se consideró un elegido”.

    -¿Cómo así?

    -Ten en cuenta que es un personaje que escucha voces del más allá, que se siente él -y algunos de los que le rodean- como un elegido por Dios. Él se llega a comparar con los apóstoles, decía que Jesús siempre se fijaba en los más humildes y por eso lo ha elegido a él. El padre Bartolomé de las Casas, el obispo Alessandro Geraldini y Santa Teresa de Jesús -mucho después- lo consideraron un elegido por la Providencia. Incluso tuvo el privilegio de que se le presentara Dios en persona, así lo dijo él. Pues ese es Colón, un personaje que tiene curiosidad científica y cuando va en su primer viaje rumbo a abrir esa ruta comercial con Asia, interpreta que detrás está la mano de la providencia. Todo lo ve mitad científico, mitad obra de Dios.

    El historiador español Esteban Mira Caballos

    Uno de los aspectos fundamentales de esta biografía es que aclara de una vez cuál fue el verdadero lugar de origen de Colón. Esto, a contrapelo de muchas tesis que lo dan nacido en un variopinto de sitios. Pero tal como Roma invadió Cartago y Napoleón venció en Austerlitz, para Mira Caballos la verdad es una sola: Colón nació en la República de Génova y su nombre era Cristóforo Colombo, luego se castellanizó a Cristóbal Colón. Y no hablaba el italiano moderno, sino el dialecto genovés (aunque también el castellano, el portugués y el latín). “Yo lo tengo muy claro. Es que esto de los nacionalismos no son nuevos. Ya en documentación del siglo XVI, en los pleitos colombinos, hubo un intento de atribuirle el descubrimiento a Martín Alonso Pinzón, porque a la corona no le parecía que fuese un italiano el que puso las bases de lo que fue el Imperio Hispánico. O sea, que esto viene de lejos. Ha habido una ideología nacionalista española que ha pretendido hacerlo español. O, en caso de no hacerlo español, buscar una alternativa como un predescubridor español, como Alonso Sánchez de Huelva, por ejemplo. Y dentro de España hay rivalidades tremendas”. Así, a Colón se le ha atribuido haber sido gallego, catalán, extremeño, incluso francés, griego o suizo. Pero como buen historiador, Mira Caballos defiende la tesis genovesa en base a documentación.

    Hay una prueba que yo siempre la cito porque es muy objetiva. En 1470, Cristóforo Colombo, junto a su padre Doménico, fueron al notario en Génova y contrajeron una deuda con Girólamo del Porto. Pues bien, el 19 de mayo de 1506, un día antes de morir Cristóbal Colón, en su codicilo, dice que se le termine de pagar lo que se le sigue debiendo a Girólamo del Porto. O sea, el Cristóbal Colón que se estaba muriendo en Valladolid es el mismo Cristóforo Colombo que en 1470 había contraído una deuda con su padre”.

    Estatua Cristóbal Colón

    Otro aspecto que trata la biografía es una idea que siempre ha rondado en el universo colombino: que él habría sido un judío converso. Mira Caballos aclara que en rigor, Colón era un ferviente católico pero la familia de su madre, los Fontanarossa, eran judíos conversos, y que de ellos habría heredado su pensamiento. “No hay ninguna duda ¿Cómo lo sé? Por una sencilla razón, porque Colón cogía los libros, los subrayaba y los anotaba. Dejó más de 2.500 anotaciones en sus libros que están en la biblioteca colombina de Sevilla, que yo he podido consultar. Por las ideas que expresa se le nota que tenía un hondo pensamiento de origen judeoconverso. Por tanto, hay que decir muy claro: de judío, nada. Colón era un católico practicante y muy devoto, porque en la España de los Reyes Católicos no se podía ser otra cosa, pero escondía un hondo pensamiento de raigambre judío conversa. Lo que no sabemos es si era un falso o un verdadero converso, porque no estamos en su mente para saberlo con exactitud. Pero él, en esas apostillas y en su Libro de las profecías, manifiesta ideas que no eran propias de un cristiano. Por ejemplo, reconstruir el Templo de Jerusalén, recuperar los santos lugares -que se lo propone a los Reyes Católicos dos o tres veces-, encontrar a las 12 tribus perdidas de Israel al otro lado del océano. O sea, son ideas que para un judío están muy bien, pero para un católico no tienen sentido”.

    Fernando de Aragón e Isabel de Castilla, los reyes católicos.

    Un encuentro y un descubrimiento

    Otro punto medular de esta biografía es que Mira Caballos rebate una tesis habitual a la hora de hablar de Colón. Esta afirma que al momento de su muerte, en 1506, nunca supo que había hecho un descubrimiento y que siempre pensó que había llegado a Asia. El historiador afirma que Colón sí sabía que había llegado a nuevas tierras. El detalle está en que el genovés creía que esas islas y tierra firme a la que llegó formaban parte del continente asiático, a pesar de que la evidencia que tenía a la mano le decía otra cosa.

    “Yo lo tengo claro. Él siempre cree, desde un primer momento, que ha llegado a tierras nuevas. De hecho, cuando llega a Guanahani -la actual isla de Watling, en las Bahamas- lo primero que hace es tomar posesión de la isla y la llama San Salvador. O sea, él sabía que no eran exactamente territorios del Gran Khan, ni del Catai (China), ni de Tartaria. Él sabe que son territorios que no son de nadie, entre comillas, y por eso toma posesión. Cuando va a la tierra que él llama ‘de allá’, que son las Antillas y todo eso, él piensa que son territorios que están en la antesala de Asia, pero que no son exactamente de ningún gran soberano. Cuando en el tercer viaje toca la tierra que él llama ‘de acá’, que es la península de Paria (Venezuela), ahí se da cuenta que aquello es un mundo nuevo, lo pone él”.

    “En el cuarto viaje recorre la costa atlántica de Centroamérica para averiguar si ese mundo nuevo, que es la tierra ‘de acá’, está unido a la tierra ‘de allá’ o no. Como no encuentra el estrecho, muere pensando que ese mundo al que ha llegado está pegado a la tierra ‘de allá’ y por tanto, en la antesala de Asia. En teoría, lo que él reconoce es que ha llegado a tierras nuevas, pero que están muy cerca o pegadas al continente asiático”.

    cristobal colon

    -¿Cólón discutió con alguien esa tesis?

    -Desde 1502 Américo Vespucio sabe que tanto la tierra ‘de acá’ como la ‘de allá’, no están cerca de Asia ni tienen nada que ver con Asia, que son un continente nuevo. ¿Cómo lo supo? Porque cuando llega a Cabo Branco, en Brasil, en vez de tirar al norte, tira al sur y nota que ha cambiado de hemisferio por la posición de las estrellas. Todos los marinos de la época sabían -desde el tiempo de Marco Polo- que Asia estaba en el hemisferio norte, Colón también lo sabía. Lo que pasa es que Colón nunca cambió de hemisferio. Entonces, Américo sabe que aquello es un continente nuevo. La cuestión es: ¿Colón llegó a saber que aquello era un continente nuevo que no tiene nada que ver con Asia? Bueno, él era muy observador, tuvo pruebas más que evidentes, pero se empeñó por esa promesa que le había hecho a los Reyes Católicos de que iba a descubrir la nueva ruta con Asia. Él nunca se movió de su posición. Ahora, seguramente en el fondo lo intuyó. Y por otro lado, me cuesta creer que no sacaran el tema conversando con Américo. Él era amigo personal de Cristóbal Colón, fue a verlo muchas veces en su lecho de muerte, en Valladolid. O sea, dos marinos, uno de Florencia, otro de Génova, hablando en la intimidad seguramente lo discutieron y seguramente Colón murió creyendo que había encontrado un continente nuevo, lo que pasa que nunca lo llegó a manifestar públicamente.

    -En la historiografía americana se está hablando del encuentro de América, no del descubrimiento, que es el término que usted usa en el libro. ¿Se debe hablar de encuentro en lugar de descubrimiento?

    Siempre estamos revisando la terminología, eso nos pasa en todos los sentidos. No ignoro el concepto de encuentro. Pero yo para esto sigo utilizando el término clásico de descubrimiento. América existía, ya sé que existía, pero para Europa fue un descubrimiento porque no se sabía que había un continente nuevo. Además, para los propios americanos también hubo un descubrimiento, porque no se tenía conciencia de las dimensiones del continente. Por tanto, sí que hubo un descubrimiento de ellos mismos y de ellos con respecto a Europa. Ten en cuenta que los primeros americanos llegaron a España varios meses después. El 20 de abril de 1493 se bautizaron en Barcelona los primeros indígenas. Además, yo defiendo un descubrimiento mutuo de Europa hacia América y de América hacia Europa. Desde un primer momento las relaciones fueron totalmente bidireccionales. Estamos acostumbrados a pensar un descubrimiento y una conquista unidireccional cuando todo fue bidireccional. En las primeras décadas del siglo XVI llegaron varios miles de indígenas, mestizos y posteriormente criollos a la península ibérica. Esto hizo que tanto América como España fueran diferentes después del descubrimiento, por las interrelaciones mutuas que hubo de animales, plantas, mercancías, ideas y personas.

    Recreación de la llegada de Colón por Theodor de Bry.

    -¿Debe España pedir perdón por la conquista como lo solicitaron el expresidente de México Andrés Manuel López Obrador y la actual mandataria Claudia Sheinbaum?

    – Yo creo que eso no contribuye a nada. La historia no está para pedir perdón, está quizás para aprender del pasado y tratar de no cometer esos errores en el futuro. Yo llevo más de 30 años como historiador tratando de aprender del pasado para construir un presente y un futuro mejor. Al final, lo que nos enseña la historia, es que nunca aprendemos nada de la historia. Pero bueno, la historia fue la que fue y es absurdo que empecemos a pedirnos perdones unos a otros por cosas que no tienen ningún sentido. La historia hay que tratar de contextualizarla y no se trata de que empecemos a pedirnos perdones unos a otros. Que los tunecinos nos pidan perdón a los españoles por la invasión cartaginesa de la península ibérica, que acabó con los pueblos tartesios; o que los italianos nos pidan perdón a los españoles por la invasión romana; o los franceses a los españoles por la invasión napoleónica; o viceversa, los españoles a los franceses por haberlos derrotado en la batalla de Pavía. Yo creo que esa es una dinámica de perdones que sería absurda, ¿no? Y si España le pide perdón a México, entonces los Tlaxcaltecas le piden perdón a los mexicas, de Ciudad de México, y los de Ciudad de México a los de Michoacán por haberlos sometido. Son cosas que son anacrónicas, no aportan nada.

    -¿Y qué piensa sobre los excesos de la conquista?

    -Yo no niego las atrocidades y los horrores. Soy especialista en la conquista, he publicado mucho, y a veces me dicen: ¿ocurrieron horrores? Pues sí, hubo horrores. Siempre que hay un cambio de ciclo, y el 12 de octubre lo fue, hay cadáveres que quedan en el camino. Por supuesto que yo no hablo de genocidio, porque genocidio no se debe a la cantidad si no a una intencionalidad, y en este caso no hubo intencionalidad, porque es absurdo que un conquistador o un descubridor busque exterminar a la población que quiere utilizar para que trabaje a su servicio, con lo cual no hubo genocidio, pero sí que hubo excesos, matanzas. Yo no lo niego. Por cierto, yo trato de presentar al Colón de carne y hueso, con luces y sombras, y no oculto los horrores que pasaron durante su virreinato ni su pasado esclavista. Pues claro, Colón fue esclavista, como la mayor parte de las personas que podían serlo en su tiempo. Lo sorprendente no es que Colón fuera esclavista y que tratase de mandar 4.000 esclavos indígenas a la península. Lo sorprendente fue la actitud de Isabel la Católica, que en 1500 dijo: “Qué poder tiene mío el Almirante para dar a nadie mis vasallos” y le prohibió terminantemente esclavizar a indígenas, evitando que La Española se convirtiese en un gran mercado de esclavos con destino a la península. Yo no niego los excesos, no niego las sombras. Simplemente, constato la historia. Ocurrió como tenía que ocurrir y Colón se comportó como todo el mundo esperaba que se debía comportar un personaje como él. Al final, con lo que nos tenemos que quedar es con lo que nos une, hay 600 millones de hispanohablantes, yo nada más hablo castellano, y me encanta pasearme por Hispanoamérica entendiéndome con todo el mundo. Quedémonos con lo que nos une: una lengua en común, una historia en común, costumbres en común.

  • Libro: GOBERNAR A TRAVÉS DEL CAOS.

    Libro: GOBERNAR A TRAVÉS DEL CAOS.

    POR. JOSÉ GUILLERMO MÁRTIR HIDALGO.

    El ciudadano francés Lucien Cerise, doctor en filosofía, es el autor de “Gobernar a través del caos: ingeniería social y globalización”, publicado en el dos mil nueve. En dicha obra explica que la ingeniería social es una modificación planificada, sostenida y solapada del comportamiento de un ser social, sea individuo o grupo. Esa modificación comportamental es subliminal y sutil.

    Expone que la visión capitalista del mundo es numerológica y cabalística. Los valores numéricos superan a los valores éticos y la persona es transformable a una cuenta bancaria. Asimismo, la cábala consiste en adoptar el punto de vista de Dios: destruir el mundo dado, volverlo al caos y modelarlo en cifras.

    La cábala persigue un programa de tabla rasa global, porque el dinero no está en el origen del mundo, por tanto, hay que destruirlo para reemplazarlo por un mundo que deberá su origen al capital. Por ende, el capitalismo no pretende promover un tipo de hombre, pretende el fin de lo humano por lo post humano: lo transhumano, en versión de quimeras o robots. Evidentemente para piratear al ser social utiliza la sensibilidad identitaria, a través de operaciones de infiltración cognitiva de masas. Así fenómenos y acontecimientos son puestos en escena, pero construidos de manera artificial: crisis económicas, guerras y golpes de Estado disfrazados de revoluciones.

    Las revoluciones del siglo dieciocho eran disrupciones en la continuidad del orden instituido, pero hoy las revoluciones tienden a ser permanentes. El siglo veinte pasó de un control social a través del orden, a un control a través del desorden. La continuidad del orden ha sido siempre la norma. El anti tradicionalismo moderno es la anomalía.

    Cerise afirma que el holly capitalismo (capitalismo sagrado), es la fase posterior del capitalismo, le apuesta al gobierno de las sociedades a través del caos. Se busca la destrucción a un nivel, similar a la reestructuración a otro nivel. Es decir, se busca la destrucción de la sociedad tradicional, en favor de una reestructuración mercantil-tecnológico-informacional. Para Cerise, levantar las dos prohibiciones en las que se fundaron las comunidades sanas, equivale a destruir todas las formas de familia o de clan tradicionales. Levantar las prohibiciones sobre la homosexualidad e incesto es exterminar al ser humano social y al ser humano individual.

    La técnica para vendernos esta destrucción encubierta del ser humano es la defensa de las minorías. Se busca hacer de la transgresión la norma y para ello las figuras sociales, que lideran las agendas de esta ingeniería social son las estrellas de hollywood y las estrellas de la holly música. Ya que, en programas institucionales de control mental, como el MK Ultra o Monarca, el incesto y la homosexualidad ocupan un papel central.

    Cerise señala que las élites atlantistas-sionistas están llevando a cabo un “demolición controlada”, de las estructuras existentes. Hay por tanto una desestructuración en la base y una reestructuración y cohesión en la cumbre de la estructura piramidal. Se intenta desestructurar a un nivel más natural, para reestructurar a un nivel más sistémico: intercambio mercantil, dinero, control del Estado, dispositivos educativos, mediáticos, tecnológicos, etc.

    Todo el holly capitalismo, dirá, se sostiene sobre una estructura de producción de valor de cambio ficticia y vacía de contenido. Todas las producciones del sistema se mueven entre la realidad y la ficción, a las que estructura y articula flujos libidinosos y agresivos en todos los niveles. Por ejemplo, el terrorismo en occidente es un producto sintético del propio sistema, controlado por las agencias atlantistas-sionistas. La ficción fundamental permite que valores ficticios del sistema se carguen de valor real.

    Cerise, reconoce dos tipos de ingeniería social. La negativa, que tiende a la disolución, en la cual el poder se usa para disolver la estructura social. La positiva, que tiende a la coagulación, donde el poder favorece una acción emancipadora, resistente, de protección y recuperación de soberanía. El poder “disuelve” las sociedades para resistirlo debemos “coagularlas”, afirma. Significa, recuperar los movimientos populares y su resistencia.

    Cerise, estima que la destrucción es el verdadero motor del holly capitalismo, porque la destrucción es necesaria para la regeneración. La ingeniería social negativa, utiliza el “Triángulo de Karpman”, en la promoción de conflictos: el verdugo, la víctima y la tercera figura que orquesta el espectáculo, permanece oculta. En la escena aparecen solo dos de los tres integrantes. El que orquesta la operación, la tercera figura está por encima del nivel en el que se enfrentan las otras dos partes del triángulo.

    Lucien Cerise declara que la producción del conflicto se basa en la exacerbación de las rivalidades identitarias. La cuestión de la identidad es de interés de militantes (individuos o grupos políticos), analistas (investigadores de las ciencias sociales) e ingenieros (consultores e inteligencia política y militar). Los analistas la describen objetivamente, los ingenieros no dudan en adaptarla y reconfigurarla a fin de influir sobre los militantes, por medio de operaciones psicológicas.

    Las razones “naturales” para luchar no fueron orquestadas de manera triangular, en cambio las malas razones para luchar son trianguladas, inducidas artificialmente y “naturalizadas” a través de la suplantación de identidad. Por ende, la tendencia humana al conflicto identitario puede ser cultivada, estimulada, amplificada y manipulada.

    La ingeniería social negativa trabaja con las percepciones. Es decir, entre el objeto real y el sujeto receptor. La percepción de un objeto o un sujeto puede ser alterada y modificada por una tercera persona. En los conflictos triangulados, dos actores se enfrentan bajo la mirada de un tercero, quien ha orquestado el problema. Este tercer actor ocupa el vértice del triángulo.

    Cerise asevera que, la mayoría de los conflictos que ensangrientan el planeta, están bien triangulados. Han sido elaborados en el marco de la ingeniería estratégica de la tensión deliberada. La eficacia del conflicto triangulado reposa en que, el conflicto debe verse como un duelo con dos actores. Los dos sujetos en la base se perciben mutuamente como enemigos y no perciben al vértice instigador. El autor sustenta que la ingeniería social consiste, en jugar con la credulidad y confianza de los otros, para modificar su comportamiento. El vértice agitador debe tener éxito en difractar la focalización de la atención de la base multiplicando señuelos, distracciones, pistas falsas y tomando el control de las relaciones de confianza. Incluso puede darse el lujo de ser percibido, pero no entendido como el arquitecto del conflicto. Si logra generar indiferencia, desenfoca la atención y se vuelve invisible. El dominio de las relaciones de confianza y de desconfianza es la clave de la ingeniería social.

    Cerise piensa que “estamos en guerra” multidimensional contra todos y en todos los frentes desde hace décadas. Sugiere que hay que librar esta guerra con racionalidad, frialdad, inteligencia y mesura. Propone formar una élite intelectual. Juntamente “cuidar” del país en que se vive cimentándose en el nacionalismo, soberanismo o patriotismo. Y organizar una fuerza política, capaz de desarrollar medidas contra el pillaje de la ingeniería social.

     

  • La izquierda y el ecosistema mediático perdido.

    La izquierda y el ecosistema mediático perdido.

    Por: Aram Aharonian. *

    El creciente éxito de la derecha y la ultraderecha entre los votantes de clase trabajadora no se ganó con documentos políticos o grupos de expertos: se construyó a través de medios que hablan su idioma, su lenguaje. Si la izquierda quiere competir, necesita construir un ecosistema mediático dirigido a ese público.

    Uno que se dedicó al tema de la comunicación ve como la situación va cambiando permanentemente, pero también percibe –con dolor- cómo el discurso del progresismo, de la izquierda, ha caducado. Los mensajes no fueron cambiando aunque la realidad sí.

    Nos hemos quedado sin nuevo libreto, repitiendo viejos discursos para sociedades que ya no existen. Quizá tenga que ver con los ciclos que hemos vivido en América Latina, sorprendentes, donde a un gobierno progresista lo reemplaza una ultraderechista. Más allá de lo político, habría que explicarlo sociológicamente.

    En nuestra región el progresismo, la izquierda, no han renovado sus discursos, elaborados años atrás para sociedades y realidades que hoy ya no existen o al menos no son las mismas de una década atrás. No se trata de arriar banderas, sino de divulgar los mensajes con lenguajes que puedan ser comprendidos y asimilados por una comunicación social que ha cambiado radicalmente en los últimos años… y continúa cambiando.

    Mensajes no basados en lo que fuimos –o lo que pudimos haber sido- sino sobre lo que somos hoy y lo que necesitamos hacer para dejar de ser lo que nos convertimos hoy. Lo principal es vernos con nuestros propios ojos para poder hacer creíble lo que digamos, para mostrar quiénes y cómo somos… y para saber qué debemos hacer.

    A partir de la década de 1970, los principales medios de comunicación se alejaron del público de clase trabajadora. Las secciones dedicadas al mundo laboral desaparecieron (quizá porque perdieron fuerza los sindicatos), los diarios redujeron su distribución en comunidades menos pudientes y menos densamente pobladas, y los grandes medios reorientaron su enfoque hacia campañas promocionales y periodismo de estilo de vida diseñado para lectores burgueses y adinerados. 

    La tendencia se vio impulsada por los mercados digitales, que obligaron a las noticias a depender de suscriptores de pago en lugar de hacerlo de anunciantes. Estas presiones intensificaron lo que el académico Victor Pickard describe como una tendencia hacia la «restricción informativa» endémica de los sistemas de medios de comunicación basados en el mercado.

    Mientras tanto, la derecha invirtió en formatos que atraían al público trabajador: programas de radio, noticias por cable sensacionalistas y, más tarde, vídeos online. Una vez atraídos, los espectadores podían ser empujados gradualmente hacia la derecha.

    Los espectadores a menudo se sienten atraídos inicialmente por los medios conservadores no por su ideología, sino por su estilo y tono: la voz, la estética, la capacidad de identificación, el lenguaje. Con el tiempo, llegan a aceptar (y acostumbrarse a consumir) sus narrativas políticas y sus posiciones ideológicas.

    La derecha pasó décadas construyendo una esfera mediática alternativa, que tiene muchas fortalezas de las que carece la izquierda. Mientras que la izquierda tiene un universo vibrante de publicaciones y podcasts especializados, generalmente se dirigen abrumadoramente a un público ya muy comprometido y con estudios universitarios.

    La derecha, por su parte, dedicó muchos más esfuerzos a llegar a las comunidades de clase trabajadora y a audiencias más allá de las élites conservadoras.

    La izquierda se ha dedicado a la denunciología, olvidando la tarea de construcción de un ecosistema mediático que rivalice con los medios de comunicación de derecha tanto en credibilidad, alcance, como en impacto.

    Los progresistas e izquierdistas necesitan historias conmovedoras y convincentes de la vida pública que lleguen a nuevas audiencias, sabiendo utilizar las  nuevas tecnologías de la comunicación, con centralidad en la vida de sectores juveniles y de trabajadores (muchos de ellos hoy desocupados), utilizando una narración dinámica, accesible y atractiva.

    Obviamente los medios no pueden ser aburridos: deben hablar en lenguajes populares con estilo y carisma. Más que informar, deben crear vías para que los partidarios débiles y los no ideológicos se sientan conectados a una comunidad más amplia que no se siente atraída por los cantos de sirena de la derecha y la ultraderecha. Hablamos de una estrategia orientada fundamentalmente a la persuasión democrática.

    Los mejores propagandistas de la derecha entienden de manera intuitiva; gran parte de la verdadera persuasión ocurre antes incluso de que comiencen los debates sobre las políticas. Es  un juego de creación de vínculos culturales y emocionales a largo plazo entre los medios de comunicación y el público.

    Pueden ser espacios aparentemente apolíticos, que fueron quienes emitieron los mensajes más potentes de Donald Trump en las últimas elecciones: procedían de fuera de los medios de comunicación tradicionales: streamers de videojuegos, bromistas de YouTube, cómicos anti-woke y luchadores de artes marciales mixtas (MMA). 

    Su objetivo no era solo ganar los debates, sino posicionar a Trump como el campeón de los trabajadores manuales y administrativos, los agricultores, los propietarios de pequeñas empresas multirraciales, los cristianos, los jóvenes y cualquier otro grupo que la derecha pudiera afirmar que representa.

    Analistas europeos insisten en que la izquierda actual carece de capacidad transformadora, se asemeja a un autómata oxidado por la burocratización y las emociones estériles, imbuida de una semántica enquistada.

    Lo que parece cierto es que la izquierda se quedó sin combustible dos décadas atrás. En medios de comunicación e industrias culturales, se está produciendo una veloz  transición en el consumo de noticias que afecta la influencia de los medios tradicionales en la construcción de agendas públicas que, a su vez, modifican o alteran las conversaciones que la sociedad establece, señala el académico argentino Martín Becerra. 

    Se trata de un entramado que vincula intereses económicos con grupos de poder – nacionales e internacionales – que no excluye el surgimiento de streamings, manipulada por pautas publicitarias de gobiernos y/o grupos económicos trasnacionales, añade.

    Si el lenguaje es la matriz del pensamiento político, la izquierda no puede permitirse seguir hablando desde fórmulas gastadas. Hay que reaprender a decir para poder volver a hacer. Se perfila así la paradoja de la nueva izquierda, el absurdo semántico: pretende incluir, pero excluye. Habla, escribe textos y libros, interviene en redes sociales … pero no dice gran cosa, o se limita a responder lo dicho por la derecha, dejando en manos de ella la agenda política y cultural. ¿Será hora de una revolución semántica?

    Antonio Gramsci ya advertía que la lucha política decisiva no se da solo en el ámbito institucional, sino en la batalla por el sentido común, en una guerra por las ideas. Lo que él llamó hegemonía cultural fue, décadas después, desarrollado por la sociología de Bourdieu. El lenguaje es capital simbólico.

    Al final, quien gana esta guerra de ideas es quien impone palabras legitimadoras, palabras capaces de crear y delimitar toda una realidad. Si la izquierda actual tiene un problema de signo lingüístico, no puede considerarse legítima ni generadora de realidad política. Así es como gana fuerza el relato hegemónico del Capital, de la derecha y de la ultraderecha

    El Capital siempre ha sabido que la palabra debe crear marcos mentales favorables a sus objetivos: identifica un problema, lo tergiversa con un toque estratégico de populismo, y apela a las palabras de siempre —libertad, seguridad, orden, prosperidad— que si bien son palabras del pasado se han legitimado por su consonancia con el contexto social.

    George Lakoff, lingüista estadounidense,  destaca la importancia de las metáforas cognitivas en la construcción del lenguaje y sobre la relación entre la estructura lingüística y las emociones tiene un aspecto filosófico/conceptual.  Y a la vez esa afirmación tiene una aplicación directa en el ámbito de la política (en cuanto es ahí donde las emociones tienen una importancia central, por no decir  decisiva)

    Según Lakoff, el sistema conceptual que sirve para que los humanos comprendan la realidad y puedan pensar y actuar está constituido fundamentalmente (no únicamente) por metáforas.

    Esta formación de marcos mentales se debe, en gran parte, a la metáfora moral que estructura el discurso conservador en la idea de que la sociedad debe ser como una familia que vive bajo el amparo de un pater familias estricto pero generoso, que representa la autoridad, la disciplina y la responsabilidad individual. 

    Una figura que promete prosperidad y abrigo a quien se esfuerza y obedece. Un mensaje que conecta emocionalmente con la necesidad de seguridad del receptor frente al miedo y la incertidumbre. 

    Al atascarse en un lenguaje autorreferencial y, a menudo, académico, el signo lingüístico de la izquierda está vacío de sentimiento. No solo es incapaz de crear nuevas metáforas, sino que vive en un signo lingüístico que reafirma el trauma de ser un héroe del pasado. Lo que los jóvenes calificarían como una chatarra política.

    Sin duda es necesaria una revolución semántica de la llamada izquierda. La lucha de nuestro tiempo, más que política, es lingüística. Una revolución de diccionario que, en un sentido puramente gramsciano, permita ganar la disputa de las ideas. Ya no sive copiar y pegar. El nuevo signo debe ser coherente con el contexto histórico actual y rechazar academicismos añejos y excluyentes.

    Lo triste es haber caído en la trampa de los tiempos modernos y del discurso acelerado de la derecha. La agenda la impone la derecha y a la izquierda le queda el rol de contraparte, siempre corriendo de atrás. La nueva izquierda debe aprender a escuchar mejor, sobre todo a la gente. No es problema de disparar antes, sino de recuperar la pausa introspectiva para poder hablar con sentido y dar en el blanco.

    En definitiva, si el lenguaje es la matriz del pensamiento político, la izquierda no puede permitirse seguir hablando desde fórmulas gastadas, perimidas. Es un suicidio. 

    *Periodista y comunicólogo uruguayo. Magíster en Integración. Creador y fundador de Telesur. Preside la Fundación para la Integración Latinoamericana (FILA) y dirige el Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE)

  • Relato: El árbol no resistió el ataque de la bestia.

    Relato: El árbol no resistió el ataque de la bestia.

    Por Fredis Pereira. *

     

    En la ciudad de la censura, que está ubicada en un pequeño país del tercer mundo, donde el funcionario siniestro gobierna hasta en la universidad, y las redes de clientelismo político hacen que personas incompetentes estén al mando, en donde el descontrol pone las cuentas en rojo, existió un árbol que fue talado sin sentido. 

    La bestia que se encargó de que lo talaran, aunque parezca simio es un homo sapiens, viejo y de nublado entendimiento, que le faltó la formación que le permitiera desarrollar su intelecto, de esos que con amaños escalan al poder en elecciones turbias, y que cuando acceden al poder, todo le asusta porque no sabe qué hacer, y vacilan en hacer justicia, menos en hacer daños por su incompetencia, siempre que el patriarca le avale su tonto plan y avance.

    El árbol ya había resistido varios atentados. En otro momento se salvó porque un funcionario con buen tino se opuso a su tala e impidió que otras bestias le hicieran leña. Pero en el siglo de la cuarta revolución, se dictó hasta un asueto sin sentido para que nadie supiera cuando le podrían la maquina taladora. 

    El árbol era frondoso pero no resistió a la bestia. La bestia estaba decidida a destruir como le nace natural por su subdesarrollo e incompetencia. Para justificar la destrucción del árbol, le levantaron una calumnia y usaron varias páginas y otros bienes públicos para conseguir la autorización de una institución que se gobierna disfuncionalmente, y que incumple su misión porque debería proteger el medioambiente de las bestias depredadoras. 

    Para destruir el árbol ignoraron los hechos y también lo que se enseñan en los recintos que están a su alrededor. Allí los hipócritas, que tienen títulos universitarios, que hasta enseñan sobre protección al medio ambiente y que se han ido al extrajero a estudiar esos temas, pero carentes del buen sentido, convinieron con la bestia para destruir al árbol porque su esteril intelecto concibe que el árbol representaba una amenaza. 

    La enfermedad que le diagnosticaron al árbol era falsa, tan falsa como las muchas dolencias que dice tener la bestia cuando se presenta a un juzgado como víctima. Cuando tenían a medio corte el árbol, algunos percibieron el engaño, pero la bestia destructora se impuso con su orden hasta destruir al viejo y bondadoso árbol. 

    No es que la bestia haya sido amenazada o que haya dejado de dormir por algún daño que el viejo árbol le hiciera. Sino que por la incompetencia de la bestia todo lo distorsiona, que le hace mirar torcido lo recto, tenebroso el día, y le asustaba ver el árbol que estaba a cientos de metros de su cueva. 

    El viejo árbol que daba abrigo a las aves, sombra para el descanso y que purificaba el aire de la ciudad, ahora es un difunto.  Su tronco hendido, sus ramas destrozadas y todos sus restos esparcidos por todos lados, muestran que cuando una bestia gobierna todos estamos bajo amenaza, y que una bestia así hace más bien cuando se va jubilada, que cuando se queda fingiendo trabajar.

    • Máster en Administración y Gerencia Pública
  • Feminismo no es misandria: pensar diferente no es odiar.

    Feminismo no es misandria: pensar diferente no es odiar.

    Por: Ed. Dr.Claudia Viveros Lorenzo. *

    En los tiempos que corren, donde el debate se da más en redes que en aulas o cafés, una peligrosa confusión ha ido creciendo como hierba mala: creer que el feminismo odia a los hombres. Es una acusación fácil, repetida con eco y sin reflexión, que desinforma y polariza. Pero es momento de decirlo con todas sus letras: el feminismo no es misandria. Y entender esta diferencia no solo es urgente, es necesario para cualquier sociedad que aspire a la justicia.

    El feminismo —bien entendido— no busca eliminar al hombre, ni desplazarlo, ni castigarlo. Lo que busca es equidad. Es decir, igualdad de derechos, de acceso, de oportunidades y de libertades. El feminismo denuncia estructuras históricas que han favorecido al varón en casi todos los terrenos de la vida pública y privada, desde el poder político hasta la división del trabajo en el hogar. Pero eso no significa que todos los hombres sean culpables, ni mucho menos que merezcan odio por su género.

    Ese odio, cuando aparece, tiene un nombre distinto: misandria. Y sí, existe. Pero hay que subrayar que no representa al feminismo. La misandria es el desprecio o aversión hacia los hombres por el simple hecho de serlo. A diferencia del feminismo, que es una lucha con sustento social y político, la misandria es un sentimiento visceral, un extremo que en ocasiones se disfraza de justicia pero que, al igual que la misoginia, deshumaniza y simplifica.

     

    ¿Existe la misandria? Sí, pero no es lo mismo que el feminismo, Aunque algunos sectores confunden el feminismo con un ataque a los hombres, es importante diferenciar entre un movimiento por la equidad y un sentimiento de odio.

    ¿Qué es la misandria? La misandria es el odio, desprecio o prejuicio hacia los hombres por el solo hecho de serlo. No es una ideología, ni un movimiento político estructurado, pero sí puede manifestarse en actitudes individuales o discursos extremos.

    Ejemplos reales de misandria:

    1. Frases comunes en redes sociales:

    o “Todos los hombres son basura.”

    o “Odio a los hombres, no los necesito para nada.”

    2. Posturas de grupos radicales:

    o Propuestas de comunidades exclusivas de mujeres donde los hombres no sean bienvenidos, ni siquiera como niños.

    o Promoción del rechazo absoluto a cualquier tipo de relación (laboral, afectiva, familiar) con hombres.

    3. Violencia verbal o psicológica por prejuicio de género:

    o Mujeres que ridiculizan el sufrimiento masculino.

    o Burlas públicas sobre el suicidio de hombres.

    4. Contenido viral misándrico:

    o Videos que celebran desgracias de hombres.

    o Cuentas que promueven el “uso y desecho” de hombres como lema.

    ¿Es lo mismo que la misoginia?

    No. La misoginia es el desprecio a las mujeres con una base histórica, religiosa, política e institucional. Se refleja en feminicidios, leyes discriminatorias, exclusión económica y violencia estructural. La misandria, aunque real, no tiene el mismo alcance ni respaldo sistémico.

    ¿Y el feminismo? El feminismo busca igualdad de derechos, justicia social y transformación de estructuras de poder, no el reemplazo de un sistema por otro dominado por el odio. Es un movimiento incluyente, que incluso reconoce cómo el patriarcado también daña a los hombres al imponerles estereotipos de fuerza, éxito y silencio emocional.

    Por eso, confundir feminismo con misandria no solo es un error, es una trampa. Una trampa que beneficia a quienes desean que todo siga igual. Si cada vez que una mujer alza la voz por sus derechos es tachada de odiosa, de exagerada o de resentida, entonces el mensaje se silencia antes de llegar al fondo. Y eso no es debate, es censura.

    La misandria debe ser señalada, sin duda. Pero no como excusa para desacreditar al feminismo. Hay que tener el valor de pensar con matices y no con etiquetas. Porque ni todas las feministas odian a los hombres, ni todos los hombres entienden su privilegio. Pero todos, absolutamente todos, tenemos un lugar en la conversación sobre cómo construir una sociedad más digna para todas las personas. “No confundas la voz que exige justicia con el grito del odio; porque el odio solo destruye, pero la justicia transforma.” Comentarios: draclaudiaviveroslorenzo@gmail.com

     

    * Facebook: Claudia Viveros Lorenzo

    X: @clauss77

    Linkendl: Claudia Viveros Lorenzo.

    Youtube: Claudia Viveros Lorenzo.

  • Del barril al branding: El Chavo del Ocho como estrategia de nostalgia y mercado.

    Del barril al branding: El Chavo del Ocho como estrategia de nostalgia y mercado.

    Por: Ricardo Ignacio Prado Hurtado/Latinoamérica21

    A once años de la muerte de Roberto Gómez Bolaños, creador de El Chavo del Ocho, a través de la plataforma MAX se lanza una serie biográfica sobre su vida. En este contexto, no deja de ser sorprendente que, desde su lanzamiento en 1973, haya superado su condición de simple comedia para convertirse en un referente cultural que atraviesa generaciones y fronteras, retratando la vida en una vecindad marcada por la pobreza, la violencia y la exclusión, problemáticas compartidas por amplios sectores de Latinoamérica.

    Personajes que se relacionan mediante golpes, gritos y humillaciones forman parte de una narrativa que, aunque humorística, refleja una realidad social persistente. No sorprende, entonces, que este ícono televisivo haya sido objeto de múltiples apropiaciones culturales y comerciales: desde estatuas y homenajes hasta su uso en grandes campañas publicitarias.

    La presencia del Chavo en restaurantes, tiendas o anuncios de marcas transnacionales confirma su permanencia simbólica. Que en los últimos cinco años siga vigente no solo es testimonio de su valor cultural, sino también un indicio de cuánto (o cuán poco) han cambiado las condiciones sociales en la región.

    La violencia entre pares, la burla constante hacia el más débil y la precariedad económica donde pagar o cobrar la renta define la vida cotidiana siguen siendo parte de nuestra realidad. Asimismo, los modelos familiares alternativos representados en la serie —madres y padres solteros, adultos mayores solos, y un chico que viven en situación de calle— rompen con la idealización tradicional de la familia nuclear.

    Estos elementos además de no perder actualidad se actualizan en la memoria colectiva porque El Chavo comunica en un código afectivo e identitario con el que muchos latinoamericanos aún se reconocen.

    En años recientes, la incorporación de tecnologías como el deepfake ha permitido resignificar la serie para conectarla con nuevas audiencias, pues como enfatizó Roland Barthes, los símbolos culturales se transforman en mitos cuando adquieren significados emocionales que rebasan lo literal.

    Así, El Chavo del Ocho, concebido como una crítica humorística a las desigualdades, se convierte en símbolo de nostalgia compartida para los latinoamericanos y en plataforma de conexión emocional para productos y marcas que explotan nuestra conexión con el programa.

    Un ejemplo notable es la marca brasileña Ypê, que lanzó una campaña en la que recreó con gran fidelidad a los personajes y escenarios originales. La estrategia, que apeló a la emoción, activó un proceso simbólico donde los personajes no solo evocan la infancia, sino que legitimaron su producto como aspiracional.

    Otro caso es el de Dish Latino, que empleó deepfake para integrar a Eugenio Derbez en una narrativa compartida con El Chavo, generando un diálogo emocional entre pasado y presente. Esta operación ilustra cómo la imagen sustituye a la realidad y se convierte en su propia verdad. Sin embargo, la calidad técnica fue cuestionada, lo que limitó el impacto simbólico de la campaña.

    En contraste, Sabritas Switch presentó un uso más refinado del deepfake, recreando un sketch clásico del Chavo para promocionar el cambio creativo de sabores. Esta campaña representa una lectura “oblicua” del mito, en la que los consumidores resignifican el contenido según su contexto cultural. Aunque la técnica fue mejor ejecutada, también recibió críticas por alterar una figura que posee un alto capital cultural y emocional.

    Un cuarto caso es el de Samsung, que reconstruyó la vecindad —incluido el interior del departamento de La Bruja del 71, inédito hasta entonces— para promocionar electrodomésticos inteligentes. Esta puesta en escena potencia el “efecto de realidad” al reforzar la conexión emocional a través de los detalles del entorno. La marca logra así resignificar la narrativa del programa y presentar la tecnología como deseable y cercana.

    La reciente decisión de los herederos de Gómez Bolaños de licenciar los derechos de la serie a diversas marcas confirma su enorme valor comercial. A pesar de que dejó de retransmitirse en México en 2020 por conflictos legales, el programa sigue vivo, sobre todo en Brasil, donde ha sido plenamente adoptado como parte de su cultura popular. Esta capacidad de adaptación, sin perder el núcleo emocional, responde a lo que se ha definido como una mitología cultural.

    Sin embargo, estas estrategias también plantean interrogantes éticos. Si bien las campañas aprovechan la nostalgia y los (anti)valores del Chavo, corren el riesgo de banalizar problemáticas estructurales. Los objetos, al convertirse en fetiches ideológicos, trivializan realidades como la pobreza o la exclusión al transformarlas en mercancía. De este modo, el mensaje original del programa —una crítica social disfrazada de comedia— corre el riesgo de diluirse por completo, reducido a instrumento de consumo.

  • Libro. MANUAL DE VICTIMOLOGÍA.

    Libro. MANUAL DE VICTIMOLOGÍA.

    POR: JOSÉ GUILLERMO MÁRTIR HIDALGO.

    Susana Laguna Hermida es una doctora en derecho, licenciada en psicología y maestra en ciencias criminológicas de nacionalidad española. Publica “Manual de Victimología” en el dos mil seis.

    Su obra inicia con el señalamiento que, la figura del criminal ha despertado mayor interés por parte de la criminología y la ciencia penal. La autora cita que Von Hentig, Mendelsohn y Ellenberger, a partir de los años cuarenta del siglo veinte, retoman a la víctima. La cual va tomando protagonismo y abandonando el papel neutro y pasivo en el que había sido relegada. El delincuente empezó a ocupar un papel protagónico, cuando el sistema de venganza privado evoluciona a la justicia pública. Entonces, el Estado monopoliza la reacción penal y a la víctimas les prohíbe castigar las lesiones de sus intereses. Fue el abogado israelí Benjamín Mendelsohn, a quien se le atribuye el término “victimología”.

    La Sociedad Internacional de Criminología, patrocino el Primer Seminario Internacional de Victimología en mil novecientos setenta y tres. La conclusión de dicho seminario fue que, la victimología se ocuparía de las víctimas de delitos y de personas que han sido objeto de desastres ocasionados por catástrofes naturales. Ellenberger, Fattah y Schneider consideran a la victimología como una rama de la criminología. Mendelsohn define a la victimología, como la ciencia de las víctimas. En un tercer grupo, López Rey, niega la existencia misma de la victimología. La solución fue el reconocimiento de una Victimología General, en referencia a víctimas de cualquier acción humana o natural y la Victimología Criminológica, restringida a las víctimas producto de delitos.

    Miguel Ángel Soria Verde define a la víctima, a personas que individualmente o colectivamente han sido sujetos pasivos de un acto delictivo, fruto del cual han sufrido daños, lesiones físicas y mentales, sufrimiento psicológico, perdida financiera o menoscabo de sus derechos fundamentales como persona. Gerardo Landrove Diaz propone la siguiente tipología: víctima no participante, víctima participante, víctimas familiares, víctimas colectivas, víctimas especialmente vulnerables, víctimas simbólicas y falsas víctimas. Hay seis posibles vías de victimización, la precipitación, la víctima puede actuar de tal forma y fomentar la conducta del delincuente. Segunda, la facilitación, la víctima pude facilitar la comisión del delito al ponerse en una situación de riesgo. Tercera, la vulnerabilidad, hay características personales susceptibles al delito. Cuarta, la oportunidad, una condición necesaria para que ocurra el delito. Quinta, el atractivo, hay personas que constituyen un objetivo más atractivo a los delincuentes. Y sexta, la impunidad, personas con acceso limitado a las instituciones legales de control social.

    El estudio de la víctima puede aportar una nueva perspectiva a la comprensión del fenómeno delictivo. Los modelos situacionales del delito, denominados de la oportunidad, tenemos la perspectiva de la relación racional, que pone énfasis en los aspectos racionales y adaptativos del delincuente. La teoría de las actividades rutinarias, donde las condiciones económicas y el bienestar han mejorado sustancialmente, pero, la delincuencia no ha disminuido, sino, ha ido en aumento. La teoría general de la delincuencia o del autocontrol, las restricciones que impiden que los individuos delincan tienen un carácter tanto social como individual y resaltan las diferencias individuales. La teoría integradora de Farrington, plantea la existencia de tendencias antisociales. Y la teoría del patrón delictivo, es la integración de teorías sobre el ambiente físico y la motivación del delincuente.

    La estrategia preventiva es una acción social dirigida a la mejora de la calidad de vida, mediante acciones tendentes a que un determinado problema no aparezca o atenué sus efectos. Tres frentes en las estrategias preventivas son el infractor, la víctima y el escenario.

    La victimización sugiere que el miedo al delito se desarrolla en aquellos individuos que, han tenido alguna experiencia anterior frente al delito. Las variables implicadas en este fenómeno son el nivel del vecindario, dinámicas psicosociales del área de residencia del individuo y el nivel situacional, características de los lugares temidos y su significado para el individuo. Efectos del miedo al delito es que, puede alterar el estilo de vida y favorece una política criminal drástica de innecesario rigor. El derecho penal ha prestado mayor atención a las lesiones físicas que a las manifestaciones psíquicas de la victimización. Actualmente, cualquier persona víctima de un hecho delictivo que alegue afectación psicológica, será examinada por psicólogos o psiquiatras forenses. La onda expansiva de un suceso traumático actúa en círculos concéntricos con víctimas directas, familiares y compañeros de trabajo, vecinos o miembros de la comunidad.

    Dos factores que afectarán de forma diferente la victimización por delito son, el sufrimiento producto de la conducta intencional de otra persona y la naturaleza interpersonal de muchas victimizaciones. Soria Verde resume el proceso de victimización en etapa de desorganización (shock), reevaluación cognitivo-conductual (embotamiento) y el establecimiento del trauma (conducta pseudonormalizada).

    Pueden explicar las diferencias individuales la interacción de las características del evento, las características del ambiente y las características del sujeto víctima. Los eventos que implican mayores riesgos psicológico son los inesperados, los que amenazan la vida y los causados por factores humanos. La significación que ese hecho tiene para la persona depende del apoyo social recibido. Y la dimensión del “locus de control”, es decir, la conducta de la persona puede predecirse desde cómo ve la situación. El locus de control externo es la apreciación de parte de la víctima, de la poca contingencia que hay entre sus acciones y los acontecimientos. Mientras que el locus de control interno es la creencia generalizada que, los esfuerzos que siguen a una acción están relacionados con la conducta del sujeto.

    Las estrategias de afrontamiento son producto de una relación continua entre la persona y el ambiente. Las habilidades de afrontamiento parten de la valoración del daño o perdida, la evaluación de la amenaza y la valoración del desafío. Richard Lazarus afirma que las personas no son víctimas del estrés, sino, de la interpretación del hecho como delictivo. La utilización de sus estrategias y recursos de afrontamiento determinan la naturaleza e intensidad del mismo. Hay estrategias de afrontamiento positivas y negativas.

    Las personas tienen la creencia que viven en un mundo con sentido y las cosas no suceden al azar. La experiencia de victimización destruye tal ilusión. Otra de las creencias socialmente compartidas es la “ilusión” de invulnerabilidad. La experiencia de victimización destruye tal ilusión.

    En el caso de la agresión sexual la aparición de la más intensa sintomatología se da en la convivencia de las victimas con su cónyuge, las segundas, víctimas que viven solas y un menor impacto, en víctimas que viven con su familia de origen. En los varones un mayor nivel de psicopatología se encuentra en los que están en la condición de separados divorciados.

    Hay personas que muestran resistencia a la aparición de síntomas clínicos tras la experimentación de un suceso traumático. Estas personas se caracterizan por el control de las emociones, valoración positiva de sí mismo, estilo de vida equilibrado entre otras cualidades. El apoyo o soporte social proporcionado a las víctimas después del delito, es una variable mediadora o moderadora de las reacciones experimentadas por la víctima.

    El Trastorno por Estrés Postraumático (TEP) está asociado a la vivencia de situaciones traumáticas. Un evento traumático es definido como tal si la persona ha presenciado o le han explicado uno o más acontecimientos caracterizados por muertes, amenaza a su integridad física o la de los demás y las personas han respondido con temor, desesperanza y horror intensos. La secuela psíquica más frecuente en las víctimas de delito es la transformación permanente de la personalidad.

    El proceso de duelo es, una serie de etapas mediante las que el progreso del doliente equivale a aceptar y resolver la perdida. La intervención en crisis es, la intervención terapéutica de corta duración y de objetivos limitados, centrados en la prevención de la posible desorganización psicológica que puede desarrollarse en una persona previamente vulnerable, como consecuencia de la acción de estresores externos importantes y psicológicamente significativos. Los componentes de la intervención en crisis son la primera ayuda psicológica, suele abarcar una sesión y la terapia en crisis, proceso terapéutico a corto plazo. La primera ayuda psicológica, está limitada en tiempo y espacio en un periodo normal en torno a cincuenta minutos. Su objetivo será la atención y optimización de los propios recursos del sujeto. El contacto psicológico no se realiza exclusivamente a través de la comunicación verbal. El contacto físico, tocar o abrazar, puede ser efectivo. Pero, hay que tener en cuenta antecedentes personales-culturales de la víctima y el impacto del delito. El seguimiento tiene el objetivo de determinar si se han realizado o no los propósitos de la primera ayuda y, si las medidas de acción tuvieron el efecto deseado para determinar si requerirá de tratamiento especializado.

    Maltrato es toda acción u omisión no accidental, que impide o pone en peligro la seguridad de los menores de dieciocho años y la satisfacción de sus necesidades físicas y psicológicas básicas. Formas más frecuentes de maltrato son el abandono o negligencia, maltrato emocional, maltrato físico, mendicidad, corrupción, explotación laboral y el síndrome de Munchausen por poderes. El abuso sexual infantil comprende contactos e interacciones entre un niño y un adulto. Esto cuando el agresor usa al niño para estimularse sexualmente el mismo, al niño u otra persona. El abuso sexual también puede ser cometido por una persona menor de dieciocho años cuando es significativamente mayor que la víctima y, cuando el agresor está en una posición de poder o control sobre otro menor. Las consecuencias son más graves se dan cuando los abusos se han cometido con más frecuencia y se han prolongado durante más tiempo. Cuando el perpetrador ha recurrido al empleo de la fuerza. Y cuando existe una relación más próxima entre víctima y perpetrador. El proceso de revelación se descubre de manera accidental en preescolares. Mientras que los escolares suelen revelarlos de manera voluntaria. La familia de los niños abusados presenta problemas adicionales. Las reacciones de las madres ante una situación de abuso no siempre son de apoyo.

    No existe ninguna característica que haga a la mujer víctima de la agresión sexual. La víctima suele ser conocida por su agresor, cuando no lo es, existen circunstancias que han podido favorecer la victimización de algún modo. Las consecuencias tanto físicas como psicológicas de una agresión sexual pueden ser múltiples y diversas. Entre los motivo para ocultar lo sucedido son miedo a que no se le tome en serio, deseo de evitar la estigmatización de la violación, miedo a represalias del agresor, no percibirse a sí misma como víctima, no haber obtenido suficiente apoyo social y temor a ser culpada por lo ocurrido. Las tres fases de la agresión son reacción aguda, periodo de ajuste con negación y fase de integración y resolución.

    El terrorismo, los secuestros y la tortura, son los sucesos más devastadores. La reacción de las víctimas frente al impacto de un atentado terrorista comparte muchas de las características que en las víctimas de delito violento. La gravedad del trauma esta mediatizada por la magnitud del atentado, limitaciones actuales experimentadas, modificaciones en el estilo de vida y posibles revictimizaciones. Durante el estado de shock, lo más característico en las víctimas de atentados terroristas es el derrumbe emocional, la incredulidad y el sobrecogimiento. A medida que suceden las horas y días, el embotamiento se diluye para dar paso a una fuerte sensación de ahogo y muerte inminente, igualmente, vivencias de tipo afectivo con una carga violenta y dramática.

    La violencia doméstica es un fenómeno complejo. La creencia general es que, la causa de la violencia doméstica se encuentra en el carácter masoquista de las propias víctimas que se sienten atraídas por hombres maltratadores. También se cree que la violencia doméstica es cosa de mujeres, pero, los hombres también pueden sufrir agresiones, acoso y ataques homicidas. El uso de alcohol y drogas por parte de la víctima puede jugar un rol en la violencia doméstica. Pero, el alcohol y drogas en maltratadores juega un papel mayor. El Síndrome de Estocolmo Doméstico o Síndrome de la Mujer Maltratada puntualiza que, la mujer llega a adaptarse a la situación aversiva.

    La victimología procesal describe las actitudes mostradas por la víctima hacia los profesionales encargados del proceso judicial. El primer contacto con el sistema jurídico-penal es a través de la interposición de la denuncia ante la policía. Hay una reticencia de las víctimas a dar a las autoridades su victimización. Esto podría deberse a la reacción psicológica de la víctima, el sentimiento de impotencia personal y policial, temor a la victimización por el sistema jurídico-penal, miedo a las represalias por el infractor o allegados, por el síndrome de las “manos sucias”, por la pertenencia de las víctimas a colectivos minoritarios y por la relación personal de la víctima con su victimizador.

    La mayor parte de las víctimas están satisfechas con la policía al momento del contacto inicial, pero, a medida que la víctima atraviesa el sistema jurídico-penal, hay una declinación de la satisfacción. Una vez interpuesta la denuncia, la víctima entra en contacto con el tribunal de justicia, con los familiares del ofensor y amenazas por su parte, a careos con el agresor y a contar a jueces, abogados y secretarios una y otra vez lo sucedido.

    La victimización secundaria se produce cuando la víctima entra en contacto con las instituciones o profesionales del sistema jurídico-penal. Principal efecto del maltrato institucional es la frustración de las expectativas del sujeto, respecto a las instituciones de control formal. Hay autores que hablan de una victimización terciaria siguiendo los presupuestos teóricos del “Labellin Approach”, proceso de adscripción y etiquetamiento del rol de víctima.

    Destacan las resoluciones del Consejo de Europa y las Naciones Unidas sobre la indemnización a las víctimas del delito violento, la posición de la víctima en el marco del derecho penal y procesal penal y la asistencia a las víctimas y prevención de la victimización. El séptimo Congreso de Naciones Unidas celebrada en Milán en mil novecientos ochenta y cinco, incluyo en el orden del día, la problemática de las víctimas. Todo ello se ha derivado en programas de compensación, cuya característica fundamental es el carácter público de la financiación de este tipo de ayuda económica, ya sea en forma de seguro o indemnización. Programas de asistencia inmediata, destinado a cubrir a través de diferentes servicios, las necesidades físicas, psicológicas, materiales y sanitarias de las víctimas de delitos. Y programas de mediación o conciliación victimario-víctima a través del pago de una cantidad de dinero, la realización de una actividad concreta y la prestación de determinado servicio.

     

  • Libro. Ingeniería electoral. Cómo construir indicadores de partidos y sistemas de partidos.

    Libro. Ingeniería electoral. Cómo construir indicadores de partidos y sistemas de partidos.

    Por: Manuel Alcántara Sáez.

    Es posiblemente Harold Laski quien señaló las dificultades del desarrollo de la Ciencia Política en la tercera década del siglo XX cuando apreció que el grave problema que tenía la disciplina en su evolución era la ausencia de datos en un medio absolutamente especulativo. De hecho, por estas circunstancias el político y académico inglés se refirió a ella como la “cenicienta de las ciencias sociales”. Años más tarde, Giovani Sartori establecería el momento del nacimiento de la Ciencia Política como disciplina moderna cuando se despegó de la Filosofía gracias a la revolución conductista que tuvo como consecuencia la incorporación de los números (los datos) en sus investigaciones. En efecto, los datos derivados de las encuestas y de aquellas observaciones preocupadas por cuantificar lo que acontecía fueron el gran salto hacia adelante que terminó haciendo que a partir de 1950 la disciplina entrara en su edad de oro.

    Los partidos políticos son, sin duda alguna, la institución política por excelencia del siglo XX y su estudio va a venir ligado a los avatares que va a tener la Ciencia Política en ese periodo. Sentadas las bases conceptuales de los mismos por parte, primero, de Edmund Burke y, más tarde, de James Bryce, Moisei Ostrogorski, Robert Michels y Max Weber, será el tercer cuarto de siglo cuando los trabajos de Maurice Duverger, Samuel Eldersveld, Otto Kirchheimer, Kenneth Janda y Giovanni Sartori amplíen el panorama del espectro al estudiarlos en el ámbito de su competencia bajo el término de sistema de partidos inserto en el novedoso marco conceptual del sistema político. Este nuevo escenario permitirá referirse a un problema conceptualmente distinto que producía la liza entre ellos. Seguidamente, la integración con los nuevos paradigmas de carácter cuantitativo presentes en la disciplina supuso que ya en las dos últimas décadas del siglo XX las nociones de fragmentación, polarización y volatilidad fueran habituales en los estudios del momento con el consiguiente desarrollo de medidas de medición innovadoras. En los años siguientes el proceso continuó abarcando a otras dimensiones como la institucionalización, la nacionalización, la competitividad, la fluidez y la cohesión.

    Este libro es producto de todo ello al subsumir el bagaje acumulado por una bibliografía muy extensa que ha abundado en desarrollos conceptuales y en matices habida cuenta de las novedades registradas en el ámbito partidista con el transcurso del tiempo, así como en la lógica de la medición y de su enorme relevancia como ha venido señalando Gerardo Munck en sus trabajos. Su autor, Juan Mario Solís Delgadillo, es un investigador de experiencia sobresaliente en el ámbito, aunque no solo, de los estudios electorales y de la evolución, así como de la vida interna de los partidos. Cuenta con una sólida formación en la que ha incorporado desde siempre su interés por un modelo de investigación donde a la búsqueda de la evidencia empírica se una su exquisita preocupación por la sistematización de los datos obtenidos. A todo ello hay que unir su vocación docente por la que conoce las dificultades frecuentes con las que se confronta el estudiantado a la hora de aproximarse al uso de fórmulas aritméticas en el seno de una disciplina a la que erróneamente pensaron que eran ajenas.

    Como el propio Doctor Solís Delgadillo enuncia en sus páginas introductorias, la cara de pánico de sus estudiantes suele ser todo un poema cuando ven escritas en el pizarrón sencillas expresiones matemáticas. La mera enunciación de la fórmula ocluye sus vías de entendimiento y conceptos que inicialmente parecen ser claros se hallan envueltos en una densa nebulosa que impide todo progreso en el conocimiento. El volumen precisamente aborda este asunto de modo brillante para facilitar, mediante abundante información y una notable capacidad pedagógica -tanto por el lenguaje utilizado como por los ejemplos aportados-, la comprensión de siete indicadores de partidos y de sistemas de partidos.

    En un momento de democracia fatigada como el que pasan un amplio número de los sistemas políticos actuales, fruto entre otras razones de la crisis de representación existente, donde se señala a los partidos como uno de los principales responsables de esta, no es un asunto baladí. Medir la vida y, sobre todo, el rendimiento de los partidos en su actuación y en la competición política cotidiana es imprescindible. Supone un instrumento necesario para conocer el nivel y la dirección de los cambios, así como para saber el grado de generalización de los procesos existentes. En definitiva, una orientación para identificar el momento en que nos encontramos y las posibles tendencias a las que puede orientarse el futuro inmediato.

    Juan Mario Solís Delgadillo (2025). Ingeniería electoral. Cómo construir indicadores de partidos y sistemas de partidos. Tirant lo blanch. Ciudad de México. 154 págs. ISBN: 978-84-1095-060-3

  • Argentina: JUAN CREAGHE: ¡ANARQUISTA LIBERTARIO!

    Argentina: JUAN CREAGHE: ¡ANARQUISTA LIBERTARIO!

    Por: Marcelo Valko.

    En estos tiempos donde se banaliza de modo ruin y perverso conceptos fundamentales de la historia de las luchas sociales como “anarquismo libertario”, acaba de publicarse un libro hermoso e imprescindible que permite entender que en las antípodas de tal doctrina se encuentre el nefasto eslogan de Milei (autopercibido libertario): “los derechos hay que pagarlos”. me fue enviado por su autor. El texto escrito por el abogado y periodista Nicolás Grande desmenuza la historia del médico irlandés “Juan Creaghe: Precursor de la propaganda anarquista en Argentina”.

    Creaghe (1841/1920) se radicó en nuestro país durante unos 30 años y fue una pieza clave del movimiento ácrata, no solo en la creación del célebre periódico La Protesta Humana, sino por sus múltiples facetas dado que hasta se preocupó por la enseñanza creando una Escuela Modelo, una escuela integral libertaria nada menos que en Luján, donde arreciaban vientos oscurantistas propios del medioevo con la construcción de la Basílica. Tal como expone el autor con una prosa directa y bella y con datos recopilados de numerosas fuentes, nos muestra la intensa vida del irlandés abocado a su causa. Participa como un joven medico durante la Guerra Civil de EEUU, luego se instala en Argentina, donde funda en Lujan el periódico anarquista El Oprimido (1884/1887), pleno roquismo, que al igual que otras publicaciones hermanas como la anarco-comunista La Voz de la Mujer, salía cuando era posible. Luego Creaghe es pieza clave en la creación de La Protesta. Hacia el final de la vida, su trayectoria lo lleva a México para colaborar y ver con sus propios ojos el proceso de un pueblo en armas como fue la revolución zapatista.

    A poco de instalarse en Luján pudo advertir la práctica de abusos contra peones y pequeños arrendatarios, los desprotegidos de siempre, tal como sucedía en su Irlanda natal. Este militante integral, a quien se lo apodaba como el doctor del pueblo, ya que no cobraba sus servicios a gente pobre e incluso les compraba los remedios, creía más en la dinamita y en la fuerza de la palabra escrita como herramienta emancipadora que en el poder limitado y momentáneo de la huelga. Casi resulta una obviedad decir que padeció innumerables detenciones y que se salvó raspando de que le aplicaran la Ley de Residencia para deportarlo. Creaghe fue un polemista feroz e incansable, y profesaba un anarquismo que creía en una libertad para nada abstracta, bien concreta, un ideario que le calaba hasta los huesos, todo lo dio por una causa que nunca dudó que otro mundo es posible, desde aportes económicos a una práctica de solidaridad constante con el

    sufrimiento del otro, por eso es tan vital este libro de Nicolás Grande al rescatar su legado y memoria, más aún en la actualidad donde arrecia posverdad y desmemoria.

    El medico irlandés, batalló por la edición del diario ácrata La Protesta pese a cierres, requisas, confiscaciones, secuestro de ejemplares e incluso la detención de los repartidores tal como sucedió con otras publicaciones que satirizaban al poder como Don Quijote o La Matraca. Este texto tan necesario en estos tiempos donde desde el gobierno se busca negar al otro, invisibilizar lo comunitario y culpar a los que menos tienen de sus desgracias, fue publicado por Cúlmine Ediciones. Quien se interese, puede contactar al autor nicolasgrande2003@yahoo.com.ar. Más que nunca, es lento, pero viene…

  • ¡Alerta! Necesitamos Pensadores.

    ¡Alerta! Necesitamos Pensadores.

    Por: Pacífico Chávez.

    Pensar es un arte, pensar en profundidad es un ejercicio necesario en medio del ajetreo de lo cotidiano que no da espacio para pensar: la vida, el camino, la realidad, el entorno.

    La filosofía, el amor por el conocimiento, se fundamenta en las preguntas, si la pregunta está bien hecha, impulsa la reflexión y genera más preguntas.

    No son analistas bajeros o pagados los que necesita la sociedad, sino personas que piensen, que se detengan ante la vorágine agobiante de noticias brutales, discursos demagogos, necesidades insatisfechas, crueldades de unos y heroísmos de otros.

    Pensar es de seres humanos, entre todas las especies que habitan este planeta sólo el ser humano tiene este don, nos hace diferentes, nos coloca en una posición de enorme responsabilidad y al no ejercer esta capacidad las consecuencias son catastróficas. No pensar es irresponsabilidad.

    Nadie quiere a los pensadores, los filósofos amantes de la búsqueda del porqué de las cosas ya no susurran al oído de los emperadores y ni disertan al vulgo, ahora se prefiere la prosa de los charlatanes. Nunca ha sido fácil explicar para qué sirven los pensadores.

    Hay que pensar desde la historia, considerando con profundidad cada detalle del camino recorrido en este territorio, en la conformación de la patria, lo que nos identifica como nación, así como la base de principios, ideas, el proyecto bajo el cual se instituyó el estado.

    Hay que pensar con profundidad en la realidad que rodea al país, sus vecinos más cercanos, las grandes potencias y sus intereses, sus acciones hacia el país y la región, los criterios y visión que los mueve. Hay también que darle pensamiento al desarrollo, a la tecnología, el rumbo que está tomando la ciencia, las apuestas en presupuesto de las investigaciones que realizan. Pensar en la relación de la humanidad con la naturaleza, con recursos como el agua, minerales, la fauna la flora, su utilidad y preservación, la tierra vista como propiedad o como hábitat. También merece atención pensar cuál es la cosmovisión personal que tenemos de la humanidad, del modo que se mira al otro.

    Esta tarea urgente de pensar en todo, considerando el pasado, el presente y el futuro, sin desechar que ya otros se hicieron quizá las mismas preguntas, expusieron sus respuestas y plantearon mas preguntas, este ciclo interminable de cuestionamiento no puede dejar de hacerse o dejar que otros lo hagan.

    ¿Se piensa para comprender el mundo o para transformarlo? Si entre los asesores de los que gobiernan no hay un humanista, uno que al menos alcance la categoría de pensador nada más confirma que pensar el mundo no es importante, sólo se aprecia lo práctico, lo concreto, nada de miradas panorámicas.

    Entre youtubers, predicadores del bienestar, influencers de pacotilla, rebeldes de cualquier causa, radicales inmisericordes, vendedores de autoayuda egoísta, no es extraño que el pensador humanista se repliegue, esconda sus preguntas del escarnio del ignorante, la injuria de las masas hipnotizadas por la propaganda y enfurecidas con el que piensa diferente.

    Ruben Amón en su ensayo Tenemos que hablar dice: “no brilla quien más sabe ni quien mejor piensa, sino quien maneja los códigos de la bronca”. Galileo llevaría las de perder contra un tuitero terraplanista. Platón no aguantaría media sesión plenaria en la Asamblea Legislativa. Por eso quien se atreve a pensar a pecho descubierto en territorios hostiles merece aplausos por su valentía.

    La independencia de criterio es requisito elemental para el pensamiento, el pensador exprime, procesa, ilumina para que algunos se muevan, se agrupen socialmente, se impliquen, se organicen y continúen discutiendo políticamente, porque el pensamiento está íntimamente ligado a la política, porque pensar es ocuparse, acercarse a los problemas existentes sufridos por los colectivos, esto aleja el populismo, la propaganda, la posverdad, las tres “P” que las dictaduras ocupan para enamorar, adormecer, manipular al pueblo y obtener todo el poder. Por eso las dictaduras odian, persiguen, difaman, encarcelan y hasta matan al que piensa, sobre todo si piensa distinto a sus caprichos. Por eso Pensar es un acto de heroísmo en las dictaduras, y por cierto acabo de ver un anuncio en cada esquina: ¡Alerta! Necesitamos pensadores ¿Te atreves a presentar tu aplicación al puesto?

  • La circulación de conocimiento, desarrollo tecnológico e innovación en América Latina está bajo amenaza.

    La circulación de conocimiento, desarrollo tecnológico e innovación en América Latina está bajo amenaza.

    Por: Camila Escudero/Latinoamérica21

    En los últimos años, se ha hablado mucho de la “circulación de cerebros” o “diáspora académica”. Esta expresión se utiliza principalmente en el ámbito educativo para referirse al movimiento de estudiantes, investigadores, profesores y profesionales altamente cualificados entre diferentes países, lo que implica un flujo dinámico y bidireccional de conocimiento, tecnología y desarrollo humano y social.

    A pesar de las modestas cifras de inversión en investigación en comparación con los países más ricos, se puede afirmar que América Latina, en general, y Brasil, en particular, tienen una cierta tradición de fomentar y reconocer el movimiento transnacional, temporal o recurrente, de especialistas e investigadores. En la última década (entre 2012 y 2022), en Brasil, 64 mil estudiantes, profesores y científicos recibieron recursos de Capes o CNPq —las agencias de financiación de la investigación del gobierno federal vinculadas a los Ministerios de Educación y Ciencia y Tecnología, respectivamente— para mejorar sus competencias y desarrollar investigación en el extranjero, a nivel de posgrado, en las siguientes modalidades: Perfeccionamiento o Formación, Cátedra, Doctorado “Sándwich”, Doctorado Completo (o Doctorado en el Extranjero), Prácticas Sénior, Máster “Sándwich”, Máster Profesional, Posdoctorado (o Prácticas Postdoctorales) y Profesor/Investigador Visitante.

    Más del 80% de estas personas, en este período, se trasladaron a países del Norte Global, como Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Alemania, Francia, Portugal, España, Italia y Países Bajos. Así, se ha conformado un sistema académico consolidado, integrado y globalizado, compuesto por universidades, centros e institutos de investigación, agencias de financiación de la investigación, redes científicas, entre otros actores, que configuran el flujo de personas en torno a la producción de conocimiento y el desarrollo científico y tecnológico, en todas las áreas del conocimiento.

    En 2025, y pocos años después de que el mundo experimentara la pandemia de la COVID-19 —cuando el nuevo conocimiento, la investigación y los descubrimientos científicos nunca habían sido tan necesarios—, este sistema está en riesgo, con acciones que no tendrían tantos efectos si no estuviéramos hablando del país con la mayoría de los mejores centros universitarios del planeta y que recibe a la mayoría de los estudiantes del mundo, incluyendo a los de América Latina y Brasil: Estados Unidos.

    Ya sea en el ámbito del discurso, la gestión política (firma de decretos y otras acciones), o incluso en el ámbito presupuestario con los recortes, el actual presidente Donald Trump ha acusado a las

    universidades del país de antisemitismo y racismo. El reciente caso de la Universidad de Harvard se hizo mundialmente conocido, cuando tuvo que recurrir a los tribunales para suspender la prohibición de continuar con su reconocido Programa de Intercambio de Estudiantes y Visitantes, responsable de la presencia actual de alrededor de 7.000 estudiantes extranjeros en sus campus. Medidas y protestas similares también se han registrado en otros centros universitarios, como Cambridge y Massachusetts.

    Además de estas acciones, hay otros dos casos emblemáticos. El primero, ocurrido en febrero de 2025, fueron las acusaciones de censura, incluso por parte de investigadores y profesores brasileños, que involucraron al Programa Fulbright de Especialistas, un programa del Departamento de Estado de EE. UU. que conecta a especialistas con instituciones educativas de todo el mundo para colaboraciones a corto plazo. Según lo anunciado en su momento, expresiones como la opresión de género, clase y raza, la crisis de los principios democráticos, la emancipación social, los sistemas de opresión y la justicia social debían evitarse en las investigaciones financiadas por el proyecto.

    La segunda medida, que se produjo entre mayo y junio de 2025, fue la decisión de suspender, decisión ahora revocada, las citas para visas para nuevos estudiantes extranjeros que pretendieran estudiar en EE. UU. (modalidades F, M y J) y la obligación de revisar las redes sociales de los candidatos para intentar identificar a personas que pudieran ser hostiles al país, lo cual aún sigue vigente. Claramente, las acciones de la administración Trump no se limitan a la fuga de cerebros ni a la diáspora académica, y deben entenderse en un contexto macroeconómico, que abarca la política anti inmigratoria vinculada a posturas económicas, políticas e ideológicas, claramente reveladas durante la campaña que lo elevó a la presidencia. Sin embargo, cabe preguntarse hasta qué punto estas decisiones limitan la transferencia y circulación de conocimientos y tecnologías, la expansión del mercado, las oportunidades de desarrollo profesional y personal y, sobre todo, el impacto real en el desarrollo sostenible del planeta, cuestiones tan importantes para América Latina.

    Los desafíos estructurales históricos que enfrenta la región como las desigualdades sociales y regionales, la baja productividad económica, la inestabilidad política, la violencia y los impactos climáticos son bien conocidos. Se trata de problemas intrínsecos a las características de la emigración de sus países, ya sea de investigadores, científicos y estudiantes, o de la población en general.

    El ranking de 2015 del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) sitúa a Brasil en el quinto lugar en cuanto a número de personas que emigran internacionalmente, solo por detrás de México, la región triangular norte de Centroamérica (Guatemala, Honduras y El Salvador), Colombia y Puerto Rico. La «diáspora académica», a su vez, constituye el proceso migratorio más regular, ordenado y seguro que existe, no solo por el alto nivel educativo de sus miembros, sino también por toda la planificación, el sistema legal y la red de apoyo transnacional que la rodea. Poner freno a este sistema, mucho más que interferir con la resiliencia, el potencial y el desarrollo

    de la innovación tecnológica y la investigación, impacta en la creciente integración del continente a la economía global, el progreso y la paz.

     

    Doctora en Comunicación Social por la Universidad Federal de Río de Janeiro. Profesora e investigadora de la Universidad Metodista de São Paulo. Periodista. Correo electrónico: camilaescudero@uol.com.br.

  • DERECHO DE RESPUESTA para Sergio Reyes. GERENTE FONDO UNIVERSITARIO DE PROTECCIÓN. UNIVERSIDAD DE EL SALVADOR.

    DERECHO DE RESPUESTA para Sergio Reyes. GERENTE FONDO UNIVERSITARIO DE PROTECCIÓN. UNIVERSIDAD DE EL SALVADOR.

    Buen día estimado Walter Raudales, te saluda Sergio Reyes por este medio solicito derecho de respuesta o que realices una fe de errata.
    Entiendo la admirable labor que tú como profesional realizas sin embargo el señor Pereira tiene una conducta irresponsable en lo que hace, en lo que dice y en lo que escribe, rallando en la difamación.
    En cuando a la mención que hace de mi cargo en el artículo comentarte que no solo estudié licenciatura en periodismo sino que también me he formado en educación con escalafón Mined y tengo postgrado en Finanzas Aplicadas del Instituto Superior de Economía y Administración de Empresas durante mi experiencia profesional cuando ingrese a la hace casi 19 años UES ya tenía tres años de ejercicio profesional, y mi experiencia no solo ha sido en la UES sino también en Universidad de Oriente, Andrés Bello y UMA, he sido profesor de carreras de comunicación, Lenguas Mercadeo entre otras.
    Por esta razón apelo a la compresión y solicito se publique la corrección o se borre dicha publicación por ser tendenciosa y al mismo tiempo calumniosa y difamatoria.
    De ante mano muchas gracias, atte.

    SERGIO  REYES

    GERENTE

    FONDO UNIVERSITARIO DE PROTECCIÓN | UNIVERSIDAD DE EL SALVADOR

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  • LAWFARE: LA GUERRA POR OTROS MEDIOS.

    LAWFARE: LA GUERRA POR OTROS MEDIOS.

    POR: JOSÉ GUILLERMO MÁRTIR HIDALGO.

    La argentina, Silvina María Romano, doctora en ciencias políticas, publica en abril de dos mil veinticinco, “Lawfare: la guerra por otros medios”. Inicia dicha obra dilucidando que el lawfare es la guerra por la vía legal. Es el uso de la ley como arma. Es una judicialización de la política dirigida a desestabilizar y deslegitimar a gobiernos y criminalizar a determinados sectores políticos.

    Romano considera que es una guerra judicial-mediática, ya que opera por medio del aparato judicial, medios de comunicación y redes sociales. Recurriendo a la violencia, al Estado de Excepción y a la eliminación de la política, como espacio de diálogo y disputa del proyecto de gobierno o Estado. La primera consecuencia de ello es, la deslegitimación y desmoralización de determinados sectores de la política. Y la segunda consecuencia, fomentar la desconfianza hacía la política.

    En el segundo capítulo, titulado “Geopolítica y comunicación: el lawfare en América Latina y el Caribe”, se contextualiza el lawfare como parte de la dinámica que articula la geopolítica y la comunicación en América Latina y el Caribe, en el proceso de expansión del capitalismo monopólico de posguerra hacía la periferia.

    En el capítulo “Manufacturación del consenso en acción: la causa Lava Jato como laboratorio de lawfare regional”, se plantea el lawfare como manufacturación del consenso. La construcción del consenso en la opinión pública exige la articulación del gobierno, las corporaciones de los países centrales, los medios de comunicación concentrados, las voces de expertos, el uso del poder judicial con fines políticos y la sistemática espectacularización de la política.

    En el capítulo “Persecución y proscripción política: del lawfare al lawfear, los casos de Argentina y Ecuador”, Romano describe la persecución política y la criminalización mediática, contra determinados sectores de la política de esos países.

    En el capítulo “Lawfare y mujeres líderes: acoso y descalificación y criminalización como violencia política de género”, se revisa la violencia judicial contra mujeres en la “alta política” o en puestos de toma de decisión de alta responsabilidad y jerarquía. Romano exhibe los casos de Dilma Rousseff en Brasil, Cristina Fernández de Kirchner y Milagro Sala en Argentina, Paola Pavón y Gabriela Rivadeneira en Ecuador.

    A modo de cierre se presenta el lawfare, como componente de la máquina de guerra del capital. El objetivo es, eliminar la posibilidad de cambio a “otro mundo posible” al capitalismo neoliberal. El lawfare es el uso de la ley como arma de “poder blando”, para cumplir objetivos militares. Funciona como herramienta de expansión imperial, por la desestabilización a gobiernos y sectores que cuestionan el orden neoliberal. Entra en la arena de opinión pública, al colocar al “enemigo político” en medios y redes sociales. La guerra contra un “otro político” necesita del poder judicial para darle una fachada de legalidad. La aniquilación se consuma con el apoyo de los medios de comunicación concentrados, manufacturando un consenso negativo contra determinados líderes, quitándoles credibilidad y apoyo popular.

    El General Charles Dunlap, formó parte del Cuerpo de Abogados Generales de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, retomó el concepto de lawfare en el marco de la “guerra contra el terrorismo”. Concibe a la ley como un medio para conseguir un objetivo militar. Reinterpreta el concepto, advirtiendo lo útil que podría ser para Estados Unidos, implementar el lawfare a su favor. El lawfare se comprende como parte de las guerras no convencionales, las nuevas guerras o guerras hibridas emprendidas hacia nuevas amenazas. Es una herramienta de poder blando.

    En América Latina se asoció a la judicialización de la política, al activismo judicial, a la politización de la justicia y su vínculo con los derechos humanos, donde miembros de la sociedad civil se empoderan frente al Estado reclamando sus derechos, instrumentalizando un determinado marco legal. Empero, el lawfare se asoció a procesos de desestabilización y cambio de régimen. El lawfare es, la continuación de la guerra psicológica que reconfigura el enemigo a aniquilar. Para Romano el lawfare es un nuevo Plan Condor para la región, donde juegan un rol fundamental las nuevas tecnologías de la comunicación.

    Las estrategias de comunicación están orientadas a eliminar al enemigo. Se articulan alrededor de la corrupción con lo cual construye enemigos carentes de derechos, en un marco creciente de judicialización de la política y manipulación de la opinión pública.

    El lawfare socava el Estado de Derecho, ya que la aplicación de la ley se vuelve subjetiva y politizada, en lugar de imparcial y objetiva. El uso del lawfare debilita la democracia, al eliminar a la oposición política y restringir la participación ciudadana.  Y puede llevar a la pérdida de confianza en instituciones y en el sistema legal, por la falta de transparencia y la politización de la justicia.

  • Fantasías retóricas de ayer y hoy.

    Fantasías retóricas de ayer y hoy.

    Por: Diego Fernando González Argumedo*

    La retórica como herramienta de persuasión en la sociedad moderna

    La retórica es el arte que enseña al individuo a expresarse correctamente y con elocuencia, es capaz de construir realidades y movilizar audiencias creando discursos, aunque no necesariamente arraigados en la realidad. Es por ello que la retórica va de la mano con la política ya que, a través de eslóganes pegajosos, consignas sentimentalistas y sobre simplificaciones a temáticas complejas, se polariza a la población tanto en la esfera real como en la digital. Como bien lo dijo Charles de Gaulle: “la política es demasiado importante para dejarla en manos de los políticos” ya que ahora se comportan más como un híbrido maltrecho entre un “rockstar” y un “infuencer” que alguien que lidera sobre la toma de decisión de un determinado territorio. Su presencia mediática se mide a través de “likes” y por sus trends o por como “humillan” a sus oponentes políticos —como si se tratara de medir la popularidad entre bachilleres— y no por la profundidad de sus reflexiones y análisis, su sagacidad política o su criticidad al statu quo. Obviamente con una sociedad infantilizada donde el bochinche y el amarillismo clama, esta clase de políticos siempre serán bien recibidos y bien escuchados por la masa acrítica. Otro gran problema son los contrapesos, es decir, los analistas políticos que más parecen activistas que pornográficamente denotan su tendencia sesgando todo tipo de análisis. Si estos son los “líderes de opinión” entonces no es una sorpresa que la sociedad en general se comporte más como la decadente Roma buscando su pan y circo, su dosis de entretenimiento chocarrero y su validación dentro del grupo dominante.

     

    La discursividad como construcción social de la realidad

    Siguiendo la línea del Tao, para que haya un balance en la vida no se pueden tener absolutos entonces siempre habrá un poco de luz en la oscuridad, así como habrá un poco de oscuridad en la luz. Esto es evidente en la democratización de los medios a través de las redes sociales, permite abrir la palestra a múltiples ideas, discursos y perspectivas —no siempre pertinentes o atinadas— y difundirlas a grandes segmentos poblacionales. Todos estos discursos compiten por demostrar que tan cerca están de “la verdad” y buscan acaparar la atención, algunos imponiendo criterios arbitrarios por sobre argumentos sólidos y debidamente fundamentados. Lastimosamente hemos llegado al extremo de que mi mentira es igual a tu verdad y de allí que se tengan grupos antivacunas, o como los llama el periodista Mauricio-José Schwarz: “covidiotas”, terraplanistas, antievolucionistas, negacionistas del alunizaje y un largo y penoso etcétera. Y es que hay también una carencia de pensamiento crítico por parte del consumidor de estos discursos, no hay capacidad de verificación de fuentes, no hay análisis discursivo como la identificación de falacias, no hay disposición de tener caridad intelectual e intentar ponerse en los zapatos del otro, no necesariamente para darle la razón, pero si para entender su paradigma.

     

    No es raro encontrar con mayor frecuencia que grupos escatológicos religiosos difundan sus mensajes terroristas como el inminente fin de los tiempos a causa de las variopintas calamidades que azotan (y han azotado) a la humanidad. Que si hay un terremoto en Pakistán, que si hay una serie de incendios forestales en Australia, que si hay una guerra en África, que si caen los mercados de Asia; todo motivo es válido para vaticinar el fin del mundo, pero… ¡este nunca llega! Recuerdo como en 2012 me di a la tarea de bajar los delirios escatológicos provocados por la desinformación asistiendo a la mayor cantidad de medios de comunicación para dar la perspectiva científica, desde la arqueología, sobre el Baktún 13 y como este significaba solo el fin de una secuencia calendárica. Recuerdo también los típicos comentarios de los faranduleros (no me atrevo a llamarles locutores o periodistas) haciendo mofas como: “yo estaba segura de que no sería el fin del mundo porque mi lata de atún decía ‘caduca en 2013’”.

     

    Sería interesante saber por qué la gente se ve tan atraída por las mal llamadas “teorías de la conspiración” —término coloquial puesto que en ciencia la teoría es algo ampliamente probado— a lo mejor es porque son más atractivas asemejando un relato de ciencia ficción, a lo mejor tiene que ver con la autoestima del individuo en el que al poseer un “conocimiento prohibido” o “exclusivo” los hace destacar del montón. No lo sé, son meras especulaciones mías. Lo que sí es seguro es que tarda más un divulgador científico en desmentir uno de esos bulos, que lo que tarda la siguiente teoría de la conspiración en desinformar a la población.

     

    La religión como campo fértil para el uso estratégico de la retórica y la discursividad

    Como ya mencioné es bastante común ahora encontrar perfiles y canales en redes sociales cuyo único propósito es usar la hermeneútica escatológica para infundir el miedo o interpretarlas para fundamentar discursos de odio y así manipular a la población. Sectas como la Westboro Baptist Church (WBC) no escatiman esfuerzos para infundir el miedo y promover el odio y la segregación entre ellos, la población en general y grupos sociales como el colectivo LGBTI+, musulmanes, ateos, e inclusive otras denominaciones cristianas. Lo preocupante es cuando grupos religiosos, a veces tan nocivos como la WBC, buscan tener injerencia en la toma de decisiones a nivel político sobreponiendo sus creencias sobre preceptos básicos de tolerancia y respeto como la laicidad. En este sentido es interesante, y refrescante, ver el activismo de organizaciones como The Satanic Temple (TST) referente a la imposición de ideas cristianas en espacios municipales públicos, abogando por una igualdad de oportunidad y acceso. Un ejemplo de ello fue la colocación de una estatua de Baphomet (figura representativa de esta organización) en las inmediaciones de un monumento dedicado a los 10 mandamientos por parte de la municipalidad de Little Rock, Arkansas; el racional detrás de esta acción fue que el espacio público municipal no debería favorecer un tipo de creencia religiosa debido a que representa una imposición y una violación a la primera enmienda de constitución de los Estados Unidos referente a la separación de estado y religión. Los personeros de TST abrieron la puerta para que otros monumentos religiosos también fuesen colocados dándole oportunidad a todos de ser representados, infortunadamente la estatua de Baphomet fue retirada ya que los monumentos necesitan un patrocinio legislativo, pero ha dejado en evidencia el claro favoritismo por parte del gobierno local violando tanto la Constitución del estado de Arkansas así como la Constitución de los Estados Unidos.

     

    La política como escenario principal de la batalla retórica y discursiva en la era digital.

    En la construcción de narrativas, los medios de comunicación (incluidas las redes sociales) hace uso del “framing” o el encuadre para la presentación de una información, imbuyéndola de los sesgos a conveniencia. Por ejemplo, un medio de comunicación conservador enmarcará un suceso según su paradigma determinándolo, de manera tendenciosa, como “bueno”, como “malo”, como “conveniente” o como “inconveniente”, ejemplo: un colectivo somete una pieza de correspondencia sobre una iniciativa de ley para la despenalización del aborto bajo las cuatro causales, inmediatamente un medio conservador hará ver que es una ley que atenta contra los valores cristianos de TODOS, ergo, es una ley “mala”. Para apoyar su retórica utilizarán personajes con cierta influencia como sacerdotes, oradores profesionales y celebridades menores. Es con este gancho que muchos políticos ganan el apoyo popular aunque no tengan convicción alguna en dicha polémica.

     

    Otra forma de construir narrativas es bajo el modelo de la ventana de Overton en el que explica como temas aceptables para la población en general van cambiando con el tiempo, por ejemplo, hace más de 200 años la esclavitud era algo normal y cotidiano, hoy es un tema que despierta indignación y se busca su erradicación total. La introducción o remoción de dichos temas se da en gran medida por los medios de comunicación y su retórica. Debido a la parcialidad de los medios, es bastante fácil que un político obtenga una plataforma para exponer sus ideas, aunque a veces parezcan más los dos minutos de odio de la novela “1984” de George Orwell. Con la masificación del quinto poder del estado, las redes sociales, hoy más que nunca es fácil esparcir “fake news” a través de cuentas robot, mejor conocidas como bots, para desacreditar a una persona o inclinar la balanza hacia un lado. Un claro ejemplo fue la malintencionada edición de un vídeo por parte de la diputada Claudia Ortiz del partido Vamos en una sesión plenaria del congreso salvadoreño en donde claramente hace alusión a la liberación de ciudadanos inocentes víctimas del régimen de excepción, alguien bien planificado, pero mal intencionado, deliberadamente editó el vídeo y los bots lo compartieron dando a entender que la diputada pedía libertad para pandilleros apresados en el CECOT. Lo peor del caso es que algunos medios y creadores de contenido internacionales se han basado en esa “fake news” como un dato fidedigno (dejando en claro que tienen poca o nula capacidad o interés de verificar las fuentes y los datos).

    Entonces es evidente que la retórica es importante y está muy presente en nuestra realidad, así la gente desconozca que eso que usan o los seduce tiene nombre y se remonta a la antigua Grecia. El tema es apasionante y da para más, pero de momento daré fin a esta primera parte dejándolo mi estimado lector “picado” para la siguiente entrega.

     

    *Arqueólogo, docente e investigador independiente

  • Libro: Manuel Chaves Nogales. Diarios de la Segunda Guerra Mundial.

    Libro: Manuel Chaves Nogales. Diarios de la Segunda Guerra Mundial.

    Por: Manuel Alcántara Sáez.

    Manuel Chaves Nogales, nacido en Sevilla en 1897, es uno de los grandes escritores españoles de la primera mitad del siglo XX. Exiliado desde finales de 1936, primero en París y luego en Londres donde falleció en 1944 dejó detrás una obra extensa que apenas empezó a ser conocida hace un cuarto de siglo. Sus libros El maestro Juan Martínez que estaba allí, biografía de un bailarín español durante la revolución soviética, Juan Belmonte, matador de toros, biografía de uno de los toreros más relevantes del momento, A sangre y fuego, una crónica impresionante sobre la guerra civil española y La agonía de Francia, sobre los primeros momentos del colapso francés en 1939 frente a la invasión alemana, son textos magníficos que, además de poseer una fuerza narrativa muy vigorosa, son testimonio del acontecer de la vida del momento.

    En esta ocasión, la editorial El Paseo, con la traducción, edición, prólogo y notas a cargo de Yolanda Morató emprende la tarea de rescatar los textos periodísticos de Chaves Nogales que escribía sin descanso desde que abandonó España. La intensidad de su trabajo se condensa en cerca de un millar de páginas que ahora van a ver la luz en varios volúmenes. Es difícil encontrar, más de 80 años después, una evidencia tan rotunda de lo acontecido entonces habida cuenta de la agudeza del periodista español.

    En este primer volumen se reúnen los artículos que bajo el formato de crónica envió a medios periodísticos internacionales, fundamentalmente, aunque no solo, latinoamericanos, durante su estancia parisina que se extendió entre septiembre de 1939 y junio de 1940 (el 14 de junio el ejército alemán ocupó París) y cuyo número asciende a 220 textos. Su contenido, con estilo fresco, ágil y bienhumorado, ofrece hoy un panorama imponente del escenario cotidiano y de los protagonistas más relevantes de un momento trascendental en la historia de la humanidad. La pluma de Chaves Nogales no renuncia al análisis del tiempo dramático que vive y que no es sino continuidad de lo acontecido en España desde julio de 1936.

    Manuel Chaves Nogales (2025). Diarios de la Segunda Guerra Mundial. Inéditos (1939-1944). 1. Desde París. Edición de Yolanda Morató. El Paseo Editorial. ISBN: 978-84-19188-60-1. 406 págs.

  • Libro: CRIMINOLOGÍA: UNA INTRODUCCIÓN A SUS FUNDAMENTOS TEÓRICOS.

    Libro: CRIMINOLOGÍA: UNA INTRODUCCIÓN A SUS FUNDAMENTOS TEÓRICOS.

    POR: JOSÉ GUILLERMO MÁRTIR HIDALGO.

    Antonio García-Pablos de Molina, director del Instituto de Criminología de Madrid, en su obra «Criminología: una introducción a sus Fundamentos teóricos «, publicada en el dos mil uno, nos dice que el crimen es un problema social y comunitario. La Criminología dice este autor, es una ciencia empírica e interdisciplinaria que estudia el crimen, el infractor, la víctima y el control social.  Sus métodos y técnicas de investigación son el reconocimiento médico, la exploración psiquiátrica, la entrevista, el cuestionario, la observación, el experimento, los test psicológicos, métodos sociométricos y longitudinales de medición, estudios de seguimiento y paralelos.

    García-Pablos de Molina, expresa que hay cuatro paradigmas que explican el crimen: para la Criminología Clásica, el crimen es consecuencia del mal uso de la libertad. Para la Criminología Positivista, el delincuente es prisionero del determinismo biológico y social. Para la Criminología Correccionista, el criminal es un ser incapaz de dirigirse por sí mismo, por lo que es necesaria la intervención tutelar del Estado. Para la Criminología Marxista, el crimen es responsabilidad de determinadas estructuras económicas.

    En la Criminología Clásica, el delincuente es el único interlocutor, mientras la victima queda neutralizada. Los Pioneros de la Victimología, han aportado una imagen dinámica y realista de la víctima. La víctima es un sujeto activo. Hay una interacción delincuente-victima. Se puede prevenir el delito incidiendo en la víctima. Ésta puede ser una fuente de información de la criminalidad.  La víctima, como sujeto, exige la implementación de programas de asistencia, reparación, compensación y tratamiento.

    La Criminología se preocupa por el control y la prevención del delito. Con respecto a lo primero, su erradicación de la sociedad es una envidiable utopía. Por tanto, la criminología pretende un control razonable del mismo. Pues el empeño desmedido en erradicarlo puede resultar en una sociedad uniforme y uniformada.

    La pena no es una estrategia eficaz para resolver los conflictos sociales. Igualmente, incrementar la eficacia disuasoria de la pena, no es una estrategia válida a mediano ni a largo plazo. La prevención del delito supone contra motivar al infractor potencial, mejorar las condiciones de vida de los estratos sociales más deprimidos, concienciando a grupos con mayor riesgo de ser víctimas, procurando la reinserción de los ex-penados y paliando valores sociales criminógenos.

    La Criminología Norteamericana es un subcapítulo de la sociología. Mientras que, para el Modelo Europeo Occidental, es una disciplina auxiliar del derecho. En el Modelo Socialista es una ciencia aplicada, rama de la jurisprudencia. En el Modelo Angloamericano, hay independencia de las disciplinas jurídicas. En Latinoamérica, predomina el positivismo criminológico.

    Con respecto a la interrelación entre lo somático y lo psíquico, la Frenología explicaba el comportamiento criminal en malformaciones cerebrales. Según la Psiquiatría, el crimen es una forma de degeneración hereditaria. Para la Antropología, el delincuente es una especie atávica no evolucionada. Dentro de la Escuela Positivista, Lombroso introdujo a la criminología la Teoría del Delincuente Nato. Garofalo expresa, que el criminal presenta un déficit en la esfera moral de la personalidad. La Escuela de Lyon, resalta factores predisponentes y determinantes. La Escuela Alemana Sociológica, señala factores endógenos y exógenos. La Escuela de Marburgo, considera la predisposición individual más el entorno. Tardé, resalta la relevancia del medio social.

    El Modelo Biologista, valora un sustrato biológico en el criminal. La Antropometría, relaciona características corporales con la delincuencia. La Antropología, correlaciona al delincuente con la poderosa carga hereditaria. La Biotopología, relaciona características físicas con rasgos psicológicos. La Neurofisiología, relaciona las disfunciones cerebrales y la conducta criminal. El Sistema Nervioso Autónomo, relaciona la introversión-extroversión con el comportamiento antisocial. La Endocrinología, explica el crimen a desajustes hormonales. La Bioquímica y Sociología, resaltan la interacción de factores físicos y ambientales, siendo de capital importancia el aprendizaje. El Déficit de Minerales y Vitaminas, se traduce en un trastorno de conducta y la Hipoglucemia, se relaciona a comportamientos agresivos. Cuadros Alérgicos, están relacionados con comportamientos delictivos, así como contaminantes ambientales. También la Genética, influye en conductas delictivas, igual que las Malformaciones Cromosómicas.

    Los Modelos Psicologistas, explicarían la conducta delictiva a trastornos patológicos de la personalidad. La Psicología Experimental la explicaría, a la adquisición de ciertos modelos de conducta. Para el Psicoanálisis, el crimen es expresión de los conflictos psíquicos profundos. Alfred Adler dice que, las reacciones neuróticas que generan el crimen son mecanismos compensatorios. Carl Gustav Jung, explicaría el delito a experiencias ancestrales que acumulan imágenes y arquetipos. Erick Erickson, explica el crimen a aspectos intrapsíquicos unidos a aspectos sociales. Y Erich Fromm, explica la conducta delictiva a la patología de la normalidad.

    La Psicopatología Criminal considera la personalidad criminal, a una estructura psicológica delictiva debido a diversas disfunciones psíquicas. El factor criminógeno del alcohol depende de la naturaleza aguda o crónica de la intoxicación. Mientras que la Drogodependencia, tiene un efecto en el individuo y la sociedad, si la intoxicación es periódica o crónica.

    El Esquizofrénico, no contraviene significativamente la ley penal, por lo que puede tener un comportamiento eventualmente delictivo. El Trastorno Delirante o Paranoia tiene interés criminógeno, por la peligrosidad del paranoico. En los Trastorno Bipolares, la fase maníaca es la más delitógena. El delito del neurótico se caracteriza, porque explota y tiene una reacción anómala desproporcionada. Y en los Trastornos Sexuales, las parafilias pueden provocar delitos, siendo más proclives a ello los oligofrénicos, psicópatas y neuróticos.

    La Psicopatía es un trastorno de la personalidad. Se registran tres tipos: hipertímicos, lábiles e histriónicos. La psicopatía puede ser resultado del condicionamiento o del aprendizaje operante o instrumental. Pero la dinámica criminal suele achacarse a un defecto congénito, a un comportamiento criminal instintivo, a la falta de conciencia o a la ausencia de un resorte personal inhibitorio. Regularmente, las personalidades psicópatas o antisociales están abocados a estar en conflicto con el sistema legal.

    Dentro de los Modelos Teóricos de la Psicología, el Modelo Dinámico atribuye el comportamiento criminal a tendencias o impulsos que operan debajo de la conciencia. Mientras que el Modelo Conductista explicaría el crimen, a que éste evoca estímulos que provocan refuerzos que lo mantienen. En general, el comportamiento criminal es atribuido a la herencia (Modelo Biológico), al condicionamiento (Modelo Conductista), a la transmisión cultural (Modelo del Aprendizaje Social) y al contexto subjetivo del criminal (Modelo del Desarrollo Moral y Proceso Cognitivo).

    Los Modelos Sociológicos resaltan la importancia del medio o entorno, en la génesis de la criminalidad. La Teoría Multifactorial, acota a que la criminalidad es resultado de la acción combinada de muchos factores y circunstancias. La Teoría Ecológica o Escuela de Chicago, señala un efecto criminógeno a la ciudad. Ésta deteriora los grupos primarios, las relaciones interpersonales son superficiales, la alta movilidad genera desarraigo, los valores tradicionales entran en crisis, la superpoblación y la acumulación de riqueza en áreas comerciales, alientan ilícitos. La ciudad produce delincuencia, la Teoría Estructural Funcionalista o Anomia: señala que el delito es un comportamiento «normal» que se deriva de las estructuras de la sociedad. La anomia es, la perdida de efectividad de las normas y valores en una sociedad. Esto produce una conducta irregular, debido a la discordancia entre las expectativas culturales y los caminos o vías ofrecidas por la estructura social para satisfacerlas. La Teoría del Conflicto, sesga el crimen como expresión de los conflictos existentes. El conflicto cultural, producto del cambio social, se traduce en criminalidad. En el conflicto social no marxista, las clases dominantes ejercen un proceso de criminalización de las clases sociales dominadas. Lo que se corrobora con el comportamiento discriminatorio de la justicia penal. En el Conflicto Social marxista, el delito es un producto histórico, donde una clase subyuga y explota a otra. Las Teorías Subculturales, sostienen que el orden social es un mosaico de grupos y subgrupos. Cada uno de ellos posee su código de valores. Entonces, la conducta delictiva es expresión de otro sistema de normas y valores. En otras palabras, la subcultura criminal es una cultura de «grupo». Las Teorías del Proceso Social incluye a la Teoría del Aprendizaje Social, ésta sostiene que el comportamiento criminal se aprende. Las Teorías del Control Social sentencian que, cuando fracasan los mecanismos de control es que se produce el crimen. Y la Teoría «Labelin Approach» opina, que el crimen es una etiqueta que le colocan al desviado. Por lo que es un mero subproducto del control social.

    García-Pablos de Molina, opina que no basta con «reprimir» el crimen. La Prevención es disuadir al infractor. Esto se puede lograr mediante la eficacia preventiva de la pena, que disuade el proceso motivacional del infractor. La Prevención es una intervención dinámica y positiva, se dirige a neutralizar las «raíces» o «causas» del crimen. La Prevención Social implica, movilizar efectivos comunitarios para abordar solidariamente el problema delincuencial.

    La Prevención Primaria se orienta a neutralizar la raíz del crimen, para que no se manifieste. Implica brindar educación y socialización, vivienda. trabajo, bienestar social y calidad de vida. La Prevención Secundaría actúa donde se manifiesta el crimen, se plasma en la acción policial y en la política legislativa penal. Y en la Prevención Terciaria su destinatario es la población reclusa, su fin es evitar la reincidencia de ésta.

    En la Criminología Clásica, la prevención tiene como mecanismo intimidatorio a la pena. En la Criminología Neoclásica, la efectividad disuasoria se encuentra en el funcionamiento del sistema legal. La Prevención Situacional, es la intervención dirigida a neutralizar situaciones de riesgo, que generan un mayor atractivo al infractor.  García-Pablos de Molina, considera que la Psicología Comunitaria podría intervenir en escenarios criminógenos, remodelando la convivencia urbana y propiciando un sentido de comunidad.

    La tendencia moderna de la criminología empírica es la prevención comunitaria. Y el rol activo y dinámico de la víctima. De ahí que la Prevención Victimal, consiste en alertar a la víctima potencial del riesgo, sugiriéndole, a la vez, medidas de prevención.

    Pero el mejor instrumento preventivo a la criminalidad es la Política Social, referida a Programas de Lucha Contra la Pobreza. Una Política Preventiva comprendería una revisión de valores sociales, condenar el éxito económico rápido, fácil y mediocre. Además, aportar pautas de conducta y modelos y una nueva cultura.

    Los paradigmas de respuesta al delito suelen ser disuasorios, dirigidos a prevenir la criminalidad. Resocializadores, buscan reinsertar y rehabilitar al infractor. Y los integradores, buscan la reparación del daño, la conciliación y pacificación de las relaciones sociales.

    Se extrae de la obra de García-Pablos de Molina, que la criminalidad es un fenómeno social complejo, dinámico y colectivo. Argumenta que los pilares ideológicos de la criminología tradicional se encuentran en crisis. El crimen, sostiene, ha perdido sus connotaciones patológicas. Por lo que la moderna criminología parte del postulado de la «normalidad» del delincuente.  Además, la víctima ha cobrado un merecido protagonismo.

    En suma, la moderna criminología presenta un giro sociológico. El hecho delictivo, se contempla como mayor realismo. Se prima, en la intervención contra el crimen, la prevención. Esto reclama una Política Social, que incida en los factores que favorecen y configuran el crimen. Y el paradigma ideal de respuesta al delito es el Modelo Integrador, que comprende la reparación del daño, conciliación de las partes, pacificación de las relaciones sociales y solución del conflicto que delito exteriorizo.

    La criminología moderna, goza de mayor autonomía frente al Derecho Penal. En ella, hay un rechazo al Modelo Positivista. La investigación criminal se desplaza, de las perspectivas biológicas o psicológicas a planteamientos socio criminales. El crimen se enfoca desde el mundo del desviado. El Análisis Criminológico incluye a la víctima, el denunciante, la policía, el procedimiento penal, etc. En ella se da un creciente protagonismo de la víctima. En general, hay una problematización del concepto de «delito». Se dan preferencias temáticas por ciertas formas de delincuencia y criminalidad.

    La moderna criminología apuesta por la transformación de estructuras sociales. Además, existe un escepticismo en cuanto explicar el comportamiento desviado. Se acentúa la prevención del delito. El crimen, es otra cara de la convivencia, Se critican las estadísticas oficiales. El pensamiento criminológico es más dinámico e interaccionista.

  • Relato de Manuel Alcántara. «Qué hace el viento cuando no sopla».

    Relato de Manuel Alcántara. «Qué hace el viento cuando no sopla».

    Por.  Manuel Alcántara Sáez.

    Hay días extraños en los que no ocurre nada o al menos así lo parece. Los sucesos fluyen siguiendo una partitura que no está clara quién la escribió, pero el orden en su devenir evita cualquier incertidumbre. Eso es algo siempre de agradecer. No es entonces que no acontezca ningún asunto, sino que lo que sucede es previsible. Entonces se tiene la impresión de cierto vacío donde la normalidad constituye un certificado que hace las veces de un salvoconducto para seguir adelante. Al parecer es de lo que se trata.

    Otra cosa es la búsqueda de un rincón para encontrar un lugar donde la pasividad se instale en la faena rutinaria. Una atalaya para mirar el acontecer o un recoveco para ensimismarse. Una tribuna solitaria desde la que ver pasar el día o una guarida ermitaña para la introspección. La observación y la meditación. Dos formas de ejercitar la inacción que se llevan a cabo sin apenas conciencia. En ambas él se siente espectador. Su ejercicio, no obstante, puede tener mucho que ver, al menos en lo referido a la meditación, con cierta ritualidad, pero, sobre todo, por el hecho de que la mirada cuando se observa es hacia fuera mientras que la que se ejercita en el acto de meditar es hacia dentro.

    Hay quehaceres que son silenciosos y cuya práctica es en extremo discreta. No hay testigos de su ejecutoria y solo la mano experta reconoce la autoría de sus resultados. A veces, incluso lleva tiempo para que la eficacia debida se plasme en un efecto concreto. Nadie reconoce al autor que queda sumido en el anonimato dándose lugar a una situación en que pareciera que las cosas se hacen poco menos que milagrosamente o como consecuencia de fortuitas coincidencias. Por el contrario, en ocasiones la acción lo es todo. La labor justifica la vida.

    En otras circunstancias, sin embargo, las labores se llevan a cabo a bombo y platillo. La notoriedad del ejecutor es clara con independencia de la naturaleza de la obra. Su firma es garantía del buen resultado final y se exime de todo control sobre lo realizado que verifique la efectiva bondad del proceso. El ruido publicitario del quehacer es predominante porque la maquinaria propagandística vive para ello, a la vez que la audiencia casi siempre tiene claro cuáles son los pasos seguidos que produjeron el resultado deseado.

    Hay diferentes significados que acompañan a acciones diversas que cada cual interpreta a su manera y le da importancia variopinta. El instrumento que acompaña la actuación tiene una relevancia notoria. Es cosa bien sabida que en la algarabía digital la indignación se oye mejor que otras voces. El nuevo escenario tecnológico se alza como un resorte permanente donde el ensimismamiento individual predomina, pero los contenidos van dejando poco a poco su poso. Nadie mira al resto de la concurrencia y, lo que resulta peor, ni siquiera las parejas se someten al escrutinio de sus miradas furtivas.

    El silencio es un lujo y aunque en días de tormenta los truenos lo interrumpen el momento es efímero pues después de la tempestad siempre llega la calma. Distraído, el espectador se pregunta por el lugar donde se escondían aquellas nubes que en poco tiempo oscurecieron el cielo y que terminaron produciendo aquel estruendo. No importa que sepa que los nubarrones no son el origen de los truenos por mucho que su presencia casi siempre los acompaña. ¿Por qué se producen acciones cuyo origen es confuso y además nada predice su acontecer? ¿No es menos cierto que los actores desaparecen cuando su quehacer es prescindible o no tienen un papel asignado?

    El oleaje bate contra el farallón que se ha ido desmembrando con el paso del tiempo. El viento es el principal artífice del efecto, aunque las mareas desempeñan eficientemente su tarea. La calma chicha es el escenario habitual donde impera la tranquilidad cuando el viento se esconde. Si, además, la luna impone su imperio con menor vigor el resultado se engrandece. No hay apenas nuevas oportunidades para variar el panorama. Solo la persistente acción contaminadora de la humanidad puede alterar el desenlace que conllevan océanos sin oxígeno con corales de plástico.

    Todo resulta un entramado de pasajes que enredan formas vicarias de vitalidad. Para muchos la vitalidad se alcanza llenando la mente con pensamientos que afirman la vida, pero no es siempre así. El espectador no tiene duda de ello, quizá porque nunca le han respondido a la pregunta que formuló a su abuelo acerca del sentido del hielo cuando desaparecía en un vaso de agua enfriando al unísono su contenido, ni menos aun a la razón de ser del viento cuando no sopla. ¿Deja de existir? ¿Muere? O, simplemente, ¿se esconde?, pero si es así ¿dónde?, ¿durante cuánto tiempo?

    Tiene la cara sombría, el ceño con el que se levantó no ha desaparecido. Su madre le dijo una vez que no pensara tanto. Luego le insistieron en aquello de obras son amores y no buenas razones. Más tarde intentaron ordenar su cabeza con resultados dudosos en los que el ejercicio de la razón era prominente. Durante años se enredó entre el escepticismo y el estoicismo. El existencialismo fue otra etapa. Ahora lo conminan a que celebre la faceta inasequible de la vida adoptando una posición que lo acerque a las emociones. Sin embargo, desbordado por los sentimientos, su melancolía permanente lo inhibe. El incógnito paradero del viento cuando no sopla tiene la culpa.

  • EL ROL LIBERADOR DEL EDUCADOR COMPROMETIDO.

    EL ROL LIBERADOR DEL EDUCADOR COMPROMETIDO.

    Por: Luis Arnoldo Colato Hernández, Educador.

    ¿Qué es un educador?

    A esa pregunta Ralf Emerson responderá, “Aquel que hace fácil lo que parece imposible”.

    Los griegos los llamaron Mentores, para los romanos eran Modeladores; para nuestros ancestros nahuas eran los Guías, quienes establecen la senda a seguir.

    Para todos ellos, sus vidas son ejemplares, dignas de ser imitadas, las que marcaron la pauta.

    Digamos entonces, para desmitificar sus figuras, para humanizarlas, ubicándolas en el plano de lo humano, que son simplemente personas con sus virtudes y defectos que desarrollan como particularidad un alto compromiso social, entregándose sin esperar nada a cambio, dando todo de sí en el propósito de ofrecer alternativas viables y humanizadoras a quienes se denomina ahora, educandos.

    Aquellos que son sus discípulos.

    Los actuales modelos dominantes los ubican como meros instructores, es decir, no ya como el que modela en base a normas, saberes y buenas maneras para determina la pauta conductual, sino más bien como él refiere una conducta admisible bajo el esquema: “se educa en el hogar, se instruye en la escuela”, implementando a rajatabla el programa a seguir, no ya como producto de un diseño personal establecido para la particular situación que supone la realidad de su escuela, del espacio laboral en el que se ejerce la docencia, sino siguiendo el que establece de manera centralizada el estado, que responde mediante estrategias prediseñadas, subrogando al sistema educativo, al papel de crudo subproducto del modelo económico que es el que realmente define el camino a seguir.

    Dicho de otro modo; la gran labor del educador dirigida a favorecer la emancipación de los pueblos, es suplantada por el desarrollo de un programa establecido por burócratas altamente ideologizado política y económicamente, en términos de favorecer los intereses del modelo y no lo ciudadano, lo que podemos apreciar en el rompimiento con los valores tan apreciados en el pasado, donde la organización, la solidaridad, el conocimiento de la ley, son por completo abandonados, para en cambio favorecer entre los educandos, la competencia y el individualismo, adversos por definición al trabajo en equipo y la defensa de los grandes intereses comunes y cívicos, criminalizando a quienes lo hacen mediado la negación de fundamentales derechos.

    Así, el derecho al libre pensamiento, a la reunión, a la libre expresión, a la organización, a la defensa del derecho mismo, etcétera, son penalizados desde el mismo modelo educativo, que lo hace así promoviendo la competencia a mansalva, sin valores y sin cooperación, donde la memoria y el banquismo marcan la pauta, y la iniciativa, el trabajo en equipo, el genio creativo, la curiosidad y la duda, son simplemente descartados, favoreciendo lo individual por encima de cualquier esfuerzo alimentado por el deber cívico.

    Lejos quedaron los días en los que la creatividad emancipadora de los educadores comprometidos estableció la senda, donde los Edmundos Dámicis, los Salvador Flores, Platón, Vives, Comenio, Montessori, Alain y demás educadores, eran sinónimo de liberación, marcaron la pauta, enseñaron el camino, establecieron la senda, fueron ejemplo de vida a seguir.

  • Libro: PERFILES CRIMINALES.

    Libro: PERFILES CRIMINALES.

    POR: JOSÉ GUILLERMO MÁRTIR HIDALGO.

    El psicólogo y criminólogo español, Vicente Garrido Genovés, publica “Perfiles Criminales: un recorrido por el lado oscuro del ser humano”, en el dos mil doce. La obra consta de tres partes: en la primera, presenta categorías de criminales, la técnica del perfil criminológico y la autopsia psicológica. En la segunda parte, se estudian criminales destacados. Y la tercera parte, presenta las cualidades que debe tener un perfilador.

    Garrido Genovés, inicia presentando el trastorno psicopático de la personalidad. En el ámbito interpersonal se caracteriza por su encanto superficial, su narcisismo y su grandioso sentido de autoestima. La faceta afectiva se define por la falta de sentimientos de culpa, la ausencia de empatía y emociones superficiales. Por el flanco de la conducta se marca la irresponsabilidad, la búsqueda de excitación, la impulsividad, la falta de metas realistas y el vivir a costa de los demás. Finalmente, en la faceta antisocial se distingue por la falta de auto control, los problemas de conducta, la delincuencia juvenil, la versatilidad delictiva y el quebrantamiento de la libertad condicional. El tipo de violencia más susceptible de ser usada por los psicópatas es la violencia instrumental (cool violence), aquella que se emplea como medio para conseguir otra meta. Aunque, también puede incurrir en la violencia reactiva (hot violence), aquella que es respuesta a una amenaza percibida o una provocación.

    Anatoli Onoprienko, Terminator o El Diablo de Ucrania, mató a cincuenta y dos personas. Se sentía como alguien especial, este narcisismo, es característico en los psicópatas criminales. Henry Holmes fue el primer asesino en serie de Estados Unidos, confesó veintisiete asesinatos. Era médico y administraba una farmacia, además, regentaba un hotel de tres pisos en la Ciudad de Chicago, el cual fue escenario de sus crímenes. Holmes mostraba una máscara de absoluta normalidad.

    El perfil criminológico es la disciplina de la ciencia forense que, se ocupa de analizar las huellas del comportamiento en una escena del crimen. Con objeto de proveer información útil a la policía, para la captura de un delincuente desconocido. La escena del crimen es, el área en la que ha tenido lugar un acto criminal, constituye el corazón del perfilamiento. En la escena del crimen hay que prestar atención al modus operandi, que se refiere al “como” del delito, es decir, la manera de comportarse de un criminal. Y a la firma del delincuente, el “por qué” del delito o motivación del delincuente.

    Se encuentran en los asesinos en serie la gran categoría emocional central como es el control, la necesidad de dominar, querer trascender y aspirar a ser algo más que ser humano.

    El perfil geográfico, es el modelo estadístico de perfilamiento de la Psicología Investigativa de David Canter. Parte que los agresores sexuales o asesinos en serie, están constreñidos por los lugares que conforman su vida ordinaria. La zona de confort, es el lugar preferente para cometer los crímenes. La Zona de seguridad, es la distancia desde su casa hasta el comienzo de la zona de confort. En base a lo anterior tenemos a los delincuentes “merodeadores”, en referencia a alguien que sale a cazar y regresa a su madriguera. Y los delincuentes “viajeros”, criminales que prefieren marcharse lejos de donde viven para cometer sus asesinatos. Para realizar un perfil criminológico se examina la escena del crimen, el modus operandi, la firma del delincuente, el contexto situacional, la geografía y la victimología.

    El desarrollo del perfil criminológico ha pasado por las siguiente etapas: la primera etapa aparece en los años cincuenta del siglo veinte, fue protagonizada por psiquiatras y psicoanalistas que elaboraban el perfil a partir de la evaluación psicopatológica. En la segunda etapa, la Unidad de Ciencias de la Conducta (UCC) de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), aplica conocimientos de psicología y criminología a sus tareas de investigación criminal. La tercera etapa se desarrolla en la década de los noventa, con la Psicología Investigadora de la Universidad de Liverpool con David Canter, el perfil geográfico determina el lugar de residencia de un criminal desconocido mediante el estudio espacial de la escena del crimen. Y en la cuarta etapa, el modelo interdisciplinar conocido como Apoyo Conductual para la Investigación (BIA), en donde los consultores realizan su tarea trabajando con los policía, adquiriendo conocimientos conductuales.

    El problema fundamental del perfilamiento es, convertirse en una disciplina. La principal dificultad de su validez y eficiencia se relaciona con el problema de la consistencia, el actuar del criminal en las diferentes escenas de crímenes y la proyección de su comportamiento en ellas. La “Abducción” es, el proceso hipotético por el que el perfilador realiza el paso del estudio de la escena del crimen a la descripción del delincuente desconocido. Las inferencias abductivas corresponden con organizar la información dentro de un todo orgánico que encaje dentro de una trama de acciones y eventos. El perfilador crea una narración que supone un impulso en la dirección correcta, hacía la resolución del caso o captura del delincuente desconocido. La pregunta que inicia todo es, ¿Por qué se ha convertido este crimen en este lugar y momento y con esta víctima?

    Una de las grandes aplicaciones de la metodología del perfil es, estudiar la posibilidad de que dos o más asesinatos estén vinculados o relacionados. El modelo de integración es a través del modus operandi, conductas de rituales o expresivas, la firma, la victimología y la conducta espacial o geográfica. En la actualidad, las bases de datos son relevantes para la vinculación entre diferentes delitos. El Sistema de Apoyo de la Investigación Conductual, almacena los registros de muchos delincuentes convictos. El investigador define las acciones de un nuevo delito no resuelto, el sistema otorga a cada delincuente registrado un valor. Los primeros puestos se convierten en posibles sospechosos. También, este sistema se emplea para inferir el perfil de un delincuente desconocido.

    La autopsia psicológica busca esclarecer el relato autentico de los hechos, en casos de muertes de origen dudoso. Distinguiendo si fueron producto de fenómenos naturales, producto de un accidente, de un suicidio o de un homicidio. La autopsia psicológica intenta recrear la personalidad y el estilo de vida de una persona fallecida y las circunstancias de rodearon su muerte. Para ello se entrevistan a amigos, familiares, compañeros de trabajo del fallecido. Se analizan todo tipo de registros y documentos. Se cruza la información resultante, para obtener un escrutinio fidedigno. Igualmente, la autopsia psicológica puede ser de ayuda terapéutica para aquellos que sobreviven al intento de matarse. Estos, generalmente quieren y necesitan hablar de lo que hicieron, por qué lo hicieron y como se sienten ahora que han sobrevivido. Ha de escribirse un informe con los siguientes apartados: propósito de la evaluación, fuentes de información, resumen de los hechos, factores significativos, análisis psicológico integrador y conclusiones.

    El delito de secuestro, es uno de los menos estudiados en criminología. Los principales motivos son: intercambiar a la víctima por dinero, deseo de dañar a la víctima o matarla y deseo de quedarse con la víctima. La tipología del secuestro es la siguiente: secuestro doméstico, es un secuestro intrafamiliar. El secuestro predatorio de una víctima adulta, para satisfacer el deseo de un delincuente. El secuestro predatorio de una víctima infantil, para satisfacer el deseo de un delincuente. El secuestro económico, para obtener una ganancia económica. Y el secuestro por venganza, para castigar un agravio real o percibido.

    Los secuestros de recién nacidos ocurren para satisfacer el deseo de ser madre y por la necesidad emocional de resolver un matrimonio que hace olas. En los secuestros de niños de un mes a doce meses, predominan los móviles emocionales y corren mayor riesgo los varones. En los secuestros de niños de uno a dos años, prevalecen los motivos emocionales, los varones tiene más probabilidad de ser víctimas. En los secuestros de preescolares, de tres a cinco años, las causas emocionales predominan, pero, aumenta el móvil sexual. En los secuestros de escolares, de seis a catorce años, predominan las razones sexuales, siendo las niñas las potenciales víctimas. En los secuestros de adolescentes, de quince a diecisiete años, predominan las causas económicas y emocionales, tanto chicos como chicas son potenciales víctimas.

    Lagan y Levin examinaron casi diez mil delincuentes sexuales liberados de prisión, solo el doce por ciento de ellos había vuelto a cometer un delito sexual. Países del ámbito anglosajón, han introducido leyes que exigen el registro oficial de delincuentes sexuales. También, se emplea de modo creciente los oficiales de libertad condicional y el arresto domiciliar con supervisión electrónica. Con esto, estigmatizan su presencia en el barrio, las reglas limitan su capacidad de relación e interacción social, lo que provoca barreras a su reintegración. Los agresores sexuales con mayor riesgo de reincidencia son lo que tienen diagnóstico de psicopatía.

    En la actualidad, existen dos sistemas de diagnóstico de la psicopatía. El Manual Estadístico y Descriptivo de los Trastornos Mentales (DSM), incluye a los psicópatas en el Trastorno Antisocial de la Personalidad. Y la Psychopathic Check List Revised (PCL-R) de Robert Hare, en el que el Factor 1 mide los aspectos de la personalidad clásica de la psicopatía y el Factor 2 evalúa la conducta social y la impulsividad.

    Las estrategias más prometedoras del tratamiento de agresores sexuales son de naturaleza psicológica, la orientación cognitivo-conductual, que consiste en enseñar al sujeto a controlar su impulso desviado, a evitar situaciones de alto riesgo y a no emplear justificaciones para cometer delitos. La Castración Química consiste en administrar sustancias vía oral o intramuscular, reduciendo la testosterona, con lo cual se disminuye el deseo sexual.

    El incendiario es el responsable de la provocación de fuegos. El pirómano es el sujeto que tiene este diagnóstico psiquiátrico. Los incendiarios también dejan rastros, modus operandi y firma. La tipología de incendiarios es la siguiente: por beneficio o lucro, por animosidad o venganza, por vandalismo, por excitación, para ocultar un crimen, por razones políticas y por piromanía. La piromanía no suele considerarse parte de una enfermedad mental, cuando sucede, se da dentro de un cuadro de esquizofrenia, epilepsia, discapacidad y retardo mental. Los Trastornos Antisocial e Histriónico de la Personalidad son muy habituales en los incendiarios. La Psicología Investigadora de David Canter considera que los incendios podrían explicarse mediante dos “facetas”: incendios orientados a las personas e incendios dirigidos a objetos o cosas, así como modo expresivo en la comisión del incendio o modo instrumental. De lo cual se exponen cuatro tipos de incendiarios: incendio expresivo/persona, los autores cuentan con historial psiquiátrico. Incendio expresivo/objeto, los incendiarios son reincidentes. Incendio instrumental /persona, hay historias de incompetencia social en sus causantes. Incendio instrumental/objeto, los autores son adolescentes.

    El Análisis Lingüístico Forense realizado por James R. Fitzgerald, de la Unidad de Ciencias de la Conducta (UCC) del FBI, atrapo al Unabomber, Ted Kaczynski. El propósito de Análisis Lingüístico es determinar si dos textos pueden ser atribuidos a una misma persona. Puede emplearse para determinar la autoría de un documento de extorsión o chantaje.

    Los asesinos múltiples de un solo acto o asesinos de masas, matan a varias personas en un solo acto o cadena de acontecimientos. Su comportamiento homicida es un intento desesperado de recuperar el control. Esto implica una situación previa que le ha desestabilizado profundamente.

    Pere Puig, El Tirador de Olot, entro en un bar, mató a dos persona, los dueños de la empresa donde trabajaba, luego, se dirigió al banco y mató a dos empleados. El motivo era que la constructora adonde trabajaba le debía dos pagos extras. El asesinato de los empleados bancarios tuvo el mismo móvil.

    Ander Breivik mató a ocho personas en un atentado con explosivos en la Ciudad de Oslo. Y luego mató a balazos a sesenta y nueve personas en la Isla de Utoya. Su manifiesto considera que el liberalismo y el multiculturalismo están destruyendo la civilización occidental. Breivik expresa un odio hacía los musulmanes, a los que considera invasores de Europa.

    El psiquiatra José Diego Yllanes Vizcay asesinó a Nagore Laffage Casasola, porque resistió su intento de fornicarla y fuera de sí la golpeo hasta hacerla sangrar. Al darse cuenta que Nagore había llamado a SOS Navarra, vuelve a golpearla y la arrastra al baño y en un éxtasis vengativo aprieta el cuello de Nagore hasta que acaba con su vida.

    Eliot Ness, después de su puesto en el Gobierno Federal, llega a Cleveland como director de seguridad. Aparece el asesino en serie denominado “El Torso” o “Asesino de los Torsos de Cleveland”, quien decapitó a trece personas. Ness y el director del laboratorio policial, David Cowles, sospechan del doctor Francis Edward Sweeney, psicópata con síntomas de esquizofrenia. Todo lo que tienen es circunstancial. Sweeney se interna en el Hospital Sandusky y El Torso no vuelve a matar.

    David Berkowitz, “El Hijo de Sam”, confesó haber asesinado a seis personas y haber herido a otras siete en ocho tiroteos. Declaró que un demonio había poseído al perro de su vecino que le ordenaba cometer los asesinatos. Fue condenado a cadena perpetua. En la cárcel, Berkowitz se convirtió al cristianismo. Garrido Genovés considera que no es una conversión verdadera, es una estrategia de supervivencia, porque de esta manera tiene un poder del que carecía por completo.

    Dennis Lynn Rader, se autonombraba BTK por las palabras inglesas Bind, Torture and Kill (atar, torturar y matar). Asesinó a diez personas. Se caso con Paula Diezt, quien desconocía que su devoto y ejemplar marido, se dedicaba a buscar víctimas montado en su coche. Rader era un psicópata perfectamente integrado. Las cámaras de seguridad lo graban cuando va a dejar una caja a KAKE-TV, una estación de televisión de Wichita, Kansas. Randy Stone, informático, no tarda en encontrar una rastro hasta la Iglesia Luterana de Whichita. Cuando teclearon en Google apareció Dennis Rader, presidente de la Congregación Eclesiástica. Basto unas células de una citología de su hija mayor, para comprobar que el ADN de las escenas de los crímenes era coincidente con el de Rader.

    El coronel Rusell Williams, estrella de la Fuerza Aérea de Canadá, asesinó a dos mujeres, asaltó sexualmente a otras dos y entró a la fuerza a ochenta y dos casas para roba interior femenina.

    Douglas Preston, escritor estadounidense y Mario Spezi, periodista italiano, escriben una novela policíaca sobre El Monstruo de Florencia. También conocido como El Maníaco de las Parejas, asesino en serie activo en la provincia de Florencia entre mil novecientos sesenta y ocho y mil novecientos ochenta y cinco. Asesinó a parejas jóvenes aisladas, dejando una estela de catorce cadáveres. La identidad del autor de los crímenes y los motivos no están claros. Pese a ello, se condenó a varias personas por los asesinatos. Aunque, Preston y Spezi consideraron que Antonio Vinci era El Monstruo de Florencia.

    Los Ángeles de la Muerte, son profesionales que cuidan a personas vulnerables y enfermas que se convierten en asesinos de esas mismas personas. El Doctor Harold Shipman, “El Doctor Muerte”, asesinó a dos cientos dieciocho pacientes. Fue condenado por los asesinatos de quince pacientes por sobredosis de morfina. Se ahorcó en su celda.

    Robert Rubane Diaz, “El Asesino de la Lidocaína”, asesinó a una docena de ancianos indefensos en su camas de hospital, inyectándoles dosis letales de lidocaína.

    Joan Vila Dilmé, “El Celador de Olot”, autor de once asesinatos cometidos en la Residencia Geriátrica Fundació La Caritat de Olot, mediante cócteles de barbitúricos y fármacos vía oral y sobre dosis de insulina vía intravenosa. A las últimas víctimas, les hizo beber legía o les inyectó acido desincrustante y otras sustancias corrosivas.

    En el Hospital de Lainz, Viena, cuatro enfermeras, “Enfermeras de la Muerte”, mataron a cuarenta y nueve ancianos mediante sobre dosis de morfina o inyectándoles agua en los pulmones.

    Los requisitos del perfilador, según Ray Hazelwood, reconocido exagente del FBI, son experiencia en la investigación criminal, comprensión de la conducta y de la motivación humana, capacidad para el razonamiento objetivo y amplitud perceptiva o intuición. Los presupuestos y técnicas utilizadas cambian según trabajemos con los principios de la Escuela del FBI o con la Escuela de Liverpool de David Canter y colegas. El método del FBI es el siguiente: una vez recogidos los datos de la escena del crimen, el perfilador contrastas con su experiencia, lo que conoce de otras escenas del crimen similares y llega así a un perfil del autor. La Escuela de Liverpool, se basa en las posibilidades que se derivan de investigaciones experimentales previas, resultado de aplicar la metodología estadística. Cuando estos autores elaboran perfiles, echan mano de las relaciones empíricas que la estadística ha señalado en investigaciones previas. Una tercera vía es el “Análisis de la Evidencia”, método muy cercano a la propuesta de Brent Turvey, en su método “deductivo”: centrarnos en los datos que aparecen en la escena del crimen, sin forzar ningún elemento del perfil. El pensamiento lógico y objetivo, tiene mucha más relevancia que la experiencia en la investigación. La capacidad de observación rigurosa comprende, fijarse en todos los detalles y una visión de conjunto. A la vez pensar con coherencia, estructura y rigor lógico. El pensamiento lógico es la capacidad de derivar una secuencia de hechos e hipótesis de acuerdo a la condiciones antecedentes. Una vez que aparece la firma o motivación, se quiere mostrar superioridad o reconocimiento. El pensamiento lógico obliga a preguntar ¿Qué tipo de persona puede querer reconocimiento social? Y los conocimientos de psicología criminal, asesinato serial y datos de la escena del crimen tienen que ayudar a derivar el perfil.

  • Novedad: “Crónicas de la Memoria”. Nuevo libro de Marcelo Valko.

    Novedad: “Crónicas de la Memoria”. Nuevo libro de Marcelo Valko.

    El investigador sobre genocidio indígena y afrodescendiente Marcelo Valko acaba de presentar en la Feria del Libro de Buenos Aires su último libro: “Crónicas de la Memoria” que lleva como subtítulo “Signos, Arquetipos y Ancestros”. Como si fuera parte de un mandato ancestral, el autor que, desde hace décadas investiga las crueldades de nuestra historia descubre de modo casual que su abuela fue sirvienta del secretario privado de Julio Roca. En aquel entonces, en la ciudad próxima a sus enormes campos, aquel funcionario que supo enriquecerse y escalar, llevaba a su padre, un niño de 9 años a escuchar misa en bancos que tenían grabado el apellido del estanciero. En esa misma localidad, en 2012 Marcelo Valko participa en el reemplazo de la calle General Roca por Pueblos Originarios. Cuando su abuelo emigró a la Argentina en 1928, vino a trabajar a General Conesa, Río Negro, que en tiempo de la Conquista del Desierto fue un «Depósito de Indios», es decir, un campo de concentración a donde Valko luego dicto cursos sobre el espanto perpetrado allí por los que siempre tuvieron la sartén por el mango. ¿Meras coincidencias de la cartografía familiar? ¿Qué significa ese legado sutil de la gente que nos precede y que llevamos en nuestros genes? Para desentrañar esos vientos ancestrales, el libro se propone desentrañar indicios y memorias, como postales de aproximación que nos hablan desde un territorio de inquietantes arquetipos. Saber mirar es la cuestión y el autor lo consigue mediante una narrativa entrañable, espontánea y directa.

    Toda memoria busca ser rescatada del olvido, también los signos. Ambos, tejen una trama compleja a nuestro derredor, en ocasiones se asoman en sueños como sombras para comunicar secretos que guardan relación con nuestra historia y lo que traerá el mañana. En una época incierta donde la desmemoria y la posverdad evaporan toda razón, estas Crónicas abordan una constelación de signos de un alfabeto muy vasto, que desde la historia personal se derrama en lo social. Al igual que sus anteriores libros, se trata de una propuesta más que interesante que atrapa al lector ya desde sus primeras páginas con signos y narraciones que vienen de lejos. Dado que se trata de un viaje íntimo por las huellas ocultas de la historia, no puedo menos que terminar esta semblanza de “Crónicas” con aquella frase que suele utilizar Valko que ya es su firma registrada: “es lento, pero viene…”

  • LIBRO: Zygmunt Bauman: Mi vida en fragmentos.

    LIBRO: Zygmunt Bauman: Mi vida en fragmentos.

    Por: Manuel Alcántara Sáez.

    Zygmunt Bauman falleció en 2017 a la edad de 92 años. Su obra se inserta, en cierto sentido, en contra de la corriente algo más mayoritaria que en su generación apostó por un fuerte contenido empírico de la Sociología. Sus aportaciones a la conceptualización de la posmodernidad a la que él denominó «modernidad líquida» dominaron buena parte del debate académico a partir de finales del siglo XX. Su obra es extensa y obtuvo, entre otras distinciones, el premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades en 2010. Su labor docente la llevó a cabo en Polonia y en el Reino Unido. En este último país estuvo vinculado durante cuatro décadas a la Universidad de Leeds.

    Isabela Wagner publicó la única biografía de Z. Bauman existente hasta la fecha en 2020 que fue traducida al español dos años más tarde y editada por Paidós en Barcelona. En este caso no se trata de la autobiografía de Z. Bauman aun cuando de los siete capítulos de la obra tres sean claramente autobiográficos centrándose sobre todo en su infancia en Polonia y en los años en que se refugió en la Unión Soviética con su familia desde 1939 hasta finalizada la Segunda Guerra Mundial. Los restantes capítulos, como se señala en la introducción, son páginas en las que no es un intelectual que habla sobre el mundo, sino una persona que está haciendo una confesión al modo típico en que lo hacen quienes ya han entrado en la recta final de su vida. Alguien que confiesa que «con la edad, uno va adquiriendo una tendencia creciente a experimentar epifanías… En la vejez, la identidad comp promesa del futuro ya no está disponible»».

    Hay fundamentalmente tres aspectos de esta obra que han llamado mi atención por encima de todo. El primero tiene que ver con la idea de que «toda la vida es un exilio». Por ello, Bauman sostiene que narrar la vida propia es lo mismo que declararle la guerra a la alienación o proclamar con atrevimiento que el exilio nunca ocurrió. El peso de su ascendencia judía -que choca con la posición crítica que mantiene con respecto a Israel, la reivindicación de su carácter nacional polaco («la polonidad es mi hogar espiritual, la lengua polaca es mi mundo»), su militancia como comunista convencido de lo que más tarde se retractará («la producción en masa de hipocresía fue una característica inseparable del comunismo soviético») y su inmersión en el mundo anglosajón configuran contextos que lo definen en la complejidad más absoluta. De ahí que el asunto de la identidad sea algo central en sus reflexiones

    El segundo aspecto se refiere a su inserción en el mundo de la Sociología («un amor a primera vista» como la Filosofía y la Historia Social) a la que se refiere como «un modesto participante secundario en la conspiración tecnológica». Si bien está lejos de acusar a la disciplina de haber causado el «sesgo tecnológico» que priva a la vida de su encanto y también de su no menos humano tormento y sufrimiento. Añade: «acusarla de ello se ría lo mismo que dar crédito (directo o indirecto) a sus pretensiones y restaurar el hundido pedestal sobre el que se ha colocado ella solita (¿o sobre el que la han colocado otros?)». Su escepticismo le llega a escribir: «Sociología; `ciencia social`; ¿cuándo se transformó en mentira aquella esperanza inicial con la que nació? ¿Se convirtió en una mentira practicada a conciencia? Y si es así, ¿cuándo?».

    El tercer aspecto se refiere al cuestionado papel de la memoria tan presente en su propia vida porque no es lo mismo invalidar conocimientos que desacreditar recuerdos, máxime cuando el recuerdo de su vida no presenta agujeros y, añade, «si hubiera alguno, no correspondería a mi vida… si vuestra memoria hubiera retenido algo que la mía eludió, ese algo forma parte de vuestra vida, no de la mía». Además, «si en ocasiones faltan los hechos, la imaginación acude rauda a llenar el vacío». «Supongo que escribir memorias es un acto de desesperación».

    Son aspectos que constituyen una mínima penetración en un libro que contiene numerosos recovecos de plena actualidad con relación al deterioro de la democracia, el sentido de la vida como búsqueda de la dignidad y de dejar rastro, el papel de la esperanza, la polarización entre el bien y el mal, la inadecuación personal, tan común en el mundo de la modernidad líquida, entre otros. Si los escritos de Z. Bauman continúan teniendo plena vigencia este libro contribuye en gran medida a la reivindicación de su relectura bajo el prisma de las preocupaciones, si no obsesiones, intelectuales del autor.

    Zigmunt Bauman (2025). Mi vida en fragmentos. Paidós. Barcelona. 284 págs. ISBN: 978-84-493-4349-0

  • LIBRO: LA MENTE CRIMINAL.

    LIBRO: LA MENTE CRIMINAL.

    POR: JOSÉ GUILLERMO MÁRTIR HIDALGO.

    Vicente Garrido Genovés es un criminólogo, psicólogo y escritor español, publica “La Mente Criminal: la ciencia contra los asesinos en serie”, el dos de julio de dos mil trece. La tesis que sostiene en dicha obra es que, el asesino en serie, quiere ser otra persona, alguien capaz de ejercer una influencia brutal en su ambiente, una influencia que le proporcione una nueva identidad. El Yo asesino se convierte en la persona que realmente es, mientras que, la identidad externa, le sirve para pasar desapercibido.

    El libro de Garrido Genovés presenta tres grandes ideas. La primera, es un catálogo de monstruos que han vivido y todavía viven entre nosotros. Gustavo Romero, asesino en serie español, convicto por matar a dos mujeres jóvenes y a un hombre joven es capturado por la declaración de su mujer ante la policía. No por piedad o conciencia de las familia que sufrían, sino, porque no puede tolerar que Romero se vaya con otra mujer. Alfredo Galán, el asesino de la baraja, presenta su propio modus operandi: arrancaba su auto, escogía una zona donde circular, va escaneando, una vez seleccionada la víctima detenía el auto y sin mediar palabra, le disparaba en la cabeza. Galán utilizaba la baraja española, como parte de su firma. El asesino se entregó a las autoridades. Juan José Pérez Rangel, el asesino del parking, mato a mujeres rubias, elegantes y acomodadas, con mucho ensañamiento cruel. La enfermera Noelia Mingo, mató a cuatro personas con un cuchillo en una furia salvaje. Francisco García Escalero, mato a doce indigentes, producto de un abuso de drogas y una vida de vagabundo. David Berkowitz, “El hijo de Sam”, desafiaba a las autoridades mediante misivas. Tiroteo a trece personas y mato a seis, porque unos perros poseídos por el diablo le ordenaron que lo hiciera. Tony King, Tony Alexander Bromwich, estranguló a varias mujeres en Inglaterra y asesino a Sonia Caravantes y Roció Wanninkhof en España. Su ADN coincidió en las muestras tomadas en las escenas de los crímenes. La prueba de ADN y las huellas dactilares en las escenas de los crímenes permitieron atrapar a Daniel Harold Rolling, el destripador de Gainesville, Florida. El modus operandi de Remedios Sánchez, la asesina de ancianas, era el siguiente: contactaba a mujeres mayores a lugares públicos, se ganaba su confianza para acceder a sus domicilios, las golpeaba en la cabeza, las estrangulaba y les robaba dinero y joyas. Encarnación Jiménez, la mata viejas, acechaba sus víctimas, las golpeaba, las ataba y las mataba. Mercedes Aponte de Murano, conocida como Yiya Murano, mató a tres mujeres por envenenamiento por cianuro.

    La segunda gran idea del libro es, la presentación de los grandes aportes de la ciencia forense y la policía científica, en el develamiento de crímenes y autores de los mismos. Y la tercera gran idea, presenta comportamientos, motivos y personalidad de los asesinos seriales.

    La investigación de los asesinos seriales demuestra que, estos cruzan el límite de la fantasía para vivir por sí mismos la experiencia real de matar. El concepto de lo que es un asesino en serie ha ido cambiando con los años. Actualmente se aplica a quien mata al menos en tres momentos, en lugares diferentes y cada escenario del crimen, está separado con nitidez. El Departamento de Ciencia de la Conducta (UCC) de la Oficina Federal de Investigación (FBI), distingue dos tipos de homicidas múltiples. El asesino en masa (Mass Murderer), mata a cuatro o más personas en un solo acto y en un mismo lugar. Y el asesino en serie (Serial Murderer), inicia y finaliza en cada víctima un episodio discreto y diferenciado de violencia y pasa por un periodo de enfriamiento entre un crimen y otro. Los motivos que los lleva a matar son, según Jamie Fox y Jack Levin, sexo/sadismo, poder/control, venganza, lealtad, lucro y terror.

    El motivo de poder, se orienta a exaltar el control y el dominio. En la motivación sádica, hay un disfrute sexual provocado por el dolor y el miedo en la víctima. El fin último de todo asesino en serie es, tener el poder suficiente para imponer su fantasía, sobre una realidad que le disgusta profundamente. Hay asesinos paranoicos que buscan reprender a una organización o castigar a la sociedad entera. Por ejemplo, George Metesky, el bombardero loco, coloco explosivos en teatros, terminales, bibliotecas y oficinas, para protestar por la inseguridad de la Compañía Edison. Theodore Kaczynski, el unabomber, enviaba cartas bombas para protestar por una tecnología que deshumanizaba al hombre. Es poco frecuente que el asesino en serie busque lucro con sus crímenes. Una excepción son Los Asesinos de la Autopista, John Allen Muhammad y Lee Malvo, quienes pensaban matar a quienes se les antojara con el propósito de conseguir dinero rápido. Ejemplos de asesinato por lealtad y amor tenemos a Fred y Rosemary West, quienes violaron y mataron a doce mujeres jóvenes en Gloucester, Inglaterra. Y Charlene y Gerald Gallego, asesinaron a diez mujeres adolescentes en Estados Unidos.

    Hay diferencia entre un psicópata y un psicótico. Si está consciente que cuando realiza un crimen está arrebatando una vida humana, sin ninguna justificación y nada que lo obligue a hacerlo, el sujeto en cuestión esta cuerdo. El psicópata controla la realidad y la pone a su servicio. El psicótico tiene alterado su sentido de la realidad, sus actos homicidas son producto de su cerebro dañado. El psicópata es el ser humano más peligrosos que existe, la mayoría de las veces, está integrado a la sociedad. La psicopatía es un modo de ser, una personalidad especial, no una enfermedad mental o psicosis. Si el psicópata alcanza el poder, su capacidad de destrucción no tiene límites. Es una clara amenaza si lidera empresas y organizaciones, si tiene puestos de responsabilidad en la policía, hospitales, escuelas y gobierno. Cuando la violencia del psicópata se desata y no dispone de un puesto de poder para liberar esa tensión de modo que parezca legítimo, tiene muchas opciones de ser un criminal y un asesino en serie. La mayor parte de los asesinos en serie son psicópatas.

    Muchos son psicópatas sexuales. Por ejemplo, Jack El Destripador, a quien se le atribuyeron cinco asesinatos. Todas sus víctimas fueron degolladas con un cuchillo. Esto crímenes ocurrieron en barrio londinense de Whitechapel. La policía científica y la ciencia forense en esa época eran muy arcaicas.

    Karl Landsteiner, en mil novecientos, descubre los grupos de sangre humanos. Hasta mil novecientos quince, Leone Lattes desarrolla un test fiable para emplear los grupos sanguíneos en el ámbito forense. Scotland Yard creara su primer laboratorio de huellas dactilares, hasta mil novecientos uno. Lo que existía en tiempos de El Destripador era la antropometría. Se consideraba que era posible identificar y clasificar a las personas, mediante descripción de rasgos faciales y una serie de medidas corporales. Alphonse Bertillon, en mil ochocientos setenta y nueve, desarrollo un método para identificar a una persona y vincularla con un crimen. La criminología de la época, estaba gobernada por las teorías de Cesare Lombroso.

    El dactilograma o impresión de huellas digitales, son una serie de líneas agrupadas de un modo que, nos parece caprichoso y adoptan variadas formas. Las líneas, llamadas crestas papilares y las depresiones, surcos papilares. La suma de cretas y surcos constituyen el dactilograma o huella dactilar. A finales del siglo diecinueve, los científicos empezaron a comprender que, las huellas dactilares eran únicas en cada individuo. Las huellas latentes, son formadas por el sudor. Las huellas visibles, se encuentran en la escena del crimen. Y las huellas moldeadas, con menos frecuencia, son resultado de impresiones en superficies blandas.

    De la misma forma, la entomología forense, es la ciencia de la interpretación del desarrollo de insectos, como indicador del momento de la muerte y del proceso de descomposición del cadáver.

    La captura de Richard Ramírez, El Acechador Nocturno, fue una huella dactilar parcial que lo inculpo. Igualmente, los hermanos Albert y Alfred Stratton, asesinos de los esposos Forrow, fueron los primeros condenados en Gran Bretaña por asesinato basándose en huellas dactilares.

    A finales del siglo diecinueve Henry Faulds, William Herschel y Francis Galton, reconocieron las posibilidades de las huellas dactilares en la escena del crimen. Juan Vucetich y Edward Henry, crearon el sistema de clasificación de huellas dactilares. Al presente, la combinación de la dactiloscopia con el ADN, tiene unos efectos incriminatorios devastadores. Como el caso de El Monstruo de Machala, Gilberto Chamba Jaramillo, cuyo semen y huellas dactilares se encontraron en la violación y muerte de María Isabel Bascuñana. Los asesinos con móviles sexuales, prolongan el placer, mediante actos de dolor emocional o físico en la víctima. Llevando a cabo actos de sadismo, como Manuel González, El Loco del Chándal, ataco a dieciséis mujeres y mato a una de ellas.

    La psicopatía se divide en dos áreas: personalidad esencial que engloba falta de compasión y culpa; así como una vida irresponsable y antisocial. El test de Robert Hare, mide psicopatía en contextos forenses.

    El primer condenado en base a la evidencia de ADN fue El Estrangulador de la Zona Sur, Timothy Spencer. El análisis de los pelos, dista mucho de ser un análisis preciso como las huellas dactilares. Discrimina si el pelo es humano o animal, a que raza pertenece el pelo de una persona y de que parte del cuerpo precede.

    Después de los crímenes del El Destripador, la zona de Whitechapel sufrió una transformación importantísima en materia de seguridad e higiene pública. Por tanto, un asesino en serie, puede suscitar un efecto benéfico en una comunidad o en un país, como el caso de Muhammad Adam, El Asesino de la Morgue, en Saná, Yemen. Los ciudadanos entendieron que, los asesinatos no eran provocados por la nacionalidad de Omar, sino, por la corrupción y la ineptitud de las autoridades universitarias y de las instituciones de justicia.

    En mil novecientos veinte, Edmond Locard propone El Principio de Intercambio, indica que no existe una escena del crimen «limpia» y que cada interacción deja rastros que pueden usarse como evidencia. Modus Operandi, son los actos necesarios para consumar el acto y salir lo mejor librado de él. Conducta de Firma, es la expresión de la fantasía del asesino: su mundo emocional y las necesidades psicológicas del autor del crimen.

    El Principio de Locard se aplica a las huellas de comportamiento. La Unidad de Ciencias del Comportamiento (UCC) del FBI, es la encargada de elaborar perfiles de los asesinos en serie, de violadores reincidentes, de secuestradores de niños y otros delincuentes sistemáticos. Los perfiladores del FBI o Analistas de la Investigación Criminal, recogen datos de todo el país, relativos a los delincuentes violentos y elaboran pautas que luego pueden ser utilizadas en la elaboración de perfiles. El núcleo de la teoría sobre perfiles es que, la personalidad del asesino se refleja en la escena del crimen.

    El asesino organizado emplea artilugios para controlar a sus víctimas, oculta el cadáver desde el sitio en que ocurrieron los hechos, no dejan armas u otras cosas que hayan empleado en el asalto, suele abusar a la víctima antes que muera y es muy metódico en su forma de matar. El asesino desorganizado no suele emplear elementos de control de la víctima, deja el cuerpo sin gran cuidado de que no se vea, no se preocupa de las cosas o rastros que deja en la escena del crimen, suele abusar a la víctima después de muerta y es poco metódico en la ejecución del asalto.

    Larry Gene Bell, asesino de Shari Faye Smith y Debra May Helmick, fue uno de los primeros asesinos identificados en base al perfil desarrollado por John Douglas, perfilador del FBI. El perfil criminológico, es un método de la ciencia policial, para ayudar a la captura de asesinos en serie. La misión de un buen perfil es, estrechar el ámbito de investigación, orientarla, dar nuevas alternativas cuando parezca que se ha llegado a un punto muerto.

    En la Universidad de Liverpool, el psicólogo David Canter, propone una metodología de perfil alternativa a la elaborada por el FBI. Canter propuso el Principio de la Consistencia, se refiere a la idea de que los delincuentes, a pesar de tener diferentes crímenes en su historial, tienden a mantener un nivel similar de complejidad en sus acciones, así como un estilo de comportamiento consistente con su personalidad y modus operandi. Este principio se aplica tanto a la forma en que el delincuente interactúa con la víctima (conductual) como a su área de actividad (geográfico). Canter ayudó a la policía, en mil novecientos ochenta y cinco, para el caso de El Violador del Tren. El perfil geográfico de Canter fue brillante, ayudo a detener a John Duffy. Dieciocho años después, cayo su socio David Mulcahy. Garrido Genovés, hace un perfil criminológico a la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil. Su perfil ayuda a capturar a Joaquín Ferrándiz, El Asesino del Círculo.

    El antropólogo forense, puede ayudar a condenar a un asesino en serie y también decidir su destino final. William Maples, antropólogo forense, considera que los huesos son el equivalente a un diario que se escribe mediante marcas que dejan los acontecimientos a lo largo del tiempo. Ted Bundy, asesinó entre cuarenta y cincuenta personas, a lo largo y ancho de Estados Unidos. Una serie de mordeduras en el pecho y en las nalgas de Lisa Levy fue la prueba definitiva. El odontólogo, Richard Souviron, mostro fotografías de los dientes de Bundy y comparo sus rasgos característicos en el cuerpo de Levy.

    Erick Hickey, analizo treinta y cuatro casos de asesinas en serie estadounidenses. La mitad de ellas habían contado con un cómplice masculino. Para las tres cuartas partes el motivo fundamental es el lucro. El método empleado para matar era el envenenamiento. Robert Holmes y Mark Holmes, elaboraron la siguiente tipología de asesinas: visionarias, lucro, sexo/sadismo, poder/control y lealtad. Las viudas negras asesinan a maridos para lograr cuentas bancarias. Las mujeres que cometen varios asesinatos no suelen manifestar sadismo, excepto cuando actúan con un hombre. Por ejemplo, los asesinatos de Moors fueron llevados a cabo por Ian Brady y Myra Hindley.

    Los asesinos en serie suelen llevar una vida solitaria en su niñez. De ahí puede tomar cuerpo la necesidad de influir en el mundo, de un modo perverso o destructivo. Cuando un asesino en serie ha sufrido privaciones y abusos en la infancia, es probable que su conducta antisocial empiece en la adolescencia o antes. Cuando estos antecedentes negativos no existen, el asesino serial alcanza un buen nivel de competencia social.

    En el asesino serial bien integrado, la violencia de sus crímenes no revela una continuidad con su estilo de vida previo. En el periodo anterior que empezara a matar, tiene un buen trabajo y nadie le reprochaba nada. Se precisa de una personalidad psicopática de base, para que alguien decida asesinar. No hay una causa única que pueda explicar el origen del asesino en serie.

    La creencia en Satanás, funciona para “racionalizar” lo que ha hecho. Es un truco cognitivo que emplea para no verse abiertamente como un desalmado. Todos los asesinos en serie, encuentran una justificación para matar. Algunos asesinos emplean la estrategia de “el monstruo dentro de mí”. Que, al disociarse levanta un muro en su consciencia.

    La alternativa a la disociación es, aceptar que uno mismo está por “encima del bien y del mal”. Esto es, verse superior en virtud de sus creencias e inteligencia. Abrazan la ideología del Super Hombre de Nietzsche. Por eso obran de este modo. Para proveer una mentalidad que justifique el asesinato, sirve tanto la ideología de Nietzsche como la del satanismo. Muchos asesinos no son tan lucidos de explicar sus motivaciones, solo explican que sienten una gran compulsión de matar.

    La violencia y el control de la respuesta sexual están muy relacionados, ya que son los mismos órganos cerebrales los que entran en juego. Los asesinos en serie, motivados por la lujuria o sadismo, no han sido capaces de realizar esa diferenciación. Han aprendido que, usando la violencia y obligando a la víctima estar inerme a sus deseos, su capacidad de sentir placer aumenta del modo considerable. La tensión después de matar tiene un asiento de insatisfacción, al darse cuenta que aquello que anhelaba sentir mediante el crimen no lo ha obtenido. Por lo que decide continuar buscando aquello por lo que empezó a matar. Su insistencia en matar, lleva al asesino a que lo capturen. En caso que se detenga de matar, es porque ha alcanzado un punto de saturación y un entorno estable y de aparente normalidad, donde ocultar su naturaleza criminal.

    El asesino serial busca el control del ambiente, la transformación de la realidad y la creación de un nuevo Yo mediante una violencia inusitada. Sus motivos son vivir con lujo o con cosas que le apetecen, sentir un placer sexual descomunal y brutalmente intenso, expresar su odio y resentimiento de un modo atroz y obtener el control absoluto de otra persona.

  • El Salvador: LA REFORMA EDUCATIVA DE AHORA, ¿ES PARA PROGRESAR O PARA CONTINUAR COMO HASTA AHORA?

    El Salvador: LA REFORMA EDUCATIVA DE AHORA, ¿ES PARA PROGRESAR O PARA CONTINUAR COMO HASTA AHORA?

    Por: Luis Arnoldo Colato Hernández, Educador.

    Los sistemas educativos son por definición dinámicos, pues responden a la necesidad de garantizar que la población sea capaz de resolver los retos que supone el desarrollo.

    No solo debe garantizar que la población accederá a conocimientos formales, como son la lecto escritura y habilidades con el cálculo, también a destrezas que la califique digital, lingüística y técnicamente, implicando por extensión el desarrollo de habilidades investigativas, y en un mundo ideal, destrezas agrícolas y hasta mecánicas.

    Empero la de arriba es solo una idea, un esquema imposiblemente integrador del deber ser de la educación, que los teóricos de educación en la actualidad obvian para en cambio apostar por lo memorista y bancario, la obediencia y el orden, implicando resolución dirigida de problemáticas y abandonando la duda, el cuestionamiento, la investigación integrada, el fomento de valores y las habilidades organizativas, para en cambio apostar al individualismo y la competencia, con énfasis en la nota y no en el desarrollo de habilidades reales, donde el reino educativo se extienda al umbral de los salones de clase, y sin consideración de la realidad existente más allá.

    El resultante son educandos parecidos a máquinas, con una admirable memoria, pero sin la destrezas de la interpretación o la comprensión, con extremos dominios digitales, pero sin conexión con su realidad – y menos aún el deseo de transformarla – individuos interesados sobre todo en la aceptación, en la aprobación, que se aíslan y divorcian de su entorno, en cada vez mayores porcentajes, pues como nunca en la historia, la escuela falla en los procesos de socialización, la que es consecuencia de construirse sobre una vía única, y no doble, como debe ser.

    Por supuesto no es casual, responde a razones tanto evolutivas como histórico y sociales.

    En los últimos 10,000 años, el cerebro humano se ha contraído en relación al de nuestros ancestros, lo que se explica neurológicamente en el que nuestra memoria ha sido sustituida por la simbología, las letras, el papel, y ahora, los chips, dando lugar a una menor necesidad de recordar.

    Además, la necesidad de interactuar por sobrevivencia se ha reducido en la medida que se establecen las leyes y el orden, lo que también se experimenta con las habilidades agrícolas, administrativas y de bricolaje, por la especialización, por un lado, pero también a la sistematización de la productividad, derivando y reforzando una creciente individualización.

    Y acá el meollo del problema, pues ésta es fomentada además por un esquema económico que establece como real el supuesto de que el esfuerzo derivará tarde o temprano en riqueza individual, lo que es afirmado positivamente además por una sobre estimulación en esa dirección, quebrando la moral socializadora, el sentido del deber cívico, y en particular, el comunitario, privilegiando un individualismo exacerbado, superficial y vacío, útil al interés de perpetuar este esquema que no puede conducirnos a ningún buen puerto.

    Por lo que, no, el fin último de esta reforma es profundizar lo mismo.

  • Libro: ¿CÓMO FUNCIONA REALMENTE EL MUNDO?

    Libro: ¿CÓMO FUNCIONA REALMENTE EL MUNDO?

    POR: JOSÉ GUILLERMO MÁRTIR HIDALGO.

    Alan B. Jones, ingeniero eléctrico retirado y escritor estadounidense, publica “Como funciona realmente el mundo: una descripción del origen y naturaleza del poder mundial que promueve e impone la globalización” en mil novecientos noventa y seis. El autor presenta suficientes datos para entender el poder real por encima del poder aparente en tiempos de globalización y de gobierno mundial.

    El pueblo estadounidense, preso de la creación de su clase gobernante y élites dominantes, ha quedado al servicio y a merced del poder del dinero. Jones relaciona el origen y naturaleza del poder mundial que, promueve la globalización y el establecimiento de un gobierno mundial, recorriendo doce libros. Los cuales permiten desentrañar a los responsables que han impuesto a la humanidad el actual sistema de dominación y sometimiento.

    “Un siglo de guerra”, escrito por F. William Engdahl, es la historia del imperialismo anglo americano, de la política petrolera y de guerras perpetradas por los poderes mundiales. “Tragedia y Esperanza” de Carroll Quigley, es la historia del mundo moderno pro “establishment”. “El capitalista desnudo” de W. Cleon Skousen, es un comentario crítico al libro de Quigley, el cual conecta las metas de las dinastías y familias de banqueros, sus tendencias socializantes y dictatoriales. “Las fundaciones exentas de impuestos” escrita por William H. McIlhany, presenta el papel de las grandes fundaciones, cómo modelan y controlan la cultura, a la vez que promocionan un gobierno mundial. “El Engendro de la Isla Jekyll”, de G. Edward Griffin, analiza el origen y el robo que efectúa el banco privado de la Reserva Federal. “1984” de George Orwell, es una ficción muy parecida a nuestra realidad. En ella, Orwell pinta un cuadro negro de lo que llegaría a ser la sociedad mundial, en manos de una élite secreta que controlaría la vida y muerte de todos sus miembros. “El informe de Iron Mountain” de Leonard Lewin, plantea que las guerras son beneficiosas a la sociedad, ya que generan un gran derroche que permite abundancias privadas. Además, analiza substitutos en una situación de paz permanente. “El movimiento verde” de Larry Abraham, estudia el ambientalismo y los movimientos ecologistas, los cuales procuran terminar con las soberanías nacionales y lograr la cartelización de las materias primas. Igualmente, buscan la reducción de la población y que los pueblos acepten un gobierno mundial. “La política de la heroína” de Alfred McCoy, presenta el papel de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y otros servicios de inteligencia, las mafias y el poder financiero en el negocio del narcotráfico. “Sentencia final” de Michael Collins Piper, demuestra que los organismos de inteligencia de Estados Unidos, Francia e Israel, con elementos de la mafia, habrían intervenido en el asesinato de John Kennedy.  “Narcotráfico S.A.” de los editores de Revisión de Inteligencia Ejecutiva (EIR), explica la red de drogas y armas que se entrelazan con bancos, mafias y políticos respetables. “¡Arreglemos Estados Unidos!” de Alan B. Jones y “La clase media no debe fallar” de Taylor Caldwell, sugieren soluciones específicas para restaurar la independencia nacional de Estados Unidos.

    La élite es una minoría selecta y rectora de una sociedad, opuesta al concepto de masa, supone el control del poder. En el siglo veinte, es la presencia constante de familias de banqueros, como factor de poder determinante de los principales acontecimientos. Cuando Jones habla de la élite, describe a la plutocracia o el gobierno de los más ricos. La plutocracia, después de mil novecientos treinta, es una gigantesca concentración de riquezas de las altas finanzas en un sistema global, capaz de ejercer el control de los poderes políticos nacionales en cualquier parte del mundo a escala global.

    Es la internacionalización del poder financiero que, corresponde a una plutocracia internacional que ejerce el control del poder político a nivel mundial. Por lo que procura la disolución de los Estados Nacionales en un único Estado Mundial. El cual pretende establecer en gobierno mundial bajo su control. El mecanismo controlador de la plutocracia internacional es el dinero. Lo crea de la nada, lo reproduce geométricamente por la usura, con lo cual el endeudamiento es permanente y monopoliza su regulación, mediante los bancos centrales privados y organismos multilaterales de crédito (FMI, BM y BID), a los que también domina a través de sus gerencias.

    Jones sostiene que existe evidencia de una voluntad e inteligencia de dominación mundial, a través de una red anglófila internacional, que opera de la manera en que la derecha radical cree que actúan los comunistas. Esta se puede identificar en los grupos de la Mesa Redonda.

  • Libro:LA CLASE MEDIA NO DEBE FALLAR.

    Libro:LA CLASE MEDIA NO DEBE FALLAR.

    POR: JOSÉ GUILLERMO MÁRTIR HIDALGO.

    Janet Miriam Holland Taylor Caldwell, fue una novelista británico-estadounidense conocida como Taylor Caldwell, publica en La Revisión de las Noticias del veintinueve de mayo de mil novecientos setenta y cuatro “La Clase Media no debe fallar”.

    En dicho artículo sostiene que, con el surgimiento de la civilización industrial, hace doscientos años, nace la clase media. Antes, bajo el Sistema Feudal, los pueblos eran verdaderos esclavos de sus gobiernos. No existían entre ellos y los déspotas que ejercían el poder un amortiguador firme, ni seguridad para dedicarse al comercio y vivir con decoro.

    Afirma que la clase media, hizo posible el sueño de la libertad. Fijo límites al gobierno, lucho por sus constituciones y elimino los privilegios y la tiranía de los gobernantes. Reclamó que, los que ejercían el poder, obedecieran leyes justas con el mismo rigor exigido al pueblo. Impusieron una moral cívica general.

    Roma fue la primera en fomentar una clase media, una sólida y prospera república, amplia libertad para todos sus miembros y una constitución (Las Doce Tablas de La Ley). Con la caída de Roma, los gobiernos destruyeron en todas partes a la clase media y volvió el despotismo e ingreso el oscurantismo.

    No es extraño, afirma la autora, que la élite odiara a la clase media ya que los desafiaba en nombre de la libertad. El odio a la clase media era tal en la medida que se hacía más fuerte e imponía restricciones. Mediante las cuales, todos tenían derecho a manejar sus vida y conservar la mayor parte de lo que ganaban. Estaba claro que, en cuanto la élite comenzara a gobernar, la clase media desaparecería. Las élites de distintas naciones convendrían en una única clase internacional y trabajarían juntas protegiéndose mutuamente.

    Caldwell certifica que a principios del siglo diecinueve, la élite busco un camino para recuperar el poder y arrancarle atributos al pueblo, destruyendo a la clase media que empezaba a florecer. Colocando al pueblo en el papel que le correspondía, esclavo del gobierno de la élite. Para lo cual los conspiradores elitistas encontraron a Carlos Marx, quien odiaba a la clase media llamándola con desprecio burguesía. Este de ninguna manera atacaba a los déspotas, ya que estos coincidían con él. Marx propuso la vuelta al gobierno del poder absoluto, para imponer atributos al pueblo y permitir al gobierno dirigir cada fase de la vida de los ciudadanos. La élite, a la vez, controlarían a los gobiernos.

    La autora sostiene que, a través del tributo forzoso, sería posible destrozar la libertad y reducir a la gente al trabajo obligatorio en beneficio de la élite. Solo así, se podría destruir a la clase media. Es decir, establecer un impuesto federal a la renta. Caldwell declara que Estados Unidos, no tenía un impuesto progresivo sobre la renta que drenara el capital de la industriosa clase media. La elite norteamericana, asesorada por sus hermanos conspiradores de otras naciones, propuso una enmienda a la Constitución. Esta consistía, en un impuesto progresivo sobre la renta.

    El tercer presidente de los Estados Unidos, Thomas Jefferson, señaló que cuando se gravaran las ganancias a través de alimentos y bebidas, por ir y venir y por propiedades, nos enfrentaríamos al retorno de la esclavitud y al restablecimiento de una élite todo poderosa y despótica.

    Caldwell observa que, la única meta de la élites del mundo es nuestra esclavitud a través del impuesto. Estas se sirven de la guerras, utilizan las injusticias, el acoso, la intimidación, el capricho y la extorsión.

    El sistema impositivo al que nos han atado es un tributo forzoso, arrancado a los que trabajan y especialmente a la clase media. La elite está empeñada en que nunca la clase media le haga frente, porque nunca podrá ahorrar dinero y acceder al poder, ni protestar contra la esclavitud que nos tienen preparada.

    La autora considera que, hay una convergencia inexplicable entre la plutocracia internacional y el marxismo. Hay una coincidencia perfecta, entre el capitalismo liberal y el socialismo marxista. Sin embargo, la autora cierra diciendo que, hay muchos de la clase media que se animan a protestar y así seguirán haciéndolo mientras el creador les de aliento.