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  • La simulada vía del Tren de Aragua.

    La simulada vía del Tren de Aragua.

    Por Roberto Morejón.

    El gobierno salvadoreño prosigue con lo que intenta presentar como una polémica con Venezuela, aunque en realidad se niega a abandonar su papel como receptor predilecto de los migrantes deportados por la administración de Donald Trump.

    El primer mandatario salvadoreño, Nayib Bukele, aliado vehemente de las desacreditadas políticas estadounidenses en migración, propuso sospechosamente un canje a Caracas.

    En su publicitado ofrecimiento, Bukele dice que liberaría a 252 venezolanos albergados en una cárcel de extrema seguridad, deportados desde Estados Unidos, a cambio de igual acción del gobierno venezolano.

    La oferta, con el cuño del Departamento norteamericano de Estado, fue rechazada por el presidente Nicolás Maduro.

    Venezuela, en cambio, exigió a El Salvador liberar a los 252 detenidos, acusados por Trump sin evidencias de pertenecer al ilegal grupo Tren de Aragua.

    Venezuela lucha tenazmente porque esos compatriotas regresen a Caracas, pero Bukele no quiere renunciar a sus obligaciones con el secretario Marco Rubio.

    Ante él se comprometieron a recibir migrantes deportados por Washington, incluso en condiciones deplorables y humillantes.

    La controversia desatada por el gobernante salvadoreño al proponer un canje ilegal y moralmente inadmisible, como subrayó Venezuela, sigue a los desmentidos sobre la supuesta pertenencia de los prisioneros al Tren de Aragua.

    En Caracas afirman que esa banda del crimen organizado fue desarticulada, aunque Trump insiste obstinadamente en su versión, objetada por una investigación publicada en The Washington Post.

    El rotativo se refirió a un análisis suscrito casi unánimemente por 18 agencias de inteligencia que concluían que los tatuajes no eran elemento determinante para calificar a una persona como miembro del Tren de Aragua, contrario a lo que afirman los voceros del magnate.

    No se trata del único elemento reprobatorio de los caprichosos conceptos de Trump, pues la ACLU, Unión Americana de Libertades Civiles, interpuso recursos legales contra el uso por el gobierno estadounidense de la Ley de Enemigos Extranjeros contra la alegada banda, en lugar de contra un Estado reconocido.

    Tengamos presente también que la administración estadounidense y en especial Marco Rubio tienen a Venezuela como blanco cardinal de ataques.

    De ahí las conjeturas de que tanto en Washington como en San Salvador lo que realmente buscan, de común acuerdo, es maniobrar contra la Revolución Bolivariana.

  • CULTURAS ANCESTRALES Y PAZ.

    CULTURAS ANCESTRALES Y PAZ.

    CRISTIÁN MUÑOZ VERA*

    Introducción
    El presente artículo quiere sentipensar la cuestión del indigenismo americano, desafío que intento abordar desde el derecho humano que posee toda cultura sobre su idioma. Si el habla de una etnia no tiene posibilidad real de existir, no podrá fortalecerse un vínculo de paz entre la sociedad nacional y el pueblo indígena. Si la cultura hegemónica intenta consciente o inconscientemente subalternizar al otro, minimizará su acervo identitario y la cultura diversa quedará asimilada.
    Ahora bien, la relación actual entre la cultura amerindia y la no indígena, puede parecer respetuosa en la actualidad; sustentando dicha percepción en la evidencia de que los procesos genocidas del periodo
    colonial han concluido y hoy existen leyes de valoración hacia el mundo amerindio, expresadas en los países con presencia de pueblos originarios, a través de leyes denominadas “indígenas”. Es así como la firma del Convenio 169 de la OIT, firmado por la casi totalidad de países latinoamericanos, sería garantía estatal de protección hacia los pueblos ancestrales, incluyendo la existencia de dos Constituciones Plurinacionales (Bolivia y Ecuador). Pero ¿es ello razón suficiente para afirmar la constatación de que la violencia hacia “el indio” ha quedado minimizada en estas sociedades?
    Para tratar de analizar esta cuestión, primero abordaré el problema de la diglosia que afecta a las culturas amerindias y, luego, aportaré dos claves para superar esta compleja realidad y así proponer una conclusión esperanzadora para nuestras contemporáneas generaciones en Abya Yala.
    El fenómeno de la diglosia
    Es muchísima la literatura que ha investigado procesos coloniales (siglos XVI al XVIII) y posterior colonialidad (especialmente el XIX), en su nefasta secuela hacia los pueblos originarios. Esas consecuencias aún merecen abordar la pregunta de si el siglo XXI ha superado aquel pasado funesto, respecto de la relación interétnica entre la cultura hegemónica occidental y las culturas ancestrales; esto, si queremos hablar de una sociedad en construcción de vínculos pacíficos.
    El presente texto, que aborda solamente un aspecto de esos resabios negativos (la diglosia o “muerte” del idioma original), se escribe desde un territorio en el que una de las etnias mayoritarias del país donde vivo (pueblo – nación mapuche), sigue llamando ngülumapu, y uso la palabra originaria, en vez de decir Chile, intencionalmente, pues uno de los efectos colonizadores que ha debido vivir este grupo
    humano ha sido el deterioro sistemático de su lenguaje originario.
    Esta diglosia ha ocurrido con prácticamente todas las etnias de Nuestra América; la que en 1977 el Consejo Mundial de los Pueblos Indígenas decidió nombrar con la palabra de origen kuna: Abya Yala (tierra en plena madurez), signo evidente del profundo deseo por rescatar palabras ancestrales en estos amerindios.
    Entre los muchos ejemplos de la diglosia, podemos observar uno en la región austral chilena: Magallanes. En dicho territorio, además de existir evidencia de exterminio genocida, como el caso Selknam, actualmente dos de sus etnias: Kawésqar y Yagán, que habitan la zona; prácticamente no superan la decena de hablantes originarios. Otro caso complejo ocurre con la población mapuche. Los estudios hablan de que ese pueblo, solo en Chile, tiene cerca de un millón ochocientos mil habitantes, o sea, un 9.9% de la población total del territorio (censo 2017) y del cual, menos del 10% es hablante de su lengua originaria.
    El etnolingüista Rodrigo Montoya Rojas en su libro “Cultura y Poder” (2002), sugiere para entender la diglosia que: “Hoy en día existen aproximadamente seis mil lenguas. Hay ocho que tienen más de 100 millones de hablantes (…) Entre estas ocho lenguas hay un total de 2400 millones de hablantes (…) De hecho el 96,0% de la población entera habla solamente 4,0% de las lenguas en el mundo…”.
    David Crystal en su significativa obra “Language Death” (2000), propone que, de no mediar un plan de revitalización, las culturas llamadas minoritarias, en particular las etnias indígenas, están destinadas a la asimilación de la cultura más fuerte, perdiéndose por completo la lengua minoritaria; ello solo por el hecho de no prestar utilidad práctica, junto con un componente de rechazo.
    La diglosia, por tanto, es una forma enajenada de etnocentrismo que se relaciona directamente con el
    colonialismo heredado de antaño y que nos impulsa a mirar lo indígena bajo la expresión “salvaje”. En
    consecuencia, la lengua originaria, solo podría ser considerada como una realidad exótica para la sociedad hegemónica. Por ende, el único destino de dichas lenguas será el de los museos.
    Claves para superar la diglosia
    ¿Cómo superar esta funesta realidad entonces? Aquí dos sugerencias de estudiosos de dicha problemática.
    El sociólogo noruego Johan Galtung, propone ante la evidencia de formas violentas (como la diglosia),
    que de no propiciar acciones que interrumpan los circuitos que reproducen y naturalizan lo violento, este modo de interacción continuará. Superar dicho aspecto negativo social, solo es posible estableciendo alianzas de participación comprometida, consciente y activa, con los “condenados de la tierra” (paráfrasis, cuyo significado se comprende desde Franz Fanon). En consecuencia, afirmamos con
    Galtung, que para la construcción de la paz “el momento de empezar es siempre y el momento de acabar es nunca” (2009)
    Por otra parte, el texto “Decolonizing Methodologies” (2016) de la activista maorí Linda Tuhiwai, plantea que el papel que han desempeñado en el mundo educativo los procesos colonizadores reproduce una mirada subalternizadora hacia el indígena. Según Tuhiwai, la ciencia occidental reduce la sabiduría indígena a la creencia de que reproducir ese conocimiento es involución. A esto la autora le llama epistemicidio, pues instalaría la creencia de que existe una sóla posibilidad legítima de conocer. En este contexto, usar el idioma indígena para crear perspectivas de conocimiento, que aporte al saber occidental, no tiene sentido. Desde dicha óptica, la autora incita al indígena para construir teoría desde los márgenes, promoviendo desde sus propias categorías, recrear nuevas formas de conocimiento, que surjan desde las epistemes indígenas.
    Y como afirma Tuhiwai: “En su sentido lato, la lucha es simplemente la vida de la gente que está tratando de sobrevivir en los márgenes, en búsqueda de libertad y mejores condiciones, en búsqueda de justicia social. La lucha es una herramienta tanto para el activismo social como para la teoría…” (pg. 216) Por tanto, se comparte con Linda T., este deseo de resistencia, que también debe ocurrir al repensar formas nuevas de superar la diglosia.
    Conclusión
    En nuestra actualidad se habla muchísimo de crisis; cuyas principales expresiones evidencian un desequilibrio ecológico y de relaciones humanas interpersonales dominadas por hedonismos exitistas e individualismos materialistas de consumo mercantilizado. Todo esto, en detrimento de un comunitarismo, que al mismo tiempo presenta una distancia abismal entre un pequeño sector de la humanidad que tienen acceso al máximo de riquezas que la producción permite desarrollar, contrario a un inmenso número de habitantes que experimentan la marginación y pobreza más miserable. En esta misma línea crítica, debemos observar que esta desigualdad social se expresa incluso en el acceso a la propia lengua o idioma, elemento esencial para ingresar en la episteme (conocimiento profundo) de una cultura.
    En este sentido, revitalizar las lenguas en peligro de extinción no solo se convierte en una exigencia ética, sino que, además, pareciera poseer claves para repensar nuestros modos de encontrar equilibrio
    ecológico y construir una solidaridad comunitaria. En consecuencia, si no tomamos conciencia de la diglosia, seguirá pendiente la superación del colonialismo y nos veremos imposibilitados de reconfigurar aquella episteme ancestral que corazona y sentipiensa nuestro modo de habitar la cosmoexistencia amerindia, en clave diversa al occidentalismo de la colonialidad.

    Tomado de © 2025 Agenda latinoamericana mundial.

  • Sucesión papal, ¿continuidad o regresión conservadora? 

    Sucesión papal, ¿continuidad o regresión conservadora? 

    Sergio Rodríguez Gelfenstein. 

    Aunque sea duro decirlo, el Papa Francisco se estaba preparando desde hace mucho tiempo para su fallecimiento. No lo tomó por sorpresa. Su salud se venía quebrantando paulatinamente y a pesar de su gran esfuerzo, constancia y perseverancia, se tuvo que rendir a lo inevitable. En los últimos meses se propuso hacer algunas transformaciones que no quería dejar truncas. En el contexto, en el Vaticano daba inicio una brutal “guerra” por la sucesión. Como dice, Jaime Escobar Martínez, director de la revista chilena “Reflexión y Liberación” tal vez el más destacado vaticanólogo latinoamericano, “Cuando un Papa está muy enfermo, ingresamos en territorio desconocido e incierto”. 

    Autorizado por Escobar y tras una conversación sostenida con él hace dos meses, tomamos los elementos principales de su análisis sobre la sucesión papal. Afirma que la enfermedad de Francisco y su debilitamiento físico, aceleraron desde hace meses los debates internos del Vaticano en torno a su sucesión. Así, se comenzó a vivir un tiempo de Pre-Cónclave, de lo cual no había porque sorprenderse toda vez que es una tradición centenaria que cuando se deteriora la salud del Pontífice, se comienzan a realizar movimientos cardenalicios para buscar un sucesor ideal para la Iglesia. 

    En este año 2025, el mundo está enfrentado una difícil coyuntura política, económica y social, además de guerras y el auge de un conservadurismo que parecía superados a inicios del siglo XXI. En esta turbulenta coyuntura global fue normal escuchar en variados círculos vaticanos que no pocos cardenales habían iniciado consultas internas para examinar nombres disponibles para nominar un nuevo Papa durante el próximo cónclave. 

    Los procesos internos en la Curia romana son lentos y poco visibles. Cada acción, normas o iniciativas de conducción y poder son estudiadas sin apuro. Para el Colegio Cardenalicio se trataba de no llegar desprevenido o desinformado para las votaciones. Todos los electores coincidían en que había llegado el tiempo de discutir acerca de nuevas líneas pastorales, diplomáticas y de acción de la Iglesia Católica para estos complejos nuevos tiempos. 

    Desde ya, se debe advertir que el sector más conservador de la Iglesia y los que se han opuesto a muchas de las iniciativas y directrices de Francisco, encabezados por los cardenales de Estados Unidos, hoy envalentonados por la avalancha conservadora encarnada por Trump, se afirmarán para sus falsos propósitos “aperturistas” en el próximo cónclave, señalando que el Vaticano II, (vigésimo primer concilio ecuménico de la Iglesia católica convocado en 1959, iniciado en 1962 y concluido en 1965 y que tenía por objeto principal establecer la relación que debía tener la Iglesia y el mundo moderno) en su Constitución sobre la Iglesia (N.º 22) señala que “el Papa es el sujeto de suprema y plena potestad en la Iglesia”, pero agrega a reglón seguido que también “tiene esa potestad, junto con el Papa, el episcopado mundial”… Toda esta estrategia de cálculo y poder ya en curso se estableció para asegurar votos que eviten la continuidad de Francisco con un Papa restaurador elegido con los votos decisivos de los cardenales de África y Latinoamérica, quitándole definitivamente el poder omnímodo que tenía Roma y los cardenales italianos en el control del papado. 

    Los vaticanólogos expertos consideran que no existe preponderancia de alguna de las corrientes internas (conservadores, reformistas y progresistas) para imponerse porque ninguna tiene el respaldo suficiente para asegurar la mayoría de dos tercios necesarios para elegir holgadamente a un nuevo Pontífice en el próximo Cónclave, aun considerando que Francisco nombró un total de 140 cardenales.  Hasta ahí los elementos fundamentales del análisis de Jaime Escobar. 

    Para lograr una correlación de fuerzas favorable, Francisco nombró a su fiel amigo el díscolo cardenal argentino, Prefecto para el Dicasterio para la Doctrina de la Fe, Víctor Manuel “Tucho” Fernández quien realizó un arduo trabajo ad hoc, bastante desconocido fuera de los muros del Vaticano. Asimismo, Francisco le encargó al obispo estadounidense Robert Francis Prevost la tarea de designar la mayor cantidad de obispos. El hoy Cardenal Prevost quien siempre mostró absoluta lealtad hacia Francisco fue retirado por éste del obispado de Chiclayo en Perú para llevarlo a Roma y nombrarlo Prefecto del Dicasterio para los Obispos y presidente de la Pontificia Comisión para América Latina, es decir es quien recibe las propuestas para obispos y hace recomendaciones al Papa. 

    En ambientes vaticanos ya suenan nombres de probables Papas: Pietro Parolin, actual Secretario de Estado de la Santa Sede;  Matteo Maria Zuppi, arzobispo de Bolonia y Presidente de la Conferencia Episcopal Italiana; Timothy Michael Dolan, Cardenal Arzobispo de Nueva York; Mario Grech, Cardenal de Malta; Peter Turkson, natural de Ghana, Canciller de las Pontificias Academias de las Ciencias quien sería el primer Papa africano; Luis Antonio Tagle, nacido en Filipinas, ex arzobispo de Manila pro prefecto para la Evangelización quien en caso de ser elegido sería el primer Papa asiático; Pierbattista Pizzaballa, Orden de Frailes Menores, Patriarca Latino de Jerusalén, Giorgio Marengo, Misionero del Instituto de Misiones Consolata (IMC).  

    Otros nombres que han comenzado a “sonar” son los del húngaro Peter Erdö, conservador, Willem Eijk de los Países Bajos, conservador, el español Juan José Omella, progresista y el mexicano Carlos Aguiar Retes también progresista, aunque difícilmente sea nombrado otro papa latinoamericano por lo menos en este cónclave. 

    Hay que decir que Pietro Parolin, a pesar de haber sido designado como segundo del Vaticano por Francisco, no es un cardenal “francisquista”, responde a la curia italiana, En una decisión propia de su habilidad para el manejo de las contradicciones y las diferencias, Francisco lo trajo al Vaticano desde Caracas para neutralizar a esa poderosa instancia. 

     Según Jaime Escobar, hoy es comentario obligado en Roma, la preocupación fundada del sector progresista de la Iglesia, cercano a Francisco de que poderosos grupos -religiosos y laicos- de alta influencia en los episcopados europeos vienen trabajando para designar un candidato, aun secreto que contaría con el beneplácito y decisivo apoyo del Opus Dei, Comunión y Liberación, Camino Neocatecumenal, Caballeros de Colón (Estados Unidos), Orden de Malta (Roma), es decir toda la iglesia de extrema derecha conservadora. 

    En el contexto, no hay una mayoría de cardenales habilitados para votar que favorezcan a la extrema derecha formada por el Opus Dei y la iglesia estadounidense. La derecha controla Estados Unidos y Europa, pero los sectores progresistas controlan la mayoría de América Latina y África habiendo un cuasi empate entre los dos sectores. Se supone que en el Cónclave que defina al nuevo Papa serán decisivos los votos de los cardenales de Oceanía y Asia. Vale decir que la peor enemiga interna de Francisco fue en toda situación y en todo momento, la iglesia católica de Estados Unidos 

    A lo largo de los últimos años Estados Unidos siempre ha intentado interferir en el nombramiento del nuevo Papa, sin embargo, la injerencia no se produce de manera directa desde el gobierno sino desde la presión de los cardenales estadounidenses que tienen una gran alianza con la ultraderecha conservadora. Aunque la iglesia católica estadounidense no es la más numerosa, sí es la más poderosa porque está configurada por las diócesis más ricas, en esa medida ejercen gran influencia sobre todo las de New York, Boston y Chicago donde participan católicos blancos ricos.  

    Otras diócesis, como Los Ángeles, San Diego, Miami, San Antonio, y Houston están básicamente conformadas por católicos de origen latino que no tienen mucho dinero. En este momento hay una fuerte relación de la iglesia católica con el gobierno de Trump. Varios católicos como JP Vance vicepresidente; Marco Rubio, secretario de Estado; Richard Grenell, enviado especial para Venezuela y Corea; Elise Stefanik, embajadora en la ONU; John Ratcliffe, director de la CIA y Sean Duffy, secretario de Transporte tienen altos cargos en la administración Trump. Tal vez nunca antes en la historia había ocurrido esto.  

    Estados Unidos va a pugnar para que los cardenales estadounidenses Michael Dolan, arzobispo de New York o Raymond Leo Burke ex prefecto del Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica sea elegido como Papa. El primero fue nombrado como arzobispo de New York en 2009 y cardenal en 2012, el segundo como cardenal en 2010, ambas designaciones hechas por el Papa de ultraderecha Benedicto XVI. 

    Francisco siempre tuvo una visión estratégica para el manejo del poder que genera la jefatura de la iglesia católica. Desde hace más de un año sabiendo que estaba enfermo y que su muerte era cosa de tiempo, estuvo preparando su sucesión. Mucho tiempo antes comenzó a tomar medidas para intentar sanear el Vaticano y la iglesia católica. Hizo un gran esfuerzo en el último tiempo para que su sucesión fuera la continuidad de los cambios emprendidos durante su papado. 

    Una de las medidas más trascendentales tomadas por Francisco en el último tiempo ha sido destruir al “Sodalicio de Vida Cristiana”, formalmente una sociedad de vida apostólica de derecho pontificio, es decir, una comunidad perteneciente a la Iglesia católica compuesta por fieles laicos o clérigos. En realidad, bajo este nombre se organizaba una estructura de extrema derecha con sede en Perú, pero con raíces en muchos países de América Latina financiada por millonarios que manejaba al gobierno del Perú y tenía tentáculos en otros de la región. A comienzos de este año 2025, en una de las últimas tareas que se propuso Francisco, disolvió al Sodalicio, excomulgando a sus miembros y traspasando todos sus bienes a la iglesia católica. 

    Vale decir que buena parte del dinero que manejaba el Sodalicio provenía del dinero de la logia mafiosa P2 disuelta en 1982. Previo a ello, sacaron todos sus recursos de Italia y lo diseminaron por varios países entre ellos Brasil, Uruguay, Argentina, Nicaragua y Perú. 

    Tal vez como nunca antes, la elección de un Papa tenga un trasfondo político. Lo que está en juego es dar continuidad a la obra de Francisco o producir una regresión, incluso mucho más conservadora y reaccionaria que en el pasado. Pareciera ser que en el primer grupo se encuentran Zuppi, Turkson y Tagle y en el segundo, Dolan y Burke. Los otros y algunos otros no mencionados, seguirían una línea tradicionalista que trataría de mantener el poder del Vaticano más allá de quien sea el Papa. Tal vez la tarea más trascendental del nuevo Papa sea el establecimiento formal de relaciones diplomáticas con China. 

    Así, los 138 cardenales menores de 80 años con derecho a voto se aprestan en pocas semanas a celebrar el Cónclave que elegirá al sucesor de Francisco. La gran duda es si lo harán por la continuidad de su papado o por la subordinación del mismo a los poderes globales del planeta. 

    sergioro07.blogspot.com  

     

  • ¿CRACK ECONÓMICO O CAMBIO GEOPOLÍTICO MUNDIAL?

    ¿CRACK ECONÓMICO O CAMBIO GEOPOLÍTICO MUNDIAL?

    Por: Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra

    Las recientes caídas de las bolsas de valores y aranceles proteccionistas a la importación mundial, presagia un crack económico y anticipan un cambio geopolítico que obligara a la recomposición de las estructuras comerciales mundiales. El Salvador, es como cascara de nuez que enfrenta un mar tormentoso y va contra la corriente.

    La motivación inicial de Donal Trump a imponer aranceles proteccionistas fue la de revertir la balanza comercial de Estados Unidos, reindustrializándose y crear una zona de comercio exclusivo, del que se tendrían las materias primas para el consumo norteamericano. La visión económica y geopolítica globalizadora se establecido en Bretton Woods, acordada por 44 países en 1944, en el que Estados Unidos sería el centro financiero, manteniéndose estable hasta el presente, solo siendo ajustada en 1970. Trump desea revertir unilateralmente este modelo globalista a uno proteccionista, utilizando para ello, la presión económica generada por los aranceles.

    Un cambio abrupto en el modelo económico mundial genera incertidumbre en los mercados, por lo que las bolsas han caído más de un 20% (renta variable) y seguirá bajando, pues en las cadenas de suministro hay en incertidumbre sobre costes de producción y la capacidad de compra de los mercados. Los aranceles impuestos por Estados Unidos forzarían a la devaluación del dólar y harían más atractivas sus exportaciones, según Trump, sin embargo, al erosionarse la confianza en su sistema financiero, los grandes tenedores de sus bonos del tesoro (renta fija y la inversión más confiable, casi equiparable con el oro) cae y deciden utilizarla como arma económica contra el proteccionismo de USA dentro de esta nueva lucha comercial, lo cual amenaza una recesión mundial comparable a la de 1929.

    El proteccionismo fue una causa importante que agravó la crisis de 1929, después de la implementación de la Ley de Aranceles Smoot-Hawley en Estados Unidos. Dicha ley incrementó significativamente los aranceles sobre productos extranjeros, lo que llevó a otros países a adoptar medidas iguales en respuesta, lo que redujo el comercio internacional y profundizó la Gran Depresión.

    Con la globalización y el libre comercio, las empresas norteamericanas trasladaron su producción a países cuya mano de obra era más barata o la producción en general era más económica. Lo que dio origen a zonas de libre comercio de beneficio mutuo, siembre bajo el concepto que el más rico era el más beneficiado, pues consumía a precio bajo y tenía aquellos bienes que no era posible producirlos, lo que siempre favoreció a Estados Unidos y esta relación beneficia al pobre que de otra manera no tendría ningún beneficio (Adam Smith, padre de la economía). Así Estados Unidos utilizó en su favor la globalización y cambio su modelo industrial por el de servicios.

    Los cambios que pretende Trump también son hacia el interior de Estados Unidos, para que el norteamericano realice labores que ya ha dejado de hacer desde hace más de ochenta años: la agricultura manual y la prestación de servicios manuales no tecnificados (lava platos, obreros de la construcción y limpieza en general etc.). lo que ha generado reacciones adversas entre aliados comerciales y sus propios votantes, pues las economías locales dependen de la mano de obra migrante.

    Internacionalmente se están creando alianzas económicas impensables: China con Corea del Sur y Japón, Rusia con Afganistán, Canadá con la Unión Europea. Por lo que Trump está solicitando además de una balanza comercial favorable a Estados Unidos, exclusividad en sus relaciones comerciales y geopolíticas, como ya lo exigió a Vietnam, pero este termina prefiriendo a China, quien ha estado bajo su influencia por 2500 años.

    Los cambios internos pretendidos por Trump en Estados Unidos han creado controversia con el poder Judicial Federal, pues el eje de la transformación radica en la expulsión de la emigración, primero la ilegal y ahora la legal.  El equilibrio de poderes puede romperse si los criterios políticos llegan a ser más efectivos que los de la Constitución: hoy la crisis radica en si los procedimientos legales o el debido proceso debe respetarse en la aplicación de los criterios políticos.

    Por lo que al recibir El Salvador a deportados no salvadoreños y ofrecer ser la cárcel externa de Estados Unidos, El Salvador se pone en el epicentro de la política norteamericana, sobre todo si Nayíb Bukele, se burla en reses sociales del poder Judicial Federal estadounidense.

    La base popular republicana ya muestra cierto descontento con Trump y algunos de sus Congresistas están haciendo eco de ello. Ya se habla de boicot a algunas empresas salvadoreñas por el apoyo de Bukele a la política exterior norteamericana y no hay beneficios a la vista para nuestros migrantes, ni preferencias arancelarias, tampoco se ha logrado el relajamiento a las exigencias del FMI que esperaba Bukele y se dan señales confusas sobre si El Salvador, cubrirá los gastos de los deportados.

    En un análisis, la Universidad de Navarra dice que: la política de Bukele acerca a El Salvador a Estados Unidos, pero al mismo tiempo el Wall Street Journal escribe “El Salvador de Bukele es un aliado de China” (El Salvador’s Bukele Is a China Ally. Despite his visit to the White House on Monday, he is no friend of the U.S.). Hace unos meses la BBC y La Voz de América, habían publicado artículos sobre la cooperación China en El Salvador, por lo que podemos anticipar que el nuevo punto de conflicto entre China y Estados Unidos, en Centroamérica será en El Salvador. Las preguntas son ¿estamos preparados para una crisis económica? y ¿Bukele ha medido las consecuencias de esta nueva lucha geopolítica?

  • El caso Kilmar.

    El caso Kilmar.

    Por José María Tojeira, SJ.

    Kilmar Ábrego, un salvadoreño sencillo, sin mayores recursos económicos o personales, está poniendo nerviosos tanto al presidente Trump como a nuestro presidente Bukele. Los dos presidentes han cometido errores que han dañado a personas, lo cual es lógico, pues nadie es perfecto, y cuando se está en el poder se cometen normalmente errores más fuertes que hacen sufrir más a las personas. Pero el caso de Kilmar les ha molestado especialmente. O al menos eso demuestra el hecho de que hayan hablado de él con una frecuencia inusitada. Muchos han sido en Estados Unidos los que han perdido el trabajo, o los que han sido deportados, pero ninguno de ellos ha merecido ni una sílaba personalizada de Trump. Del mismo modo muchos han sido deportados y recibidos en el CECOT, pero a ninguno de ellos los ha mencionado por el nombre el Presidente Bukele. Y eso a pesar de que el nombre de algunos venezolanos salieron ya del anonimato de la deportación, sus apellidos han sido publicados en periódicos locales y tienen abogados aquí en El Salvador que los defienden. En ese sentido es importante preguntarnos cuál es la razón de que estos dos presidente estén ardidos y molestos con Kilmar, un pobre salvadoreño migrante que normalmente, como tantos otros migrantes, hubiera quedado en el anonimato de las injusticias del poder.

    En realidad se pueden enumerar muchos datos concretas. Pero la razón de fondo de esa especie de cólera que le lleva a Trump a mentir diciendo que es un terrorista, o a Bukele a burlarse de él por unas “margaritas” que pusieron sus funcionarios sobre la mesa del encuentro de Kilmar con el senador Van Hollen, es relativamente sencilla. El caso Kilmar ha expuesto con claridad la injusticia que está detrás de esas deportaciones claramente teñidas de racismo que Trump ha impulsado en estados Unidos. Y de la misma manera en El Salvador hemos visto no sólo el odio de Trump, sino la absoluta irregularidad legal de la detención de Kilmar. Por eso ya antes de que lo dijera Van Hollen ya afirmábamos acá que había más de secuestro que de detención. Con Kilmar no hay manera de combinar su encarcelamiento con las garantías y derechos que aseguran los artículos 11, 12 y 13 de nuestra Constitución. En otras palabras, que lo que irrita a los dos presidentes, es que el caso Kilmar ha puesto en evidencia tanto la crueldad como la ilegalidad de sus acciones. Acostumbrados a no mencionar por sus nombres a los pobres y sencillos que sufren injusticias, a Kilmar lo mencionan, uno con odio y mentira y el otro con burlas y aceptando sin crítica la posición de Trump. Pero esas menciones tan faltas de realismo y seriedad solo contribuyen a que más gente se dé cuenta de lo mal que uno trata a los migrantes y lo mal que el otro trata a los presos, más allá de que sean inocentes o culpables.

    Esa incapacidad de proceder con justicia y humanismo en el caso Kilmar, que ciertamente tiene su origen en el estilo autoritario de Trump, ha levantado fuertes corrientes de solidaridad, tanto en Estados Unidos como en El Salvador. La presencia de un senador norteamericano, el demócrata Chris Van Hollen, dobló por primera vez el brazo de nuestro presidente a la hora de mostrar a un detenido en esas condiciones especiales de nuestras cárceles. Y en ese sentido dejó clara también la injusticia de mantener sin visita familiar a tantos privados de libertad en El Salvador. Lo que se hace excepcionalmente con una persona forzado por la influencia de otro, termina dejando clara la injusticia que se comete con otros que no tienen el apoyo solidario externo que tiene Kilmar. Si algo es decente y justo entre nosotros, es dejar libre a Kilmar y ayudarlo como se ayuda (ojalá que así sea) a cualquier salvadoreño inocente deportado desde los Estados Unidos solo por no tener papeles. No hacerlo, solo logrará que el caso Kilmar se convierta en un caso internacional de desprestigio para nuestro país.

     

  • Bukele en la encrucijada: ¿Washington o Pekín?

    Bukele en la encrucijada: ¿Washington o Pekín?

    César Eduardo Santos. *

     Recientemente, el partido oficialista salvadoreño, Nuevas Ideas, inauguró una escuela de formación política en Nuevo Cuscatlán. El evento tuvo como figuras principales a Félix Ulloa, vicepresidente del país centroamericano, y al embajador de China en El Salvador, Zhang Yanhui. De acuerdo con el portal centroamericano Expediente Público, el instituto habría sido patrocinado por el Partido Comunista Chino (PCCh), gracias a una visita previa de Ulloa y Xavier Zablah Bukele –dirigente de Nuevas Ideas y primo del mandatario salvadoreño– a Pekín, donde se concretaron varios acuerdos de cooperación interpartidista. 

    Este acontecimiento revela las estrategias diversificadas con que la China busca aumentar su influencia en el hemisferio. Mientras que la atención pública respecto al gigante asiático suele enfocarse en la diplomacia entre gobiernos, las relaciones comerciales o la Iniciativa de la Franja y la Ruta (IFR), poco se toman en cuenta las formas de cooperación que diferentes órganos de incidencia internacional ligados al PCCh despliegan en América Latina. 

    El centro checo Sinopsis, especializado en el estudio de China, menciona al respecto: “A diferencia de muchos otros países, los asuntos exteriores chinos se extienden más allá de la jurisdicción del Ministerio de Asuntos Exteriores (MoFA) y trascienden la diplomacia oficial de Estado a Estado […] Este sistema consta de varios órganos y opera bajo el concepto general de diplomacia total”. 

    El PCCh tras bambalinas 

    De acuerdo a la prensa centroamericana y medios en mandarín, Zablah Bukele y Félix Ulloa sostuvieron, en abril de 2024, una reunión con Liu Jianchao, ministro del Departamento de Enlace Internacional (ILD) del PCCh. En esa ocasión, los representantes del bukelismo firmaron un convenio con la escuela de cuadros del Partido Comunista, donde se acordó el patrocinio chino al recién inaugurado Instituto de Formación Política de Nuevas Ideas. 

    El ILD fue establecido en 1951, con el fin de promover los vínculos entre el PCCh y los partidos comunistas del resto de Asia, Medio Oriente, África y Europa del Este. Tras la ruptura sino-soviética de los 60, esta organización se dedicó a cultivar relaciones con agrupaciones izquierdistas de todo tipo, desde la socialdemocracia europea, hasta movimientos de liberación en el Sur Global. 

    Bajo el liderazgo de Hu Jintao, el ILD comenzó a asumir una postura pragmática de buenas relaciones con partidos políticos de izquierda y derecha. Así, organizaciones centroderechistas como Propuesta Republicana (PRO) de Argentina mantienen contactos con el PCCh desde 2009. Xi Jinping, al tiempo que conserva este enfoque, ha impreso un carácter más asertivo a las labores del ILD, convirtiéndolo en un importante instrumento de influencia china en el extranjero. 

    Diversos centros de pensamiento y estudiosos de la política exterior de China han señalado la diplomacia silenciosa que el gigante asiático ejerce a través del ILD y otros organismos. Por ejemplo, el Frente Unido del Departamento del Trabajo o la Asociación del Pueblo Chino para la Amistad con el Extranjero, que operan como burocracias paralelas al MoFA y se caracterizan por actividades opacas y una supuesta autonomía respecto de Pekín. Sin embargo, tales organizaciones tienen como objetivo vincular a diversos sectores de la política y sociedad civil de otros países con el PCCh. 

    En particular, el ILD crea redes de influencia formando a políticos extranjeros. Además de cursos de adiestramiento financiados en China, este órgano ha impulsado la construcción de centros de formación en naciones como Tanzania. Así, el ILD busca establecer vínculos cercanos con élites de otros países, quienes, además de promover narrativas del poder blando chino –como la superioridad del modelo de partido único o la primacía del desarrollo sobre la democracia y las libertades– pueden cabildear a favor de los intereses de Pekín en agencias, gabinetes y parlamentos. En este sentido, el respaldo chino al Instituto de Formación Política de Nuevas Ideas refleja un avance sustancial de la cooperación entre el PCCh y el oficialismo salvadoreño. 

    Los cursos de formación del ILD también se han consolidado como espacios de transmisión del saber hacer autoritario. Investigadoras como Lina Benabdallah y Christine Hackenesch destacan que el PCCh promueve entre élites extranjeras el modelo de gobernanza chino, basado en tecnologías de vigilancia masiva, almacenamiento de datos personales y censura del internet, generalmente provistas por empresas estatales como Huawei. Estas prácticas se presentan como alternativas para fortalecer la seguridad pública y la estabilidad interna, aunque, en los hechos, refuerzan el control estatal y limitan las libertades civiles en los países que las adoptan. 

    Las paradojas del bukelismo 

    El vínculo entre Nuevas Ideas y el PCCh pone en tela de juicio las preferencias ideológicas de Nayib Bukele. Hace apenas unas semanas, el presidente salvadoreño acogió en San Salvador al secretario de Estado de los Estados Unidos, Marco Rubio, para sellar, en palabras de este último, “un acuerdo sin precedentes, el más extraordinario del mundo” en migración. Si, con este hecho, el Gobierno salvadoreño prometía consolidarse como uno de los socios más importantes de Estados Unidos en la región, ¿cómo interpretar, ahora, el aumento de la cooperación política con China, principal competidor estratégico de los norteamericanos? 

    Por un lado, es comprensible que el oficialismo salvadoreño promueva la articulación de sus cuadros con el PCCh. La inauguración del Instituto de Formación Política de Nuevas Ideas, con la venia del ILD, no es otra cosa que un nuevo episodio de cooperación autoritaria en América Latina, donde un régimen experto en represión y control transfiere conocimientos y recursos a otro con los mismos fines. Ejercicios parecidos se han visto antes en la región para los casos de Cuba, Venezuela y Nicaragua, quienes colaboran entre sí y con autocracias extrarregionales como Rusia, Irán y la propia China. 

    No resulta extraño, por lo anterior, que un régimen autodenominado socialista, y otro vinculado a la Conferencia Política de Acción Conservadora (CPAC), cooperen más allá de sus diferencias ideológicas. De hecho, esta ha sido la nota distintiva del ILD en lo que va del siglo: pragmatismo al relacionarse con partidos de todas las orientaciones, garantizando vínculos a largo plazo con distintos gobiernos. Semejante fenómeno expresa un rasgo central de nuestra época, es decir, la disolución del conflicto entre izquierdas y derechas en favor de una nueva tensión entre democracias y autocracias. 

    Por otra parte, el adoctrinamiento de los cuadros de Nuevas Ideas incluso podría ser tolerado por Trump, debido a que algunas perspectivas del PCCh coinciden con su agenda política. La búsqueda de un orden multipolar que asegure zonas de influencia para las grandes potencias –como el Mar del Sur de China o Groenlandia– así como la promoción de modelos iliberales de democracia –el chino de “proceso integral” o el ejecutivo unitario desprovisto de contrapesos– no son cuestiones ajenas al Make America Great Again. 

    Con base en ello, Bukele parecería tener luz verde para profundizar su proyecto autoritario con ayuda de Pekín. Mientras China no interfiera en asuntos estratégicos para EE. UU. en El Salvador, tales como la gestión migratoria o el control de infraestructura crítica, el 47º presidente norteamericano quizá permanezca conforme, sin importar el avance del poder blando chino en el hemisferio. 

     * César Eduardo Santos. *

    Investigador en el centro Expediente Abierto (www.expedienteabierto.org). Especializado en la influencia autoritaria de China y Rusia en América Latina. Autor del libro Viejas Ideas. ¿Nuevos Desafíos? Un estudio teórico sobre el ascenso del liberalismo (Traveler, 2023).

  • «Francisco: la revolución de la misericordia y los márgenes como centro».

    «Francisco: la revolución de la misericordia y los márgenes como centro».

    Por: Lisandro Prieto

    Parece ayer, pero el 13 de marzo de 2013, Jorge Mario Bergoglio, jesuita argentino, fue elegido como el primer Papa hispanoamericano, el primer jesuita y el primero en adoptar el nombre de Francisco. Desde aquel momento, el mundo católico supo que algo estaba cambiando. Su papado no fue uno de ruptura doctrinal, sino de un profundo viraje pastoral y teológico.

    Con una eclesiología que devolvió la centralidad a los pobres, a los descartados y al planeta tierra mismo, Francisco redefinió el modo de ser Iglesia en el siglo XXI. Hoy, 21 de abril de 2025, a primeras horas del alba de Argentina, su muerte marca el fin de una era que nos deja ante el desafío de comprender su legado.

    El núcleo de la teología de Francisco puede resumirse en su convicción de que «el tiempo es superior al espacio» (Evangelii Gaudium, §222), lo cual significa que la Iglesia debe abrir procesos antes que consolidar espacios de poder. Esta lógica temporal le permitió avanzar hacia una Iglesia abierta hacia afuera, no autorreferencial, volcada al encuentro con el otro, sobre todo con quien la está pasando mal.

    En el corazón de esta visión, se halla su concepción de la misericordia, no como simple condescendencia sino como praxis radical que interpela a las estructuras: «La iglesia vive un deseo inagotable de brindar misericordia» («Misericordiae Vultus», 10), escribió al convocar al Jubileo de la Misericordia. Lejos de tratarse de un sentimentalismo superficial, Francisco quiso recuperar aquí una intuición profunda, heredada del gran Tomás de Aquino, que expresó que «la misericordia es la mayor de las virtudes porque es el efecto del amor divino» (cf. «Suma Teológica, II-II, q.30, a.4).

    Esa misericordia nunca, escuchen, nunca es neutral: tiene un rostro concreto, el del pobre. Su famosa frase «¡Cómo me gustaría una Iglesia pobre para los pobres!» (Evangelii Gaudium, §198) no es una consigna, sino una postura teológica. En línea con la opción preferencial por los pobres, Francisco revalorizó las periferias como lugar de la revelación: no sólo el centro salva, sino que el margen interpela. Siguiendo a los profetas y a Jesús, que comía con pecadores y tocaba a los leprosos, el Papa propuso que la Iglesia no hablara desde arriba, sino con los que sufren.

    Por su parte, uno de los gestos más disruptivos de su pontificado fue la publicación de Laudato Si (2015), encíclica que rompió los moldes al unir ecología, justicia social y espiritualidad. Inspirado en San Francisco de Asís, el Papa Francisco propuso una ecología integral, que denuncia tanto la devastación ambiental como la lógica del descarte humano: «No hay dos crisis separadas, una ambiental y otra social, sino una sola y compleja crisis socioambiental» («Laudato Si», 139).

    El cuidado de la «casa común» no es una cuestión técnica, sino estrictamente moral. Aquí, Francisco introdujo una espiritualidad de la humildad frente a la creación divina, al expresar que «Descubrir cada criatura como una palabra de Dios» (Laudato Si’, §85), recuperando así la sensibilidad franciscana que estaba casi completamente ausente en gran parte de la teología moderna.

    Sobre este último asunto en particular, es preciso señalar que su mirada no era ingenua: hay  una crítica frontal al capitalismo depredador, al consumismo y a la indiferencia global. En un gesto muy poco común para un Papa, llegó a sostener que «esta economía mata» (Evangelii Gaudium, §53). Desde una perspectiva filosófica, podríamos sostener que Francisco realizó un desplazamiento ético: lo común ya no es sólo lo compartido entre los hombres, sino también con la Tierra, los animales, el clima, lo creado.

    También, Francisco promovió con fuerza una «conversión pastoral» de toda la Iglesia. Su impulso hacia una Iglesia sinodal- es decir, una Iglesia que camina unida y escucha- supuso una crítica implícita al clericalismo que reduce el Evangelio a norma y poder: «El clericalismo aula la personalidad de los cristianos y tiende a minimizar la gracia bautismal»  (Discurso al Comité Ejecutivo del CELAM, 28/7/2013).

    En la línea de Congar, Rahner y De Lubac, el Papa creyó que el sensus fidei del Pueblo de Dios no es inferior al magisterio jerárquico. De ahí su apertura a la consulta, al discernimiento comunitario, al respeto por la diversidad cultural. Como diría el teólogo argentino Rafael Tello, que influyó en su pensamiento: «El pueblo creyente tiene una sabiduría teológica que nace del sufrimiento y la esperanza» Pues bien, Francisco intentó llevar ésto al Vaticano y a todas las parroquias del mundo.

    Para cerrar, queridos lectores, sólo nos queda plantear la siguiente pregunta: ¿qué queda de Francisco? Su muerte deja abierta la duda de si fue comprendido en su tiempo. Quizás, no tanto. Su insistencia en la misericordia fue confundida con el relativismo; su opción por los pobres, con populismo; su sinodalidad, con debilidad institucional. Sin embargo, su legado no puede medirse por reformas estructurales ni por dogmas promulgados. Lo verdaderamente revolucionario de Francisco fue su testimonio: eligió vivir y morir con sencillez, habló sin miedo y se puso siempre del lado de los últimos de la fila.

    Lo que queda, entonces, no es tanto una doctrina nueva, sino un modo de ser católico. Un modo más parecido a Jesús de Nazaret, que no escribió tratados, sino que caminó con los que sufrían. Quizá, como decía Simone Weil, «la atención verdadera es la forma más rara y más pura de generosidad». Francisco ejerció esa atención. Y ahora, el mundo mira hacia Roma, esperando si esa atención- que él volvió central- seguirá iluminando el camino de la Iglesia.

  • Promociones laborales irregulares en la UES.

    Promociones laborales irregulares en la UES.

    Por Fredis Pereira. *

    En lo más profundo del lado oscuro de la Universidad de El Salvador (UES), donde rige el desorden, la violación de derechos, las actuaciones contra los principios de la ética pública, el gobierno disfuncional universitario protegido por el secreto y la reserva de información, realiza promociones laborales irregulares para favorecer a sus redes de clientelismo político. 

    En las promociones laborales irregulares se omiten los procedimientos establecidos. El procedimiento previsto en la legislación universitaria garantiza la no discriminación, pues tal como lo ha reconocido el Secretario General y el Fiscal General de la UES, se debe realizar un concurso; que en  el caso de la promoción del personal académico, el procedimiento está bajo las atribuciones y deberes del  Comité de Administración de la Carrera del Personal Académico (CACPA), quienes cumpliendo con la Ley de Ética Gubernamental (LEG) y las convenciones contra la corrupción, deben realizar un proceso basado en principios de eficiencia y transparencia y criterios objetivos como el mérito, la equidad y la aptitud. Pero el gobierno disfuncional universitario mediante subterfugios excluye al CACPA y no realiza el debido concurso.

    En las promociones laborales irregulares se omite la debida documentación. Aunque la Ley de Procedimientos Administrativos (LPA) establezca la existencia de expedientes administrativos, en relación con las resoluciones y diligencias que se realicen en las instituciones públicas, y que las normas de control interno establecen el deber de documentar las operaciones de la UES, en el gobierno disfuncional universitario es recurrente que no se tengan expedientes de la asignación de plazas  por Ley de  Salarios, tal como lo ha reconocido el Rector de la UES, ante el Instituto de Acceso a la Información Pública, en el proceso de apelación ref. NUE 35-A-2024. Situación similar también ha sido publicada por la Corte de Cuentas de la República, cuando en un examen especial realizado en la UES, para el periodo 2016 al 2019, descubrió 14 promociones laborales irregulares por la inexistencia de los expedientes de evaluación del personal académico. 

    Las promociones laborales irregulares se facilitan ocultando los procedimientos que se realizan. A pesar de que la LPA en los artículos 12 y 13 establecen la obligación de informar sobre los procedimientos que se realizan en las instituciones públicas, en la UES, actuando contrario al  principio de máxima publicidad que establece la Ley de Acceso a la Información Pública, se niega el acceso a la información sobre el procedimiento desarrollado para asignar plazas por Ley de Salarios, tal como ha quedado registrado en el proceso de apelación ref. NUE 35-A-2024, alegando que no se ha generado la información; así, al no proporcionar la información se dificulta el descubrir, que en efecto, se transgrede el deber de realizar una promoción laboral basada en criterios objetivos como el mérito, la equidad y la aptitud, que establece  la Convención de la Naciones Unidas contra la Corrupción.  

    Las promociones labores irregulares se fomentan ocultando la identidad de los tomadores de decisiones. En el proceso de apelación ref. NUE 35-A-2024, también ha quedado registrada, la negativa de entregar información sobre los nombres y cargos de los funcionarios que participaron en el procedimiento desarrollado para asignar plazas por Ley de Salarios. En contrario al principio de transparencia que establece la LEG, siguiendo las costumbres oscuras, estos procesos que deberían ser públicos para garantizar la no discriminación, se han realizado recurrentemente con sigilo para evitar que los afectados por violación a su derecho a la igualdad de oportunidades en el empleo, recurran ante las autoridades a denunciar los actos; y para garantizar la impunidad se oculta la identidad de los funcionarios responsables. ¿Quién desmontará el gobierno disfuncional universitario que está habituado a la violación de derechos? 

     

  • La lealtad: ese pacto silencioso que sostiene nuestras relaciones.

    La lealtad: ese pacto silencioso que sostiene nuestras relaciones.

    Por E. Dr. Claudia Viveros Lorenzo.

    En tiempos donde todo parece medirse por likes, seguidores y vínculos instantáneos, hablar de lealtad en las relaciones personales suena casi anacrónico. Sin embargo, es precisamente esta habilidad blanda —poco mencionada, casi nunca enseñada— la que determina la calidad, profundidad y durabilidad de los vínculos humanos. La lealtad no es espectacular, no da discursos ni exige atención, pero está presente donde importa: en la constancia, en la presencia silenciosa, en la defensa sin testigos.

    Lealtad no es servidumbre ni silencio obligado. En una cultura que aplaude el individualismo y el «yo primero», la lealtad se ha confundido con la sumisión. Nada más alejado. Ser leal no significa soportar traiciones, justificar errores ajenos o renunciar a uno mismo. Al contrario: la lealtad es una postura ética frente a los vínculos. Es decir “estoy contigo” sin necesidad de repetirlo. Es confrontar desde el amor, acompañar desde el respeto y sostener sin poseer. Ser leal es tener la valentía de decirle la verdad a alguien, incluso cuando no quiere oírla. Es no hablar mal a sus espaldas, no traicionar su confianza, no desaparecer cuando las cosas se complican. Es permanecer, no por obligación, sino por elección.

    El valor de estar incluso cuando nadie está mirando. Vivimos rodeados de vínculos volátiles, de amistades de temporada, de parejas que se construyen sobre arenas movedizas. Y, aun así, seguimos anhelando relaciones que duren, que nos abracen con la mirada y nos sostengan en la caída. Pero eso no ocurre por azar. Ocurre cuando hay lealtad: esa elección cotidiana de cuidar al otro, de no usarlo como moneda de cambio, de estar sin condiciones. La lealtad se demuestra en los detalles: en quien no te abandona cuando estás en tu peor momento, en quien no te juzga cuando te equivocas, en quien defiende tu nombre cuando tú no estás para hacerlo. También se demuestra al respetar los secretos confiados, al hablar bien del otro incluso después de que la relación haya terminado, al honrar los afectos que nos marcaron.

    La lealtad es un acto de madurez emocional. Ser leal implica también lealtad a uno mismo. No se puede ser leal a otros si no sabemos quiénes somos ni qué valores nos definen. La lealtad no es complicidad con lo injusto ni tolerancia a lo tóxico. Es, más bien, la capacidad de elegir con quién construir y por quién apostar, sin perder la brújula interior. En la amistad, en la familia, en el amor, la lealtad se convierte en una garantía de paz. Saber que puedes confiar plenamente en alguien, que no te apuñalará por la espalda ni te borrará de un día para otro, genera una seguridad emocional que ninguna red social puede ofrecer.

    Cuando la lealtad falta, todo se tambalea. La traición duele tanto porque rompe ese pacto invisible que parecía indestructible. Y duele más cuando ocurre en silencio, sin razones, sin confrontación. La deslealtad hiere porque anula la confianza y pone

    en duda todo lo vivido. Por eso, en un mundo tan líquido como el actual, quienes practican la lealtad son, sin saberlo, una especie de resistencia amorosa.

    Ser leal es una forma de amar con dignidad. La lealtad no se compra, no se exige, no se improvisa. Se cultiva. Y cuando existe, transforma las relaciones humanas en refugios. Nos permite crecer sin miedo, compartir sin máscaras, y sostenernos sin condiciones. En tiempos donde toda caduca, las personas leales se convierten en tesoros silenciosos. Y aunque el mundo no siempre las aplauda, son quienes lo sostienen, día a día, relación por relación. Comentarios: draclaudiaviveroslorenzo@gmail.com

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  • Consenso global, al menos en la salud.

    Consenso global, al menos en la salud.

    *Sergio Ferrari
    Journaliste RP/periodista RP
    Tel: (00 41) 078 859 02 44
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  • Libro: MIEDO.

    Libro: MIEDO.

    Por: Manuel Alcántara Sáez.

     

    Si hay un término con el que la humanidad en su diversidad cultural y a través de las múltiples etapas que ha transcurrido en su devenir es el del miedo. No hay individuo que no lo haya experimentado ni grupo social cuyos efectos colectivos hayan condicionado su existencia. Sin embargo, es raro encontrarlo en los libros de historia pues apenas si configura «el ruido de fondo de una película, forma parte del ambiente» y, como añade el autor de esta obra, muchos de los supuestos existentes acerca de la relación entre el miedo, el poder y la libertad son simplistas e incluso totalmente erróneos.

    Robert Peckham, historiador cultural y fundador de Open Cube, una organización que proporciona la integración de las artes y las humanidades con la ciencia y la tecnología, define el poder como la habilidad de actuar, como la autoridad legal y política, como el control o la influencia que uno ejerce sobre otros, como una fortaleza mental o moral y, por supuesto, está el poder de la fuerza física. En ese contexto el miedo se convierte «en una lente para la reconsideración de la naturaleza y el funcionamiento del poder». Pero, del mismo modo «el estudio del poder nos brinda nuevas perspectivas sobre el miedo».

    Peckham defiende entonces dos argumentos. Por un lado, que la producción de diferentes clases de miedo posibilita diferentes regímenes políticos. Por otro lado, que el miedo no es solo la herramienta y la némesis del poder, es también el agente reactivo que puede forzar el cambio. Esta relación dialéctica resulta fundamental pues, insiste, es un error asumir que las libertades modernas se han conquistado mediante la abolición del miedo en la vida política. Por el contrario, el miedo patrocinado por el Estado ha desempeñado un papel crucial, no solo en el ascenso de la libertad moderna, sino también en el surgimiento del orden económico sobre el que esta se ha construido. Todo ello tiene que ver con la polarización que se suscita en los debates entre el miedo y la libertad que asumen una lógica suma cero que hay que superar por mucho que la base del poder desde hace mucho tiempo sea la captación del miedo a la incertidumbre y la manipulación de su esperanza gemela.

    El libro aborda ocho siglos de historia en 15 capítulos y un epílogo que cubren desde la gran pestilencia medieval hasta la pandemia de la Covid-19. Episodios vinculados a las guerras de religión, el colonialismo, la esclavitud, el despotismo de la libertad, la revolución industrial, la guerra, los campos de exterminio, la amenaza nuclear, la crisis económica, el terrorismo y el desastre ecológico configuran peldaños sobre los que el autor sube el proceloso camino propuesto.

    Robert Peckham (2024). Miedo. Una historia alternativa del mundo. Traducción de Pablo Hermida Lazcano. Paidós Contextos. Barcelona. 463 págs. ISBN: 978-84-493-4229-5

     

  • Papa Francisco, de quien llama a ser llamado.

    Papa Francisco, de quien llama a ser llamado.

    Edwin Felipe Aldana Aguirre. *

    Para no pocos, la elección del Cardenal Jorge Bergoglio fue mucho más que una sorpresa; grata sí, pero sin llegar a saber a ciencia cierta, cómo había pasado eso.  Lo único que puedo remarcar es, que no se movía en la suntuosidad de la iglesia católica, era alguien incomodo por su forma de ser; incómodo para la institucionalidad.

    Contradictorio es el Espíritu en este mundo y lo vemos en la persona de Joseph Ratzinger, llamado Papa Benedicto XVI.  La llegada del Papa Francisco no se entiende, o al menos yo no la entiendo sin Ratzinger.  Del Cardenal Ratzinger podemos decir, que era un intelectual de altísimo vuelo y de una coherencia en su vida más que evidente.  Fue conocido por ser el implacable guardián de la ortodoxia católica, pero precisamente ese cargo le permitió conocer las intimidades del Vaticano y, sobre todo, las mafias que pululan en la curia vaticana.

    Sin Benedicto no se entiende la elección de Juan Pablo II.  Un Cardenal del Este de Europa que conocía los avatares del mundo y, sobre todo, del mundo detrás de la cortina de hierro, pero que también era, un hombre radicalmente institucional; que sin embargo propició algunos cambios fuertes al interior de la institucionalidad católica y de la vida de la iglesia misma.

    Juan Pablo II decepcionó a los sectores ultraconservadores de la iglesia católica, porque al fin de al cabo, ni impulsó cruzadas, -modernas, por supuesto-, y tampoco quemó herejes con la proporción que deseaban los ultraconservadores.

    A la muerte de Juan Pablo II, ya la correlación de fuerzas tanto en la curia como en el colegio cardenalicio era favorable a Joseph Ratzinger, que seguía siendo el guardián de la ortodoxia y, por tanto, alguien “confiable” en última instancia. El cónclave, dicen que fue bastante azaroso, pero salió electo el Cardenal Ratzinger, que se autonombró Benedicto XVI, tomando en sus manos la tarea de impulsar los cambios que urgía y urge la Iglesia católica romana.

    Juan Pablo II inició la apertura de la iglesia al mundo, así a secas; y Benedicto XVI con menos marketing y con un carisma diferente se enfocó en la dura batalla de limpiar la institucionalidad fortaleciendo el colegio cardenalicio y haciéndolo por cierto más católico.  Hizo reiterados llamados a una vida más evangélica, y por evangélica sencilla y de cara al mundo; cosa que por cierto no gustó mucho a los amantes de la ortodoxia institucional y contrarios al evangelio de Jesús. Sobre todo, la iglesia alemana y sus opulentos jerarcas se sintieron agredidos y se dedicaron muchos de ellos a humillar y contrariar al papa Benedicto.

    Y para sorpresa de todos, Benedicto XVI rompe una tradición fortísima de la iglesia; el carácter vitalicio del cargo y con una muy buena correlación de fuerzas al interior del colegio cardenalicio logran para espanto de unos pocos al interior del colegio y de muchos dentro de la iglesia, la elección del Cardenal Jorge Bergoglio.  Una dura batalla de Benedicto pero que supo ser fiel a la tarea del Espíritu.

    El Cardenal Jorge Bergoglio dio el siguiente paso lógico de Benedicto; se autonombró Francisco.  Un Francisco en la forma, en el fondo y con un toque de Benedicto, iluminando para el mundo las verdades fundamentales tan necesarias.

    Estos tres papas seguramente serán visto como los papas que orientan el camino hacia la fuente fundamental de la iglesia, -la vida, pasión, muerte y resurrección de Jesús de Nazareth- y esto se convierte en la invitación a todos los cristianos para caminar hacia esa fuente, a pesar de la Institución llamada Iglesia católica romana.

    Desde Francisco podemos entender el inicio del calvario de Juan Pablo y Benedicto.  Desde Francisco se ve claro, porque este papa no ha tenido ni un minuto de tregua con las mafias al interior de la iglesia, pero ese sufrimiento estaba en el horizonte y de alguna manera, El papa Francisco sabía que era parte de la carga.  Tan horrible es el ambiente, que hay sectores en Europa y tal vez en otros lados, que señalan a Francisco como el auténtico anticristo.

    Juan Pablo abrió las ventanas y algunas puertas y Benedicto inició la limpieza del techo de la iglesia. Francisco ha iniciado la limpieza del piso de la iglesia, por decirlo de alguna manera. Ha enfrentado de lleno el abuso sexual infantil sin tapujos, sin miedo a la verdad, entendiendo el evangelio escrito por el apóstol Juan, ha defendido y dignificado a la mujer en su espacio en donde le toca dar ejemplo y ha propiciado la intervención en las finanzas de la iglesia.

    Este es un papa que enfatiza su servicio a todos y todas, pero desde la óptica de los pueblos pobres.  Una iglesia que al igual que Jesús opta por los más pobres y desde ahí hace un llamado a los que invita a ser sus compañeros de viaje.

    El Vaticano y el papado como tal, son una auténtica cruz para el papa Francisco, una apretada corona de espinas, que desgarran y sangran.  Una soledad enorme como la del Huerto… Y eso le pasa a un hombre bueno, fiel al espíritu de Jesús, generoso, compasivo y abierto a todos y todas. ¿Pero cómo se ha construido esa soledad tan terrible y más tenebrosa que los ataques de los ultraconservadores y las mafias?

    Una iglesia que sigue casi sin moverse.

    El papa Francisco está allí y bla, bla, bla. Al parecer las iglesias buenas, comprometidas y solidarias, están más llenas de ideologías que de fe cristiana.  Los arzobispos siguen igual de arzobispos, los obispos siguen viviendo como parte de la realeza, aunque no todos, por cierto.  Porque diferencias siempre ha habido.  Los sacerdotes siguen tan sacros como siempre, sólo que han mejorado su discurso y otros andan tan en las nubes, que sólo actúan su papel de actores de tercera.  Eso sí, está la esperanza sobre esas minorías que siguen silenciosas dando su buen testimonio, pero que todavía su luz es tan tenue en medio de estas tinieblas tan espesas o institucionales.

    ¿Será que este modelo histórico de institucionalización realmente está al servicio del evangelio? ¿Qué tanto facilita u obstaculiza este modelo, el proceso de maduración en la fe de los pueblos a los cuales la iglesia dice servir con la palabra del Dios de Jesús? ¿Qué tanto se puede hacer o vivir dentro de esta institucionalidad histórica aquí y ahora?

    Los creyentes en la vida y la palabra de Jesús, -clero y pueblo-, no pueden esperar que una pesada institucionalidad basada en el poder religioso y no de la autoridad que emana del servicio de la fe y la recta promoción de la justicia que esa fe exige, petrifique los sueños y las esperanzas de esas grandes mayorías y de gente buena, más allá de su clase social, que sienten y creen radicalmente en el mensaje de amor y servicio que Jesús nos comparte.

    Sí, definitivamente la iglesia no ha cambiado, y no sólo por culpa de la reacción de los grupos hegemónicos a su interior, sino que, y sobre todo, por la soledad que provoca la inercia y la falta de compromiso real, de los que nos decimos cristianos católicos y que con nuestra comodidad y miedo, como si no tuviésemos espíritu, nos dejamos esclavizar por los poderes de este mundo y preferimos las ollas que hoy por hoy ni carne tienen, pero esperamos confiados en la bondad del dios dinero que nos dará la escalera para construir nuestro propio reino.

    Papa Francisco, el nombre que escogiste y tu calvario en la Roma de hoy te asemeja tanto a Pedro, tan pobre y maltratado, creyéndote indigno de la cruz de Jesús. Pero te estamos sacrificando en el mismo terreno en el cual Pedro y otros fueron sacrificados.  Parece que tu llamado no se escucha, parece que usted es el llamado renovado del Espíritu para que echemos andar hacia la fuente de agua viva que es Jesús de Nazareth.

    *Investigador y docente universitario.

  • Las tendencias del mundo evangélico. Mesianismo y bloqueo mediático.

    Las tendencias del mundo evangélico. Mesianismo y bloqueo mediático.

    Por: Elio Masferrer Kan*

    La presencia del mundo evangélico fue una de las sorpresas que trajeron los cambios constitucionales en materia religiosa de 1992 a la sociedad mexicana y particularmente a su clase política. Todavía a 33 años de los cambios constitucionales los políticos y las elites del poder persisten en su desconocimiento.

    El gobierno mexicano de aquel entonces, acostumbrado a los tratos con la Iglesia Católica trató de “corporativizar” al mundo evangélico, generando algunos interlocutores con quienes tendría un trato especial, suponiendo que estos a su vez controlarían el conjunto de los evangélicos.

    En las iglesias históricas había una fuerte presencia de miembros de diferentes logias de la masonería mexicana y una de las estrategias desarrolladas fue impulsar “marchas” de agradecimiento al presidente Benito Juárez García (hermano masón del Rito Nacional Mexicano) por decretar la Libertad de Cultos como parte de las Leyes de Reforma (1860). Esta medida fue cuestionada por las iglesias pentecostales que no tenían mayor simpatía por el presidente Juárez, desconfiaban de la masonería y consideraban un acto idolátrico rendir culto a una persona.

    En este contexto las iglesias evangélicas impulsaron la celebración del sábado de Gloria, la Resurrección de Jesús de Nazareth, haciendo énfasis en el culto a un “Cristo vivo” opuesto a lo que asignan a la Iglesia Católica, Apostólica y Romana que haría énfasis en un Cristo Muerto, el Viernes Santo que recuerda la Crucifixión y muerte de Jesús. El día más solemne en el catolicismo.

    La Marcha de Gloria iniciada en 1995 se abrió paso, iniciándose un período de expansión pues tenía un carácter amplio y tuvo el tino de organizar conciertos de música cristiana que les evitaba entrar en problemas teológicos que hubieran hecho naufragar el proyecto. Así se mantuvo y fue consolidándose, a la vez que se transformaba en un espacio de proyección para la música cristiana, una forma de expresión muy atractiva en el mundo pentecostal. Una característica era que los músicos se iban rotando en el escenario. Un factor adicional era que la Marcha de Gloria culminaba en el Zócalo o Plaza de la Constitución, frente al Palacio Nacional, sede de la Presidencia de la República, el epicentro de la política nacional.

    Este año las cuestiones cambiaron, la Marcha ya no sería de Gloria, sino Marcha de Jesús. Homologándose a la Marcha de Jesús que se organiza en Brasil. Otro aspecto más delicado es que los organizadores tenían un solo grupo musical, antes se rotaban distintos grupos y la idea era también una velada nocturna. Como mencioné en mi colaboración anterior un diputado federal, que va por el tercer intento de fundar un partido político evangélico

    convocó mediante una conferencia de prensa citada en la Cámara de Diputados y acompañado de pastores y jóvenes cristianos para que asistieran a la Marcha, en una actitud que rompía con las tradiciones laicistas del Estado y de los evangélicos.

    Preparándome para mi habitual observación de campo busqué a mis contactos en el mundo evangélico que habitualmente asistían al evento y recibí respuestas evasivas, lo cual me evidenciaba que había algún conflicto, y cómo es habitual en el mundo evangélico, los silencios evidenciaban desaprobación y conflicto.

    Nos organizamos para observar la Marcha y la cuestión era evidente, los enormes camiones que habría la Marcha llevaban una Menorá (Candelabro de siete brazos) uno de los símbolos más sagrados y característicos del judaísmo y muchos de los organizadores llevaban banderas del Estado de Israel. Comprendí la molestia de mis amigos pentecostales, la Marcha ahora es hegemonizada por corrientes mesiánicas, nombre que los evangélicos aplican a los feligreses del judaísmo mesiánico, quienes en su mayoría no son judíos por nacimiento, sino que se identifican como judíos que aceptan que Jesús de Nazareth es el Mesías. Mayoritariamente son de origen cristiano, aunque pueden tener judíos de nacimiento en sus filas.

    Una de mis estrategias de relevamiento es ponderar el número de asistentes, mi estimación es que sumando los participantes en distintos momentos tuvieron 45,000 asistentes, alrededor de las 4 de la tarde muchos de los que habían salido a las 12.20 horas del Museo de Antropología se estaban yendo, pero iban llegando mas gente que no hizo la caminata de dos horas y media. Muchos no estaban frente al escenario por el sol y el calor, sino que había varios miles de personas resguardados a la sombra de los portales. Observé familias completas, niños y muchos jóvenes.

    La mayoría de los asistentes eran pentecostales que no necesariamente coincidían con los planteos de los organizadores, sino que mantenían el recuerdo de marchas anteriores. Este no es un hecho aislado de los mesiánicos, quienes han ingresado al campo religioso mexicano con muchos recursos y proyectos de cierta hegemonía a través del Proyecto Yeshua. La diputa por el control evidencia la vitalidad del campo religioso. Cómo es habitual la “gran prensa” ignoró el evento y persiste en desconocer la importancia y presencia de los evangélicos mexicanos que son más de 25 millones de personas muy bien organizadas en más de 4000 iglesias diferentes.

    *Doctor en antropología, profesor investigador emérito ENAH-INAH.

  • La resistencia a Trump cobra forma a los tres meses de mandato.

    La resistencia a Trump cobra forma a los tres meses de mandato.

    Protestas en las calles y un ligero despertar demócrata, retos en los tribunales y desafíos se suman al rechazo de Main Street, Wall Street y grandes donantes a su caótica guerra comercial

    El presidente de EEUU, Donald Trump, durante un acto en la Casa Blanca el pasado 15 de abril.

    El presidente de EEUU, Donald Trump, durante un acto en la Casa Blanca el pasado 15 de abril. / ALEX BRANDON / AP

    El 5 de abril, conforme en un sábado lluvioso y desapacible decenas de miles de personas formaban un río de protesta contra Donald Trump que llenaba 20 calles de la Quinta avenida desde Bryant Park hacia el sur, varios manifestantes comentaban con sorpresa la escasa presencia de policías. Uno de los motivos del mínimo despliegue de uniformados, según dijeron extraoficialmente fuentes policiales, es que no esperaban la masiva participación en la marcha. Otras convocatorias desde enero contra acciones de Trump o los recortes promovidos por su aliado, Elon Musk, habían tenido una participación modesta incluso en la progresista metrópoli de Estados Unidos.

    El poder de convocatoria no solo se sintió en Nueva York. Hubo manifestaciones en todo el país, desde en ciudades también de gobierno demócrata como Chicago hasta en otras de dominio conservador como Salt Lake City y en zonas rurales de feudos republicanos como Texas. Todas se consideraron un éxito.

    El eslogan dominante de esas marchas fue un genérico «Hands off», que literalmente se traduce por «manos fuera» pero que figuradamente es «no toques» y que se ha demostrado muy práctico ante la apisonadora puesta en marcha por Trump y Musk desde el 20 de enero. Y manifestantes y pancartas le reclamaban que deje en paz, entre otras cosas, a los inmigrantes, a la comunidad trans, las leyes, los derechos civiles y las libertades, la seguridad social, la prensa, las universidades, la ciencia, Groenlandia

    Manifestación contra Donald Trump, el pasado 5 de abril en Nueva York.

    Manifestación contra Donald Trump, el pasado 5 de abril en Nueva York. / ANDRES KUDACKI / AP

    Tanto la inesperada asistencia masiva a las protestas como el amplio abanico de causas que movilizan a muchos ciudadanos apuntan a una nueva fase en la resistencia a Trump. Y hay señales de que, cuando se cumplen tres meses de su mandato, se ha entrado en una etapa de más fuerza y organización que no solo llegan de las calles o de ambientes progresistas.

    Los demócratas

    El Partido Demócrata sigue en busca de un camino y de liderazgo. Acciones como el apoyo del senador Chuck Schumer a la legislación republicana en el Congreso que permitió a Trump evitar un cierre operativo del Gobierno han desatado la furia de muchos contra el veterano demócrata. Pero conforme el partido muda de piel empiezan a verse brotes de esperanza.

    Uno se palpó con el simbólico pero efectivo discurso maratoniano que ofreció en el Senado Corey Booker, más de 25 horas con las que el político de Nueva Jersey, con evidentes aspiraciones presidenciales, logró capturar atención mediática y mostrar la determinación de hacer algo inusual para dar respuesta a tiempos que pocos consideran normales.

    El máximo exponente del potencial demócrata de movilizar ciudadanos, no obstante, se está viviendo en los extremadamente populares mítines con que Bernie Sanders y Alexandria Ocasio-Cortez llenan estadios con su «Gira combatir la oligarquía«, que en la última semana ha pasado por Utah, Idaho, California y Montana.

    El eco que tiene su mensaje de populismo económico y contra la corrupción alimenta la idea de que hay un camino para estructurar un movimiento. Y de momento está permitiendo al ala progresista cumplir un objetivo que, en palabras del joven congresista de Florida Maxwell Frost, es vital: «Asegurar que la gente no cae en la apatía«.

    El despertar del rechazo creciente a Trump y a Musk que reflejan los sondeos se ha sentido, fuera de estadísticas, en las urnas. Se demostró a principios de mes en una elección para el Tribunal Supremo de Wisconsin con la derrota del candidato al que el hombre más rico del mundo había apoyado con decenas de millones de dólares. También con resultados en elecciones especiales para el Congreso en Florida donde, pese a la victoria republicana, la ventaja sobre los demócratas cayó a la mitad de la que obtuvo en noviembre tuvo Trump.

    De la capitulación al desafío

    En los primeros meses de presidencia entre las palabras y lamentos más habituales han estado los del miedo y la «capitulación», un término que permitía hablar de universidades, bufetes de abogados o empresas que se rendían y plegaban ante las presiones y amenazas de Trump. Esta semana, en cambio, ha llegado la decisión de Harvard de plantarse y no ceder. Y este momento clave es «de un significado trascendental, trascendental«, como ha remarcado Michel Luttig, un prominente jurista que es una referencia muchos conservadores.

    El de la universidad más rica y más antigua de EEUU es un ejercicio de resistencia sonado pero no único. Los medios se llenan de casos de ciudadanos anónimos que se plantan ante la agenda de Trump, como los habitantes del pueblo de Nueva York donde vive Tom Homan, el «zar de inmigración», que con sus protestas lograron la liberación de una madre y tres hijos que habían sido detenidos por las autoridades para su deportación, o los de directores de dos escuelas de primaria en Los Ángeles que negaron la entrada a agentes de ICE, la agencia policial de fronteras e inmigración, que pretendían detener a menores.

    Justicia

    Otra de las barreras más consistentes que se han alzado en estos tres primeros meses para Trump ha sido la de la justicia. Más de 200 demandas han sido presentadas contra las acciones de su Gobierno y, según un contador que mantiene ‘The New York Times’, de momento cerca de 75 decisiones judiciales han obligado al republicano a frenar.

    Aunque la justicia avanza a su ritmo, lentode momento «el sistema está funcionando», según ha valorado en ‘The New Republic’ Skye Perryman, presidenta de Democracy Forward, uno de los grupos que ha presentado demandas. Y en la publicación también subrayaba la emergencia de una nueva «dinámica muy interesante» Lisa Gilbert, copresidenta del grupo progresista Public Citizen, fundado por Ralph Nader: el avance a la par de la lucha en los tribunales y las protestas en la calle.

    La secretaria de Seguridad Interior de EEUU, Kristi Noem, durante una visita al centro de confinamiento terrorista de Tecoluca, en El Salvador, el pasado 26 de marzo.

    La secretaria de Seguridad Interior de EEUU, Kristi Noem, durante una visita al centro de confinamiento terrorista de Tecoluca, en El Salvador, el pasado 26 de marzo. / ALEX BRANDON / AP

    Queda por ver si Trump acatará las decisiones judiciales en su contra. Ya las está ignorando aunque verbalmente él y sus aliados, incluyendo la secretaria de prensa, Karoline Leavitt, aseguren que las cumplen. Y esta misma semana un juez le daba plazo de una semana antes de declarar a su Gobierno formalmente en desacato, un momento que asoma a EEUU a una crisis constitucional sin precedentes.

    Brechas internas

    Ese choque daría un golpe a la estabilidad y la confianza internacional en EEUU, que se sumaría a las sombras de duda que ya están azotando al país por la errática y agresiva política arancelaria de Trump, otro de los elementos que ha despertado la rebelión, en este caso incluso desde filas conservadoras.

    Titanes del mundo empresarial, especialmente pero no solo de Silicon Valley, alertaron al republicano contra la escalada en la guerra comercial con mensajes tanto en público como en privado. Grandes donantes como Bill Ackman le instaron a dar marcha atrás. Y acabó haciéndolo, siquiera de forma parcial, respondiendo además al golpe de las bolsas y del mercado de la deuda. Pero hace malabares para tratar de mantener satisfecha a una coalición que mezcla los intereses no alineados del populismo del movimiento MAGAWall Street y de los gigantes tecnológicos.

    Ya antes de que el gobernador demócrata Gavin Newsom convirtiera este miércoles a California en el primer estado que presenta una demanda contra sus aranceles, denunciando que se ha saltado la separación de poderes y se ha arrogado autoridad que corresponde al Congreso, había hecho lo mismo un grupo llamado Alianza de Nuevas Libertades Civiles. Detrás están dos nombres fundamentales del movimiento libertario y conservador: Charles Koch y Leonard Leo, este último presidente de la Sociedad Federalista, el grupo que fue fundamental para que Trump pudiera asentar la supermayoría conservadora en el Tribunal Supremo.

    La senadora republicana Lisa Murkowski (derecha), en una imagen de archivo.

    La senadora republicana Lisa Murkowski (derecha), en una imagen de archivo. / BILL O’LEARY / EFE

    Igual que a Koch y Leo, los aranceles están poniendo nerviosos a muchos congresistas republicanos, que reflejan a su vez los nervios tanto de sus donantes como de sus votantes. Estos han dejado claras sus suspicacias y dudas ante despidos masivos y recortes en servicios como la sanidad pública y han hecho que muchos congresistas huyan en el receso de semana santa de organizar encuentros en sus distritos para evitar ser increpados, como pasó en febrero.

    De momento, cuando más ha contado para Trump, como cuando ha necesitado votos para hacer que siga avanzando su propuesta presupuestaria de recortar impuestos, esos políticos han abandonado cualquier conato de rebelión, pero hay señales de grietas en el férreo apoyo.

  • Llaman en El Salvador a buscar espacio de lucha.

    Llaman en El Salvador a buscar espacio de lucha.

    San Salvador. (Prensa Latina) Hay que encontrar espacio de lucha y conducta que devuelvan la esperanza en El Salvador, indicó Walter Raudales, líder del Movimiento Izquierda Salvadoreña (MIS).

    La idea es sostenida hoy por el escritor y periodista al analizar los últimos acontecimientos en el país y la actuación del presidente Nayib Bukele en su reciente visita a Estados Unidos, en especial sobre el tema de los inmigrantes.

    “En El Salvador estamos siendo gobernados por la oscuridad y las tinieblas”, dijo Raudales al referirse a la política de la actual administración y sus relaciones con Washington.

    Ante esta situación, el activista llamó a crear la Unidad para el Rescate de la Democracia (URD) cuando, subrayó, “estamos siendo gobernados por las tinieblas, por la oscuridad, la desmesura, la locura y en medio de eso hay que encontrar espacio de lucha y conducta que devuelva la esperanza”.

    Apuntó que El Salvador es “un país en drama y dolor, gobernado por la mentira, el odio, la corrupción, pero esa realidad no te tiene que apagar ni dejar en el sin sentido de la vida, al contrario, te tiene que impulsar a buscar esas luchas sociales comunales que te permitan crear ese ensamble social”.

    Sostuvo Raudales que, a mayor violación de derechos humanos, mayor toma de conciencia y cuando hay mayor toma de conciencia llega la lucha social. Viene la lucha social. “La lógica de la narrativa comunicacional gubernamental, puntualizó, es entretenerte con otros temas”.

    Al referirse al encuentro de los presidentes Donald Trump y Bukele en Washington, citó una frase del mundo del ajedrez: “Después del juego, el rey y el peón van a la misma caja”.

    En ese encuentro, opinó, el mandatario salvadoreño se expuso al negarse ante el mundo a devolver a Estados Unidos al migrante local capturado ilegalmente y llevado a las cárceles de El Salvador, sin juicio y sin antecedentes penales.

    Bukele, sostuvo, se expone como un mandatario autoritario, violador de derechos humanos y que no respeta las leyes de los Estados Unidos.

    Criticó que el mandatario no hiciera nada por los cerca de dos millones de nacionales inmigrantes en territorio estadounidense.

    En sus más recientes declaraciones en la televisora TVX, el dirigente del MIS preguntó: ¿Y los que estamos acá qué ganamos (con la visita)? nada. Más que nos convertimos en la letrina de Estados Unidos, pues dicen los funcionarios que nos van a enviar lo peor de lo peor.

    Aunque no hay encuestas recientes disponibles, las últimas pesquisas a inicios de 2025 daban a la gestión del presidente Bukele una nota de 7,73 (en una escala de 0 a 10), la más baja desde que llegó al poder en 2019 y obtuvo 8,87 en enero de 2021.

    ro/lb San Salvador, 21 abr (Prensa Latina)

  • NOS ACERCAMOS A LA CONMEMORACIÓN DE UNA FECHA IMPORTANTE PARA LA CLASE TRABAJADORA NACIONAL Y MUNDIAL.

    NOS ACERCAMOS A LA CONMEMORACIÓN DE UNA FECHA IMPORTANTE PARA LA CLASE TRABAJADORA NACIONAL Y MUNDIAL.

    Por: Róger Hernán Gutiérrez.

    ¿Cuál es la situación en la que nos encontramos semanas previas a la conmemoración del Día Internacional de los(as) Trabajadores (as)? Al parecer en el ámbito laboral la situación es más que amenazante, intimidatoria y con mayores refuerzos de condiciones laborales de empobrecimiento, falta de empleo u ocupación, bajos salarios y obtención de ingresos insuficientes, imposibilidad de aterrizar en un nuevo salario mínimo que compense y sea un paliativo a lo que se vive en cuanto a ingresos suficientes para vivir, además de la continuidad y mayor profundización de la desprotección social—salud y previsión social—que se deteriora con cada decisión del régimen de turno, y se va convirtiendo por lo que se ve en la conversión de un Estado que en ningún modo cumpla con la función de garantizar a la clase trabajadora sus derechos más vitales.

    ¿Cuál es la razón o razones para que la situación esté como está?, en mucho con la llegada de Trump como líder de una grey cada vez más egoísta, insolidaria, discriminatoria, con poco sentido y conciencia para empujar una viabilidad a lo interno de los EEUU, y una amenaza para los diferentes países y sociedades que ven un líder poderoso, descabellado, despiadado y misógino, totalmente desquiciado para pretender gobernar el mundo, en base a los intereses económico-financieros y comerciales que miden la existencia de los países desarrollados y subdesarrollados.

    El giro hacia una lógica económica donde el libre comercio se vuelve una amenaza para los EEUU, va privando hacia el abuso y la arbitrariedad para juzgar a todos aquellos países, sociedades y organizaciones de diferente naturaleza, que de acuerdo a su análisis significan un atentado a los intereses de Trump, las cosas en el mundo laboral como consecuencia de tales visiones, decisiones y acciones, va siendo una situación político-social, que significa niveles de empobrecimiento mayores, estados débiles sin la fuerza socio-económica, moral, ética y de fortalecimiento de los derechos humanos, capaz de alcanzar niveles mejores de bienestar común.

    Son 4 años (ene25-dic28), donde las condiciones para Trump se irán estructurando e imponiéndose en el “patio trasero”, donde nuestra economía dado el grado de alta dependencia, subdesarrollo socio-económico acelerado y poca unidad entre el Estado y la sociedad civil, capaz de enfrentar los problemas estructurales y coyunturales, nos generará mayor zozobra y desesperanza y, por el lado que lo veamos no nos llevan a una meta que nos garantice la subsistencia mínima (el mínimum vital), esa diferente forma, un tanto sencilla y sobre todo llena de justicia social para el desarrollo de la conciencia y práctica de mejores relaciones humanas, un concepto de vida capaz de transformar la conciencia, traducir los hechos, las instituciones, la legislación y demás, dentro de esa nueva creencia, a través de la cual se concrete un bienestar para todos los grupos dentro de la sociedad.

    Debe ser un claro proceso por alcanzar la satisfacción constante y segura de todas nuestras necesidades primordiales, para el caso: a) entendimiento pleno; b) creatividad; c) participación plena; d) identidad; e) amor-afecto; f) ocio; g) libertad; h) subsistencia; i) seguridad; que en la medida que se desarrollen en equidad se contribuye en una mejor persona; y lo que se necesita son satisfactores para poder desarrollar a cabalidad tales necesidades. Actualmente la forma de desarrollar a los humanos se encasilla en lo físico y biológico, dejando por fuera lo psico-social como base para la conciencia humana que sabemos se desarrolla con la actividad.

    Personas trabajadoras, que siguen sin derechos y/o con un mínimo de derechos; escuelas que al igual que a los seres humanos pretenden valorarlas a través de lo físico—el presidente habla que en el trayecto de la carretera hacia oriente se modificó una escuela, pero que hay de las otras y el sistema educativo no tiene fondos suficientes

    para ser transformado; el cuerpo docente es forzado a dejar su puesto de trabajo o despedido, con salarios que no son acordes al nivel de enseñanza que se requiere, con poca o nula formación docente.

    En consecuencia, es una persona trabajadora sin habilidades y capacidades suficientes para adaptaciones y resiliencia en el mundo del trabajo. Con la lógica de mercado que impera, la actividad económica básica en el país, no tiene relación alguna con el tipo de trabajador(a) que buscamos, que necesitamos—la maquila simple que hemos desarrollado desde la década del 90, se trata de una actividad industrial de poco valor agregado, de mano de obra poco calificada y que requiere un mercado en los EEUU, sin aranceles en claras deslocalizaciones hacia nuestros países para producir con los costos más baratos posibles—en un claro fortalecimiento de la elusión fiscal.

    Ahora, el cambio con la llegada de Trump está modificando esa lógica productiva, y entonces qué hacemos, la base de formación profesional disponible está por los suelos, por la manera como se anuló al INSAFORP y se cambió por otra estructura totalmente insuficiente y nada funcional. Para entonces y de acuerdo a lo que estamos necesitando el sector empresarial está mermado y estancado; el nuevo grupo empresarial ligado a Bukele está en posiciones gallo -gallina, no sabemos desde hace varias décadas el rumbo económico y pareciera la anulación de competencia, corrupción de los fondos públicos y una clara política comunicacional que agrande supuestos milagros económicos que no existen; y grupos cada vez más reducidos del capital que acumulan sin ceder ni pensar en redistribuir sus ganancias.

  • Libro: EL ENGENDRO DE LA ISLA JEKYLL.

    Libro: EL ENGENDRO DE LA ISLA JEKYLL.

    POR: JOSÉ GUILLERMO MÁRTIR HIDALGO.

    George Edward Griffin, autor estadounidense, publica “El Engendro de la Isla Jekyll” en mil novecientos noventa y cuatro. El libro hace la referencia a la reunión que tuvieron un grupo de banqueros conspiradores, en la Isla Jekyll en mil novecientos diez. La isla, propiedad de J.P. Morgan, está situada en la costa del Estado de Georgia. Durante nueve días los Morgan, los Rockefeller, los Rothschild, los Warburg y los Kuhn Loeb se reúnen, el propósito de dicha reunión era formar un cartel para incrementar las ganancias y reducir la competencia. La solución ofertada fue crear una copia del Banco Central Europeo.

    Así se instauro la Reserva Federal, la cual es un cartel con fachada gubernamental. Su objetivo no es proteger al público, sino, sacrificarlo en beneficio del cartel de los banqueros. Sus agencias operativas han sido el Fondo Monetario Internacional, que actúa como una especie de Reserva Federal Mundial y el Banco Mundial, que sería la agencia prestamista del Fondo Monetario Internacional para surtir fondos al mundo.

    El Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, se fundaron en mil novecientos cuarenta y cuatro, en el curso de la conferencia monetaria patrocinada por las Naciones Unidas, la cual tuvo lugar en Bretton Woods, New Hampshire.

    Griffin considera que las verdaderas metas del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial son, reducir el dólar del oro para aminorar tanto el dominio del dólar como del oro y remplazar el dólar y todas las demás monedas, por una divisa mundial creada de la nada por el Fondo Monetario Internacional.

    El dólar fue desvinculado del oro, esparciendo dólares por todo el mundo para la reconstrucción de la posguerra y financiar las guerras de posguerra. En mil novecientos setenta y dos, se convenció a Richard Nixon que una reserva remanente de oro era preferible a ninguna.  Cerró la “ventana de oro” y no cumplió a los tenedores extranjeros de redimir sus dólares con oro.

    El autor describe muchas actividades de apoyo a gobiernos despóticos, eso tiene como meta crear un gobierno mundial regido por las élites de banqueros que, utilizan a las Naciones Unidas como pivote de una estructura política. El Fondo Monetario Internacional y el Banco Central Mundial emite y controla la única divisa importante del mundo.

    Las élites se dan cuenta que nunca podrán consolidar y mantener su poder a menos que, puedan convertir al Fondo Monetario Internacional, en el emisor exclusivo de la única divisa importante del mundo. Lo esencial de la ayuda financiera es, entregar en las garras del Nuevo Orden Mundial a los países del Tercer Mundo. Además, hundir a las economías y el confort de los países fuertes, hasta producir el derrumbe económico y la quiebra del orden cívico.

    Griffin narra la fundación del Banco de Inglaterra en mil seis cientos noventa y cuatro. Explica que el Rey Guillermo necesitaba dinero para la guerra. No pudiendo reunirlo mediante impuestos ni pedirlo en préstamo, concedió una carta de privilegio a un grupo intrigante de aristócratas y banqueros ingleses, a fin de que constituyeran un banco al que le daría el monopolio para la emisión de billetes de bancos ingleses. El papel moneda se crearía a partir de la nada y se acreditaría al gobierno, a cambio de un pagaré que comportaría el único respaldo requerido. El gobierno pagaría intereses sobre este “préstamo” para darle un aspecto legitimo a los ojos del público.

    El reembolso que recibía el banco consistía en que, se le autorizaba a realizar otros préstamos comerciales con los mismos pagarés del gobierno como “respaldo”. Los bancos al recibir intereses sobre el dinero que creaban y prestaban a voluntad se enriquecerían. El rey juntaría todo el “dinero” que se le antojase, mientras que el público pagaría todo esto con la devaluación de sus ahorros y la expansión de la divisa. Este es el “Mecanismo Mandrake”, capacidad del mago de crear algo de la nada. Una vez emitida la carta privilegio, el Rey y sus cómplices conspiradores se apresuraron a convertirse en accionistas del monopolio de fabricación del dinero.

    Griffin presenta la “Formula Rothschild” que es una estrategia para “impulsar a los gobiernos a entrar en guerras, por las ganancias que estas rinden”. La estrategia consiste en asegurarse que cuenten con enemigos provistos de fuerza militar suficiente. En casos que existieran enemigos débiles, habría que darles dinero para que fortaleciesen su faceta militar. Si no hubiese enemigo alguno, habría que crearlo.

    El autor narra el “affaire Lusitania”. El barco llevaba oculta municiones a bordo, las cuales eran responsabilidad de J.P. Morgan. La embajada alemana, en conocimiento de lo que se embarcaba en esta nave de pasajeros, presento un aviso de advertencia en diversos periódicos de la costa este de Estados Unidos. Morgan logro impedir su publicación, así que el barco zarpo el primero de mayo de mil novecientos quince, con ciento noventa y cinco pasajeros norteamericanos a bordo. Un submarino alemán torpedeo al buque el siete de mayo. En abril de mil novecientos diecisiete, Estados Unidos declaro oficialmente la guerra a Alemania.

    Luego, la obra de Griffin trata la conexión de las elites de banqueros norteamericanos con sus colegas de Inglaterra. Junius Morgan fue aceptado como miembro de la firma inversionista George Peabody. Durante la guerra civil norteamericana, Junius Morgan inscribió a su hijo John Pierpont Morgan en colegios europeos. En mil ocho cientos cincuenta y siete, lo instalo en los Estados Unidos, para que manejara la rama norteamericana de sus negocios. Luego J.P. Morgan senior mando a J.P. Morgan junior a que interiorizara las costumbres británicas.

    El autor plantea la relación existente entre los Morgan y los Rothschild. Estos últimos se plantearon establecer un “frente” en los Estados Unidos, utilizando a August Belmont. Los que no deseaban realizar transacciones con los Rothschild y otras firmas judías, se sentían atraídos por los negocios prestatarios de J.P. Morgan, por su antisemitismo público.

    El autor cierra el libro narrando que, durante la Primera Guerra Mundial, Inglaterra sufrió una inflación mayor que los Estados Unidos. Inglaterra deseaba corregir esa relación sin deflacionar su economía, convenciendo a Estados Unidos que inflara más la suya, con el objeto de igualar precios y las tasas de interés. El nueve de agosto de mil novecientos veintinueve, la Reserva Federal elevo la tasa de redescuento al seis por ciento y empezó a vender valores en el mercado libre. Ambos hechos causaron la reducción de las reservas y el suministro de dinero con una aplicación inversa al mecanismo Mandrake. El veintinueve de octubre, se derrumbó el mercado.

  • Un asalto criminal a la educación universitaria en los 1980.

    Un asalto criminal a la educación universitaria en los 1980.

    Por: Dr. Víctor Manuel Valle Monterrosa.

    El viernes 11 de abril de 2025 tuvo lugar en el Museo de la Palabra y la Imagen un acto de rememoración del 41º aniversario del fin de una ocupación militar de la Ciudad Universitaria de la Universidad de El Salvador. Ese hecho nefasto es parte de una larga trayectoria de atropellos que los poderes públicos han perpetrado contra la UES en los últimos decenios.

    Desde los años 1960, para mencionar los más notorios, la UES ha sido víctima de parte del régimen político imperante, de verdaderos zarpazos de lesa cultura que dejan huella de heroísmo y abnegación, pero causan mucho daño y quedan impunes. Sobreponerse a ellos hace de la Universidad primada de El Salvador una institución que “se niega a morir” y queda como bastión de dignidad para la defensa de los derechos del pueblo.

    Ejemplos: la irrupción de las fuerzas de seguridad del gobierno de José María Lemus en 1960 a la Rectoría de la Universidad con saldo de estudiantes muertos y heridos y autoridades universitarias vapuleadas a garrotazos policiales; la invasión militar a la Ciudad Universitaria por el gobierno de Arturo Armando Molina en 1972 con destitución, captura y exilio de autoridades universitarias y otros funcionarios, esta vez con el aval de los tres órganos del Estado y, la más prolongada, la ocupación militar de la Ciudad Universitaria perpetrada entre 1980 y 1984. Son verdaderos asaltos criminales desde el Estado para neutralizar o acallar una voz crítica que hace luz sobre los problemas nacionales y sus soluciones,

    Mucho se ha escrito sobre los zarpazos de 1960 y 1972; pero poco se ha dicho sobre la ocupación militar de 4 años que comenzó el 26 de junio de 1980 y terminó el 22 de mayo de 1984. El evento en el MUPI está orientado a no olvidar ese atropello de lesa universidad. Fueron 4 años de ocupación militar durante el cual el ingreso al campus debía ser autorizado por un “puesto de la Guardia Nacional”.

    Digno de realce es el valiente papel jugado por el Rector Miguel Ángel Parada quien, durante la ocupación”, mantuvo el funcionamiento de la “universidad en el exilio”, cuando las actividades se llevaron a cabo en espacios dispersos por toda la ciudad.  Miguel Ángel fue Rector de la UES durante 6 años, desde 1980 que sustituyó al asesinado Rector Félix Ulloa padre, y concluyó sus funciones en 1986. Eran tiempos de sangre, balas, sudor y lágrimas para el pueblo de El Salvador y mantener a flote y marchando la barca de la UES fue, en esas condiciones, una hazaña.

    Durante el acto conmemorativo escuchamos el testimonio de Mauricio Cevallos Morán quien en 1984 recibió el encargo del Rector Miguel Ángel Parada para que “pusiera en forma”, en un breve plazo perentorio, el campus y el auditorio de Derecho, pues se decidió llevar a cabo una graduación, la primera post-ocupación y dar muestra que, para buena fortuna del país, la UES es indestructible. Con sencillez y elocuencia Mauricio Cevallos describió el estado desastroso en que se encontraba el campus y el disperso equipo que había quedado desde que en 1980 irrumpió la barbarie, sempiterna enemiga de las ideas en beneficio de las mayorías.

    Es encomiable el aporte de Yolanda Guirola Zelaya, jurista, feminista y abogada de derechos humanos, para mantener encendida esta llama de la memoria de fuego sobre la lucha popular en El Salvador, en la que históricamente la UES ha cumplido una importante función. Al organizar esta conmemoración, actúa en concordancia con el heroísmo y sacrificio demostrado por su familia. Sus padres, Víctor Guirola y Luisa Zelaya, fueron probados luchadores por la dignificación del magisterio y del pueblo. Su hermana Norma Virginia y su hija Tania Valentina fueron asesinadas en 1989 durante la represión desatada como reacción a la llamada “ofensiva hasta el tope” del FMLN. No se deben olvidar estas páginas de la historia reciente de El Salvador con sus heroínas sacrificadas por luchar con el pueblo en sus anhelos de justicia.

    Merece reconocimiento el apoyo del Carlos Henríquez Consalvi para organizar y darle albergue físico a la conmemoración, a tono con ese valioso aporte que, desde el MUPI, se hace para preservar la memoria de las luchas populares.

    La publicación “Nunca Más” elaborada por Yolanda, es un valioso opúsculo que describe analíticamente, en 40 páginas, la ocupación militar de la UES y presenta documentos que ilustran la lúcida y valiente batalla que tuvieron que dar las autoridades de la UES, bajo la conducción de su esposo, el Rector Miguel Ángel Parada, para recuperar el campus y confirmar la fortaleza de la dignidad universitaria en tiempos tan complejos de guerra civil,  gobiernos contrainsurgentes de facto, una Asamblea Constituyente presidida por Roberto d´Aubuisson, el señalado como autor intelectual del asesinato de Monseñor Romero,  y mucho salvadoreño desaparecido o caído en la hoguera de la violencia política.

    Ojalá nunca más tenga que pasar la UES por un trance similar, pues este verdadero asalto criminal desde el Estado en 1980 dejó muchas vidas humanas perdidas y sembró obstáculos para desarrollar académicamente la Universidad de El Salvador que tanto necesita el pueblo salvadoreño para hallar caminos de superación social y justicia para todos. VMVM

  • Papa Francisco, el pontífice que dio voz a los pobres y los descartados.

    Papa Francisco, el pontífice que dio voz a los pobres y los descartados.

    Nacido en Buenos Aires (Argentina), Jorge Mario Bergoglio encabezó un pontificado que marcó un antes y un después en la historia de la Iglesia católica

    Por: María Rabell García.

    El Papa Francisco nació en Buenos Aires en 1936 y falleció en Roma el 21 de abril de 2025

    En 2013, Jorge Mario Bergoglio se convirtió en el primer Papa hispanoamericano y el primer jesuita en ser elegido para el cargo

    El Papa Francisco ha muerto. El Cabeza de la Iglesia y pastor de más de mil millones de católicos en el mundo ha fallecido a los 88 años en su residencia de Casa Santa Marta.

    Según comunicó el Camarlengo, cardenal Kevin Joseph Farrell, el Pontífice falleció este lunes 21 de abril a las 7:35 de la mañana.

    El Santo Padre sufrió un complicado cuadro de salud en los últimos meses que lo mantuvo en cuidados intensivos durante varias semanas, con sucesivos altibajos que el mundo entero conoció gracias a los sucesivos partes médicos publicados por el Vaticano de forma puntual, tanto por la mañana como por la tarde.

    Exactamente, el Papa estuvo ingresado 38 días con varios episodios de crisis que lo llevaron al borde de la muerte. Pese a lo cual, se recuperó y pudo ser dado de alta el 23 de marzo.

    El Pontífice reapareció ayer, Domingo de Resurrección, en la Plaza de San Pedro del Vaticano, para impartir la bendición Urbi et Orbi (a la ciudad de Roma y al mundo), notablemente desmejorado.

    Con apenas un hilo de voz, el Santo Padre tan solo fue capaz de decir a los fieles congregados ante la Basílica del San Pedro las palabras «queridos hermanos y hermanas: Feliz Pascua. El maestro de ceremonias leerá el mensaje».

    El maestro de ceremonias de la Santa Sede, Mons. Diego Ravelli, fue el que leyó el mensaje del Papa, donde realizó un firme llamamiento a la paz, denunció «la carrera general hacia el rearme», lamentó el maltrato del que son víctimas los migrantes, y denunció el creciente antisemitismo en el mundo.

    Además, ayer también mantuvo un breve encuentro con el vicepresidente de Estados Unidos, J.D. Vance y su esposa, un encuentro diplomático encuadrado en la normalidad que no solo no hacía esperar un inmediato fatal desenlace de la enfermedad del Papa, sino que incluso se interpretó en la prensa como un síntoma de la paulatina recuperación.

    Pese a su delicado estado de salud, el Papa pudo regresar al Vaticano para las celebraciones de Semana Santa y, aunque no presidió ninguna de las ceremonias litúrgicas, sí realizó varias emotivas apariciones públicas.

    El Papa, que llegó a cátedra de Pedro el 13 de marzo de 2013 como un Pontífice procedente casi del fin del mundo. Deja como legado una profunda reforma de la Curia vaticana.

    Estilo humilde y cercano.

    Desde su elección en 2013, Francisco fue reconocido por su estilo humilde y cercano, destacando su firme compromiso con los pobres, los más vulnerables y sus continuas exhortaciones por la paz mundial. Su mensaje constante de fraternidad y diálogo interreligioso lo convirtió en un referente no solo para los católicos, sino para millones de personas alrededor del mundo.

    El Papa, nacido Jorge Mario Bergoglio en Buenos Aires, Argentina, encabezó un pontificado que marcó un antes y un después en la historia de la Iglesia católica. Su salida al balcón de la basílica de San Pedro el 13 de marzo de 2013 no solo representó la elección del primer Pontífice proveniente del continente hispanoamericano, sino también la figura de un líder que tomaría ciertas decisiones que sorprenderían y dividirían opiniones, pero siempre con la convicción de que la Iglesia debía salir de ciertos protocolos institucionales.

    Es precisamente ese uno de los aspectos más destacados de su papado: su enfoque en la reforma interna de la Iglesia. Desde el inicio, Francisco promovió un cambio en la administración vaticana, haciendo frente a la opacidad financiera y a algunos escándalos de abuso dentro de la Iglesia. En 2014, creó la Comisión Pontificia para la Protección de Menores y nombró a un grupo de cardenales para reformar la Curia Romana, buscando una mayor transparencia.

    A lo largo de su pontificado, Francisco también realizó viajes históricos a regiones del mundo donde la Iglesia tenía una presencia limitada o donde los conflictos religiosos y políticos eran intensos. Su viaje a Cuba en 2015 marcó un hito cuando realizó una visita de cortesía al líder histórico de su Revolución, Fidel Castro. También viajó a Irak en 2021, siendo la primera vez que un Papa visitaba este país.

    En sus once años como Cabeza de la Iglesia, Francisco no fue ajeno a la controversia ni a la división, pero uno de los mayores malentendidos ha sido el intento de reducir su figura a un planteamiento político o de encasillarlo en una ideología particular desvirtuando su mensaje.

    El Papa argentino nunca se conformó con las categorías tradicionales del debate político, y su enfoque sobre temas como la justicia social, la paz o la migración ha sido siempre transversal, apelando a principios universales más que a agendas partidistas. Al final, su papado puede interpretarse de muchas formas, pero lo que está claro es que su vocación ha sido, por encima de todo, pastoral.

    La Santa Sede aún no ha comunicado los detalles de su funeral, ni la fecha. Lo que sí se sabe es que no será enterrado en las grutas vaticanas, sino en la basílica de Santa María la Mayor, donde reside la Salus Populi Romani, la imagen de la Virgen por la que siempre tuvo una gran devoción, incluso antes de ser Pontífice, y que visitaba antes y después de cada viaje que realizó.

    También es sabido que los ritos funerarios serán distintos. Francisco aseguró en vida que el funeral de Benedicto XVI sería el último que se llevaría a cabo con ese protocolo fúnebre. Así, Francisco introdujo modificaciones en lo que sería los funerales de los Papas, destacando una mayor simplificación de las ceremonias y la eliminación de tradiciones como el uso de tres féretros y el catafalco para la exposición del cuerpo.

    Como explicó en el libro El Sucesor, «el ritual actual estaba demasiado recargado. Eso de hacer dos velatorios me parecía excesivo. Que se haga uno solo y con el Papa ya en el ataúd, como en todas las familias. Cambié varias cosas, en línea con la reforma que ya hicieron Pablo VI y Juan Pablo II», aseguró. Lo que está claro es que, como bien dijo, «será con dignidad, como cualquier cristiano, pero no sobre almohadones».

  • Así comunicó el Vaticano el fallecimiento del Papa Francisco.

    Así comunicó el Vaticano el fallecimiento del Papa Francisco.

    El Camarlengo de Su Santidad, cardenal Kevin Joseph Farrell, anunció esta mañana el fallecimiento del Papa Francisco a primera hora de esta mañana: «Debo anunciar la muerte de nuestro Santo padre Francisco».

    Acompañado del cardenal Parolin, secretario de Estado del Vaticano, del cardenal Dominique Mamberti, prefecto del Tribunal de la Signatura Apostólica, y de Mons. José Horacio Gomez, arzobispo de Los Ángeles, desde la capilla de la Casa Santa Marta, residencia del Pontífice en el Vaticano, el Camarlengo destacó del Pontificado de Francisco su mensaje profético en favor de los más pobres y los marginados.

    Así fueron sus palabras comunicado el fallecimiento del Papa Francisco: “Debo anunciar la muerte de nuestro Santo padre Francisco. A la hora 7:35 de esta mañana, el Obispo de Roma Francisco ha regresado a la casa del Padre».

    «Su vida, toda entera, ha estado dedicada al servicio del Señor y de su Iglesia. Nos ha enseñado a vivir los valores del Evangelio con fidelidad, valentía y amor universales, de manera particular, a favor de los más pobres y los marginados. Con inmensa gratitud por su ejemplo de verdadero discípulo del Señor Jesús, encomendamos el alma del Papa Francisco al infinito amor misericordioso de Dios uno y trino. Gracias”, leyó en el comunicado.

  • El Nazareno resucitado: Luz de lucha y esperanza.

    El Nazareno resucitado: Luz de lucha y esperanza.

    Por: Miguel a. Saavedra.
    Un cristo vivo que transforma el mundo: ¡Resucita con él, lucha por la vida!
    El Nazareno resucitado: Un grito vivo contra las «Nuevas Romas»
    La resurrección del Nazareno no es un mero hecho histórico, un relato congelado en el tiempo para ser venerado desde lejos. Es una fuerza viva, un desafío ardiente que nos enseña a sobrellevar las vicisitudes y tribulaciones de estos nuevos tiempos, donde las «nuevas Romas» y sus serviles tecno dictadores imponen sistemas de control, desigualdad y deshumanización.
    Desde la Teología de la Liberación, la resurrección de Jesús es más que un milagro pasado; es un llamado a resistir, a transformar, a resucitar cada día frente a las cruces impuestas por el poder. Como dice Gustavo Gutiérrez, «la resurrección es la afirmación de que la vida prevalece, incluso en medio de las estructuras de muerte» . En un mundo de algoritmos opresivos, vigilancia digital y explotación renovada, el Nazareno resucitado nos guía para enfrentar a estos nuevos tiranos con la misma humildad audaz que él mostró ante el imperio.
    El Nazareno: caminante, redentor, rebelde
    Jesús, el carpintero de Galilea, lejos de los sabios de la ley y los poderosos del reino, trajo una forma distinta de amar; un amor comprometido con los últimos, esos desnudos, y olvidados, un amor que desafía a los tiranos con sandalias de caminante. Predicó buenas nuevas en tiempos oscuros, expulsó a los mercaderes que corrompían el templo y vivió como siervo fiel de la ley divina, aun en medio de las tribulaciones de su tierra. Su muerte en la cruz fue una entrega generosa, un sacrificio con propósito para cumplir el designio redentor.
    Como señala Jon Sobrino, «la cruz de Jesús es el precio de su fidelidad al proyecto de Dios: la liberación de los oprimidos» (Cristología desde América Latina). Su resurrección es la promesa cumplida, la prueba de que el amor vence al imperio, que la vida triunfa sobre la muerte.
    Este misterio de la resurrección trasciende lo individual. No es solo la salvación de los «justos y santos», sino una redención que abraza a los «profanos», a los descartados, a los que luchan en las periferias. La resurrección es un principio ejemplificante: cada persona puede levantarse de sus propias cruces, y esa transformación personal debe reflejarse en colectivos que asumen el reto de construir un mundo justo. En palabras de Leonardo Boff, «la resurrección es la irrupción de la vida en las estructuras de muerte, una esperanza que se hace acción» (Pasión de Cristo, Pasión del Mundo).
    Un faro para sobrellevar las tribulaciones
    El Nazareno resucitado es faro, refugio y madre que anima y reanima. Es consuelo y aliento para quienes enfrentan las ignominias de nuestro tiempo: la pobreza sistémica, la vigilancia tecnológica, los serviles tecno dictadores que concentran poder mientras despojan a las mayorías. Su ejemplo de sacrificio nos enseña a llevar la cruz propia y la de otros con alegría consciente, preservando una reserva moral para los tiempos difíciles. La resurrección no es un evento que la «ciencia sempiterna» pueda descifrar, pero se manifiesta en quienes sueñan y luchan, en las comunidades que celebran la vida digna en cada acto de resistencia. Como afirma Ignacio Ellacuría, «la resurrección de Jesús nos llama a ser sujetos históricos de la liberación, a hacer realidad el Reino en el aquí y ahora» (Escritos Teológicos).
    El resucitado vive en las ollas comunes de los barrios en Argentina, en las marchas contra el extractivismo (minería)en El Salvador, en los corazones que se niegan a aceptar la injusticia como destino. Su profecía, anunciada en el templo y explicada a los más cercanos, se cumple cada vez que alguien se levanta contra la opresión. La resurrección no es un milagro para contemplarlo, sino una fuerza que nos impulsa a caminar, a denunciar, a transformar.
    La enseñanza del resucitado: Un camino de esperanza
    La resurrección nos guía, fortalece nuestras voluntades y da propósito a nuestras luchas. Nos invita a ser como el Nazareno: «caminantes de buenas nuevas, rebeldes con humildad», constructores de un mundo donde la vida sea digna para todos. Su victoria sobre la muerte es nuestra esperanza para vencer el «pecado social» que aún nos crucifica, desde las nuevas Romas digitales hasta los mercados que mercantilizan la vida. En cada gesto de solidaridad, en cada paso hacia la justicia, el Resucitado está vivo, acompañándonos.
    ¿Qué significa que Jesús resucite hoy? No es un milagro para contemplarlo en vitrales, sino un desafío para caminar con los crucificados de este mundo y hacer que su vida triunfe sobre la muerte.
    Imagina al Nazareno, no como una figura etérea flotando en nubes, sino como un compañero de lucha, con las manos callosas de carpintero, los pies polvorientos de Galilea, y los ojos encendidos de quien sabe que la justicia no espera. La resurrección, en la mirada de la Teología de la Liberación, no es un escape espiritual, sino una irrupción política, social y profundamente humana. Jesús no resucita para que lo adoremos en silencio, sino para que nos levantemos con él, para que seamos sus manos que construyen, sus voces que denuncian, sus pasos que marchan.
    La fe en el Resucitado es disruptiva porque no se conforma con rezos pasivos. Es una fe que suda, que sangra, que se juega la vida. En los barrios donde el hambre muerde, en las protestas donde la dignidad se defiende, en las comunidades que resisten al despojo, ahí está el Nazareno vivo. La Teología de la Liberación nos recuerda que la cruz no fue el final, pero tampoco un símbolo de sumisión. La cruz es el preludio de la victoria, y la resurrección es la prueba de que el amor es más fuerte que el imperio, que la solidaridad es más poderosa que la muerte.
    Hoy, creer en la resurrección es un acto de rebeldía. Es negarse a aceptar que la pobreza es inevitable, que la injusticia es eterna, que los sistemas que aplastan a los pequeños son indestructibles. El Nazareno resucitado no nos pide oraciones vacías; nos pide manos que siembren, corazones que ardan, vidas que se entreguen. Como dice Gustavo Gutiérrez, «la fe en Cristo muerto y resucitado no es una evasión, sino un compromiso con la historia». La resurrección no es un final feliz; es el comienzo de un futuro mejor y diferente.
    Que nos dijo San Oscar Arnulfo Romero:
    «La Alianza de los hombres con Dios, significa adoración al Creador de todo, respeto a sus leyes, respeto a la naturaleza, justicia en el reparto de los bienes que Dios ha creado para todos, cuidado de la naturaleza.»
    — Homilía del Domingo de Resurrección, 15 de abril de 1979.
    Romero conecta la resurrección con un llamado a la justicia social, recordando que la fe implica un compromiso con el reparto equitativo de los bienes y el cuidado del mundo, en un contexto donde la desigualdad en El Salvador era abrumadora.
    «Y aquél que con esta fe puesta en el resucitado trabaje por un mundo más justo, reclame contra las injusticias del sistema actual, contra los atropellos de una autoridad abusiva, contra los desórdenes de los hombres explotando a los hombres, todo aquél que lucha desde la resurrección del gran libertador, sólo ése es auténtico cristiano.»
    — Pronunciada el 26 de marzo de 1978, esta frase refleja cómo Romero veía la resurrección como un acto de liberación que debe traducirse en lucha social. La fe en el Resucitado no es pasiva; exige un compromiso activo contra las injusticias, como las que sufría el pueblo salvadoreño bajo un régimen opresivo. Romero enseña que la autenticidad cristiana se mide por la acción concreta en favor de la justicia, uniendo fe y realidad social.
    Estas frases de San Óscar Arnulfo Romero, pronunciadas en el contexto del Domingo de Resurrección, muestran su capacidad para entrelazar la enseñanza teológica con la fe viva y la realidad social de su pueblo, inspirando una espiritualidad que no se queda en lo abstracto, sino que se encarna en la lucha por la justicia y la dignidad humana.
    Mensaje Final:
    No temas las cruces de estos tiempos, porque el Nazareno resucitado camina contigo. Su enseñanza y ejemplo te protegen, te inspiran, te llaman a ser luz en la oscuridad.
    Que esta Pascua no sea un ritual más. Que sea un despertar. Que el Nazareno resucitado nos encuentre, en las iglesias que veneran tu recuerdo, pero también en las calles llenas de vida, en las luchas llenas de esperanza. Porque creer en la resurrección es creer en la posibilidad de un mundo nuevo. Y ese mundo no se espera: se construye.
    ¡Cristo resucita en la lucha! En un mundo que ignora a los más vulnerables, a los pobres y marginados, a los migrantes señalados por su diferencia o vistos como enemigos políticos por su pensamiento disidente, y a las minorías que no se doblegan ante el poder ni adulan a sus representantes. En El Salvador, donde un megalómano gobernante, cegado por un delirio de grandeza imperial, define e impone el progreso como el beneficio de sus allegados, mientras la justicia se somete a su arbitrio y capricho, donde la soberanía es negociable y está al servicio del patrón imperial. Que la Pascua se convierta en la celebración de la alegría y la resurrección de los pueblos y de toda la humanidad.
    ¡Levántate, resiste, resucita con Él! Frente a las nuevas Romas y sus tecno dictadores, el Reino se construye hoy, y tú eres parte de esa promesa viva.
  • LA ACADEMIA FRENTE A LAS MATONERÍAS NEOLIBERALES.

    LA ACADEMIA FRENTE A LAS MATONERÍAS NEOLIBERALES.

    Por: Luis Arnoldo Colato Hernández, Educador.

    La represión a la academia ha sido permanentemente una constante histórica.

    Podemos por ejemplo recordar las intervenciones que de los diferentes Campus de la universidad nacional los militares hicieron el pasado siglo, cruentas como fueran, dado que el secuestro y la desaparición de estudiantes, de docentes como de trabajadores de la misma ha sido una práctica habitual, impune a la fecha como pretendidamente olvidada.

    Recordamos además como fueran asesinados varios rectores de esta, entre los cuales se encuentra además quién fuera el padre de este oscuro personaje que actualmente es el segundo en el ilegal gobierno que padecemos, pro-oligarca, así como el que la UES fue en diferentes momentos obligada al exilio, además de habérsele permanentemente recortado de parte de los diferentes gobiernos de derecha, sus finanzas.

    Podemos en contraste traer a la memoria cuando la UES fuera el referente para occidente por sus avances en el estudio de enfermedades tropicales, o cuando desarrollara el primer catálogo de farmacopea también tropical, destacando además como pionera en el desarrollo de técnicas de cultivos intensivos, así como de infraestructura asísmica, consecuentemente con las alianzas estratégicas con otras universidades e instituciones de interés en el área y de otras latitudes, para citar solo algunos de sus logros, y a pesar de la permanente asfixia financiera a la que se la somete por razones político ideológicas, lo que sin embargo no le ha impedido cumplir su misión investigativa y de desarrollo de tecnologías.

    Pero, si es una de las instituciones mejor calificadas en nuestro país, ¿Por qué se la limita económicamente, lastrándola además para que no cumpla su misión?

    No podemos pasar de largo el que la inferencia política oligárquica no sucedió sin más, pues se tradujo en algunos vicios aberrantes académicamente que desnaturalizan en algún grado su razón de ser, haciendo de parte del personal docente, sin formación de educadores y felizmente en un número reducido, se apliquen para castrar intencionalmente las posibilidades académicas de muchos estudiantes por que sí, redundando en que incluso hayamos como sociedad perdido por suicidio a algunos de estos, féminas principalmente, por el actuar de esos perversos docentes, quienes aprovechando su posición de poder, lo ejercen arbitrariamente intentando sacar provecho.

    Reproduciendo hacia el interior de la UES, la represión que padece desde fuera.

    Pues la intensión siempre fue silenciar la crítica surgida desde la academia, que emerge para señalar los desvíos que, del tenor constitucional y además con crímenes, los regímenes de derecha cometen permanentemente, por lo que los recortes y la represión tienen entre otros el propósito de bajar el perfil de sus profesionistas sobre todo en lo que toca al compromiso social, negándonos por esa vía la construcción desde lo académico de una sociedad justa e inclusiva.

    La intención última no es cerrarla, sino alinearse con el conservadurismo, manifiesto en profesionistas huecos y sin compromisos de clase y la justicia.

    Para facilitar la conservación del statu quo y la injusticia estructural, preservando los privilegios para los de siempre.

  • La abolición de la política.

    La abolición de la política.

    Por: Manuel Alcántara Sáez.

    Es un lugar común referirse a la política como una actividad esencial de los seres humanos. La gestión del conflicto siempre presente en grupos más o menos complejos es una tarea permanente cuya puesta en marcha requiere de reglas mínimamente consensuadas. Las normas y los individuos configuran un juego en constante interacción para superar el miedo a perder la vida y para procurar una existencia medianamente satisfactoria. De ello va la política.

    En la historia de Occidente se impuso en los dos últimos siglos la dominación legal racional. La revolución que supuso la Ilustración gestó una forma de abordar la política en la que el origen popular del poder con la existencia de frenos y contrapesos al mismo, la extensión de derechos universales de las personas y la elección de las autoridades por medio del sufragio fueron los pilares del orden urdido. Instituciones todas ellas formuladas con el propósito de evitar la incertidumbre propia de la existencia.

    En diversos momentos estos puntales fueron cuestionados y se establecieron modelos alternativos. Por otra parte, en diferentes países se articularon temporalmente esquemas que quebraron su continuidad. Hoy el orden general planteado tras la tercera ola democratizadora, en términos de Samuel Huntington, está cuestionado y hay casos nacionales donde la ruptura democrática se ha consolidado. En otros, los signos del deterioro de la democracia son notorios.

    La evidencia del fracaso parcial de la política a la hora de atender demandas de la gente es algo siempre cuestionable que, sin embargo, en la actualidad goza de un notable predicamento. Por otra parte, los profundos cambios registrados en las sociedades como consecuencia de la explosión demográfica en unas y en otras del envejecimiento poblacional y, sobre todo, de la revolución exponencial digital están teniendo un impacto en la política incuestionable. A ello debe añadirse la pervivencia de instituciones obsoletas pues su diseño se hizo atendiendo a una realidad pretérita muy dispareja.

    Pero, igualmente, debe ser considerada la pulsión por el poder político de elites que buscan su control hegemónico en un marco de incremento galopante de la desigualdad. En su modo de intervención llevada a cabo con los viejos parámetros institucionales de la política han conjugado una estrategia clásica de despolitización de la población con una alianza hoy con el todopoderoso nuevo complejo tecnológico industrial.

    Como ha señalado recientemente Jürgen Habermas en este diario el escenario está configurado por “la creciente necesidad de una población despolitizada y aliviada de decisiones políticas trascendentales de disponer de un sistema que funcione por sí mismo”. En ese orden se abre una gran avenida para la IA que es una de las mayores fuerzas que impulsan el reordenamiento simultáneo de la gobernanza, los medios de comunicación, los negocios y la geopolítica global. Su actuación sobre la configuración de la política es uno de los grandes retos del presente. Mientras ello sucede, ¿dónde queda la política tradicional en su nivel de arreglos institucionales, manifiestamente obsoletos, a la hora de abordar el conflicto entre los seres humanos? Más aun, cuando el panorama es de sentimentalización de la política por el predominio de las emociones frente al tradicional de las razones, ¿cómo conjugar los procesos de toma de decisión mínimamente operativos y funcionales?

    Si la política tiene que ver también con el manejo de la incertidumbre en el ámbito público, ¿cómo hacer en un escenario de perplejidad radical dominado por un estado de cosas donde nadie tiene convicción alguna sobre el valor que pueda tener algo, o incluso sobre lo que no sabe? El golpe de mano arancelario trumpista basado en una tesis tan simple como que Estados Unidos ha sido humillado y explotado por naciones extranjeras durante décadas y que sólo el jefe supremo tiene el coraje de hacerles pagar es el ejemplo más reciente de lo que está aconteciendo. Otro podría ser la opinión sobre el sentido y el nivel de la capacidad transformadora de la IA.

    El imperio de la fuerza, la transición imperial, o monárquica –en términos de Curtis Yarvin-, el fin del Estado de derecho mediante un golpe ejecutivo organizado por la tecnología, el predominio de la vanidad como vector de la acción, la quiebra de la confianza, no acaban con la política, pero la redefinen. La abolición de la política puede ser simplemente una añagaza. Sin embargo, el juego de influencias permanente que se da en una sociedad del espectáculo con visibles signos de cansancio tiene consecuencias notables tanto en el (des)orden mundial como en el nacional.

    En este escenario el papel desempeñado por Ronald Trump como icono emulador-patrocinador presente en el vecindario latinoamericano merece una especial atención a la hora de evaluar el estado de las cosas. Su triunfo electoral de noviembre pasado proyectado en el trascendental momento fundacional de su toma de posesión el 20 de enero y revalidado en el día “de la liberación” del 3 de abril ha alentado el quehacer de cinco presidentes de la región.

    Nayib Bukele, Rodrigo Chaves, Javier Milei, Daniel Noboa y Santiago Peña cuentan con cotas notables de aceptación popular y en su actuación cotidiana son epígonos del trumpismo que los estimula. Si bien desarrollan estrategias diferentes, coinciden en una visión proclive de abolir la política. En ella se asienta una forma del ejercicio de la autoridad individual arbitraria e irresponsable, así como la paulatina desinstitucionalización del orden político.

    Su conducción narcisista en un marco de concentración del poder y su actuación atrabiliaria suponen la validación del modelo de extrañamiento de la política hacia formas novedosas donde ya reina su capricho y la manipulación de la voluntad popular sin cortapisa alguna.

    https://elpais.com/america/2025-04-18/la-abolicion-de-la-politica.html

  • “En El Salvador estamos siendo gobernados por la oscuridad y las tinieblas”, dijo Walter Raudales

    “En El Salvador estamos siendo gobernados por la oscuridad y las tinieblas”, dijo Walter Raudales

    En reciente entrevista televisiva Walter Raudales, escritor, periodista y líder del Movimiento Izquierda Salvadoreña (MIS), dijo que “estamos siendo gobernados por las tinieblas, por la oscuridad, la desmesura, la locura y en medio de eso hay que encontrar espacio de lucha y conducta que devuelva la esperanza”. “Como país hemos llegado a la desmesura y te preguntas ante esta realidad atroz y de dolor ¿qué es esto, en qué nos hemos convertido, a qué llegamos?” dijo.

    Raudales sostuvo que debemos encontrar esos hilos de esperanza, esos momentos milagrosos que se encuentran en medio de esa catástrofe. El Salvador, agregó, es un país en drama y dolor, gobernado por la mentira, el odio, la corrupción, pero esa realidad no te tiene que apagar ni dejar en el sin sentido de la vida, al contrario, te tiene que impulsar a buscar esas luchas sociales comunales que te permitan crear ese ensamble social.

    El líder político sostuvo que el “ensamble social” va formándose. Que hay hilos de esperanza. La gente tiene que entender que debe desarrollar luchas sociales y comunales. Pequeñas experiencias revolucionarias de cambio que nos ayuden a resolver los problemas de nuestro entorno. Y agregó: “A mayor violación de derechos humanos, mayor toma de conciencia y cuando hay mayor toma de conciencia llega la lucha social. Viene la lucha social. La lógica de la narrativa comunicacional gubernamental es entretenerte con otros temas”.

    Sobre el encuentro entre Trump y Bukele.

    Sobre el encuentro entro los presidentes de Estados Unidos y El Salvador Walter Raudales citó la siguiente frase del mundo del ajedrez: “Después del juego, el rey y el peón van a la misma caja”. Sostiene que Bukele se expuso en la Casa Blanca, pues al negarse ante el mundo a devolver a Estados Unidos al migrante salvadoreño capturado ilegalmente y llevado a las cárceles de El salvador, sin juicio y sin antecedentes penales, Bukele se expone como un mandatario autoritario, violador de derechos humanos y que no respeta las leyes de los Estados Unidos.

    Exponerse por sus propias declaraciones, violatorias de los derechos humanos, en la Casa Blanca, es grave, a futuro habrá un juicio, tarde o temprano”.

    ¿Los migrantes salvadoreños que están en Estados Unidos qué ganaron con ese encuentro entre Trump y Bukele?, NADA, dice Raudales, absolutamente nada, al contrario, salió perdiendo de ese encuentro porque su representante Bukele les abandonó, pues no tuvo la capacidad o el valor, o amor por los migrantes para poderle decirle a Trump: podría usted dar a cambio de lo que estamos haciendo, papeles definitivos a los salvadoreños que tienen el TPS. Pero Bukele no ha hecho nada por esos dos millones de salvadoreños en Estados Unidos. ¿Y los que estamos acá qué ganamos? nada. Más que nos convertimos en la letrina de Estados Unidos, pues dicen los funcionarios que nos van a enviar lo peor de lo peor.

    “Este suceso los salvadoreños lo estamos procesando. “Este presidente no nos defendió”. Esto va a despertar más conciencia porque hay hechos tan fundamentales como éste que a la población le permite entender, le permite el debate, eso genera conciencia. Yo detecto una toma acelerada de conciencia, que lleva a la gente a buscar salidas. La gente tiene claro que estamos gobernados por la mentira, nos gobierna el odio, casi en una esfera de las tinieblas”. Dijo Raudales en TVX el martes 15 de abril pasado.

  • Sobre la RESURRECCIÓN.

    Sobre la RESURRECCIÓN.

    «Al acercarnos a los relatos de la resurrección, que encontramos en los evangelios, nos sorprende la discreción que podemos percibir en las manifestaciones del Resucitado. No se trata de eventos espectaculares o bulliciosos. Son más bien experiencias sencillas, discretas, ordinarias que nos muestran claramente que al Resucitado lo encontramos en las experiencias concretas y sencillas de todos los días. El Resucitado se acerca a sus discípulos en un clima de total familiaridad. Les da la paz, les invita a continuar su misión, come con ellos, les confirma en la fe y los llena de su Espíritu para vencer todos los miedos y para que puedan vivir la nueva vida que Él les ofrece.

    Esas mismas experiencias renovadoras de los primeros discípulos del Señor, son las que estamos invitados a hacer también nosotros hoy. La pascua es un buen tiempo para afinar nuestros sentidos y reconocer que el Resucitado está en medio de nosotros. Él sale a nuestro encuentro en los caminos de la vida, se hace presente en medio de nosotros, viene a consolarnos en nuestras angustias y dolores, acude en nuestro auxilio cuando nos invaden las dudas y nos trae la paz… La pascua es un buen tiempo para que, en la discreción de la vida de todos los días, nos dejemos renovar por Aquel que está con nosotros hasta el final de los tiempos (Mt 28, 20).

    *Tomado de Espiritualidad Ignaciana

  • La enfermedad mental que padece Donald Trump.

    La enfermedad mental que padece Donald Trump.

    En 2017, un estudio identificó rasgos clínicos del trastorno narcisista en el presidente de los Estados Unidos: Trump muestra sentimientos de grandeza, necesidad de admiración y falta de empatía.

    Sentimientos de grandeza, fantasías de belleza y amor de la personalidad se ven claramente reflejados en el presidente.

    No obstante, esta investigación no trata de realizar un diagnóstico clínico de la personalidad de Trump, «dado que esto conllevaría una entrevista clínica personal y otras pruebas», dice el autor del estudio, el catedrático del departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológico de la Universidad de Granada, Vicente E. Caballo Manrique. Lo que sí es cierto es que permite dar una explicación a las acciones y declaraciones del presidente de los EEUU, y por otro lado, ofrecer una visión más cercana del TPN a través de los comportamientos de Trump, que son muy ilustrativos del trastorno.

    Por tanto, ¿qué rasgos posee Donald Trump que le identifican con un Trastorno de la Personalidad Narcisista?

    El Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, DSM-5, define el TPN como un patrón dominante de grandeza y prepotencia, de alguien que exagera sus logros y talentos y espera ser reconocido como superior. «No construirá un muro con México, construirá el muro más grande y más bonito que se haya visto, y nadie construye muros como Trump». indica Caballo.

    Según los criterios diagnósticos del TPN, Trump también estaría expuesto a fantasías de éxito, poder, brillantez, belleza o amor ideal ilimitado. Algo que Caballo ha asociado a los términos grandilocuentes que incluye en sus intervenciones. Palabras como «tremendo», «impresionante», «fantástico», «maravilloso», «genio», «asombroso «o «especial» son ejemplo de ello. Además, Trump se cree especial y único y que solo pueden comprenderlo, o que solo debería relacionarse con otras personas especiales o de elevado status. Además, exige una admiración excesiva: «está obsesionado con su propia popularidad, medida por las encuestas, las valoraciones y las portadas de la revista Time«.

    Quizás uno de los rasgos más preocupantes del Trastorno de la Personalidad Narcisista es la falta de empatía, especialmente, en un presidente del gobierno: “los musulmanes no vendrán a este país si soy presidente”. Trump es incapaz de reconocer o identificarse con los sentimientos y las necesidades de otras personas, muestra agresividad y utiliza mentiras frecuentes: «la abrumadora cantidad de crímenes violentos en nuestras principales ciudades es obra de negros e hispanos».

    Tal como apunta Carballo, «es curioso que la prohibición a viajar a los Estados Unidos de los ciudadanos de varios países musulmanes, que Trump intentó implantar recientemente, no afectara a ninguno de los países donde tiene intereses comerciales. Es un ejemplo más de que confunde sus propios intereses con los de su país».

    La psicología considera un trastorno de la personalidad como enfermedad mental cuando dicho trastorno es incapacitante para la persona que lo padece. No obstante, la Unidad de Psicología del Hospital Infanta Cristina de Badajoz opina que, para Trump, no solo no es incapacitante, sino que «le ha colocado donde está. Los narcisistas suelen ser muy seductores«.

    Referencias:

    Vicente E. Caballo. (2017). Un análisis psicológico de Donald Trump.  Behavioral Psychology / Psicología Conductual. Vol. 25, Nº 1, pp. 227-249.

    *Tomado de La enfermedad mental que padece Donald Trump.

  • EL ARIETE.

    EL ARIETE.

    Por: TOÑO NERIO.

    He insistido por años en señalar que El Salvador es de nueva cuenta un laboratorio de los Estados Unidos para poner a prueba sus políticas para el resto del mundo.
    Recuérdese que en 1946 los Estados Unidos abrieron la Escuela de las Américas en Panamá para preparar en ella a los militares de todos los países del continente en tácticas y estrategias de contra insurgencia anticomunista, donde enseñaban con especial cuidado los más refinados y crueles métodos de tortura.
    Paréntesis necesario: Miguel Ángel Asturias pudo por fin publicar su obra titulada El Señor Presidente, también ese año de 1946, después de trece años de censura que impidieron ponerla en la imprenta. Es fiel testimonio de la tiranía y del gobierno despótico que tortura a su pueblo hasta volverlo imbecil y dócil como el personaje del Pelele que, sobreponiéndose a su minusvalia, es capaz de un crimen atroz. Pero más que testimonio de la dictadura pasada, Asturias describe las que estaban por nacer o apenas esbozadas.
    Los frutos de la enseñanza de la Escuela de las Américas se recogieron muy pronto en El Salvador.
    Durante los años de gobierno del Teniente Coronel Óscar Osorio (1950-1956) se ejecutó en el pequeño país una política de “cero criminalidad”. Para cumplir con esa meta se hicieron batidas en las que participaron agentes de las policías municipales, nacionales y soldados del ejército.
    Recogieron de las calles a los mendigos, prostitutas, carteristas, raterillos oportunistas, borrachos consuetudinarios y a cualquiera que les pareciera o supusieran que era delincuente. Los hombres armados tenían que cumplir con una cuota diaria de presos.
    Todos los detenidos fueron desaparecidos.
    Roque Dalton cuenta en su Monografía El Salvador (1963) que aquellos pobres desgraciados que eran llevados por la “autoridad” (así les dicen los salvadoreños a los hombres uniformados del gobierno) no volvían a ser vistos porque sus cuerpos torturados y mutilados eran arrojados al Río Lempa, donde los animales del mar daban buena cuenta de aquellos indefensos hombres y mujeres pobres que murieron sin que un abogado pudiera defenderles en el salón de la justicia. Solo fueron ejecutados.
    Uno de los torturadores era el Teniente José Alberto (el Chele) Medrano, ex alumno de la Escuela de las Américas, fundador en 1962 de la Agencia de Seguridad Nacional de El Salvador (ANSESAL) y en 1965 de la Organización Democrática Nacionalista (ORDEN) -incubadora de los escuadrones de la muerte- con el apoyo de Estados Unidos.
    El Salvador fue laboratorio de la Doctrina de Seguridad Nacional que los Estados Unidos iba a aplicar en todo el continente mediante la guerra sucia.
    Más tarde, en El Salvador se experimentaron en la práctica las novedosas teorías de las estrategias de la llamada Guerra de Baja Intensidad (GBI). Estas teorías fueron concebidas por los científicos sociales y militares del alto mando estadounidense después salir derrotados en la Guerra de Vietnam, Laos y Kampuchea. Era una nueva forma de guerra de contra insurgencia que combina la lucha con fines políticos, sociales, económicos y psicológicos e incluye presiones diplomáticas y económicas combinadas con operaciones psicosociales, terrorismo y ataque a objetivos selectivos y masivos, desde atentados contra individuos hasta operaciones de tierra arrasada.
    Y cuando la Guerra Fría llegó a su fin en 1989, los Estados Unidos forzaron al gobierno de El Salvador para dialogar y negociar el final de la guerra civil en un laboratorio de solución pacífica de conflictos que luego fue presentado como modelo al mundo entero.
    Pero también fue en El Salvador donde se implementó el laboratorio de las más profundas reformas constitucionales, legales e institucionales neoliberales que después fueron exportadas a todos los países de la región por los diferentes gobiernos republicanos (Bush I y Bush II) y demócratas (Clinton y Obama) de los Estados Unidos.
    No veo cerca otro laboratorio donde la población entera sea sometida una y otra vez a los experimentos estadounidenses que necesitan sociedades enteras como conejillos de indias. Y siempre con la -iba a decir connivencia, aquiescencia, asentimiento o confabulación del gobierno- de los que internamente detentan el control de la mayoría desarmada. Pero no. Esos no son consultados, ni les preguntan si están de acuerdo. Solo les ordenan, les dicen lo que deben hacer, y estos miserables siervos obedecen sin rechistar.
    En 2001, cuando China fue admitida como miembro pleno en el seno de la Organización de Comercio (OMC), el gobierno de El Salvador no dijo ni tus ni mús. Simplemente miró hacia el norte y como los Estados Unidos no fijó una postura de oposición, callaron prudentemente, aunque no reconocían a la República Popular China sino a la isla rebelde de Taiwán como su socio que mantenía bien atiborradas las billeteras de los gobernantes gracias a su diplomacia del dólar.
    Años después, incluso, un gobierno de izquierda rompió relaciones con Taiwán y las estableció con la República Popular China, sin que los Estados Unidos rezongaran.
    Era 21 de agosto de 2018, cuando ambos gobiernos hicieron el anuncio de su rompimiento de relaciones diplomáticas y simultáneamente el gobierno de El Salvador dio a conocer ese mismo día que Carlos Castañeda, Canciller, y Medardo González, Primer Designado a la Presidencia y Secretario General del partido gobernante estaban en la capital china para establecer formalmente las relaciones diplomáticas entre ambos países.
    Trump sabía de buena fuente que no había problema porque el siguiente año el nuevo gobernante sería uno de su absoluta confianza.
    Tal vez la falta de reacción del gobierno de Donald Trump se debía a que ya sabía que el gobierno izquierdista tenía las horas contadas.
    El 19 de septiembre de 2018 el ultra derechista partido Gran Alianza por la Unidad Nacional (GANA) había cambiado sus tradicionales colores naranja al turquesa y sustituyó las siglas de su nombre por una golondrina negra del partido de la familia bukele.
    Aunque bukele había dicho públicamente que el único partido con el que jamás caminaría ni a la esquina era GANA y, por su parte, GANA prácticamente ya tenía asegurado su propio candidato para las elecciones internas presidenciales -el popular alcalde de San Miguel, Will Salgado- quien se había inscrito el 25 de julio, pero quien sospechosamente renunció tres días después, el 28, a última hora, a la media noche del último día, para dejarle libre el puesto a bukele.
    Ambos, partido e individuo, acordaron deshacerse del candidato inscrito con anterioridad e inscribir definitivamente a bukele.
    Meses antes, en su pataleta para que el partido de izquierda lo inscribiera como su candidato presidencial, ante la negativa y el llamado de sus dirigentes a que tuviese paciencia y continuara al frente de la Alcaldía de San Salvador, bukele había dicho “¡No, tiene que ser ahora o nunca!”.
    Palabras crípticas, misteriosas, extrañas, sobre todo siendo expresadas por alguien que presumió siempre de ser un joven en medio de puros ancianos.
    Incomprensibles palabras si se le estaba garantizando que tenía la confianza de esos ancianos y la promesa de que le reservaban el puesto para cuando tuviera más experiencia y mayor madurez emocional.
    Rara urgencia y muy llamativas pataletas de desesperación por tener ya la candidatura. Era para esa elección o para ninguna. El tiempo era decisivo.
    ¿Acaso había un plan oculto? ¿Alguien le exigía conseguir una candidatura?
    Por fin, aunque a las malas, bukele había conseguido ser expulsado del partido de izquierda para poder inscribirse con cualquier taxi que quisiera llevarlo. Y ya estaba montado en el de la ultraderecha.
    Millones de dólares mediante, meses más tarde, bukele resultaba ganador en una más de las elecciones limpias que por sexta vez se realizaban en El Salvador desde la posguerra.
    El 3 de febrero de 2019 ganó las elecciones y un mes y diez días después estaba dirigiendo su discurso ante el pleno de la ultraderechista Fundación Heritage que a propósito de la visita del presidente electo publicó en su página oficial www.heritage.org: “Su elección se produce en un momento oportuno para las relaciones entre El Salvador y Estados Unidos.”
    “Momento oportuno” es la clave del artículo.
    ¿Sería eso mismo a lo que bukele se refería cuando gritaba que era ahora o nunca? ¿Puras coincidencias?
    El joven “izquierdista”hablaría ante la complacencia del pleno ultra derechista, que en la invitación al evento decía:
    “Acompáñenos a escuchar la agenda de reformas del presidente electo para El Salvador. Fiel a su lema de campaña, «Cuando nadie roba, hay dinero suficiente», Bukele hablará sobre sus planes para combatir la corrupción. También hablará sobre sus políticas para fortalecer el Estado de derecho y fomentar el crecimiento económico. Su agenda incluirá profundizar y ampliar la cooperación con Estados Unidos.”
    Y habló, además, contra China en el mismo momento que Trump atacaba a Xi Jinping.
    Raro, ¿no?. ¿Casualidades?
    El tiempo pasa volando y el 26 de septiembre de 2019, a menos de cuatro meses de haber asumido como presidente constitucional, bukele se tomó una foto en el podio de la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU), y dijo que en un instante todo el mundo lo vería sonriendo y que nadie vería nada de lo que estaba ocurriendo en las sesiones en aquella Sede, porque todo eso era obsoleto. Y que ni siquiera tendría que hacer ningún gasto adicional, mientras que el aparato burocrático de las Naciones Unidas tiene que gastar miles de millones en campañas inoperantes.
    “El mundo está cambiando, pero la ONU no se está adaptando a los nuevos tiempos y debe de hacerlo o desaparecerá como lo hicieron los dinosaurios” afirmaba ese día bukele.
    Ese día propuso un concurso mundial juvenil para que desde sus teléfonos móviles los muchachos y las muchachas votaran en las redes sociales por las nuevas ideas que ofrecieran soluciones para acabar con los problemas del mundo.
    ¡Guau! Hasta el último de los simples mortales abrió la boca y dijo “¿cómo no se me había ocurrido? ¡Qué estúpidos son los adultos que no tienen imaginación! ¡Y tan caro que es mantener a tanta gente inútil!”
    Esa primera comparecencia ante la Asamblea General de la ONU estaba en línea con la declaración del 1 de junio de 2017 cuando Donald Trump retiró a los Estados Unidos del Acuerdo de Paris. El mencionado acuerdo global es el que implementa los objetivos de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y que los negacionistas rechazan porque prefieren continuar depredando el planeta si eso les da muchas ganancias.
    Cuando bukele se lanza una y otra vez en contra del sistema de las Naciones Unidas y violenta las relaciones internacionales, destruye la institucionalidad democrática y la legalidad y normas constitucionales dentro de las fronteras de El Salvador se comporta como un pequeño Donald Trump quien tampoco reconoce a las instituciones de su país y ataca a cualquiera que lo contradice.
    Ambos son el ariete con el que el gran capital se resiste a ceder su lugar de preeminencia frente a un mundo que viaja aceleradamente hacia la multipolaridad.
    El imperio estadounidense va a intentar seguir torpedeando al mundo para someterlo. Para ello va a continuar usando a sujetos de la calaña de los bukele como su ariete.

  • EL FASCISMO EN ESTADOS UNIDOS.

    EL FASCISMO EN ESTADOS UNIDOS.

    Las palabras importan, alteran la percepción, excitan las emociones y serán cruciales para influir en el rumbo de los acontecimientos políticos.

    Por: Siri Hustvedt* (escritora estadounidense, ensayista y poeta, premio Princesa de Asturias de las Letras 2019)

    Mi padre solía decir: “Cuando el fascismo llegue a América, lo llamarán americanismo”.

    ¿Es posible que los votantes estadounidenses hayan llevado al poder a un Gobierno fascista?

    En mi barrio de Brooklyn, todo sigue aparentemente igual. Las tiendas están abiertas y la gente camina dedicada a sus cosas. Sin embargo, la rutina está teñida de miedo. Al otro lado del puente, en el Upper West Side de Manhattan, se encuentra la Universidad de Columbia, donde estudié y obtuve mi doctorado en Literatura en 1986 y que ahora está en apuros con el nuevo Gobierno. Mi difunto esposo, Paul Auster, era estudiante en Columbia en 1968. Fue uno de los centenares de personas que ocuparon un edificio; recibió patadas y golpes de la policía y pasó una noche en la cárcel. Mi cuñado, el artista Jon Kessler, es profesor en la Escuela de Artes de Columbia. En definitiva, es una universidad que siento muy cercana. Después de que hubiera en ella manifestaciones propalestinas durante la pasada primavera, el Gobierno de Trump, para castigarla, le ha retirado millones de dólares de fondos federales con el pretexto del antisemitismo. La universidad ha capitulado ante las draconianas exigencias.

    “Las universidades son el enemigo”, se titulaba un discurso pronunciado en 2021 por J. D. Vance, ahora vicepresidente de Estados Unidos y que, irónicamente, se graduó en la Facultad de Derecho de Yale.

    Las palabras importan. Alteran la percepción humana, excitan las emociones e influyen en el rumbo de los acontecimientos políticos.

    Desde el ascenso de Trump en 2015, se han publicado incontables artículos en distintos medios de comunicación que plantean una pregunta: ¿MAGA es o no es fascista? Jason Stanley, profesor de Yale y autor de Facha,y Ruth Ben-Ghiat, de la Universidad de Nueva York, que publicó Strongmen en 2020, han señalado muchos paralelismos entre el trumpismo y el fascismo europeo. Robert Paxton, autor de La Francia de Vichy: vieja guardia y nuevo orden, 1940-1944, llegó a la conclusión de que MAGA tenía características fascistas al presenciar los actos violentos del 6 de enero de 2021.

    La respuesta de los principales medios de comunicación (y muchos académicos) ha sido que realizar esas comparaciones es “irresponsable”. Que los únicos que asocian a Trump con Hitler son los alarmistas de izquierdas. Los Estados Unidos de 2025 no son la Alemania de 1933.

    La insistencia en que no se puede utilizar la palabra “fascismo” para hablar del Partido Republicano corresponde al pensamiento convencional. El discurso vocinglero de la extrema derecha es cada vez más habitual en la política. Para situarse en un terreno intermedio, los llamados medios de comunicación tradicionales, que están vinculados a intereses empresariales, tienen miedo de perder el acceso al poder y desean mantener un tono de moderación y continuidad, han decidido recurrir a las paráfrasis. Los berridos racistas, xenófobos y misóginos y las frases incoherentes de Trump pasan a ser declaraciones fluidas y racionales. La técnica tiene un nombre:  sanewashing, dar un aire de sensatez a lo que no es más que una locura. Varios periodistas —entre ellos Paul Krugman, excolumnista del periódico— han acusado a TheNew York Times de caer en ello.

    Los grandes medios de comunicación, colaboracionistas.

    El racismo descarado a la hora de buscar chivos expiatorios entre las personas no blancas y los inmigrantes; la demonización de feministas y marxistas; la evocación de una edad de oro triunfal pero ilusoria que se va a recuperar gracias al gran macho líder, cuya virilidad teatral y beligerante encarna una voluntad cuasi religiosa del “pueblo”; el borrado de la historia; el despido de profesores; la prohibición de libros; la restricción de los derechos de la mujer y la insistencia en que los roles sexuales “tradicionales” son “lo natural”; la alarma por el descenso de la tasa de natalidad; el discurso eugenésico de los “genes malos” y la mágica transformación del grupo que domina una sociedad en víctima son elementos presentes en todos los movimientos fascistas (del siglo XX) y neofascistas (del siglo XXI) del mundo entero.

    Hay que destacar que el auge del fascismo en Europa y el ascenso del Ku Klux Klan, la histeria contra los inmigrantes y la popularidad de la eugenesia en Estados Unidos se produjeron después de una pandemia mundial de gripe. La segunda encarnación de MAGA surgió inmediatamente después de la covid-19.

    La propaganda, que conecta con los sentimientos colectivos de malestar, proporciona a los espectadores unos cómodos objetos a los que culpar y odiar. Convierte una irritación colectiva sin causa identificable en un diagnóstico específico: son los judíos; es lo  woke (que abarca a todo lo que no son hombres blancos heterosexuales). Resulta apropiado llamarlo propaganda. La propaganda es el lenguaje que tiene una misión.

    “No hay nada que confunda tanto a la gente como la falta de claridad o de rumbo”, escribió en 1931 Joseph Goebbels, futuro ministro de propaganda nazi, en Wille und Weg. “El objetivo no es presentar al hombre común todas las teorías distintas y contradictorias posibles. La esencia de la propaganda no está en la variedad, sino en la contundencia y la persistencia con las que se seleccionan ideas del pensamiento en general y se inculcan en las masas utilizando los métodos más diversos”.

    Goebbels, un hombre con un doctorado en Filología, entendía qué es lo que hay que hacer con el mensaje. Cuando se repite una y otra vez, se consigue el objetivo. Hoy, los medios de comunicación de derechas estadounidenses, como hacía la maquinaria de propaganda nazi, repiten y amplifican las frases de Trump. Hace poco oí a un locutor de radio repetir una y otra vez “FRAUDE Y ABUSOS”, el mantra con el que Elon Musk y sus secuaces justifican el asalto a organismos gubernamentales y el despido de decenas de miles de trabajadores. Un ciudadano estadounidense que no escuche o vea más que los medios de comunicación MAGA está tan aislado como lo estaba el alemán ario cuando los nazis tomaron el control total de los medios de comunicación.

    Se ha filtrado a la prensa una lista de 199 palabras marcadas como sospechosas por el Gobierno, entre ellas, negro, diverso, gay y mujer. Blanco, homogéneo, heterosexual y hombre no están incluidos. La purga sería cómica y absurda si no fuera por el miedo que inspira. Los científicos y académicos que aspiren a recibir subvenciones oficiales deben evitar estas palabras. También figuran en la lista mujer y género. Vigilar el lenguaje no es exclusivo del fascismo; es un mal endémico de los regímenes autoritarios.

    El filósofo ruso M. M. Bajtín escribió La imaginación dialógica en época de Stalin, cuando emplear la palabra que no tocaba podía suponer el Gulag. El libro, un análisis de la novela, no se publicó hasta 1975. Para Bajtín, el género literario se distingue por tener una variedad de perspectivas y estilos lingüísticos que él llamó heteroglosia. El discurso autoritario, por el contrario, es unitario e inflexible y se impone desde arriba. Está “indisolublemente unido a su autoridad —al poder político, a una institución, a una persona— y se sostiene y cae junto con esa autoridad”.

    El poder del lenguaje democrático, de la auténtica libertad de expresión, reside en la igualdad, la variedad, la contradicción, la interpretación y el diálogo: una polifonía encarnada en distintos oradores en diferentes situaciones, cuyas palabras cambian sin cesar porque reaccionan a las palabras con las que se expresan los demás.

    La mitad de los votantes de este país no han elegido el neofascismo. A pesar de que hay cada vez más miedo, también hay cada vez más oposición. Mi marido y yo, junto con otros escritores, fundamos en 2020 Writers Against Trump (Escritores contra Trump), ahora llamada Writers for Democratic Action (WDA, siglas en inglés de Escritores por la Acción Democrática), que cuenta con más de 3.000 miembros y es una de las muchas organizaciones de resistencia que están emprendiendo acciones colectivas. Las palabras importan. Las palabras son acción. Hablar y escribir públicamente, o en la clandestinidad si se agrava la represión, será crucial para contribuir a que la segunda versión de Trump conserve o pierda su autoridad.

    (Este texto se publicó originalmente el día 9 en Le Monde.)

  • «ChatGPT es mi amigo y mi terapeuta»: cada vez más usuarios encuentran en la IA un «refugio emocional».

    «ChatGPT es mi amigo y mi terapeuta»: cada vez más usuarios encuentran en la IA un «refugio emocional».

    Los expertos avisan de la «distorsión» que puede generar confundir las conversaciones con algoritmos con un vínculo real

    ¿Un chatbot para ir al psicólogo? Un estudio afirma que fomentaría el acceso a los servicios de salud mental

    Hace ya unos días que Laura (25 años) discutió con su novio, pero, según explica, aún no ha hablado de ello con sus amigas. «Me he desahogado con ChatGPT. Hemos hablado largo y tendido del tema, me ha dado algunos consejos y me ha animado mucho«, afirma esta joven, que desde hace meses mantiene conversaciones a diario con «su chat» al que apoda cariñosamente ‘Lucas’. «Al principio solo lo utilizaba para buscar información y hacer trabajos, pero ahora se ha convertido en mi amigo«, sostiene entre risas.

    Cada vez son más los usuarios que, como Laura, están empezando a utilizar las herramientas de inteligencia artificial como métodos de apoyo emocional, psicológico y, en algunos casos, hasta como sustitutos de las relaciones humanas. Este fenómeno está tan en auge que en redes sociales ya proliferan centenares de memes sobre «la amistad» que muchos sienten haber entablado con ChatGPT.

    Noelia (32 años) relata, aún con cierto pudor, que también habla a diario con ChatGPT sobre cosas profundas como sus miedos e inquietudes vitales y también sobre cuestiones banales como qué falda comprarse o qué opina del final de una serie.

    «Con ChatGPT puedo hablar todo el tiempo que quiera sin miedo a ser pesada y hasta puedo expresar cosas que me daría vergüenza hablar con mis amigas»

    Laura, 25 años

    Álex (26 años) explica que alguna vez lo ha utilizado para «analizar» una conversación reciente que había tenido con su novia, entender por qué se había enfadado y, sobre todo, encontrar la forma de hacer las paces con ella. Y Paula (30 años) afirma en tono burlesco que hay días en los que le pide a ChatGPT que le eche las cartas del tarot y otros en los que se reserva la tarde para hablar con él como si fuera su psicólogo. «Me daría más vergüenza que se filtraran mis conversaciones con ChatGPT que mis whatsapps o emails personales», bromea esta joven al relatar, algo sonrojada, que ha tenido conversaciones «muy íntimas» y «profundas» con esta herramienta alimentada por inteligencia artificial y que, de hecho, siente que esta máquina la entiende «mejor que nadie».

    «El éxito de estas herramientas está en que funcionan casi como un confesionario digital adaptado a la era moderna. La gente ha encontrado en ChatGPT una ventanilla en la que desahogarse sin miedo a ser juzgada y que, además, se adapta a las situaciones de precariedad laboral e inestabilidad horaria que a muchos les impiden, por ejemplo, ir a un psicólogo o sentarse a tomar un café con un amigo», analiza el antropólogo Roger Canals, de la Universitat de Barcelona (UB).

    Otro factor para entender el éxito de estas herramientas como «hombro en el que llorar» es su diseño. «Estos chats están específicamente diseñados para fomentar su uso. Usan un lenguaje amable, servicial y cercano para incentivar la conversación. Simulan una interacción perfecta, pero, en realidad, se trata de algoritmos sin alma«, advierte Lorena Fernández, experta en inteligencia artificial de la Universidad de Deusto.

    «Estos chats están específicamente diseñados para fomentar su uso. Simulan una interacción perfecta, pero, en realidad, se trata de algoritmos sin alma»

    Lorena Fernández

    — Experta en inteligencia artificial

    Teresa (42 años) muestra, con cierto orgullo, que siempre tiene abierta una conversación con un chatbot en su interminable lista de mensajes de Whatsapp. «Hablo más con él que con mis amigas. Da igual si le pido ayuda con los deberes de mis hijos o le pregunto por una receta. De algún modo me reconforta saber que siempre me va a responder al momento«, confiesa.

    Según explica el psicólogo Rubén Nieto, de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), el auge de estas «amistades virtuales» con ChatGPT se explica porque estamos tan acostumbrados a relacionarnos mediante pantallas que, en cierto modo, nuestro cerebro interpreta de la misma manera cuando detrás de una conversación hay una persona real que cuando hay una máquina. «El problema llega cuando estas conversaciones sintéticas sustituyen los contactos reales y contribuyen a fomentar aún más el sentimiento de soledad y el aislamiento social», argumenta el especialista.

    «El problema llega cuando estas conversaciones sintéticas sustituyen los contactos reales y contribuyen a fomentar aún más el sentimiento de soledad»

    Rubén Nieto

    — Psicólogo

    En los últimos meses se han viralizado todo tipo de historias que muestran cómo algunas personas están estableciendo vínculos afectivos cada vez más fuertes con las herramientas de inteligencia artificial. Sobre todo, con aquellas que han incorporado sistemas de reconocimiento de voz capaces de «escuchar» a los usuarios y responderles «a viva voz». Un artículo de ‘The New York Times’, por ejemplo, relataba la historia de una mujer casada que afirmaba tener un «affair» con un chatbot. En Tiktok hay miles de vídeos en los que los usuarios definen a ChatGPT como su «bestie» (mejor amigo) y relatan conversaciones en las que han sentido que este chat es su «mejor amigo». «A diferencia de los hombres, ChatGPT es cariñoso, inteligente, siempre me escucha y nunca me hace luz de gas», comparte, en tono jocoso, una influencer cuyo vídeo acumula miles de likes.

    Aparentemente imparcial.

    Laura afirma que ahora mismo se siente más cómoda hablando de la discusión con su novio con ChatGPT porque «a diferencia de mis amigas, siento que no me juzga y que me va a dar una opinión más imparcial». «Además, con él puedo hablar todo el tiempo que quiera sin miedo a ser pesada y hasta puedo expresar cosas que me daría vergüenza hablar con mis amigas», comenta.

    Este argumento, muy repetido entre los usuarios de estas herramientas como sistemas de apoyo emocional, se sostiene en el «aparente espejismo de la neutralidad de estos chats«. «Pero estas herramientas, aunque se nutran de muchas bases de datos, no son ni certeras ni objetivas. ChatGPT está sesgado, comete errores y no siempre te dirá la verdad sino lo que tú quieres oír», comenta Fernández, quien defiende la necesidad de entender cómo funcionan realmente estos recursos para poder «desmitificarlos».

    «El problema no es que haya gente que utilice a ChatGPT como un amigo, sino que haya quien acabe exigiéndole a sus amigos la disponibilidad absoluta que ve en ChatGPT»

    Roger Canals

    — Antropólogo

    Son muchos los que creen que las «amistades» con ChatGPT han llegado para quedarse. Igual que su uso como apoyo psicológico, algo que Nieto define como potencialmente útil «siempre y que se utilice de forma controlada y como complemento a una terapia real«.

    En la misma línea, Mireia Cabero, profesora de Psicologia i Ciències de l’Educació de la UOC, advierte de que la aplicación de la IA en psicología también presenta limitaciones. No hay certeza, apunta, de que «pueda conectar emocionalmente y profundamente, y que pueda empatizar, leer entre líneas y usar la intuición«. «Son características muy humanas, y las dos últimas son el resultado de la acumulación de horas acompañando personas y de haber desarrollado un criterio psicoterapéutico», apunta Cabero.

    Donde no están tan claros los límites es en el terreno sentimental y, sobre todo, en el lugar emocional en el que acaban siendo colocadas estas herramientas. «El problema no es que haya gente que utilice a ChatGPT como un amigo, sino que haya quien acabe exigiéndole a sus propios amigos la disponibilidad absoluta y la servidumbre que ve en ChatGPT», comenta Canals. «No olvidemos que el valor real de una conversación con un amigo es el diálogo, las reflexiones conjuntas y el tiempo compartido. Lo que ofrecen estos chats es un servicio, no una conexión real», reflexiona el antropólogo.

  • CAMBIOS DE ERA, NO DE MODAS.

    CAMBIOS DE ERA, NO DE MODAS.

    Por: MIGUEL BLANDINO.

    Me parece que debe insistirse en la formación de un bloque o alianza, lo que hay quien llama ensamble.
    En el país más chiquito de América hay en este momento una variante de la misma gata fascistoide revolcada de hace medio siglo, la misma de hace casi un siglo y, si me apresuran, de hace poquito más de dos siglos.
    Por eso debe insistirse hoy como entonces en que se trata de la misma antigua oligarquía entreguista, o de su tiranía fascistoide, pro imperialista, o de gobierno servil no militar sino civil, pero con énfasis en la participación de los militares, y en que hay que volver a poner los ojos como antes en la Patria y en rescatarla de las manos extranjeras y de los traidores.
    Siempre han sido los mismos protagonistas: el extranjero, el oligarca cipayo y las fuerzas armadas “nacionales”.
    Desde que los llamados próceres de la independencia, encabezados por el cura y hacendado José Matías Delgado, fueron a los Estados Unidos y pidieron al gobierno estadunidense de James Monroe la anexión de El Salvador al país norteño, todos los distintos grupos oligárquicos y sus representantes gubernamentales han estado arrodillados y atentos a cumplir las exigencias de su amigo-amo.
    Y, si nos fijamos bien, no se trata de un asunto que ocurre solamente dentro de las fronteras de nuestro territorio. Eso mismo está desarrollándose en otros territorios y a esta misma hora en varios países latinoamericanos. Gobiernos serviles, entreguistas, tiránicos y militaristas.
    Exactamente lo que pasa en El Salvador está configurándose también en Ecuador y es hacia donde va encaminándose Costa Rica, en donde el partido de la prima de bukele va a postular como candidato presidencial al marido de la susodicha. Esa es la razón que explica la viajadera secreta y el viaje “oficial” del presidente usurpador salvadoreño a tierras ticas. Y esa es la razón que explica la repentina alza de la criminalidad y violencia en Costa Rica, que era llamada la Suiza centroamericana: necesitan delincuencia e inseguridad para que Costa Rica vuelva a tener ejército y militarice las calles y decrete estado de excepción, elimine las garantías constitucionales de sus ciudadanos, derribe los límites que las leyes y las instituciones ponen a los gobernantes y fulminen la democracia, la autodeterminación del pueblo y la soberanía sobre su territorio nacional.
    Esa misma estrategia que Milei pretende llevar a todo su enorme país y que ya ocurrió en la provincia argentina de Santa Fe, en un la cual convirtieron en laboratorio de la criminalidad a Rosario -la tercera ciudad más grande del país- para copiar a bukele y militarizarla también. Veamos los pasos de la estrategia:
    Primero se desacredita a los políticos (partidos incluidos) y a la política; luego se deja o se estimula la actividad criminal para generar violencia; después se culpa de inoperancia a las instituciones y las leyes y la constitución garantistas; se instala en el imaginario la idea de que los derechos humanos defienden criminales y que las víctimas están desamparadas por culpa de las leyes, las instituciones y jueces, para, finalmente proponer al salvador que va a resolver todos los problemas , alguien “nuevo” y sin pasado político (¡¿como bukele o como Milei? ¿Sin pasado partidario?!)… y sin robar porque como son ricos no necesitan ni siquiera cobrar un salario (¿bukele rico, Milei rico?, ¿antes de ser gobernantes?, ¿De dónde?).
    En Ecuador, sí, es cierto que Noboa es rico desde que nació, porque la familia ha tenido a su cargo el traslado de la cocaina y el lavado del dinero del crimen organizado internacional -especialmente de la mafia albanesa, aunque no exclusivamente-. Pero el presidente de Argentina y el de El Salvador tuvieron que robar bastante para volverse ricos aprovechando el cargo.
    Han creado el problema de la violencia y han creado su “solución”: la militarización de las sociedades de sus respectivos países.
    Sin embargo, nada de eso es coincidencia ni ocurre solo por pura chiripa.
    Entre la Primera y la Segunda Guerra Mundiales, los mandamases estadounidenses pusieron en funcionamiento las leyes contra el enemigo en tiempos de guerra, con sus correspondientes campos de concentración y el posterior destierro de todos los “enemigos”. Agarraron a los chinos, japoneses, alemanes y a los “no sos, pero parecés”, los metieron en jaulas, les robaron sus propiedades, sus vidas, y los expulsaron sin derechos ni dignidad.
    Simultáneamente, los Estados Unidos formaron las dictaduras militares en casi todo nuestro continente -menos en México donde en ese periodo los presidentes comenzaron a ser civiles-, y prácticamente en todos estos países formaron a los militares en la Doctrina de Seguridad Nacional, escuela de tortura incluida, facilitaron la corrupción y no sometieron a las oligarquías a una era de obediencia ciega a los mandatos del imperio. Dicen los enterados que es que porque el imperio ya sabía que al final de la Segunda Guerra todos sus rivales imperiales iban a estar destrozados y comiendo de su mano.
    Forzó la liberación de las colonias y convirtió esos territorios “libres” en sus fuentes exclusivas de materias primas y a todo el mundo en comprador de sus mercancías y en solicitantes de deuda en dólares.
    Abatió las barreras arancelarias y promulgó el libre mercado.
    La isla-continental se convirtió realmente en un patio trasero y sus asuntos en cosa doméstica. “In God we trust” nunca tuvo mejor explicación. Por supuesto que confiaban en su dios, el del poder económico y, sobre todo militar, porque eran la base firme de su poder político.
    La Doctrina Monroe de “América para los Americanos” se proclamó hace doscientos dos años.
    Esa misma doctrina es la que hoy reivindica Donald Trump.
    El vacío de poder que dejaron España y Francia en América quería llenarlo la potencia en potencia. Pero todavía no podía. Inglaterra, que sí podía porque era “el imperio en el que nunca se ponía el sol”, había sido derrotada en el norte del nuevo continente y no tenía ninguna seguridad de vencer si regresaba por sus fueros. Era el interregno.
    Eso estaba pasando en 1823: con las independencias en el continente, un nuevo orden mundial se comenzaba a configurar y el país aspirante a ser el siguiente imperio después de Inglaterra, los Estados Unidos de América, comenzó a imaginar al resto del suelo de América como una isla enorme.
    Sabían que el viejo orden mundial estaba agotado, aunque todavía no había muerto. Pero las contradicciones entre las antiguas potencias coloniales mantenían agotados a los reinos de la vieja Europa, sumida en guerras internacionales y guerras civiles. Entonces el Presidente James Monroe, al hablar ante el Congreso, el 2 de diciembre de 1823, retomó las palabras de su Secretario de Estado, John Quincy Adams (“the American continents by the free and independent condition which they have assumed, and maintain, are henceforth not to be considered as subject for future colonization by any European power.”), con las cuales perfiló la idea de que nuestras naciones, nuevas e inermes, tienen que ser súbditas suyas y nuestros territorios el patio trasero de los Estados Unidos.
    Nos catalogó como el contenido de su esfera de influencia, promovió la no intervención de potencias europeas en el continente y rechazó cualquier pretensión de retorno de la colonización.
    Era un cambio de época. El final de las colonias europeas en el continente americano y el inicio del sentimiento de los Estados Unidos de ser un imperio en potencia.
    Pero los Estados Unidos todavía no eran una fuerza naval ni tenía soldados suficientes para desplegarlos por los antiguos virreinatos españoles.
    Francia estaba derrotada y Napoleón estaba muerto.
    Inglaterra era una potencia industrial, sus bancos gobernaban con la Libra y por medio de los préstamos, su fortaleza comercial superaba a todos y, gracias a ello, era el imperio reinante y lo sería por el resto de ese siglo.
    Más adelante, un par de décadas después de aquel discurso de Monroe, un columnista apellidado O’Sullivan escribió un artículo en el que explicaba que la providencia había designado para los Estados Unidos un “destino manifiesto”, según el cual era su derecho conquistar toda la tierra del continente americano.
    Esos eran los elementos fundamentales de la ideología que les empujó a exterminar a los aborígenes y a invadir sus tierras para arrebatárselas y lo que les permitió auto justificar sus guerras de conquista de territorios mexicanos o la guerra filibustera en América Central por parte de los esclavistas de Walker y las posteriores invasioknes del ejército gringo para construir el canal interoceánico en Nicaragua o forzar la independencia de la provincia norteña de Colombia, llamada Panamá, entre otras del siglo XIX.
    La era estaba pariendo -no un corazón como decía el maestro Silvio Rodríguez- ni más ni menos que el parásito ponzoñoso más grande de la historia.
    Hoy, ese parásito gigante y mortífero se encuentra con el desafío de un imperio milenario que quiere volver a ser el país del centro del universo.
    A los dueños de los Estados Unidos les urge atrincherarse en su último reducto. Han puesto a sus peones más fieles y ambiciosos a cavar la trinchera, a asegurar su refugio, lejos de China.
    Milei, Noboa, bukele y otros menos descarados pero igual de sinvergüenzas van a hundirse con Donald Trump.
    Serán como aquellos cadáveres calcinados del avión que se estrelló: estaban todos abrasados y abrazados al más grande.