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Un Nobel de la Paz para quien promueve la guerra.

María Corina Machado laureada por promover intervenciones militares, protestas violentas y sanciones unilaterales.

Una vez más el comité del Nobel se ha equivocado, pero no solo eso: lastimosamente demuestra que se alinea con quienes promueven la guerra, el intervencionismo y la violencia. Porque Corina Machado ha hecho votos por Israel y su política de exterminio, cuando ella y su partido Vente Venezuela firmaron un acuerdo de cooperación con el LIKUD, el partido del genocida Benjamin Netanyahu. Habría sido igual o peor si le daban a Donald Trump, premio que tanto añoraba para legitimar su militarismo y expansionismo, como en su momento le dieron a Barack Obama. 

Con esto no estaría mal cambiar el nombre del premio, así como Trump cambió el nombre del Departamento de Defensa por el de Guerra. Bien le cabe, después de lo hecho, poner el Premio Nobel de la Guerra y así no tendríamos motivo para seguir discutiendo la validez de este acto. 

Aunque obvia es válida la pregunta: ¿Qué hizo Machado por la paz? ¿Acaso sus más mínimas expresiones políticas han sido a favor de un entendimiento real con su propio país de nacimiento? ¿No fue ella la que impulsó la desestabilización, la intervención militar y la que promueve que EE.UU. invada Venezuela, con su mejor aliado el secretario de Estado Marco Rubio? Ella promovió y financió las guarimbas que dejaron decenas de muertos y heridos en su propia nación. No olvidamos que Machado apoyó el golpe de Estado en Bolivia y ha sido artífice (con financiamiento oscuro) de una serie de foros y eventos en Europa para denostar de la izquierda y el progresismo en cualquier país.  

Por supuesto que no se merece un premio de esa dimensión, a pesar de que ya no tendría sentido seguir pensando que el Comité del Nobel actúa bajo principios humanistas y, efectivamente, pacifistas. Incluso, con lo que acaba de hacer destroza la imagen de nuestro planeta cuando en estos días proliferan demandas mundiales a favor de la paz en Gaza, pero sobre todo de castigo a los criminales con cargo de mandatarios.  

El Nobel ha sido dañado, desprestigiado una vez más. No cabe duda que para la próxima oportunidad solo tendría sentido si del mismo Comité hay cuestionamientos y críticas a lo hecho en este 2025, un año con conflictos bélicos, acciones criminales y, del otro lado, activistas, organizaciones y grupos sociales luchando denodadamente para devolver la paz a vastos territorios y grupos humanos.  

Con este premio el sistema criminal del mundo ha sido estimulado para intervenir en Venezuela, para justificar el guerrerismo y profundizar el neofascismo. Hoy dirán que Machado sea la comandante de la invasión, que con ella se puede ingresar con tanques y tropas a un país que aboga por la paz y por eso le ha rechazado a ella y sus compinches en más de 20 elecciones seguidas.  

¿Acaso Machado no es parte de esa corriente neoconservadora y no forma parte de aquellos que quieren a nuestras naciones sometidas a una sola hegemonía para usufructuar de nuestros recursos, de nuestros pueblos, para sus intereses y negocios particulares?  

En definitiva, Machado mancha al mundo con su galardón, el Nobel pierde todo significado y el planeta se queda de espectador de la guerra que esto promueve.  

Editorial de Diario Red.