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LA ÚLTIMA FASE DEL NARCOCAPITALISMO: EL TECNOFASCISMO PLUTÓCRATA.

Por: Luis Arnoldo Colato Hernández, Educador.

Debemos antes de nada comprender que la urgencia del régimen por suprimir el estado de derecho no se corresponde solo a una urgencia narcisista del caudillo por superponerse al estado, si bien es una patología inherente a su persona, sino a la necesidad de anular las formalidades legales que le negaban disponer de los recursos del mismo a su antojo.

Es decir, todo se reduce a acceder sin más al erario público para beneficiarse, su círculo cercano y el de sus representados.

Consideremos para entenderlo, como la deuda nación ha sido elevada exponencialmente en este solo quinquenio, sin haber resuelto nada, al grado de ser de acuerdo a los informes de la banca multilateral, el único país de la región que en el pasado quinquenio no solo contrató una deuda nación equivalente al 84,44% del PIB [BCR], por encima del 64%, que en promedio tienen los países vecinos [BCIE/BID/BM/FMI], que por ejemplo solo en abril del corriente, supuso un aumento de $630 millones contratados, que es la constante desde abril de 2021, haciendo de nuestro país, el más endeudado de la región [BCIE/BCR].

Aún peor, porque además de ser el país de la región más endeudado, somos además el que es percibido como el más corrupto, de acuerdo al IPC, redundando en no establecer los criterios mínimos para atraer inversiones extranjeras, que además cayó a sus mínimos históricos, representando apenas un 1% del PIB – BCIE/BCR -, mientras en cambio, Nicaragua es el país de la región con mayor inversión privada extranjera en el mismo período, con un IED 5 veces superior al nuestro y a pesar de la inestabilidad política que padece.

Por otro lado, esta crisis no es nueva, comienza en los 90´s y se agudiza en los lustros iniciales del presente siglo bajo la gestión arenera, concluyendo sus 20 años de gobierno en un completo fracaso, a pesar de seguir a rajatabla las recomendaciones del FMI, a la que siguiera la estabilización y ordenamiento que las gestiones de izquierda le dieran al modelo hasta 2019, cuando la transfiriera a la administración que le siguiera, que fuera como recordamos elegida con los menores apoyos electorales de nuestra historia, producto del hastío del electorado y en contraste con las expectativas mediáticas que lo promovieron.

Esa gestión es el ilegal régimen que nos mal gobierna, que bajo la excusa de que supuestamente le niegan los recursos que necesita para adelantar su proyecto político – que nunca tuvo – impulsa aquel auto golpe al primer órgano, a partir del cual gobierna ahora de facto, desmontando el estado de derecho, usufructuando el erario público.

En este punto de la historia, no solo se desmontó el estado de derecho para enriquecer a apenas esos pocos, también se acumularon crímenes contra la vida y la propiedad privada, una deuda que nos niega un futuro, establecido una plutocracia vigente, entregándonos al servicio del norte, y nuestro territorio al narco.

El coste de abandonar la legalidad.

La Constitución señala el camino.

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