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La estrategia de León XIV. El Vaticano juega en varios tableros.

Por: Elio Masferrer Kan.

La presencia del arzobispo Paul Richard Gallagher en México, subsecretario de estado del Vaticano para las relaciones con los estados y las organizaciones internacionales emocionó a la prensa nacional, que evidentemente busca la nota de una visita pastoral del papa León XIV a México, sin embargo, ese no es el tema principal.

Monseñor Gallagher es el número tres en la todopoderosa Secretaría de Estado del Vaticano y sería un poco ingenuo pensar que viene a preparar la visita del papa a México, tarea habitualmente asignada a funcionarios de menor rango. Lo que lo trae es la reunión de la Federación Internacional de Universidades Católicas que se celebra en la Universidad del Valle de Atemajac, la UNIVA de Guadalajara.

La siguiente pregunta trata de explicar por qué viene el responsable de las relaciones con los estados y no otros funcionarios pontificios como el encargado de educación y ciencia o el de desarrollo humano integral, más técnicos. Gallagher es el responsable de las relaciones con los estados, cargo eminentemente político.

Las universidades católicas están presentes en todo el mundo y su fortaleza está en correlación con la presencia de católicos en cada país; podemos asumir que en el continente americano las universidades católicas tienen un papel estructural en la configuración de las elites políticas nacionales e incluso en muchos casos, presidentes, legisladores y jueces salieron de sus aulas, sin olvidar que tienen un papel relevante en la formación de los cuadros empresariales estratégicos.

Poseen además cifras importantes de jóvenes estudiantes, quienes llegado el momento podrían movilizarse para impulsar proyectos políticos que interesen al liderazgo católico, a la vez que les permiten ponderar las cambiantes dinámicas sociales, que muchas veces no son adecuadamente percibidas por los obispos, más preocupados por cuestiones pastorales o que tienen compromisos con ciertos liderazgos políticos bastante desprestigiados.

En esta perspectiva podemos entender entonces la estrategia del papa León XIV, sin descartar a los obispos y sus solitarias parroquias, está más interesado en aprovechar las potencialidades de órdenes y congregaciones religiosas que poseen formas más articuladas y con posibilidades de impacto político en las elites y los espacios de toma de decisiones, como son los sistemas universitarios.

En esta perspectiva el papa está jugando en varios tableros de “ajedrez político”, mide fuerzas en cada país. En los Estados Unidos las universidades están mayoritariamente confrontadas con el presidente Trump, aunque es respaldado por el episcopado norteamericano; es evidente que está interesado en viajar a su país natal, para impulsar su proyecto y llevar palabras de aliento a los hispanos, quienes en estos momentos pasan

por situaciones dramáticas de discriminación, racismo y xenofobia ¿cómo hacerle con un episcopado trumpista y conservador? Lo mismo sucede en muchos países de América Latina, en este caso la pregunta es la misma; ¿hasta dónde están dispuestos los rectores de las universidades católicas a confrontarse con las elites de poder locales? o, sin llegar a tanto, construir formas de “acompañamiento constructivo”.

En el caso mexicano la cuestión tiene otro juego, la Iglesia católica quiere fortalecerse con la visita de su máximo líder, el papa quiere impulsar su política social y el gobierno mexicano legitimarse con la visita del papa. El gobierno ha estado haciendo “buena letra”. La Iglesia católica es mencionada constantemente en las conferencias mañaneras de la presidenta Sheinbaum; la secretaria de Gobernación estuvo en los funerales de Francisco y la toma de posesión del nuevo papa. No menciona a las otras iglesias e incluso el partido gobernante, MORENA tomó distancia con los evangélicos, quienes mayoritariamente los han apoyado, hasta ahora, en los procesos electorales. No olvidemos que la Jerarquía católica apoyó ostensiblemente a la derrotada candidata opositora.

El proceso de elección directa y popular de jueces y magistrados fue deslucido con apenas un 14% del padrón electoral por la oposición sistemática de la Jerarquía católica y la incapacidad de movilizar el electorado “duro” de MORENA y sus aliados donde los evangélicos que son el 22% de la población, no participaron por incapacidad en la operación política.

A la Iglesia católica le encanta jugar simultáneamente en varios tableros y a veces son distintas partidas en el mismo tablero, les fascina decir que “Dios escribe derecho en renglones torcidos”, que sirve para explicar a los neófitos que confíen en su eficacia y bondad, aunque no entiendan lo que sucede. Le asiste algo de verdad, gobiernos y estados se derrumban, pero la Iglesia ya cumplió dos mil años.

  • Doctor en antropología, profesor investigador emérito ENAH-INAH
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