En el contexto de un desequilibrio en el comercio y de restricciones decretadas en varios mercados del mundo, las empresas centroamericanas del negocio de confección de vestimenta, están operando y generando ingresos por exportaciones a niveles que sólo les permite subsistir.
Datos de la Oficina de Textiles y Ropa, de la Administración de Comercio Internacional de Estados Unidos, precisan que entre el primer semestre de 2019 y el mismo período de 2020, las exportaciones de la industria textil de Centroamérica a EE.UU. disminuyeron en 34%, al pasar de $17.593 millones a $11.553 millones.
Según las cifras oficiales, de enero a junio de este año Panamá, El Salvador y Honduras, fueron los países centroamericanos que más mermaron sus ventas a Estados Unidos, al registrar variaciones de -49%, -48% y -47%, en su orden. En los casos de Costa Rica, Nicaragua y Guatemala, fueron los menos afectados, al reportar caídas de 30%, 27% y 25%, respectivamente.
Dean García, director ejecutivo de la Asociación Nicaragüense de la Industria Textil y Confección (Anitec), dijo que: «… la crisis que se está viviendo con el coronavirus, donde toda la región se ha visto afectada, es mucho más dura que la que se vivió en el 2009.»
García añadió que en este momento «… las empresas están trabajando para subsistir nada más, la pandemia vino a causar un desequilibrio mundial, afectó todas las economías, y al ver el panorama actual el problema es que el rebrote no ha permitido que la economía se estabilice y eso está afectando fuertemente«.