LAS MINI OBRAS FARAÓNICAS POR SU COSTO O SIMPLE CRIMEN ORGANIZADO INTERNACIONAL

Por: TOÑO NERIO.
Hace años dijeron que yo era “alcanzativo”. Es que hay cosas que me llaman la atención, luego mi mente une los datos y encuentro relaciones que, a lo mejor, no son tan evidentes para todo el mundo. O quien sabe por qué otros no ven o no quieren ver.
Si relacionar unos datos con otros es ser alcanzativo, tengo que admitir que lo soy, y mucho. Pero eso no hace que los datos dejen de tener relación entre sí.
Que otros no se enteren o no quieran enterarse es cosa de cada quien. Algunas explicaciones les doy a esos extraños comportamientos de la gente normal, no tarada.
Es que la mayoría de la gente -me digo- no lee, y por eso no se entera; eso en primer lugar. De los que leen, la mayor parte se atiborra de los datos del día, pero no les da seguimiento, ni mucho menos los relaciona con otros de la misma naturaleza. Otras personas, que si bien es cierto que saben leer con atención y comprenden la lectura, pero son adoradores del líder, dicen que los datos los inventa George Soros y les hacen eco los medios financiados por la Open Society de su propiedad; o bien, que el líder ha hecho “muchas cosas buenas”, que jamás nadie se atrevió a hacer en el pasado, y que, por esa valentía, hay que perdonarle y si es que roba, que nos digan quién en este mundo de pecado es el que no roba. Otros que leen y comprenden lo leído dicen “pero no presentan pruebas y yo sin pruebas no voy a repetir esas versiones” (como un tal Miguel que fabrica guitarras y he visto en Youtube). Solo unos “poquistiyos” nos atrevemos a especular sobre la base de los datos, la experiencia de una ya larga vida, y muy especialmente, el conocimiento de la clase de lacra que son el líder, su familia, socios, amigos y empleados de confianza.
Es que, aunque el actual gobernante salvadoreño, espurio, ilegal e inconstitucional ha secuestrado toda la información acerca de toda la gestión gubernamental relacionada con dinero, desde siete y hasta por treinta años, la ausencia de obras y la falta de inversiones hacen sospechar del destino de los dineros, particularmente los provenientes de préstamos, nacionales e internacionales.
Como dice Benjamín (Mincho) Cuéllar, la especulación debe ser un derecho humano cuando el gobierno esconde toda la información que debe de ser pública.
Resulta que en estos días han aparecido ciertas informaciones que me llaman poderosamente la atención y que pueden estar relacionadas entre sí.
Una de ellas tiene que ver con una serie de derrumbes en el tramo de la Carretera Panamericana conocido como Los Chorros, en el que se construye una obra llamada “Viaducto Los Chorros”.
Sorprendido por las noticias me puse a buscar información y quedé alelado. Yo que pensé que ya nada de los bukele podría sorprenderme después de conocer de sus estrechas relaciones con el crimen organizado internacional. Quedé estupefacto, patidifuso. Repasemos:
Mandu’a (Información, opinión y cultura al servicio de la construcción) es una publicación especializada en ingeniería.
En su edición del número 398 de junio de 2016, viene un artículo del periodista argentino Darío Mizrahi, titulado “El kilómetro de carretera en América Latina cuesta siete veces más que en Europa”
En ese comparaba los costos de construcción de carreteras entre cuatro países europeos, escogidos por ser representativos, sobre la base de 24 proyectos viales realizados en España, Polonia, Grecia y Alemania entre 2000 y 2013, y decía que:
“La clave de las diferencias entre estos países estaría, según el TCE, en el proceso de adjudicación de los proyectos. Mientras que en Alemania gana casi siempre la oferta más económica porque cualquiera puede participar de la licitación, esto no ocurre habitualmente en España, donde sólo participan las empresas previamente autorizadas por el Ministerio de Economía*.
Como se trata de cuatro países muy diferentes, que pertenecen a distintas regiones y que presentan situaciones sociales totalmente contrapuestas, el conjunto es bastante representativo del continente. Por eso, los 178 mil dólares que cuesta en promedio el kilómetro de carretera en los cuatro bien podrían tomarse como una medida aproximativa de toda Europa.”
Mientras tanto, en América Latina el promedio por kilómetro era de dos millones de dólares, señalaba el periodista acucioso. Para llegar a esa conclusión, aunque no había estadísticas para comparar, tomó también cuatro países, “México, Perú, Bolivia y Argentina, cuatro países ubicados en distintos extremos geográficos del continente, con historias y contextos socioeconómicos muy diferentes”, y revisó los datos para luego sacar un promedio de los costos por kilómetro de construcción vial.
Es muy curioso porque un trabajador en Europa gana mucho más que uno en América Latina, por lo que el diferencial debería hacer que los costos fueran mucho más baratos en América Latina.
“Los costos de construcción son más bajos en América Latina que en Europa, porque tenemos mano de obra más barata, pero existen costos ocultos por la corrupción. También hay un problema de eficiencia”, explicó el ingeniero civil Luis Alberto Jaramillo Gómez, profesor de la Universidad Javeriana de Bogotá, Colombia.”
Pero todo ese relato comparativo palidece a la par de los costos de una sola obra hecha a medias durante el gobierno de bukele.
El viaducto de Los Chorros, también conocido como viaducto Francisco Morazán, será de 8 carriles y 1 kilómetro de longitud. Nótese: un kilómetro de largo.
Todavía no ha podido realizarse y ya tiene un costo de 561 millones de dólares, que es la sumatoria de tres préstamos otorgados por el Banco Interamericano de Integración Económica (BCIE). O sea, cada kilómetro es ni más ni menos que 280 veces más caro en El Salvador de bukele que en toda América Latina. Y ¡tres mil ciento sesenta y unas veces más caro que en Europa!
Por cierto, ese banco, el BCIE, es el mismo que le prestó a bukele casi 600 millones de dólares para el rescate de las pequeñas y medianas empresas afectadas por el cierre debido al COVID-19 y que sin ningún trámite fueron desviados para el proyecto de bitcoin de la familia gobernante.
El proyecto de bitcoin sirvió para montar la infraestructura del lavado de dinero más grande del continente americano.
Un dato que llama la atención es que los préstamos del BCIE a bukele fueron otorgados cuando el director ejecutivo era Dante Mossi, un economista hondureño que llegó al cargo gracias a que fue propuesto por el presidente Juan Orlando Hernández -hoy condenado en los Estados Unidos a casi medio siglo de prisión por narcotráfico- y sirvió desde ese puesto como banquero para lavarle el dinero sangriento al crimen organizado internacional.
Vamos atando cabos, pues.
Esta misma semana se supo que uno de los hermanos bukele le ofreció a Donald Trump cobrarle al dos por uno los servicios carcelarios a cambio de que le entregue a nueve cabecillas de la Mara Salvatrucha, antes de que declaren en juicio todos los negocios que mantienen en su sociedad con bukele y su gobierno.
También se conoció un video en el que un par de periodistas mantienen una conversación en una casa de San Salvador con un líder de pandillas que según bukele está cumpliendo una larga condena de prisión.
Y sigue la mata dando…

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