La propuesta del Movimiento Voluntario de Derechos Humanos (APDH).

El Movimiento Voluntario de Derechos Humanos, representado por la Asociación de Promotores de Derechos Humanos (APDH), constituye una estrategia para promover y proteger los derechos humanos desde un enfoque no jurisdiccional. Esta propuesta se presenta como un espacio abierto, inclusivo y flexible, orientado a la promoción y defensa de los derechos humanos y las libertades fundamentales.

En el marco de este movimiento, cualquier persona interesada puede formar su propia organización e integrarla al sistema, con la visión de conformar, en el futuro, una federación y posteriormente una confederación de organizaciones voluntarias de derechos humanos. Esta estructura busca consolidar un movimiento plural y participativo, sustentado en la cooperación y la autogestión.

El Movimiento Voluntario de Derechos Humanos adopta la estrategia operativa de los “Tres Motores”, propuesta por la Asociación de Promotores de Derechos Humanos. Esta estrategia se compone de los siguientes elementos:

  1. Primer motor: Grupo para el Desarrollo Educativo
    Es un espacio dedicado a la generación de pensamiento crítico y a la elaboración de propuestas teóricas. Su función principal es académica y formativa, orientada a fortalecer el conocimiento y la conciencia sobre los derechos humanos.
  2. Segundo motor: Asamblea del Voluntariado Integral Solidario
    Este es un órgano con carácter deliberativo y decisorio, en el cual se aprende, se discute y se toman decisiones colectivas sobre las acciones del movimiento. Representa el corazón democrático de la propuesta.
  3. Tercer motor: Red Social Autogestora de Emprendedores Independientes
    Tiene como finalidad crear un marco participativo y sostenible que permita a las personas involucrarse de manera constante en el ámbito de los derechos humanos. Esta red promueve el empoderamiento y la autogestión social.

La estructura del movimiento está basada en los principios fundamentales del sistema internacional de derechos humanos y tiene un enfoque promocional con proyección a largo plazo. El proceso formativo dentro del movimiento sigue un itinerario progresivo:

  1. Voluntario/a en derechos humanos
  2. Promotor/a voluntario/a de derechos humanos
  3. Monitor/a de derechos humanos
  4. Asistente paralegal
  5. Defensor/a de derechos humanos

El Defensor de Derechos Humanos es quien actúa como enlace entre el movimiento y la ciudadanía internacional. Esta figura representa el punto de conexión con la comunidad global y se plantea como clave en los procesos de monitoreo e intervención en contextos políticos, económicos, sociales, culturales y jurídicos.

En este sentido, se propone la ciudadanía internacional como un modelo de participación global. Esta se estructura en tres niveles: ciudadanía centroamericana, ciudadanía latinoamericana y ciudadanía mundial. Estos niveles permiten intervenir, monitorear y comunicar de manera objetiva la verdad sobre lo que sucede en los procesos que afectan los derechos humanos.

Se reconoce que muchos procesos actuales son gestionados desde perspectivas partidistas y sesgadas, lo cual pone en riesgo la imparcialidad y la justicia. Por ello, el sistema de derechos humanos debe tener como parámetro la búsqueda de la verdad, tanto en el origen como en el desarrollo de los procesos sociales y políticos.

Este enfoque reconoce al ciudadano como un sujeto activo, con la posibilidad de formarse y escalar dentro del sistema hasta alcanzar niveles de intervención tanto a nivel local como nacional e internacional, fortaleciendo así la democracia, la justicia y el respeto a los derechos humanos en todos los ámbitos.

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