Entrevista a Rafael Correa: “Estamos ante el lobo feroz”

Nicolás Trotta


Horas antes de recibir su Doctorado Honoris Causa número 18 en la Universidad Metropolitana para la Educación y Trabajo, en Argentina y realizar su conferencia magistral, Correa dio la siguiente entrevista.

–¿La esperanza abarca a toda América Latina?

–Si no tienes esperanzas mejor ándate a la casa. Que nos roben todo menos la esperanza. Siempre hemos mantenido el optimismo. Incluso debemos ser optimistas enfermizos y que esa enfermedad sea contagiosa. Nuestros procesos, nuestras revoluciones deben ser también revoluciones de la alegría. Yo sé que son tiempos duros. Pero tampoco son tiempos terribles. Nada que ver con las dictaduras de los setenta, cuando la gente desaparecía. Los procesos históricos son así. Avances, retrocesos. No son lineales. Lo que duele es cuánto se retrocede y a qué costo. Y hay que resistir. Y organizarnos para volver, como dicen los jóvenes.

–América Latina en los últimos años sufrió retrocesos: el golpe contra Fernando Lugo, el golpe contra Dilma Rousseff, la derrota electoral del Frente para la Victoria en la Argentina. En Ecuador las elecciones marcaron una continuidad del rumbo. ¿Por qué después la victoria terminó en una crisis?

–Traición. Tan viejo como la humanidad. Michel Temer es un niño de pecho al lado de Lenin Moreno, porque Temer no era del Partido de los Trabajadores. Él estuvo 10 años con nosotros. Le ha salido todo el rencor, toda la amargura que ha tenido escondida. Y la hipocresía. Hace diez meses decía que yo era el mejor presidente de la historia, el mejor gobierno del planeta, el mejor ecuatoriano de todos los tiempos. Ahora soy el corrupto, el dictador y el mafioso.

–¿Hay explicación de por qué no lo dijo antes?

–Nos utilizó hasta que nos necesitaba. Cuando ya no nos necesitó salió su verdadero yo y se alió con lo peor de la derecha. Le da la razón que nunca tuvo a la oposición. Dice que todo está mal: el modelo económico, nuestra moral… Estuvo 10 años con nosotros y ahora somos ladrones… La lucha anti-corrupción tal como la plantean es una estrategia regional. Lo hicieron con Dilma, con Lula. Lo están haciendo con Cristina. Generalizan o tergiversan porque es rentable políticamente. Diciéndote “corrupto” yo quedo como el honesto. Pero si antes estuvieron 10 años o eran cómplices o eran tontos y no se dieron cuenta. O están mintiendo.

–¿Cuál sería la conclusión?

–Ellos saben que están mintiendo. Es muy triste. Nosotros ganamos todo. Ganamos la Presidencia y la mayoría en la Asamblea. No ganamos por este tipo sino por los 10 años de Revolución Ciudadana. Y ahora se han unido a lo peor de la política ecuatoriana con la complicidad de los medios de comunicación. Pero no podrán engañar a todos todo el tiempo. Sólo es cuestión de tiempo. Mientras tanto hay que ver cuánto daño hacen, porque están persiguiendo a la gente con las peores herramientas de la política.

–La política es conflicto y el conflicto hay que armonizarlo mediante la democracia y las instituciones, ¿no es cierto?

–La política del consenso es la posición más conservadora que existe. Asume que están los acuerdos dados, lo cual no es cierto. Dicen: “antes había paz”. No había paz, había pacificación. El trabajador no tenía estabilidad y debía dejarse explotar. Su libertad era dejarse explotar o ir al desempleo. No es que tenía paz, estaba pacificado. La verdadera paz se fundamenta en la justicia. ¡Que me digan que Abraham Lincoln podía eliminar la esclavitud sin poner bravos a los esclavistas! No seamos ingenuos. Los nuestros fueron 10 años de lucha. Era necesario que viniera alguien a apaciguar un poco pero nunca imaginamos que un compañero confrontaría y destruiría de esta manera. O sea: el enemigo para este tipo soy yo. Se va a hundir. Las decisiones que está tomando son horribles. Parece que está gobernando para los próximos tres meses. Pero parece también que es patológico, que lo único que quiere es hundirnos a nosotros con él. Con eso está satisfecho.

–¿Cómo se genera un nuevo sentido común al que impone el neoliberalismo, que es la consagración del individualismo?

–La izquierda siempre ha luchado contra el sistema, a contracorriente. Tendríamos que preguntarnos si estamos luchando frente a la misma naturaleza humana. Sales de la pobreza y entonces el resto ya es la chusma, como doña Florinda, y te unes a la gente de bien, es decir, los ricos.

–A veces los grandes medios critican por izquierdistas a gobiernos que buscan implementar en nuestros países marcos regulatorios más tibios que los de Europa o de los Estados Unidos.

–Exacto. Cobrar impuestos en Ecuador y Latinoamérica es subversivo. Como decía el obispo brasileño Hélder Câmara: “Si le doy de comer a los pobres, me dicen que soy un santo. Pero si pregunto por qué los pobres pasan hambre y están tan mal, me dicen que soy un comunista”. Ellos creen en esa cosa de asistencialismo, de migaja, y no quieren solucionar cuestiones estructurales de la miseria y la pobreza porque se han beneficiado de ese sistema.

–Pese a los momentos de fuerte consolidación que tuvo el gobierno de la Revolución Ciudadana, no salieron de la dolarización. ¿Por qué?

–Sí, no salimos. Y fue peor para un gobierno como el mío. Hubiera sido más fácil para un gobierno de derecha. Pero si sólo llegaba a insinuar esa posibilidad, la salida de capitales me hubiera quebrado la dolarización misma y solo podríamos haber salido a un altísimo costo. Entonces había que convivir con la dolarización y tratar de mitigar sus efectos nefastos, Ustedes conocen bien eso porque la Convertibilidad era prima hermana de la dolarización. La dolarización ecuatoriana la impusieron nuestras elites. La tarea pendiente es la principal: ¿cómo lograr el control del sector externo? La economía ecuatoriana puede estallar en cualquier momento. Yo tuve el barril de petróleo a inicios de 2016 a 17 dólares. Tuvimos recesión, decrecimos un 1,5 por ciento en dos años, perdí 12 puntos del PIB en ingreso fiscal neto. Ahora con un barril a 60 dólares esas cosas van mucho mejor pero hay falta de liquidez y problemas económicos. ¿Por qué? Porque no están controlando el sector externo. Es como un barril sin fondo. Las divisas que entran por la exportación petrolera se van por las importaciones más absurdas. Pero no quiere pelearse el nuevo presidente, quiere contentar a todo el mundo, y le puede reventar la economía. Obviamente están preparando el escenario para echarme la culpa a mí. Y no. Es culpa de su inutilidad, de su mediocridad y de su deslealtad. En todo caso se requiere la tarea central: el tipo de cambio es el principal instrumento regulador del sector externo. Yo acabé en el 2016 con el 64 por ciento de las exportaciones finales de 2014. Y en lugar de que se depreciara la moneda, porque no tengo moneda nacional, el dólar se me apreció. Eso tritura la economía. Sin embargo enfrentamos los problemas muy bien, superamos las dificultades en tiempo récord, con un mínimo costo y, sobre todo, con el costo sobre los más ricos y no sobre los más pobres. No nos aumentó ni pobreza ni desigualdad.

–Celso Amorim suele decir que en una década se hicieron cosas que parecía imposible lograr en materia de integración. Pero pese a los vínculos entre los gobiernos y al afecto entre presidentes y presidentas, ¿por qué no se logró avanzar más en esa institucionalidad?

–Es que si avanzamos. Si tú haces una comparación histórica con la Unión Europea (UE) avanzamos más rápido que ellos. Pero no fue suficiente y además cambió el ciclo político. Los gobiernos de derecha están boicoteando todo.

–¿Y a pesar del momento que atraviesa América Latina se puede volver a abrir una ventana de oportunidad?

–Ten la certeza que va a pasar eso pero no esperes que la ventana se abra solita. Tenemos que abrirla nosotros con organización popular, con movilización, con resistencia, con convicción. Y también con esperanza y alegría. Dejémosles la amargura a la derecha, a la codicia, a los que buscan solo el Dios dinero. Nosotros buscamos servir.

Con la colaboración de Patricia González López.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

A %d blogueros les gusta esto: