Los amigos de Trump en El Salvador

El presidente de EE. UU., Donald Trump, nuevamente se refiere a El Salvador y a Centroamérica y en particular a los países del triángulo norte (Honduras, El Salvador y Guatemala) y califica como personas de tercera categoría a los habitantes de esta región, demostrando su desprecio y revelando al presidente de EEUU como un claro admirador de la doctrina neo fascista y de supremacía racial.

La verborrea del mandatario no ofende a sus seguidores en El Salvador, como por ejemplo a lo partidos de la derecha, que cuando su amo decide hablar mal del país callan.

La política del gobierno de EE. UU. necesita de personas que no tengan amor propio ni mucho menos por su patria, como el presidente de México quien, pese a los improperios contra su país prefiere quedarse callado, no importándole las ofensas contra su país.

Lo mismo sucede con otros países donde el mandatario decide atacar usando lo necesario, al punto de inventar situaciones turbias para justificar sanciones o simplemente ataques militares, como ocurre en Siria. El caso más reciente ha sido la imposición que hizo el gobierno de EE. UU. para que la oposición venezolana no firmara un acuerdo de paz y convivencia con el gobierno del presidente Nicolás Maduro, sin importarle que el país sudamericano logre salir de la crisis política, económica y social que las acciones imperialistas ha generado contra Venezuela.

En El Salvador hay sectores políticos que se sienten identificados con la política de Trump, como es el partido Arena. Pero pese a la admiración que le demuestran, éste los trata con desprecio absoluto. La región centroamericana está en disputa entre sectores que se oponen a las políticas de la derecha, respaldadas por EE. UU., y los que aspiran a tener una política diferente de autodeterminación.

Recientemente en Honduras se consumó un fraude electoral que permitió mantener en el gobierno a un hombre que responde a los intereses de la política estadounidense y que ha reprimido sangrientamente al pueblo hondureño cuando decidió salir a la calle a enfrentar a esa dictadura que cuenta con todo el respaldo del gobierno de EE. UU.

El Salvador está en la mira de la estrategia estadounidense por preservar la hegemonía en la región. No es casual que diga Trump que El Salvador no forma parte de países amigos . Se refiere al pueblo salvadoreño, a su gobierno y al FMLN, porque ya sabemos quiénes son sus amigos por estas tierras.

Los medios de comunicación al servicio de la derecha callan cuando ofende a El Salvador no importándoles en lo más mínimo la dignidad de la patria.

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