Los Estados Unidos de América fue fundado por inmigrantes ingleses, luego, a lo largo de su historia miles de inmigrantes de nacionalidades de todos los continentes llegaron y con su trabajo contribuyeron a construir esa gran nación que ahora gobernada por una élite xenofóbica, es protagonista de una enorme paradoja al pretender expulsar a importantes contingentes de inmigrantes que siguen contribuyendo con el acrecentamiento de su riqueza.
Estados Unidos es una gran potencia por el excelente trabajo de los inmigrantes, de lo cual sólo su Presidente Donald Trump, no está consciente, prueba de ello es que la Cámara de Comercio de dicho país, expresó por escrito al Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) su total respaldo a los beneficiarios del TPS,
De acuerdo con la Cámara de Comercio, “los beneficiados con el TPS trabajan en sectores como construcción, procesamiento de alimentos y cuidados de salud y hogar, por lo que dejar sin autorización de trabajo a estos inmigrantes retardaría las labores de reconstrucción en Estados Unidos, que ha sido golpeado por una serie de huracanes en los últimos meses”.
La Cámara es bien elocuente al señalar que la ampliación del TPS, no sólo asegura la estabilidad de los individuos, sino también la de las compañías en las que laboran.
La preocupación de los empleadores estadounidenses es bien clara, ya que difícilmente podrán sustituir la productiva y siempre dispuesta mano de obra de inmigrantes; su deportación les llevaría al riesgo de perder millones por la caída de la productividad; razón por la que gestionan la normalización de los beneficiarios del TPS y del programa Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés) quienes aportan miles de millones a la economía estadounidense, también aportan miles de millones a sus países de origen.
De esta realidad, por ahora están conscientes al menos 116 congresistas; quienes favorecen un acuerdo bipartidista para legislar a favor de legalizar la permanencia de los inmigrantes atacados por Donald Trump, que ha olvidado que los Estados Unidos de América fue fundado y crecido por el aporte de laboriosos inmigrantes.
